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Hola, soy Laura (02)

en No Consentido

HOLA, SOY LAURA II

El lunes siguiente en el colegio, Nena me buscó a la hora del recreo y tomándome de la mano me apartó de las demás niñas.

- Laurita, me dijo Nena, ya me contó papá que estuviste en casa el viernes de la semana pasada, el día que salí con mamá de compras.

Me quedé muda, pensé que estaba enojada por lo que había pasado con su papá. Ella debió de notar mi rubor y me dijo:

- Vamos amiga, no tienes por que tener pena contigo, ya me contó papá lo bonito que pasaron la tarde.

- ¿No estás enojada?

- Claro que no, me dijo Nena, yo también lo he hecho con papá y sé lo bonito que es tener sexo, ¿o no te gustó?

- Si, si me gustó, le dije tímidamente.

- Claro que es lindo, me dijo Nena, yo tengo sexo con papá desde los 8 años.

- ¿En serio?, le pregunté.

- Si amiga, y ha sido lindo, vas a ver que con el tiempo aprendes a disfrutarlo más y más.

- ¿Pero...?, ¿con tu papá lo has hecho?

- Ji ji ji, se sonrío Nena, claro, si no lo hago con papá, ¿con quien más?, no tengo hermanos.

Me siguió platicando como le gustaba el sexo; me platicó cómo en ausencia de su mamá, su papá la bañaba y fue precisamente durante el baño que empezó a tocar todo su cuerpo, su sexo y a meterle un dedo en la vagina y como le chupaba sus pezoncitos sin teta todavía y cuando él se empezó a bañar con ella y la enseñó, primero a masturbarlo, después a que se la chupara para terminar entrándosela desde los 8 años de edad y me dijo que desde entonces, muy seguido, lo hacen y que cada vez le gusta más.

Yo no podía creer lo que me platicaba Nena, pero me inquietaba en pensar ¿cómo sería si mi papá me hiciera lo mismo?

Mi vida cambio, pues ahora sólo pensaba en volver a tener sexo con el papá de Nena. A partir de ese día empecé a ver a los hombres con otros ojos, incluyendo a mi papá y a mi hermano.

Un día estando en el colegio le dije a Nena que tenía ganas de ir a su casa. Creo que Nena entendió cual era mi gusto y me dijo que fuera el sábado. Yo hice los arreglos en casa para que me dejaran ir y el sábado muy temprano me fui a casa de Nena.

Me recibió Nena y me dijo que su mamá no estaba, que pasara. Entramos hasta su recámara y me dijo que su papá estaba en casa y que le había dado mucho gusto saber que yo iba a ir. Me saltó el corazón, sentí que se me salía del pecho. Intenté que hiciéramos tarea, pero tanto Nena como yo, no teníamos ganas de hacerla, el pretexto había sido bueno, pero no era eso lo que yo quería, la verdad es que yo pensé en la posibilidad de que Nena no estuviera en casa y que su papá me recibiera como la vez pasada. En eso estábamos cuando tocaron la puerta de la recámara. Yo di un tremendo salto. Nena se rió y me dijo:

- Vamos amiga, no te asustes, es papá.

Entró el señor y me saludó dándome un beso en la frente. Yo sentí que me encendí de pies a cabeza y él se sonrió.

- Le he contado a Laura que tú me enseñaste a tener sexo, le dijo Nena a su papá.

- Así es mi amor, y nos hemos entendido muy bien, ¿te gustaría que lo hiciéramos de nuevo?, me preguntó a mi.

Yo no respondí nada, en verdad sentía que estaba roja de vergüenza.

- Si papito, dijo Nena, juguemos ahora que no está mamá.

Ni tardo ni perezoso el papá de Nena se sentó a la orilla de la cama y nos jaló a las dos, y cuando estuvimos junto a él nos empezó a besar por igual. Nunca había recibido yo besos candentes como los que el papá de Nena nos dio y luego se dio a la tarea de tocarnos, a las dos, todo el cuerpo, pasaba sus manos sobre nuestros cuerpos y se las ingenió para ir desabrochando y quitandonos la ropa, sin nosotras... bueno cuando menos yo, sin darme. El papá de Nena se desnudó y tomándonos de la mano, así desnudos como nos encontrábamos los tres, nos llevó a su recámara y nos subió a su enorme cama. No paraba de besarnos y de tocarnos. Nos chupaba las tetitas y bajándose nos pasaba la lengua por su entrepierna. Paró. Se incó sobre la cama frente a nosotras y se empezó a masturbar. Hasta ese momento pude darme cuenta del tamaño de su cosa y temblé al pensar que aquello me lo había metido la semana pasada. Tomó mis piernas y levantándolas y separándolas lo más que pudo, me acomodó su cosa en mi entrepierna, empezó a hacer presión y sentí que me iba entrando. Nena estaba sentada en la cama viendo. El papá de Nena me tomó de las caderas y me jaló hacia él y sentí que me la entró toda. Me la metió y sacó varias veces y luego se salió de mi. Tomó de la misma forma a Nena y también se la entró, pero a ella de un solo intento y se estuvo moviendo. Yo me senté a un lado de Nena y veía como le entraba y le salía la cosa de su papá. Nena se quejaba como si le doliera. Tenía los ojos cerrados y cada vez se quejaba con mayor rapidez hasta que lanzó un gran suspiro. El papá de Nena se la sacó, me acostó de nuevo y de nuevo también me levantó las piernas, me la acomodó y empujando me la entró. Estuvo metiéndomela y sacándomela algo que me pareció eterno por lo bonito que sentía, hasta que, ahora lo sé, se vació adentro de mi.

- Vayan a asearse, nos dijo.

Nena y yo regresamos a su recámara y nos bañamos juntas.

- Te gustó, me preguntó Nena.

- Si, le dije yo, pero fue muy poquito, la vez pasada estuvimos más tiempo.

- Creo que no hemos terminado, me dijo Nena, terminemos de bañarnos.

Terminamos de bañarnos y envueltas en toallas salimos del baño. En la recámara de Nena estaba el papá vestido con solamente una bata.

- Pónganse esto, nos dijo mientras nos entregaba unos camisones.

- Póntelo, me dijo Nena, son camisones de mamá.

Intenté ponérmelo pero casi se me caía por lo grandote que estaba aquel camisón, el papá de Nena nos veía sonriendo. Quedamos como una facha con aquel camisón tan grandote. Nos sentamos a la orilla de la cama.

- Ahora te vamos a enseñar algo nuevo, dijo el papá de Nena dirigiéndose a mi.

Se abrió la bata y fue cuando vi que sólo eso traía, estaba completamente desnudo y entonces pude contemplar a mi gusto su cosa. Se acercó a nosotras y me dijo:

- Ve como lo hace Nena, y luego lo haces tú.

Nena tomó la cosa de su papá con ambas manos y lo estuvo, lo que ahora sé, que se llama "masturbarlo". Cuando se le puso grandota su cosa, Nena se la metió en la boca y empezó a chuparsela. Así estuvo un buen rato y luego me dijo:

- Ya viste como, ahora hazlo tú.

Yo temblaba y tomé esa cosa que después y con el tiempo me fui acostumbrando a los nombres; se la agarré con ambas manos como vi que lo hizo Nena, estuve moviéndola como lo hizo mi amiga y luego traté de metérmela en la boca... no me cabía.

- Saca la lengua y lámala como si fuera una paleta, me dijo Nena y poco a poco intenta metértela en la boca de nuevo.

Así lo hice, empecé a lamerla, estaba muy caliente su cosa, pero nada de lo que estaba haciendo me disgustaba, sólo que no sabía como hacerlo... intenté de nuevo metérmela en la boca y logré sólo meter la cabeza e intenté chuparla. Así estuve... no sé, tal vez mucho, no recuerdo, lo que me hizo reaccionar fue cuando sentí que Nena estaba pegada en una de mis tetitas chupándomela.

Me asusté más y solté la cosa del señor sacándomela de la boca en el momento que empezó a "orinarse" en mi cara de una cosa blanca, espesa y caliente. Yo estaba muy asustada y despegándose Nena de mi tetita me vio y le dio risa, yo no sabía que hacer y ella me dijo:

- No te preocupes, ahorita te limpio la lechita de papá.

Y con la lengua me estuvo quitando "la lechita" de su papá... y siguió y siguio, limpiándome toda la cara y bajándose hasta mis tetitas que de nuevo empezó a chupar. El papá de Nena estaba parado frente a nosotras viéndo lo que su hija me hacía y se masturbaba. Yo estaba asustada pero no decía nada pues sentía muy bonito todo lo que estaba pasando. Cuando vi que al papá de Nena se le volvió a poner dura su cosa, me empujó un poco sobre la cama, caí de espaldas y él me levantó las piernas y Nena tomó en sus manos la cosa de su papá y me la acomodó en mi entradita. En cuanto sintió el papá de Nena que estaba acomodada, empujó y me la metió... ya no me dolía, era rico sentir su cosa adentro de mi y sentí que me oriné de nuevo. Nena se acostó a un lado mío y se puso a chuparme una de mis tetitas mientras que con la mano me acariciaba la otra. Sentí varias orinadas más y el papá de Nena me la estuvo entrando hasta que solita se le salió, se había puesto aguadita. En cuanto me la sacó, Nena se prendió de ella y empezó a chupar. Así estuvo mucho rato y luego le dijo al papá:

- Tengo ganas papito.

El papá de Nena se incó en la orilla de la cama, le separó las piernas y le estuvo lamiento y lamiendo su entrepierna, hasta que nena empezó primero por quejarse y retorcerse y terminó gritando, ahora sé que de placer.