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Empaña un coche

en Textos educativos

Empaña un coche

Hola! Muchas gracias por los comentarios, veo que les ha gustado el relato, y espero que siempre puedan improvisar con sus parejas, ahora les sugiero algo divertido, algo que yo misma viví con mi novio hace algún tiempo…empañar un coche!!

Amigo casanova, ligador, sexy, guapo…tu puedes improvisar y darte una noche diferente en tu auto.

Ahora que es tiempo de lluvias recuerdo aquella ocasión que un tremendo chubasco nos dejó atrapados en el coche a mi novio y a mi en la universidad donde estudiábamos. Al principio platicamos y comentábamos sobre la lluvia, una cortina de agua nos separaba de el mundo exterior. La plática tomó una dirección un poco caliente y el interior del coche también así que decidí quitarme el suéter. De pronto me percaté de que habíamos olvidado unas copias importantes en la cafetería de la facultad, así que echamos un volado para decidir quien iría por ellas, y pues yo perdí… salí corriendo del coche (un golf) con el suéter arriba de mi cabeza y recogí las copias, regresé al coche y cerré rápido la puerta. Estaba demasiado mojada. El suéter lo aventé al asiento trasero y me quitaba el mojado cabello de la cara, mientras reía y comentaba lo fuerte que estaba la lluvia. Mi playera blanca estaba súper mojada, y pegada a mis senos mi respiración agitada los levantaba divinamente y mis pezones, a causa del frío estaban erectos. Por estar tan mojada, la ropa vaporizó y pronto el coche estaba empañado completamente. El perfume que llevaba se activó con el agua y perfumó suavemente nuestra atmósfera. Mi novio al ver mis senos dijo wow! Y lentamente con su suéter secaba un poco mi cuerpo. De inmediato vi en su pantalón el característico bulto de un hombre, muy bien dotado, sobresaliendo de su delgado y atlético cuerpo. Nos besamos, que beso tan delicioso!, con un sabor a lluvia y deseo… De inmediato me sentí excitada y comenzamos a acariciarnos, como estábamos en la universidad, no sabíamos hasta que punto llegaríamos así que sólo disfrutábamos el momento al máximo.

Quítate la blusa para que te pongas mi suéter seco… me dijo Jorge. Yo dudaba si me podrían ver desde afuera, pero pronto me convencí de que no se veía nada. Así que me lo quité y también mi sostén de encaje blanco. Mis senos seguían fríos lo pude sentir cuando los tapé con mis manos para ponerme el suéter de mi novio. Yo te tapo, dijo el y sus manos calientes apretaron ligeramente mis senos, mientras me puse un suéter abierto. Al sentir sus mano me olvidé de la universidad, las ventanas estaban totalmente empañadas y yo seguía mojada, por fuera y empapada por dentro. Con nerviosas risas nos besamos. Yo estaba muy caliente, en mi vagina sentía las clásicas punzaditas deliciosas, estimulada por el roce de mi pantalón mojado y el tremendo espectáculo que ambos estábamos dándonos. De pronto casi obsesivamente me invadió el deseo de besarle su pene, así que me recosté en sus piernas y le bajé el cierre, que aroma tan rico!! a jabón y piel mojada… eso me excita mucho.

Él de inmediato se levantó un poco para bajarse los pantalones y dejarme hacer una tarea que realizo a la perfección. Comencé a lamer su glande, grande y rojo, palpitante delicioso, y a rodearlo con mis labios calientes. Con una mano empecé a masturbarle suavemente y poco a poco fui besando más abajo, yo me calentaba cada vez más y se lo hacía saber soltando mis suspiros agitados y suplicantes, despacito. Tuve que acomodarme correctamente, era un poco incómodo al principio pero no iba a separarme de el hasta que le hiciera gozar demasiado, quedé sentada en el piso del auto entre sus piernas y el volante, haciendo para atrás el asiento. Así que con mi otra mano cargaba sus testículos suavemente, esto le encanta yo no podía más y ahora no me iba a conformar con hacerlo gozar a el, yo necesitaba gozar también. Me quité el suéter ahora tenía mucho calor, mis senos se sonrojaron mis pezones estaban erectos y mis labios demasiado rojos, mi cabello goteaba todavía un poco dejando gotitas en mi vientre y espalda, al ver esto mi novio me ayudó a levantarme y se pegó a mi cuerpo. Quiero sentir tu cuerpo!! Le dije al oído, entonces el se quitó la camisa.

Yo seguía acariciando su pene apretándolo por la base rítmicamente mientras proporcionaba un leve giro con mi mano, una y otra vez como queriendo exprimirlo para dejarlo totalmente vacío. El desabrochó mi pantalón y lo bajó un poco. Tocó mi vagina con dos dedos muy lubricada, y palpitante, casi adolorida de tanta excitación. Sus dedos resbalaban fácilmente y mi clítoris sobresalía un poco deseaba ser acariciado. Ya estaba escrito, teníamos que seguir con todo esto y perdernos en el acto, y así lo hicimos. Él se aproximó a la orilla de su asiento y yo a la de mi asiento y echando el cuerpo hacia las ventanas nos unimos. Yo me senté con cuidado en su pene, entró fácilmente y nuestros ojos se encontraron con cierta malicia.

Así entrelazados como unos cangrejitos comenzamos el movimiento más sensual del mundo. Con su mano sobre mi vulva, comenzó a masturbarme en el clítoris haciendo majestuosa su manera de proporcionarme placer. Seguíamos viéndonos a los ojos, la lluvia estaba en su máximo y nosotros comenzábamos a sudar.

Que suaves movimientos!! Que profundas penetraciones!! Qué caliente estaba su miembro totalmente lubricado, Pronto supe que me venía, él lo supo de inmediato. Su dedo gordo, comenzó a moverse más rápido su pelvis también. Quería verme llegar… El coche comenzó a rebotar un poco y no nos importó. La humedad nos envolvía y de pronto tuve un orgasmo delicioso y largo que me dejó pasmada. Cambiemos de posición me dijo él, yo accedí tenía que recibir su orgasmo.

Me puse en cuatro puntos sobre mi asiento y él me penetró enseguida proporcionándome una penetración más profunda, pero como tenía la ventana casi en la cara, me sentí un poco asfixiada, así que bajé el vidrio y pude ver un poco la facultad, a estas horas vacía y en medio de la lluvia. La lluvia rebotaba en mi cara en mis labios y escurría por mis senos redondos y firmes, aún en esta posición. Jorge se abalanzó sobre mí, y gimió en mi oído. Me penetró hasta el fondo y se vino fuertemente dentro de mí. Temblorosos nos incorporamos y nos secamos. Notamos que el coche estaba ya desempañado por la ventana un poco abierta y nos vestimos rápido. Fue excitante pensar que teníamos algún espectador secreto, pero pronto nos fuimos de ahí. Fue delicioso, realmente excitante y diferente!!!

Así que les recomiendo que traten una aventura así, siempre con cuidado y listos para huir si alguien viene. El riesgo es excitante, pero hay que analizar muy bien la situación para asegurar un muy buen rato de pasión.

Es tiempo de lluvias!!! Tienes un auto, una mujer, inténtalo te va a encantar!!

Espero que les sirva y que me escriban sus comentarios. Próximamente cómo hacer un baile sexy a tu mujer