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Mi inicio

en Confesiones

MI INICIO.

Haré un recuerdo de como me transforme en el cornudo y sumiso que soy hoy en día. Eramos un matrimonio como cualquiera, solo que Elena, mi esposa, es muy coqueta y de carácter bastante fuerte, o que como se imaginarán llevaba a constantes discusiones las que hacían cada vez menos frecuente el tener relaciones entre ambos.

De a poco fui cediendo y a decir verdad desde siempre me había excitado la idea de ser dominado por una mujer. A veces cuando no estaba calzaba unas de sus hermosas sandalias de tacón muy alto y me pajeaba ante un gran espejo de nuestro dormitorio. La verdad es que soy un pajero empedernido lo hacía y hago constantemente, incluso con ella, jugábamos a que estaba con otro y yo la observaba, eso de verdad la excitaba, a mi me enloquecía, le vendaba los ojos para que en ningún momento me viera y poder así mantener la fantasía y yo le lamía la concha y el hoyo del culo. En esos momento gritaba siempre otro nombre, nunca el mío, entonces se sacaba la venda y me decía si la había visto con otro y que me corriera la paja como un cornudo... y yo no me hacía repetir la orden. Un día estábamos jugando nuestro jueguito habitual y se corrió un poco la tanga dejando su concha al aire y me dijo.

Culeame rápido antes que llegue mi marido.

Yo estaba loco y la ensarté hasta las pelotas, fue una de las pocas veces que me permitió gozarla.

Nuestras relaciones sexuales estaban cada vez mas lejanas, se limitaban a que yo me quedara en una posición sin moverme y ella me acariciaba las bolas y mi agujero mientras me hablaba de lo que había disfrutado con otro hombre con una gran verga, porque encontraba muy chica la mía. Es cierto que no era muy grande solo 13 centímetros, en esa posición a veces me apretaba las bolas o me clavaba las uñas en el pecho y me gustaba, de manera que siempre la alentaba a más y más, me gustaba ser dominado por ella y se lo hacía saber.

Se fue tornando cada vez mas independiente, salía con sus amigas a comer a reuniones y también fiestas. Ahí nunca pasó nada, de eso estoy seguro, me contaba con quien bailaba y le hacía bromas preguntándole si alguien le había propuesto algo, o al bailar si le sintió el bulto duro a alguno de sus amigos. Cuando salía la hacía vestirse sexi y provocativa, y yo le compré medias con ligas que la hacían verse espectacular.

Ya se imaginarán que a penas ella se iba me desnudaba y calzaba sus sandalias de tacón, me ponía frente al espejo a pajearme hasta dos veces en la noche. Cuando llegaba y en silencio se acostaba me arrimaba disimuladamente a su lado y la olorosaba para sentir si había algún aroma de otro hombre. Pero nunca sentí ni vi algo indebido, eso me hizo armarme de valor y encararla definitivamente. Estábamos acostados y le daba la espalda, ella como era su costumbre se pegó a la mía, aproveché la quietud de la noche.

Amor, todo lo que te de dicho y hemos jugado, necesito hacerlo realidad.

¿Como, quieres que me acueste con otro?

Me encantaría...

¿Quieres consentir para que te engañe con otro hombre?

Si yo lo consiento no hay engaño, solo hay sexo, distinto pero sexo...

Ja, ja, ja, estas hablando leseras...

No mi amor, no son leseras. Me enloquecería de placer el ver como te pescan... igual que en nuestras fantasías.

Estas loco... ¡NO!

Sería tu esclavo de por vida, y fiel hasta la muerte.

Después me reprocharía que soy una puta y el matrimonio se iría al tacho.

Jamás, si tu quieres firmaríamos un "Contrato de Sumisión", en el que se especificaría todo eso y quedaría claro mi total consentimiento.

Estas loco, como se te ocurre eso.

Es que... es ya una fijación en mí.

Mmm, no se.. veamos que pasa, pero después no quiero problemas ni que te quejes. A ver veamos ese contrato.

Nos levantamos hacia un mueble y se lo pasé y lo leyó con calma, y comentó algunos puntos en voz alta, mientras manoseaba mis 13 centímetros de carne trémula de placer. Tomó un lápiz y firmó, a continuación tiritando de nerviosismo firmé. Me arrojé de rodillas a besar sus pies, ella estaba bastante excitada por el juego, pero para mí era mas que eso era algo de la mayor seriedad. Quiso ponerme a prueba ordenándome dormir de ahora en adelante en otra cama, como yo acepté sin chistar, me dijo que a demás debía dormir con las manos atadas al los pilares de la cabecera, a continuación me acercó su culo y metí mi lengua entera en su ano haciéndola quejarse amorosamente por la suavidad de la penetración. Me miró sonriendo

De verdad te gusta esto, ah veo que no es calentura solamente...

Mi amor, esto es lo que he deseado toda la vida, si lo deseas no eyacularé más para mantener este estado de calentura hacia ti, para que sea permanente.

No te va a importar que yo salga con otro y regrese al día siguiente...

No, y si tú quieres lo traes y te acuestas con él en nuestra cama, y hasta yo puedo atenderlos. Como dice el contrato que firmamos...

Me llevó a la otra pieza y me tendí boca arriba y puso una esposa en cada mano y la apretó contra el pilar de cada lado, y antes de irse rió fuertemente y me apretó mi pene.

Por lo menos amarrado así, no te vas a pajear... ja, ja, ja...

No Señora

Me está gustando esto...

Al día siguiente me ordenó me encargara de todo es servicio doméstico, lo hice feliz. En esos día yo estaba de vacaciones de manera que no había problemas en adecuarme a "mi actual condición". Ella miró todo el trabajo complacida, cuando terminé fui a decírselo, me ordenó la ayudara ya que saldría con unas amigas. Le pinté uñas de manos y pies, y aplique crema a todo el cuerpo, se vistió con ropa muy ligera, ya que era verano y hacía mucho calor. Un vestido muy amplio, vaporoso y ligero sin espalda y muy escotado, que mostraban sus turgentes senos, de un rojo llamativo, al igual que las uñas de manos y pies. Luego calzó unas sandalias de tacón altísimo que sujetaban sus delicados pies con un par de tiritas de cuero también rojo. Su pelo cepillado muy liso cortado en una melena con chasquilla muy corta. Se veía espléndida, no tardaron en pasarla a buscar otras amigas, algo cuchichearon entre ellas y me miraron con sorna y se fueron, no sin antes decirme:

No me esperes, y cuidado con "hacer algo con esas manitos".

No Señora...

Vieron, no les dije que era cierto...

Y salieron hablando entre risas y bromas, no sabía que pasaría... si ella haría algo, revisé mi situación y quedé muy alterado. Pero fiel a sus ordenes no me manosee ni me corrí la paja, pero como lo necesitaba, Cubierto por una bata me senté en un sillón a esperar su llagada, y ahí me dormí. Serian por lo menos las cuatro de la madrugada cuando me despiertan una risas, era mi esposa con sus dos amigas que llegaban algo bebidas.

Veo que tu maridito te obedece y nos estaba esperando...

A ver, tráenos algo de comer y unas copas de vino.

Preparé uno sándwich vegetarianos y tres copas de vino, comieron y bebieron luego les repetí el vino.

Muéstranos cuan obediente es.

A ver, bésame los pies.

Muy turbado pero fiel a la cristalización de mis fantasías, me arrodillé ante sus hermosos pies y los besé con devoción. Al humillarme así ante sus amigas, le dio un brillo que nunca había visto en sus ojos, e inmediatamente sentí como me endurecía bajo la bata.

Chicas a este le encanta que lo humille en público, ja, ja, y además quiere cuernos ...que les parece.

Y...¿que esperas tonta? Ja, ja, ja, ja.

No se ya veremos.

No tardaron mucho en despedirse sus amigas y se retiró a dormir, yo fiel a mi contrato, me preocupé de todos los detalles y esperé que se durmiera y me fui a mi cama.

Al día siguiente me encontré con un tipo que conocía desde hace tiempo y que sabía era de la clase de hombre que le gustaba a Elena. Lo invité a mi casa a beber una copa, mi esposa estaba encantada con la visita, yo propuse salir a comer pero ella dijo que prepararía algo para todos allá. Luego de comer y beber algunas copas él(Juan José) nos invitó a un Púb. a beber algo.

Voy a arreglarme un poco y vamos...

Así estas linda, vamos

Esperen ya vuelvo...

No tardó mucho en estar lista, ella lucía espléndida era una diosa, su audaz escote en un vestido sin espalda y en el que se le insinuaba el nacimiento de su redondo y generosos culo, era de ruedo amplio negro con grandes flores multicolores, como si quisiera atraer a todos los pájaros disponibles para una polinización, sus sandalias de tacón altísimo sin talón, y la muy puta iba sin ropa interior. Su maquillaje era igual de llamativo y provocativo, sus labios carnosos y muy rojos invitaban a besarlos, yo estaba vestido con ropa deportiva amplia y sobria. De esa manera contrastábamos los dos. Tras varias copas nos pusimos chisposos y J.J. nos insinuó ir a una Salsoteca. El local estaba lleno e inmediatamente me llevó a la pista de baile, y comenzó a moverse de tal manera que llamaba la atención, y al parecer esa era su idea. Risueña volvió a la mesa y me dejó ahí y sacó a J.J. este muy risueño la tomó por la cintura y se trenzaron en un ritmo muy caliente y muy tropical, la verdad es que Elena estaba bien chisposa y se pegó a él cuando la cadencia de la música disminuyó, y yo que estaba caliente me pegué a su trasero, así ella era el jamón del emparedado. No creo que fue muy intencional pero le di una clavada en su trasero, que en definitiva rebotó en J.J. y este riéndose la clavó a ella dándome un culazo a mí. Así empezamos a darle clavadas a ella, que terminó en un manoseo terrible. J.J. se restregada en mi mujer desembozadamente. Al retirarnos a la mesa. Propuse ir a otro lugar, ambos aceptaron encantados. Yo manejé, J.J. adelante y Elena se sentó en sus rodillas que por cierto, picaronamente, había puesto muy juntas, de manera que ella lo tuvo que hacer con las piernas abiertas. Disimuladamente él puso una mano en su entrepierna y como ella se reclinó sobre su pecho y no dijo nada, sin mas el metió su mano entera bajo la falda y acarició su muy mojado conchita. Miraba con la boca entreabierta y botando saliva, era la culminación de una tremenda fantasía mía. Mi esposa Elena se entregada igual que una puta. Mi verga iba tiesa bajo el pantalón, las bolas me dolían. Me dirigí a un motel, "Los Leones", y entré en el auto, ellos se besaban como locos, no se dieron ni cuenta. Me bajé el primero y la tomé en brazos y la entré depositándola en la cama.

Ahí está

Y muy rica.

Juan José, se le fue encima y se besaban de una manera, él le tenía metido varios dedos en la conchita, mientras la muy puta le sobaba le verga que amenazaba con romper el pantalón. Ella tironeaba por sacarse la ropa, la ayudé a desnudarse para J.J. Mostró su hermoso cuerpo ante el macho hambriento que sobó sus turgentes senos y metió su lengua en la caliente y jugosa caverna. Ahora ella tiraba sus manos para desnudarlo, pero en un santiamén él ya estaba listo y le exhibió la herramienta, eran por lo menos 20 cm de palpitante carne que estaban tiesas y listas para mi adorada y puta esposa. Ella le apretó con fuerza la verga, mientras J.J. la volvía a besar entre labios cuello y tetas, ambos jadeaban y no tardó en penetrarla entre suspiros y quejidos de placer. Ella se tragó la lanza de carne completa y le rodeó la cintura con las piernas y J.J. empezó su mete y saca vigoroso. Le metía y sacaba con fuerza Elena abrió sus brazos a ambos lados y J.J. la tomó de las muñecas entregándose totalmente a su amante. Me desnudé y me acerqué a la cama, sin intenciones claras en mi mente de lo que haría, pero ya gotas de liquido pre eyaculatorio perlaban mis 13 cm de carne. Ella al ver que me acercaba a ellos, y creyendo que talvez quería participar junto a su amante, me gritó

¡Siéntate el la silla, y solo mirarás, cuidado con correrte la paja!

Obedecí y acerque la silla a la cama para ver su gimnasia sexual, J.J. era de un vigor impresionante, la había hecho acabar por lo menos tres veces, y seguía moviéndose como si nada. El gritó y arqueó la espalda hacia atrás y la clavó con fuerza y empezó a acabar en la conchita de mi esposa, ella se abrazó a él y lo estrujó en su eyaculada. Se soltaron y la "desclavó", pero su verga no disminuyó ni un ápice. Seguro había tomado algo para la ocasión. Yo miraba como hipnotizado como escurría algo de la leche de su concha, me acerqué y besé sus labios, luego sus tetas, el ombligo y finalmente hundí mi cara entre sus piernas y lamí la leche de su amante hasta dejarla limpia, tragándome todo. Ella apretó mi cabeza con sus piernas mientras le hacía la faena. J.J. la tomó y la sentó arriba de su estaca, que seguía tiesa, y empezaron la placentera cadencia, con el dorso de mi mano limpié mis labios del resto de sus jugos y pasé mi lengua para no perder nada. Acabaron entre gritos juramentos de placer, no pude aguantarme más y me senté en el suelo al lado de la cama y me corrí la paja como un poseído, acabé larga y placenteramente. Ella no se dio cuenta de que había desobedecido sus órdenes, ellos se abrazaban y se entregaban a un merecido descanso tras la gloriosa jornada. Yo también estaba agotado, el alcohol y las emociones me tenían en la lona. Dado que la cama era bastante ancha, me tendí al lado de mi esposa y AMA.

Desperté bastante tarde en la mañana, ellos se besaban y manoseaban efusivamente, ya no se le podía hechar la culpa a lo bebido, era calentura y deseo puro. Elena no tardó en subirse y aprontarse a "cabalgar " a J.J. nuevamente. Me miró sonriendo.

Mira como me como esta cosita rica nuevamente.

Hazlo y goza...

Al fin eres un cornudo como deseabas tanto... ¿te gusta?

Mucho...

Y empezaron nuevamente, ella subía y bajaba por ese tronco del árbol de placer, le acaricié sus tetas y me metí nuevamente entre sus nalgas a lamerle su hoyito, conchita... y lengüeteé las bolas de mi amigo, nuevamente lo tenía tieso. Elena se aferró a J.J. y acabó largamente desplomándose encima suyo; estaba exhausta, y se "desmontó". El la miró sonriendo.

¿Me vas a dejar a medio camino, Elenita?

No te preocupes...

Y empujó mi cabeza hacia la gruesa verga de su amante, y me dejé conducir, solo abrí la boca y saqué un poco la lengua, me aferré a su tronco y me lancé a darle "la mamada". J.J. empezó a suspirar, Elena me sacó y me hizo ponerme en 4 con la cabeza hundida en la almohada y el culo parado, y le dijo al oído.

Péscatelo por el culo, siempre me ha calentado imaginarme a dos hombres dándose por el culo

Encantado

Sentí un liquido viscoso en mi culo, y primero un dedo, luego otro y fueron tres. Luego la tibieza de su cabeza que trataba de entrar, con mis manos separé totalmente mis nalgas y él clavó su cabeza entera tras varios intentos finalmente con la ayuda de ella pudo colocar el animal en mi hoyito. La dilatación fue dolorosa, pero al parecer J.J. no solo era un macho bien dotado sino muy experimentado, y lo metió muy lentamente permitiendo me adaptara al ariete que me penetraba. Tras unos instantes me sentí lleno, lenta pero sostenidamente había resbalado su verga en mi culo, y al sentir sus pendejos en mis nalgas tiré una mano hacia atrás y lo sentí pegado a mi espaldas. Eso lo entusiasmó y me empezó a culear, primero lentamente pero fue acelerando.

Métele tu verga entera en el culo a mi cornudo, que rico es verlo ensartado así...

Muévete mierda, hazme gozar...

Lenta y tímidamente me moví, NO SABÍA COMO HACERLO, esta era mi primera vez, Juan José lo metía y sacaba cada vez con mas fuerza, sentía arder mi esfínter, no tardó en gritar y explotar en mi culo lanzándome su tibio y espeso semen. Lo sacó dejándome muy adolorido y bastante dilatado, no lo disfruté para nada. Pero no era mas que su esclavo y eso a ella la calentaba. J.J. se "desparramó" en la cama y cerró los ojos, ella se le abrazó y no tardaron en quedarse dormidos. Adolorido y patiabierto me dirigí al baño a limpiarme, me senté en la taza y pujé botando grandes cuajarones de esperma. Luego me metí en la ducha para limpiarme de la orgía de sexo que habíamos tenido, me jaboné todo el cuerpo y me toqué mi hoyito, y ahora era hoyote, cielos, estaba bastante dilatado, mas bien abierto. Me produjo una cierta excitación el estar así, me sequé y esperé sentado a que se recuperen.

Como a la hora y media despertaron, Elena vio la hora y nos dijo nos apuráramos porque era tarde. Yo estaba listo, solo faltaba vestirme, ella entró a la ducha y J.J. se rió.

¿Como te quedó el culo, cornudo?

Lo tengo abierto...

A ver...

Me agaché y se lo mostré, el metió sin dificultad tres dedo, y ví como se le enderezaba la verga... y sin miramientos ni contemplaciones me empujó a la cama, me puso esta vez de lado con las piernas separadas, y lo metió de una vez, dada la abertura no dolió nada, y empezó a culearme con fuerza mientras me hablaba

Córrete la paja, putita, quiero ver como gozas con mi verga...

J.J. me daba sin tregua y no me dolía, traté de moverme como me lo pedía. Lo cual me calentó y empecé a pajearme.

Goza... putita... goza

Sin decir nada me empecé a mover tratando de darle un goce, en eso salió de la ducha Elena, y se rió al verme penetrado por su amante.

Puchas ya tienes clavado al cornudo de nuevo, le va a terminar gustando que se lo pequen por el culo...

Y tu marido me está haciendo acabar nuevamente, tiene el culo apretadito rico...

Con J.J. llegamos juntos acabé a chorros y las contracciones de mi esfínter anal solo aumentaron el placer en su verga. Quedó rendido y sudoroso en mi espalda, yo también estaba agotado. El se metió a la ducha y yo nuevamente a pujar la leche de mi culo, esa mañana me había pescado dos veces.

Después de eso nos fuimos cada cual a sus obligaciones, él a preparar su viaje de vuelta a su país, mi esposa a juntarse con algunas amigas y yo... bueno a mis labores de casa.

El día transcurrió sin mayores problemas, en la tarde lo pasamos a buscar a su hotel para llevarlo al bus con el que viajaría a tomar su avión. Ellos estaban en el asiento trasero, ahí se besaban y acariciaban como locos. Me pasé al asiento trasero y me senté en el lado de Elena, ella le había bajado el cierre al pantalón y J.J. sacaba su verga tiesa. Mi esposa me tomó del pelo y me bajó a que la mamara al igual que anteriormente mientras ella le corría la paja, él le besaba las tetas, era la locura. No tardó J.J. en gruñir de gusto y lanzó unos chorros algo salobres en mi boca... chupé y me lo tragué todo. Lo lamí y chupé hasta dejarlo limpio. Ella me dio un gran beso en la boca y así ambos quedamos con su sabor.

Ya había llegado el momento de irse y se despidió.

Adiós mi par de putitas ricas, lo pase de maravilla.

Yo también.

Y yo...

Cuando vuelva vendré a visitarlas ...

Estaremos encantadas

Así se despidió de nosotros y tomó el bus que lo llevaba a la capital para tomar su vuelo a Colombia.

Ya en la casa nos acostamos, y como no hubo indicaciones en contrario, me acosté a su lado. Conversamos, o mejor dicho Elena empezó a darme un largo listados de como va ser nuestra relación de ahora en adelante.

Debe quedar absolutamente claro, que soy tu AMA, de acuerdo al contrato, y como quedó demostrado en la salida con J.J.

Te esta vedado el sexo conmigo, yo necesito un macho con buena verga. Está claro

Si, Señora

Y además no te podrás correr la paja sin mi autorización, te necesito en este estado de calentura y sumisión...SIEMPRE...

Me puse de rodillas y besé sus pies largamente.

Estoy dichoso de ser en que me has transformado...

¿Un Cornudo?

Dilo aquí en mi oído.

Eres un Cornudo...

Gracias Amor, mi ama mi cielo, mi Diosa, gracias por darme lo que tanto anhelaba

¿No te importa?

Necesitaba sentirme así, la verdad es que yo vi como culeabas con ese semental, que la tienen mucho mas grande que la mía y es insaciable. Tú necesitas de un macho que te atienda como te lo mereces, que te haga sentir lo puta que eres, y me tienes a mí para servirte.

Gracias, pero yo ya me imaginaba que sería algo así... tú solo alcanzas una buena erección cuando piensas que me está penetrando otro, cuando te sientes cornudo... de manera que pensando en tu nueva condición tengo esto para ti.

Y parándose hasta un mueble sacó una cajita que se leía CB2000.

¿Que es eso?

Es algo que te mantendrá fiel a mí.

Lo seré hasta la muerte...

¡Si que lo serás!

Abrió la caja y sacó una jaula de material plástico muy dura, y puso una gruesa argolla del mismo material por el tronco tras mis bolas dejándolas muy ajustadas, pero no apretadas. Luego encerró mi ahora duro miembro en una "jaula" del mismo material y un "clic" del candado dejó enjaulada mi "avecita".

Ahora que eres un cornudo y sumiso, por añadidura... es decir un ser muy secundario vas a tener el lugar y función que por largo tiempo deseaste.

¿Y tendré este Cinturón de Castidad siempre?

Siempre que a MI se me antoje. Porque comprenderás que no se puede llamar hombre a una persona con un "pilín" chico y flácido, como el tuyo que cabe en un CB2000. NO CORNUDO ¡¡NO!! un macho dominante tiene una verga grande y dura, y no puede caber en esas jaulitas para seres de segunda como tú.

Sentía que mi "pilín" estallaría en su jaula... ¡cielos que manera de disfrutar de mi nueva condición! Al fin estaba en la condición deseada y acariciada por tan largo tiempo.

Y ella finalmente era una Diosa que debía disfrutar del mejor sexo, algo que no podía darle yo, de manera que aceptada lo que era... un cornudo, un puto cornudo, que se calienta de ver como Elena disfruta con un macho. Ella lo merece es toda una gran hembra y como tal busca al macho alfa, o sea el macho dominante para aparearse, ... y yo la ayudaré....

Espero sus comentarios a mi mail: gozador1232000@yahoo.es