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El Regalo

en Dominación

El Regalo

Mi adorada esposa ha tenido una par de "escapadas extramatrimoniales", la verdad que son mas que un par…. Bueno, éstas ahora son con mi total complicidad ya que he aprendido a disfrutar el hecho de saber que otro hombre le va a hacer el amor, que va a ser gozada plenamente como hembra ardiente. Digo "ahora", debido a que cuando supe que me había puesto los cuernos creí morirme, no concebía perder su amor, que me deje por otro hombre. Pero ella se encargó de convencerme que lo suyo no era tal, que siempre me amaría, lo que pasaba con "el otro" era solo sexo… muy placentero por cierto, pero solo era sexo, su amor era y seguiría siendo yo. Como decía, me costó aceptarlo… pero aprendía disfrutarlo y ahora me produce un morbo inconmensurable cuando se que va a salir. Ahí ella cambia su actitud hacia mi, nuestra relación no es de mujer a marido sino de AMA a sumiso, cosa que me enloquece, es excitante la situación de saberme cornudo, sometido a sus caprichos, estar rebajado de condición, humillado por otro que disfruta de los encantos de mi esposa; y cuando vuelve recibirla como una diosa, mimarla y consentirla. Ella disfruta haciéndome eso y … yo recibiéndolo.

Cuando hablamos al respecto, le he confesado que me gustaría verla con otro en la cama, no solo saber que se la culean sino mirar como se la culean. Me gustaría verla y atender a su amante y humillarme ante ambos, ser su sirviente mientras ella goza de un macho caliente, y luego que él la deje poder limpiarla y atenderla como se merece.

Ella y yo tenemos cumpleaños el mismo día, de años diferentes por cierto ya que soy catorce años mayor. Este hecho ha sido muy ventajoso por el hecho de hacer una sola celebración (50% de gasto solamente), y como es ella quien aporta la mayoría de los invitados nunca ha habido problemas. La cosa es que me sorprendió con que este año me daría de regalo de cumpleaños… mi mas preciada fantasía. Mi corazón se aceleró en tal forma que creí se me saldría del pecho, al fin podría verla. Pero eso me generó el terrible dilema sobre que le regalaría yo. Se lo dije y ella me pidió que sea yo el encargado de proveerle el amante… eso si de entre mis amigos, en ningún caso de entre SUS conocidos. Eso produjo un terrible dilema, si bien yo disfruto siendo un cornudo sumiso, es algo entre nosotros ya que la discreción ha sido nuestra tónica. Me dijo que era eso o nada, quería que mi humillación fuera real y ante alguien conocido, para así tener cuernos "conocidos", y que como yo sabía el tipo de hombre con que desearía hacerlo ese día debería poder proveerla de la persona adecuada. Eso si lo sabía bien, debía de ser atractivo pero varonil, velludo pero no en exceso, y circuncidado… eso era lo primordial…eso la excita de sobremanera; el glande a la vista es lo primordial. Yo tengo prepucio y bien grande me cubre un cien por ciento y sobra mas que un poco. Ah… además debía ser bien dotado ya que sus amante siempre lo son, según me ha contado, no como yo que me empino en unos humildes y escasos 12 cm., esa era la razón en "salir a comer afuera los platos que no comía en casa".

Me di a la tarea de pensar en quien invitaría y como se lo plantearía. Finalmente después de algunos descartes elegí a mi amigo Raúl. El tiene un par de años menos que yo y es un gran nadador lo que lo hace tener un buen cuerpo, y como es de descendencia judía está circuncidado y está bien aperado, cosa además que había notado en los vestidores de la piscina las veces que habíamos ido juntos.

Con esa elección la cosa era como planteárselo, mi vergüenza era inmensa… pero mi morbo mayor. Lo llamé a su oficina y le pedía me acompañara a un café, que debía hablar algo con él. El ya estaba cuando llegué, me senté en su mesa y me preguntó muy intrigado sobre lo que pasaba. Pedí con tragos, nuestras jornadas laborales habían terminado, y apuré el mío para darme el valor necesario. Tartamudeando hilvané algunas frases e ideas sobre muestro matrimonio, el amor, etc., para desembocar en fantasías y juegos sexuales. Apuré mi copa y …ME ATREVI, le confesé mis gustos…noté como mi cara ardía por la vergüenza, pero sentí que mis 12 cm. se hinchaban en mi pantalón. Le confesé a mi amigo Raúl que era un cornudo consentidor y sumiso de mi esposa.

Raúl, rió fuertemente, me sentí pequeño, humillado, bajé la vista para no ver sus ojos desafiantes taladrándome.

- ¡Así que eres un cornudo!!!!! ¿Y que deseas de mi?

Traté de decirlo de una sola vez, pero me salió un susurro patético….

Que seas el regalo de cumpleaños de mi esposa….y… mío también…. ¡¡Que te la tires delante de mí!!!!!

¿Qué…que?????????????????

Eso Raúl….deseo ver como ella me hace cornudo….como gozan ustedes, y yo poder atenderlos humildemente. Nada mas….

Sus estertóreas risotadas bajaron de intensidad hasta quedar convertidas en una mueca mientras me miraba fijamente.

¿Es en serio, verdad?

Totalmente… y ya que tu eres casado… sabrás mantener la reserva correspondiente. ¿Verdad?

Por supuesto…. ¡¡¡Cornudo!!!….ja ja ja. Va a ser rico tirarse a tu mujercita, ella está bien buena. Ja ja ja .

Que alivio había aceptado, por lo demás mi esposa no era en caso alguno un plato de segunda, a sus 36 añitos está de maravilla, no ha habido hijos de manera que su cuerpo se mantiene impecable. Lindas piernas, buen culo paradito y generoso, vientre planito, carita redondeada y grandes ojos café claro, un sedoso pelo que le llega a los hombros. Esta tarde le conté que ya tenía su regalo listo… trató de sonsacarme sobre quien sería, pero me mantuve el secreto y la sorpresa, le aclaré eso si que sería de todo su gusto (yo sabía que lo encontraba atractivo) y que reunía los requisitos.

El día anterior y el de la fiesta misma fueron de ansiedad inmensa, anduve con erección permanente, y no me cabe duda que mi esposa estuvo lubricada permanentemente. Me imagine mis o diez mil escenas entre ellos…. y yo….. mmmmmm, ahhh mil cosas deliciosas. Al fin llegó el ansiado día, en la tarde no fui a trabajar para poder preparar todo, ella andaba en las nubes…feliz, me miraba y sonreía, pasaba por mi lado y me decía al oído "cornudo", cosa que me encanta. Me pregunto si me gustaría algo mas, le conté que me gustaría depilar totalmente mi sexo, no tener pelo alguno ahí, la verdad es que soy bien lampiño, pero ahí tengo un poco. Se rió y me dijo que de esa manera se me vería mas grande mis 12 cm. Usé su spray depilatorio y me aplique en toda la zona pubiana y bolas, esperé los 10 minutos que decían las instrucciones de la lata. Lugo de di un duchazo muy caliente y los pelos se desprendieron sin dolor alguno, al jabonarme me acaricie miembro y bolas, ¡¡¡ estaban tan suaves!!!!!!! Una vez terminado le mostré el resultado, le gustó mucho y me pidió me mantuviera así siempre, cosa que me agradó mucho. Ahora me tocaba ayudarla.

Cornudo, ayúdame a prepararme para TU AMIGO!!!! Ja ja ja ja

Si mi amor, tienes que estar muy linda y apetecible.

Procedí a aplicarle el spray depilador en piernas, brazos y axilas, la verdad es que casi no tiene ningún pelito…pero siempre ha sido muy meticulosa en eso y a mi me gusta. Recorté lo que tiene sobre su conchita, se deja un triangulito coqueto encima solamente.

Y luego a un rico baño con sales aromáticas que además la relajaría. Me llamó y la ayudé a secarse y aplicarse crema en todo su cuerpo, su piel normalmente muy suave era ahora una seda, sin dudas haría las delicias de de Pedro, ¡¡que banquete se daría con mi esposa!! Luego me toco arreglar sus uñas de pies y manos, lo hice con delicadeza para que quedara perfecto, las limé y pinté de rojo opaco, hice lo mismo con las de las manos y solo cubierta con una bata se tendió a descansar mientras se secaba la pintura. Cerró sus ojos…se veía tan hermosa… tan deseable… tan hembra. Al darse cuenta que la observaba me miró y sonrió.

- Calma…cornudo, ya va a llegar nuestro momento de celebrar y podremos "intercambiar regalos". Ja ja ja ja. ¡Que cornudo que eres!! ¡Que huevón mas grande!!!

- Si mi amor tu cornudo…tu esclavo…tu huevón… lo que tu desees…

- Espero que mi regalo sea bueno, como me prometiste…

- Lo será, ya verás….

Poco antes de la hora convenida con Raúl, le dije que empezara a arreglarse, peinó su cabellera cosa que tocara suavemente sus hombros, se maquilló sus parpados en tonos oscuros y delineó sus pestañas, esto hacía contraste con su piel relativamente clara. ¡¡¡En eso sonó el timbre!!!!! Era él, nuestro regalo!!!!!!!!!!!! Corrí a abrir, estaba entre tembloroso y ansioso. Ahí estaba él impecablemente vestido con unas rosas en la mano. Tras los saludos protocolares lo hice pasar y juntos esperamos ELLA hiciera su entrada. Raúl me miraba con una sonrisa en los labios. Me confesó que tuvo que pensar bien antes de venir.

Gracias, amigo mío… por cojerte a mi esposa… para ti esto puede ser incomprensible, pero para mi …es lo máximo.

Te daré en el gusto…no te preocupes. Ja ja ja

Me paré a preparar las bebidas, con abundante hielo. Apenas serví los tragos mi esposa hizo su aparición, venía hermosa, radiante, deseable. Caminando empinada en sus sandalias de tacón delgado y altísimo, color rojo intenso, sin medias haciendo un contraste con su piel bronceada, vestía una minifalda también roja elásticada que se adhería a su cuerpo como una segunda piel haciendo resaltar su abundante y redondo trasero, y una blusa blanca con generoso escote y sin hombros… estaba sencillamente espectacular. Miró a Pedro y a mi con una sonrisa picara, él estaba anonadado y se puso de pie para saludarla, ella se acercó lo suficiente como para que él aprecie su aroma sales de violetas, se notaba que Pedro quería mas, bueno… aprovechando el cumpleaños la abrazó para felicitarla, ambos se quedaron pegaditos mas de lo usual, como tanteando el terreno en una exploración preliminar. Se miraron durante unos segundos fijamente con una leve sonrisa en los labios, se dijeron de todo con la mirada… fue un silencio de un morbo tremendo… por una parte los futuros amantes deseándose abiertamente frente al cornudo que miraba la escena extasiado desde un sillón. Me puse de pie y pase una copa a mi esposa y brindé por su cumpleaños.

Feliz cumpleaños mi amor… que lo disfrutes…

Bueno… feliz para ti también… ja ja ja

Si mi carnudito… tu también disfrutaras de tu regalo…

Al decir esto miró sin sonrisa a Pedro y se le apegó ofreciéndole su cara y cuerpo. El que no es ningún quedado la rodeó por la cintura y la apretó mas, se buscaron los labios y… se entrelazaron en un ardiente y largo beso. Vi como el pantalón de mi amigo aumentaba su volumen con semejante exquisitez; la apretó para hacerle sentir su virilidad… ella no opuso reparo alguno. Se separaron riendo y se podía ver la agitación en los senos de mi esposa, me miró y estiró su mano para acariciar el tremendo bulto que se le marcaba a Pedro; el se la apretó fuerte se quedaron unos segundos en eso. Creí que me desmayaría…. o explotaría….su mirada en mis ojos y su mano en la verga de mi amigo.

Puse algo de música suave y lo animé a que bailaran, no se hicieron de rogar, la verdad que mas que baile fue una frotación de sus cuerpos. Yo estaba pendiente de las copas, los bocadillos, la luz, etc., bailaron un rato y se sentaron nuevamente en el sillón pero ahora ya comportándose como pareja, se besaban y tocaban cada vez con mas ganas. Pedro no se pudo contener y metió su mano bajo la amplia blusa y tocó los senos de mi esposa quien dio un gritito de placer, de a poco se fueron despojando de de sus prendas y mostrándose. Ella orgullosa lució sus tetitas al aire provocando a Pedro el que no tardó en devorarlas a besos y lengüetazos mientras mi esposa le metía la mano dentro del pantalón buscando su recompensa aferrándola mientras besaba a mi amigo.

El asunto ya estaba al rojo vivo, tímidamente pregunte.

Mi amor ¿quieren ir al dormitorio????? Estarían mas cómodos….

Cornudo…llévame en brazos…

No me hice repetir la orden y la tome en mis brazos, semidesnuda como estaba y la llevé a nuestro dormitorio depositándola en nuestra cama. Lo que sentí fue maravillosos, estaba sometido, entregado en su totalidad, eso lo disfrutaba al máximo, ser un cornudo, ofrecer a mi esposa y ver como ellos me corneaban, ¡¡¡que humillante y que placentero!!!! Ella se estiró encima de la cama seductoramente solo cubierta por su pequeño calzoncito que se insertaba en su apetecible trasero y moldeaba sus y abultados labios ya humedecidos por los jugos vaginales. Pedro se sentó a su lado y acaricio un seno mientras la besaba con pasión.

Les acerque unas copas de champaña que aceptaron gustosos. Luego ella me dijo al oído lo que seguía…y le bajé el calzoncito a mi esposa para que Pedro pudiera apreciarla en su totalidad, bajo su slip se revolvía una verdadera boa pugnando por salir a la luz. Luego me acerque a mi amigo y le tocó el turno de mostrar sus atributos viriles. Ella suspiró y exclamó un "OH…"

Mi amor aquí tienes tu regalo de cumpleaños… gózalo…

Que no te quepa duda alguna…. Ja j aja… y tu disfruta de tus cuernos…CORNUDO…y… HUEVON por añadidura…

¡Que rica tu esposa… huevón cornudo…!!!

Mientras me decían esas humillantes y morbosas frases Pedro su subió encima de ella y empezaron a besarse …ya desnudos y sus manos se tocaban en lugares inimaginables. Luego le tomó el miembro y lo miró y acarició… la cabeza desnuda sin su capucha era como una ciruela apetitosa…ella no tardó en abrir sus labios y besar con fruición su punta mientras con le acariciaba las bolas. Pedro gimió de placer y sus dedos buscaron su conchita mojada… sus jugos corrían por los muslos, ella acomodó su cuerpo de manera de iniciar un frenético 69, miraba como mi amigo le metía la lengua entera y con los dedos le recorría el perineo, ella se sofocaba al querer tragarse entero semejante animal. La cosa no duró mucho así, Pedro se montó encima de mi mujercita, ella abrió sus piernas entregándose totalmente, tomó el ariete de Pedro y lo condujo a su entrada. Se lo envainó de una vez y hasta las pelotas… ella abrió ojos y boca en una exclamación mezcla de sorpresa y placer. Quedaron una fracción de segundo apegados, y él empezó cual martinete a clavarla suave primero y luego con violencia; se lo encajaba con fuerza completo, jadeaban, mi esposa babeaba de placer. Yo no me atrevía ni a moverme procuraba no hacer ruido alguno para no quebrar el embrujo de ese momento. Sentía contracciones en mi "pequeñín", como lo llamaba ella…pese a no estar totalmente erecto sentía unas contracciones propias de la eyaculación, quería masturbarme…pero no me atrevía a moverme…respiraba profundamente para calmarme y no explotar. Ella clavó sus uñas en la espalda de Pedro mientras se movía como loca, él aceleró sus movimientos y sus jadeos… venía un orgasmo… No tardó en llegar. Primero fue Pedro, se tensó entero las venas se marcaron en su cuello y brazos, se arqueó y explotó dentro de mi esposa quien al sentir el chorro de semen lanzo un gutural quejido y me miró brevemente mientras se adhería como lapa al cuerpo de su amante.

- Mírame cornudo… como tu amigo me culea….ahhhhhhhh

Se quedaron un par de minutos adheridos como hablando a través de la piel, para no disipar un solo átomo de la lujuria que había en ellos. El ambiente era una mezcla de olores a sudores y ácido de los jugos sexuales… caí de rodillas ante ellos. ¡¡¡Que regalo había recibido!!!!!

La miré con infinita ternura, quería besarla… Pedro se quitó de encima de mi mujer y solo atiné a acariciar su rostro aún colorado por la agitación. Ella me tocó la entrepierna y palpo mi calentura. Desabrochó mi pantalón…

- Si que estás caliente, carnudito mío…

Me lo bajó y rápidamente me desnudé ante ellos, quería también exhibirme ante su amante para que viera mis limitaciones y lo poco que soy ante él. Mi pequeñín estaba tieso pero seguía siendo chico. Quizá al no haber pelo alguno crecía imaginariamente algo mas. Me tomó de una mano acercándome y besándome…

Siente el sabor de la verga de Pedro… cornudo…

No dije nada solo metía mi lengua saboreando todo, estaba como loco, besé cuello y senos, saboreaba las mezclas de ambos sudores, bajé por su vientre, toque su conchita llena de la leche de Pedro, ella puso sus piernas en mi cuello y… y no pude contenerme…hundí mi cara entre sus piernas, me aferré a su trasero… metí mi lengua en su conchita, entre besos y lengüetazos devoré todo el semen de su amante y ya no pude contener mi placer de ser humillado de esa morbosa y lujuriosa manera, sentí los espasmos incontenibles y…y… exploté mojando el piso.

¡¡¡¡Que placer… que humillación!!!

Entre carcajadas ambos me dijeron

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Feliz cumpleaños CORNUDO….!!!!!!!!!!!!!!!!!