Mamá, démosle una lección a papá!
Recuerdo que aquella tarde regresé con mi hermano mayor a la casa después de una
corta fiesta de la escuela. Mi nombre es Mauricio y él es Carlos, de 17 y 19
años. Habíamos tomado algunas cervezas en la pachanga y mi hermano se había
divertido un poco procurando emborracharme, cosa que creo consiguió porque de
regreso a casa y entrando al jardín, vomité varias de las cervezas y el
desayuno...
-Eres un pendejo -me dijo Carlos, dándome un golpe en la cabeza y riendo- espera
a que mamá te vea y lo que le hiciste a sus rosales...
-Espera que le diga de quien fue la idea de que me tomara tantas cervezas...
Entramos a la casa cotorreando y nos acomodamos en la sala de T.V. Ahí estuvimos
por un buen rato hasta que vimos pasar a mi madre con el rostro agachado...
Nosotros intentamos aparentar sobriedad. Sin embargo mi madre sollozó y pasó de
largo por enfrente de nosotros... ambos nos quedamos mirando el uno al otro...
-Creo que estaba llorando, guey... -le dije
-Veamos que pasa...
Fuimos hasta la habitación de mis padres y como era natural mi papá no estaba
pues aun faltaban varias horas para que regresara del trabajo. Ella se
encontraba sentada frente al tocador y en verdad estaba llorando... se peinaba
los cabellos con los dedos pero la imagen era patética... pocas veces la
habíamos visto llorar y la preocupación dio vueltas en mi estómago y mi cabeza
alcoholizada...
-¿Qué pasa mamá, porqué lloras? -preguntó Carlos...
Mi madre se limpió las lágrimas de los ojos intentando parecer que nada
pasaba...
-Oh, no es nada, hijos... solo... solo una mala noticia en la T.V....solo eso...
Carlos y yo nos miramos y estuvimos de acuerdo que nuestras mentiras en la
escuela primaria eran mejores que esa...
-Vamos, mamá... esa es una excusa tonta... sería mejor que nos dijeras qué
sucede contigo... ¿Fue algo que hicimos? Lo de las cervezas fue... fue idea de
Carlos y...
Un codazo en mi costado me hizo entender que esa explicación estaba fuera de
lugar...
-No, hijos... nada de eso ¿Qué cervezas? ¿Estuvieron tomando en la fiesta...?
oh... eso no importa... solo...
-Entonces qué es lo que te pasa?
-Es que... yo... -tomó un papel y nos lo mostró al tiempo que volvía a romper en
llanto- ¡esto encontré en la camisa de tu padre!
La nota decía con una fina letra de mujer:
"Ernesto -ese es mi papá -, ya reservé todo el día en el Hotel Cartagena, cuarto
407 y compré el negligé que tanto te gustó... cuando tú me digas...
Jaqueline..."
Tragué en seco... ¡vaya, no sabía que decir... al parecer mi padre estaba metido
en un romance! Y aunque sabíamos que mi padre siempre había tenido buena
aceptación con las mujeres, creí que amaba a mi madre lo suficiente como para
evitar cualquier relación fuera de su matrimonio... eso sumado a que mi madre
había dedicado gran parte de su vida a mantener una figura atractiva a base de
varias horas en el gimnasio... ¿qué decirle? Bueno, mi hermano mayor que es todo
un desmadre se encargó de romper el silencio...
-Bueno... er... has una carta similar y déjala "accidentalmente" sobre el
buró... nada más para darle unos quemones...
Pero ahí comencé a mostrar mi creatividad...
-¡No, mejor por unos cabellos rubios sobre la almohada de papá! Creerá que hubo
alguien ahí... aquí nadie es rubio...
-¡no -dijo Carlos ya entusiasmado- mejor cómprate ropa interior muy sexy pero no
te la pongas cuando estés con él.. así el te preguntará con quien la usas...
-¡no, mejor ponle los cuernos con el primer cabrón que te encuentres!
Todos quedamos fríos... y la mente de todos dio un giro rápido pero
evidentemente todos estaban pensando en la posibilidad... ¡rayos!¿ Era acaso
posible que la estuvieran pensando ellos también??? Pero mi madre dijo muy
seria...
-No, no podría... no me imagino estar haciéndolo con un extraño... jamás podría
tener a alguien desconocido en mí... olviden eso, ok?
Con esa idea frustrada subimos cada quien a su recámara, subí a la litera y me
dispuse a dormir... creo que logré dormirme pues al abrir los ojos ya no entraba
tanta luz a la recámara. Sin embargo lo que me despertó fue el chasquido de la
puerta al abrirse; siempre he tenido el sueño ligero por lo que el menos ruido
logra despertarme... Sabía que la única persona en la casa además de nosotros
era mi madre por lo que el verla entrar no me sorprendió.
Pero la vi entrar muy sospechosa y sin querer hacer ruido por lo que decidí no
decir nada y esperar a ver que buscaba de puntillas en nuestro cuarto...
Enfrente de nuestras camas teníamos un gran espejo con el cual podía fácilmente
verme a mi tanto como a mi hermano mayor durmiendo en la parte de abajo...
Entonces mi madre se puso de rodillas, sentándose sobre sus talones y
pantorrillas... yo aun estaba escogiendo en dormirme o escuchar los tontos
consejos de mi hermano cuando mi madre lo despertara y le preguntara qué hacer
respecto a la carta que había hallado...
Entonces mi madre tomó la orilla de la sábana que cubría a Carlos y lo destapó
hasta las rodillas... mi hermano dormía con unos anchos boxers y sin camisa; el
olor a cerveza estaba en todo el cuarto. Mi madre observó por unos momentos a mi
hermano, su rostro, su torso pero se detuvo sobre la pelvis de Carlos... fue
entonces cuando su mano empezó a acariciar la pierna de mi hermano... ¿qué
estaba pasando aquí??? Las yemas de los dedos de mi madre apenas tocaban la piel
de Carlos, mientras subían por su entrepierna y escondía los dedos por debajo de
los boxers... acariciaba cada vez más adentro de los shorts de Carlos y cada vez
más dentro de los muslos...
Mi hermano dio un giro en el rostro pero no despertó, al menos no esa parte de
su cuerpo... porque empecé a notar que un bulto se empezaba a agolpar dentro de
sus pantalones cortos y que indudablemente se estaba poniendo tieso con las
caricias de mi madre... Al ver esto noté que mi propia verga se estaba poniendo
dura ante la vista de mi madre acariciando los muslos de mi hermano; la escena
incestuosa me estaba excitando como si no fueran mis familiares sino gente ajena
a través de la pantalla de la T.V....
El miembro de mi hermano ya se dibujaba bien dentro de los boxers, aun no parado
pero si ya tomando tamaño... el mío ya estaba golpeando por salir de mis pants,
de correr y decidí tomarlo y sacarlo de la trusa... eso era menos molesto...
La mano de mi madre empezó a acariciar el pene de mi hermano sobre la tela del
short y eso fue suficiente para hacer que se levantara un poco, creando un
ángulo que indicaba que la tela le estorbaba... mi madre tomó la orilla del
ancho boxer y lo subió lo más que pudo, liberando la verga y los huevos de su
hijo... entonces se puso de rodillas y acariciaba el palo de Carlos con la mano,
de arriba abajo y con la otra le sobaba las bolas tiernamente... ¡cómo envidiaba
a mi hermano, aunque se tratara de mi madre, la ternura con que lo estaba
tocando solo era propia de una madre! Mi verga se hinchaba cada que miraba como
mi madre pasaba los dedos por ese falo y jugaba con la bolsa de los huevos...
miró a Carlos y comprobó que estuviera aun dormido, luego acercándose más a él,
abrió la boca y pasó la lengua en la punta del pene; Carlos se acomodó y su
respiración se agitó... pero la cerveza era mucha y estaba aun profundamente
dormido.
La lengua de mi madre cubría la cabeza del pollo y la saliva hacía brillar el
instrumento; la otra mano buscaba detrás de los huevos y frotaba ahí... yo sabía
que ahí estaba el lugar que ponía la verga al doble de ancho y envidié a mi
hermano por la actuación de mi mamá... De pronto, mi madre abrió la boca
completamente y empezó a mamar la verga de Carlos, intentando no hacer ruido...
ella levantó su camisón y comprobé que no tenía nada abajo... en el espejo veía
sus nalgas morenas y grandes y en aquel lugar oscuro estaba un perfecto culo y
una mata de pelos fuera de mi vista...
Entonces noté que se había traído algo consigo... un brilloso consolador, de
esos de catálogos y ya no me importó de donde lo había sacado... lo tomó con una
mano y pasando la lengua y saliva por él, empezó a frotarse en el queso ¡rayos,
no veía nada desde ahí! Pero pude oler el coño y los jugos de ella, mezclados
con el olor a cerveza que había... Mi madre mamaba despacio la verga de mi
hermano mientras aquel consolador se perdía en su coño, produciendo chasquidos
que la hacían temblar... yo empecé a masturbarme en la litera de arriba...
sentía el líquido transparente que sale antes de la venida como lubricaba mi
puñeta...
Mamá ahora lamía los huevos de su hijo y vi la verga de Carlos brillosa de
saliva... entonces el consolador apareció y también estaba chorreando de
jugos... Ella se irguió en sus rodillas y poniendo el aparato entre sus nalgas,
empezó a descender sobre el... pude entonces ver como el plástico desaparecía en
el ano de mi madre... cerca de 15 cm. Por dentro hasta que se detuvo y lo dejó
ahí, reanudando la mamada gloriosa que le ponía a su hijo... pero desde donde yo
estaba podía ver a mi madre tragarse aquella verga y ver el pedazo de plástico
sobresalir por el culo de mi madre, con riesgo a que se perdiese dentro...
¡diablos, que escena!
Entonces mi madre se levantó y procuré no moverme... ella se sacó la bata y así
de pie, el consolador ya no se veía entre sus nalgas grandes... puso una mano en
la barandilla de la cama de arriba, donde yo estaba y con la otra empezó a sacar
y meter el plástico en su trasero cada vez más rápido; yo no podía ver pero me
imaginaba ese aparato de 15 cm. Entrar y salir del ano de mi madre, rompiéndole
el culo con ese miembro artificial... ¡como deseaba que me diera una mamada
igual! Creo que ahí fue cuando no pude fingir más mi sueño, pues ella se acercó
pálida a mí; revisó en mi rostro si estaba despierto, yo intenté fingir pero
entonces miró a mi pene y me vio sosteniéndolo duro y venoso... ella río y
agarrando al vuelo la actuación, acercó su rostro a mi falo y le pasó la lengua
encima ¡estaba en la gloria!!! Ya no había que fingir, solté mi verga y se la
dejé para que ella hiciera lo que quisiese... la tomó entre sus manos y empezó a
darme la mejor mamada de mi vida, tierna pero frenética... se tragaba hasta la
base y jugaba con mis huevos, estrujándolos con firmeza... luego empezó a
masturbarme con la mano pero lamiéndome la cabeza... luego se detuvo y sus ojos
quedaron en blanco... yo igual y dejamos de hacer ruido... entonces solo se
escuchaba un líquido chasquido y el olor a jugos de mamá...
Miré en el espejo y vi a mi hermano sentado en la cama metiendo la cara entre
las piernas de mi madre, la cual había subido una pierna a la cama y de esta
manera abría su coño para que Carlos le mamara el queso... ¡al diablo, ya todo
estaba dicho! Tomé la cabeza de mi madre y la forcé a que me diera otra mamada
inolvidable... ella tomó mi verga con los dientes y con la lengua estimulaba el
orificio; la saliva goteaba de sus comisuras...
Miré a mi hermano y vi que había descubierto el plástico enterrado en el ano de
mi madre y empezaba a moverlo adentro y afuera de su hueco... mi madre respondió
con un gemido ruidoso y tragó toda mi picha hasta la base...
Mi hermano empujaba y sacaba el consolador del culo de mi madre mientras le daba
una buena lamida a su coño, el cual escurría saliva y jugos por los muslos...
finalmente mi madre se separó y me pidió que bajara de ahí; de un brinco estaba
ya en suelo y me ubiqué detrás de ella. Ahora yo manejaba el plástico en el ano
de mi madre y podía ver como los pliegues del hoyo se estiraba cada que forzaba
su entrada. Era un consolador bastante grueso, pero no tanto como mi verga o la
de mi hermano...
Carlos mamaba a mi madre y ella se estrujaba los senos y los pezones... dejaba
caer saliva en ellos y los frotaba como una loca... Después tomo mi mano y me
puso enfrente de ella, con suavidad me empujó sobre la cama, dejando mis piernas
fuera y mi verga apuntando hacia el cielo... así ella se acomodó de rodillas y
acomodó su coñito sobre mi falo... ¡¿sería posible que mi propia madre me dejara
entrar en su coño???! ella tenía la respuesta al momento en que se dejó caer
sobre mi palo y esta se enterró de lleno en el húmedo hoyo... los sonidos de
jugos lubricando mi fierro me volvían loco, pero los movimientos de mamá
subiendo y bajando encima de mi pollo era increíble! Sus tetas rebotaban en mi
rostro y mis dientes buscaron los pezones duros...
Carlos se acomodó junto a mí y ofreció su verga a la boca de mi madre, la cual
tragó como una puta. Todos tuvimos que agarrar el ritmo de esto, ya que ella
brincoteaba sobre mi palo a la vez que ella mamaba la picha de Carlos y con la
mano la masturbaba dentro de su boca... era fabuloso...
Luego nos levantamos y Carlos tiró su colchón al suelo, esto nos libraba de
rompernos las cabezas debajo de mi litera... ahora mi hermano se acostó al piso
y movió su pito en manera de invitación a mi madre; ella rió y se lanzó sobre
ella, pero en un hermoso 69... podía ver a mi madre tragarse esa grandísima
verga, jugando con ella y lengüeteando toda su longitud a la vez que en el
espejo podía ver la cabeza de Carlos enterrada en el coño de ella y el pedazo de
plástico asomándose desde el ano... me acerqué a su trasero y empecé a
enterrarle en consolador en su culo con fuerza, ella se volvió loca y pedía
más...
-Ohhh, Mauricio... me matas... entiérralo al fondo... rómpeme el culo,
entiérralo y gíralo dentro... rómpeme el culo hijito... mamá te lo suplica...
-Haste a un lado, guey -le dije a Carlos- yo voy...
Carlos se levantó con los jugos escurriendo de su cara y el pito brilloso...
entonces yo me acosté y tomando a mamá por la cintura y de espaldas le indiqué
que se sentara sobre mi verga... ella obedeció y se dejó caer sobre mi picha, la
cual desapareció hasta la base... ella empezó a brincar sobre mi verga y atrajo
a mi hermano para seguir mamándole. Ella levantó las caderas y se mantuvo así,
entonces era yo el que la bombeaba para que pudiera comerse la picha de Carlos
sin problemas... podía ver el consolador asomarse de su ano y lo empecé a mover
dentro, en círculos y a medio sacarlo y luego enterrarlo de nuevo con fuerza...
Pero mi hermano tenía otra idea y estando yo acostado y mi madre cabalgándome,
dándome la espalda, se pasó detrás de mi madre, saltando sobre mi... podía ver
la verga de mi hermano encima de mi y eso no me gustó mucho, pero mientras no me
tocara con eso no había problema. Luego tomó a mi madre de los hombros y la
empujó hacia delante... ella se empalaba a mi verga que ahora estaba disparada
hacia delante...
Lo que tenía enfrente de mi era el trasero de mi hermano en lo alto y el trasero
de mi madre. Podía ver mi verga moverse con dificultad dentro de su queso y el
consolador de plástico asomar de su culo... mi hermano tomó el consolador y le
dio giros dentro del ano de mama, lo que la hizo temblar, gritar y hacer que un
pálido líquido cubriera mi palo...
-¡me estoy viniendo, hijos! ¡Me vengo como una puta... soy una pita...!
Carlos tomó el consolador y con delicadeza lo retiró del ano... este se quedó
con la forma del plástico, pero se fue cerrando hasta tomar su forma original...
entonces mi hermano bajó unos centímetros y apuntó su verga hacia el culo de mi
madre; sentí mi pito quedar duro... La verga de mi hermano, más gruesa que el
consolador, empezó a apretarse contra el culo de ella... la cabeza se deformó
por la presión y un grito ahogado se empezó a escuchar...
-Ahhhhhhhh... ¿qué .... haces... en mi...?
Pero ya no terminó la frase pues la cabeza roja del palo de Carlos se estaba
abriendo paso por el hoyo oscuro de mamá, haciendo que se abriera dos veces más
que antes con el consolador...
-Salte... sal- salte... de ahí... no aguanto, Carlos -lloró mi mamá- me du...
ahhhh, ¿qué haces...?
Mi hermano no se detenía y la vista que yo tenia me estaba poniendo como un loco
pervertido...
-Sí, rómpele el culo a mamá! Métesela de un golpe...
-No, Mauric... ahhhhh, me matas... no...
Pero Carlos ya había metido toda la cabeza en el ano y proseguía con el
avance... el tronco seguía desapareciendo en aquel oscuro culo y las nalgas
redondas y morenas... Carlos gemía de placer, y yo empecé amoverme para que mamá
disfrutara en vez de que llorara por detenernos...
Finalmente desde donde estaba pude ver como los huevos de mi hermano lograron
pegarse a las nalgas de mamá... tenía toda la verga de él metida en el culo.
Ella gemía aun de dolor, pero empezamos a movernos lentamente... sus gemidos se
hicieron menos lastimeros y sus caderas empezaron a girar.. . ¡le estaba
gustando la cogida por el ano!!! Mi hermano empezó a enterrarle la verga con
fuerza pero ella ya no hizo nada por evitar la clavada, ni pidió que fuera más
suave... estábamos clavando como perros a mi madre y ella estaba disfrutando de
todo el placer y el dolor... quizá la imagen de mi padre la hacían comportarse
así... aunque a mi se me ocurrió de que lo ideal es que papá se sumara a la
cogida...
Mi hermano bombeaba aquel ano con fuerza y se lubricaba poco a poco por el sudor
que escurría entre sus nalgas hasta el hoyo inundado de carne... por mi parte yo
enterraba lo mejor que podía mi verga en su coño y sus jugos no dejaban de salir
al grado de que estaban mis bolas empapadas de ese líquido... Fue entonces que
mi hermano empezó a jadear y me indicó de que estaba por venirse...
-Ven aquí, Carlos, pronto...
Carlos salió como un rayo del culo de mamá y se fue al frente de ella. La boca
de mi madre se encargó de limpiar lo sudado de la verga de mi hermano y yo sentí
ganas de venirme igual...
-Háganse a un lado, voy a correrme...
Mi madre me dejó salir de ahí y parándome junto a Carlos, le entregué mi palo
para que la mamara igual... ella estaba poseída o algo así; se metía las dos
cabezas en la boca y su lengua parecía con vida propia... sus manos nos
masturbaban a ambos hasta que ya no pudimos aguantar más y quedamos durísimos y
los huevos se nos hicieron pequeños...
Ella apunto ambas cabezas a su boca abierta al momento que un gran chorro de
leche voló hasta el fondo de su garganta; yo envié igual otro chorro al fondo de
su boca; y parecía que no acabaríamos de venirnos... mi hermano disparó uno
sobre los ojos de ella y yo sobre el cabello negro; muchos más llegaron a sus
hombros y otros se perdieron dentro de su boca, los cuales tragaba sin cerrar
los labios... podíamos ver como nuestra leche se perdía en su garganta cuando
tragaba... hasta que la dejamos con una grotesca máscara de esperma, la cual
chorreaba hasta el piso y sobre la colchoneta... finalmente ella lamió y besó
ambas vergas y las limpió hasta la última gota...
Todos sonreímos felices y sudados...
-Esto es para que tu papá aprenda a que conmigo tenía todo esto y más...y que
nunca volverá a engañarme... -dijo frunciendo el ceño- ¡nunca lo haría con un
extraño! Pero hacerlo con mis hijos es completamente diferente!
Una hora después todos estabamos felices viendo la T.V. aunque mamá estaba algo
inquieta pues en poco mi padre llegaría. Si él iba a ser cínico, mi madre lo
sería igual... de pronto el auto llegó y mi padre entró por la puerta...
sonriente y acercándose a mi madre le extendió una caja envuelta en papel de
regalo. Mi madre ente sorprendida e indiferente la tomo...
-Felicidades -dijo mi padre- ¡feliz aniversario, mi vida!
Mi madre pálida abrió la caja y sacó de ahí un negligé rosado, muy sexy y
aparentemente de su talla...
-Estaba tan ocupado que le pedí a Jaqueline que me lo comprara; le dije tu talla
y el modelo que me gustaba... es precioso ¿verdad? Y eso no es todo, ella se
tomó la libertad de hacernos una reservación -se acercó al oído de mi madre- en
el hotel Cartagena para que pasemos ahí la noche... mañana es mi día libre y
haremos el amor toda la noche, cariño... ¡porque te amo!!!
Mi madre quedó blanca... y empezó a sudar. Nosotros temblábamos y yo me agarré
la picha desinflada. Mi padre se nos quedó viendo confundido...
-¿Qué pasa? ¿qué pasa con ustedes? No les agrada que tenga un día libre... hey,
mujer, cambia esa cara, ven vamos a tomar lo necesario para largarnos de aquí...
-tomó a mamá de la mano y la llevó consigo. Luego volvieron a aparecer listos
para irse, mi madre aun estaba pálida...
-Bueno, jóvenes, nos vamos... no metan a nadie... ah, y si van a coger, jejeje,
procuren al menos que sea alguien conocida, ok? Siempre es mejor cuando sabes
con quien estás haciéndolo... jejejeje
Y cerró la puerta tras de sí...