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Mi primer cliente

en Confesiones

MI PRMER CLIENTE

Mucha gente me pregunta por qué elegí ser puta. Es fácil, me gusta el sexo y si es pago, mejor.

Antes de comenzar a dedicarme a esta ocupación, cogía con mi padre y mi tío, me daban algunos regalos a cambio: viajes, autos, ropa, perfumes; pero luego que descubrí el vil metal, lo preferí, pues con él, me compro lo que quiero.

Les contaré mi primera experiencia con un cliente.

Ni bien comencé a trabajar en la agencia de supuestas modelos, me sacaron fotos y abrieron un book. Las fotos salieron lindas, muy profesionales y ante todo, nada chabacanas.

Un día me llama mi jefe y me dice que tengo una cita con un cliente en el restaurante de un hotel 5 estrellas de mi ciudad, debía ir bien vestida, sin aparentar ser una atorranta.

Recuerdo que me puse un vestido negro, sin breteles, no muy corto, pero si marcaba mi cuerpo. El señor me estaba esperando en la barra y cuando llegué nos fuimos al restaurante..

Debería de tener más de 40 años, estaba en forma y tenía pinta de ser adinerado.

Pedimos la cena, charlamos un buen rato, como si nos conociéramos de siempre y luego del postre, me invito a subir a la habitación.

Si bien tenía ya experiencia sexual, este era mi primer cliente, y quería impresionarlo y hacer las cosas excelentemente bien.

Bebimos champagne y él me pidió que me fuese desnudando despacito, pues quería ir aclimatándose.

Me quite el vestido despacio y quede sólo en ropa interior. El estaba sentado en un gran sillón bebiendo y comiéndome con la vista.

Me quite toda la ropa, me senté sobre la cama delante de él y comencé a masturbarme.

Primero me chupe los dedos y luego fui acariciando mi clítoris, para que se pusiera bien durito y apetecible. Después los dedos fueron jugueteando en mi conchita hasta hundirse en mi anito.

Mis jugos mojaban las sábanas. Se tiró de cabeza en mi concha y entro a chuparla como poseído. Su lengua era enorme y parecía que iba a recorrer todas mis entrañas. Se bajó el pantalón y para mi sorpresa una gran verga erecta se desplegó totalmente.

Al darme vuelta mi culo quedó a su disposición, primero lo lamió y luego puso la punta de su pija en mi hoyito y me dijo: "estas pronta putita, ese culo sangrará".

Yo me reía por dentro pues había comido muchas vergas mi culo y jamás había sangrado.

La metió de una, dejando solo sus huevos fuera y entro a bombear sin parar.

No quería acabarme, así que cuando sentía que el orgasmo estaba por llegar, dejaba de moverme un ratito.

Esa verga realmente me estaba destrozando, no sé que tenía pero estaba muy dura y ancha. De pronto comienzo a sentir el chorro de leche salir e inundarme, me pareció raro pues el se había puesto condón. Pero con tanta fricción se había roto.

Saca la pija y estaba llena de leche y sangre. Se la limpié con mi boca, bien como me había dicho, me hizo sangrar.

Hoy es mi amo, me hizo su sumisa, cogemos dos o tres veces a la semana y con la única persona en la vida real, que dejo hacer lo que él quiera.

Paula Posion