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Con el cura de mi pueblo (5)

en Sexo con maduros

Con el cura de mi pueblo (5)

(mi despertar sexual a los 12 años)

Hola, ya estoy aquí de nuevo esperando que todo el mundo se encuentre bien.

Y como siempre, si ustedes me lo permiten, voy a platicar algunas cosas sobre mi forma de pensar actual, esperando que esto no le moleste a nadie.

En realidad la vida en México para una mujer liberal es verdaderamente casi imposible, los atavismos de la educación hispana de las épocas de la conquista y mas atrás, todavía nos atan la mente, y por mucho que un hombre diga que el acepta a la mujer como su igual, que el si entiende la libertad individual de todos los seres humanos sin distinción de sexo, la verdad es que en el fondo, en algún oscuro rincón de su cerebro, esta esa pequeña lenteja que el no puede controlar, que no esta en él, el poder actuar liberalmente con su esposa, con su compañera o hasta con la amiga ocasional que lo acompañe en esos momentos.

Es muy común y muy normal la siguiente plática:

JUAN: oye Luis, la esposa de José esta bien buenota y se ve como que le gusta mucho la verga, ¿Qué te parece si la invitamos a salir y nos la cogemos?

LUIS: me parece bien, vamos a intentarlo

Pero no es muy común ni muy normal la siguiente plática:

JUAN: oye Luis, tu esposa esta bien buenota y se ve como que le gusta mucho la verga, ¿Qué te parece si José y yo la invitamos a salir y nos la cogemos?

LUIS: ni madres, con mi esposa no se metan.

Desgraciadamente esta ultima platica seguramente que tendría como resultado una pelea a golpes, unas mentadas de madre y el rompimiento de una amistad, y todo porque Luis no aceptaría nunca que a su esposa se la cogiera otro cabrón, el cree que las nalgas de su esposa son sagradas, como si se las lavara diariamente con agua bendita. No entiende que las nalgas de su esposa son de ella y que puede hacer con ellas lo que quiera, esto naturalmente que siempre dentro de un marco del más elemental respeto a la pareja, y de hacerlo con protección y cuidar la salud, pues actualmente las enfermedades venéreas están desatadas. Pero igualmente el hombre debería poder cogerse a cualquier mujer sin sentir ningún sentimiento de culpa.

Y en ambos casos sin crear ningún lazo afectivo, debe de tratarse solamente de un ejercicio, de una sana diversión para ambos, pero desgraciadamente sabemos que esto, en el 99.99% de las parejas es casi imposible, pues el machismo del hombre le hace pensar que su esposa es únicamente de su propiedad, como si fuera un mueble, y tiene que conformarse para siempre solamente con su verga, aunque sea un minipito, aunque no la sepa usar, aunque no se le pare bien, aunque sea una bestia en la cama incapaz de saber calentar a su mujer y de sacarle un buen orgasmo. Parece realmente increíble, pero hay muchas mujeres que nunca en su vida han experimentado un orgasmo, simplemente no saben que es eso. Pero lo peor de todo esto, es que las mujeres lo aceptan, creen que así esta bien, creen que eso es lo normal y nunca buscan una independencia sexual, o si en algún momento de su vida la tratan de buscar, son de inmediato reprimidas por todo lo que les rodea, pero principalmente por su mente que es la que les dicta las reglas morales y de educación que recibieron desde la cuna, y a ellas les falta valor para romper esos lazos.

Dice un chiste que ¿Qué hace un macho con dos mujeres en la cama?, respuesta: pues lo mismo que con una: ¡el ridículo!

Alguien dijo que las mujeres en el pasado de los hombres son como trofeos, y que los hombres en el pasado de las mujeres son como lastres de los que nunca podrá soltarse, y creo que esa es la realidad actual.

No estoy tratando aquí de ninguna manera de menospreciar a ninguna mujer, pues cada quien es libre de hacer lo que le venga en gana, y ojalá que ninguna mujer se de por aludida, y si lo hace, que sea para bien, que sea para pensar en su vida pasada y futura. Esto es solamente mi forma de pensar y la expreso libremente sin ningún fin premeditado.

Todo esto es solamente una breve semblanza de mi forma de ser y pensar, mas adelante seguiré platicando otras cosas, pero ahora vayamos con el relato.

Como recordaran quienes hayan leído el anterior relato, después del primer encuentro sexual con mi papa, este se convirtió en mi dueño, mi amo, mi padrote, mi chulo, y yo me convertí en su esclava sexual siempre al pendiente del menor de sus caprichos sexuales. Así fue la atracción que el ejerció en mi con su maravillosa forma de cogerme.

Claro que al principio tuvimos que hacerlo supuestamente a escondidas de mi madre, y digo que supuestamente porque en realidad el me cogia o simplemente me manoseaba todo lo que quería solo con que mi madre no se encontrara presente, aunque estuviera dentro de la casa y a solo unos metros de nosotros. Al principio yo creía que era por la calentura que siempre traía mi papa, o simplemente porque era muy aventado y claro que yo nunca puse oposición a sus requerimientos pues los deseos de mi papa eran ordenes para mi, aunque después sospeche que mi mama siempre supo lo de mi papa y yo, pero que no me lo dijeron solo porque así era su plan y querían encontrar el momento propicio.

A partir de ese entonces me sacaron de la escuela de monjas, de manera que yo me pasaba todo el día en casa, ayudaba a mi mama con las labores del hogar, platicaba mucho con ella de cosas intrascendentes y entre las dos atendíamos a mi papa cuando este llegaba del trabajo.

Cuando mi papa estaba en casa, por instrucciones de él, yo siempre tenia que andar con falda y sin calzones igual que sin sostén para que el me pudiera manosear en cualquier momento que se le antojara y que no nos viera mi mama.

En ocasiones, me llamaba para que viera la tele con el en la sala mientras mi madre calentaba la cena, me hacia sentar junto a el y me metía las manos en las nalgas y en la panochita y me manoseaba abiertamente mi culito y mi cuquita mientras me besaba ardorosamente en la boca y en el cuello, luego me hacia sacarme las chiches para dárselas a mamar como si fuera un becerro recién nacido, y en esas ocasiones, sospechosamente mi mama se tardaba demasiado en calentar la cena y mientras mi padre seguía manoseándome a su gusto hasta que mi mama con un grito le avisaba que ya estaba servida la cena, entonces mi papa me acomodaba la ropa y nos reuníamos con mi mama a cenar todos juntos como si nada hubiera pasado.

Ya les platique al final de mi relato anterior como descubrí a mi mama cuando era cogida por dos amigos de mi padre y con la anuencia y beneplácito de este. Esa noche prácticamente no pude dormir por la calentadota que me puse viendo como mi mama se comía un camote con la boca y otro con la panocha, y después los tipos cambiaban de sitio o ponían en otra posición a mi madre hasta que después de un buen rato se venían los dos en su cara y en su boca. Yo me pase esa noche masturbándome para tratar de quitarme la calentura.

Pero a la siguiente vez que ví este espectáculo que fue quince días después, ya no tuve que pasarme la noche en calentura, les platicare como fue:

Cuando oí desde mi cuarto que llegaron los dos invitados de mi papa, de inmediato salí en silencio y me acomode en un lugarcito cerca de la escalera para poder ver todo desde un principio. Uno de los dos tipos era distinto al de la vez anterior, se sentaron en la sala en el sillón grande con mi papa enfrente de ellos y le ordenaron a mi mama que fuera a preparar las bebidas, ella obedeció y regreso unos minutos después con los vasos servidos.

Uno de los tipos tomo su vaso con una mano mientras con la otra le apretaba una chiche, y el otro hizo lo propio pero apretándole una nalga y mi madre se dejo hacer tranquilamente notándose con esto que ya tenían tiempo de hacer lo mismo. Pusieron la botella y los refrescos en la mesa de centro, y mi papa y mi mama también tomaron su vaso y brindaron los cuatro alegremente.

Mi madre se sentó en medio de los tipos y se puso a sobarles la verga a los dos, a uno con cada mano y por encima del pantalón, mientras seguían charlando animadamente con mi papa, quien veía esto de que su esposa les agarrara el pito a los dos invitados como si fuera la cosa mas natural del mundo. Y así siguieron por un buen rato hasta que mi madre les bajo la bragueta a los dos y les saco sus vergas las cuales siguió acariciando pero ahora al natural. En eso mi mama se levantó a servir otra ronda de bebidas y se empino frente a ellos para llenar los vasos y entonces vi. que uno de los tipos le alzo la falda, le acaricio las nalgas desnudas (ya que mi madre no traía pantaletas), y luego se puso a besárselas. Mi madre termino de servir las copas pero no se quito de la posición en que estaba, sino que al contrario movía lentamente sus nalgas para que el tipo se las agarrara y se las besara a gusto. Esto duro solo un par de minutos y mi madre volvió a sentarse entre ambos y siguió agarrándoles la verga a los dos, y en eso mi papa le dijo:

Pero sácate las chiches vieja, quizás mis cuates tengan ganas de manoseártelas, recuerda que debes de atender bien a mis invitados.

Si viejo –contesto mi madre procediendo a abrirse la blusa dejando al aire sus dos hermosas chichotas, pues tampoco traía sostén.

Mi madre en ese entonces andaba por los cincuenta años pero indudablemente que tenia un buen cuerpo, era un cuerpo cachondo, exuberante, lujurioso, un cuerpo de los que se antojan morderlos por todos lados y manosear cada centímetro cuadrado, y esto lo sabían y lo hacían los amigos de mi padre con el total y entero consentimiento de mi madre.

Cada uno de los tipos manoseaba una chiche de mi mama, la sobaba, la apretaba, la sopesaba, le manoseaba el pezón, y de vez en cuando, alguno le besaba los pechos o la boca, y mientras ella seguía entretenida sobándoles las vergas a los dos, las cuales ya había sacado de sus escondites para poder agarrarlas al natural.

En ese momento, en mi escondite, yo ya me encontraba bien caliente y me masturbaba despacio tratando de no gemir o hacer cualquier ruido que delatara mi presencia. La vista de mi madre siendo manoseada por dos extraños y la vista de las vergotas de los tipos me habían excitado demasiado y sentía unas enormes ganas de tener una de esas vergas en mi panochita y otra en mi boquita, tal y como en unos momentos vería yo a mi madre tenerlas.

Que buenas chichotas tiene tu vieja –dijo uno de los tipos dirigiéndose a mi padre.

A la orden mi cuate –contesto mi papa- ya sabes que siempre que las quieras aquí estará mi vieja para servirte.

Pues yo ya quiero coger putita –dijo ahora dirigiéndose a mi madre- que te parece si te sientas en mi verga pero antes vamos a encuerarnos.

Y los tres se encueraron. Los tipos no eran jóvenes, pienso que tendrían mas de 50 años, los dos tenían panza pero también los dos habían sido bien despachados en lo que a longaniza se refiere y a pesar de su edad se les paraba bastante bien. La boca se me hacia agua de ver esos pitotes y no poder comérmelos, y en la panocha sentía cosquillas debido al hambre de verga y hasta mi culito se contraía como pidiendo un camote que lo llenara.

Ya encuerados los tres, mi madre se sentó de espaldas en la vergota de uno de ellos mientras el otro le metía su pito en la boca y mi madre lo mamaba como si fuera el ultimo pito que iba a mamar en su vida. Y entonces entendí que mi madre también era una puta como yo, que disfrutaba con un buen camote y que si eran dos pues tanto mejor. Un rato después cambiaron de posición y luego mi madre se empino en el sofá y uno de los tipos se la cogía de a perrito mientras ella seguía mamando la verga del otro. Y para terminar, uno de los hombres se acostó en el sofá y mi mama se sentó en su verga metiéndosela en su panochota, y el otro se puso detrás de ella, le ensalivo el culo y con trabajos pero esforzándose un poco, logro meter su pitote en el orificio trasero de mi madre, haciéndola llorar de placer, así como gemir y gritar.

Cabrones sementales –les decía mi madre- que vergotas tan grandes tienen y que rico me las meten, denme mas, mas fuerte, mas fuerte, pártanme en dos si quieren, hagan lo que quieran con su puta, cojanme fuerte como la puta caliente que soy.

¡Que puta es tu vieja! Y se ve que le gusta mucho la verga.

Así es de puta -dijo mi padre riéndose divertido viendo el espectáculo que le ofrecía su esposa siendo ensartada por dos camotes- llénenla bien de verga para que se calme por algunos días, cójansela rico.

Y así estuvieron por mas de dos horas cambiando de lugar cada rato para que los dos gozaran de los orificios de mi mama, hasta que sintieron que estaban próximos a venirse, entonces se pararon frente a ella que permaneció sentada en el sofá y le aventaron grandes oleadas de mocos en la cara y en la boca, mientras ella entraba en éxtasis y se sentía transportada a un mundo de placer, eso se le notaba en la cara de felicidad y en la forma como se tragaba las venidas de los dos tipos.

Cuando ellos terminaron, mi mama se limpio la cara con los dedos para chuparlos después y no desperdiciar nada del precioso liquido, y luego procedió a limpiarles la verga a cada uno de los hombre con la boca y con la lengua hasta dejárselas brillando de limpias a los dos.

Que bien estuvo esta puta –dijo uno de los tipos- pero para la próxima vez yo quiero echarle mis mocos en sus tripas teniéndola ensartada por el culo.

Quien sabe cuantos orgasmos había disfrutado mi madre, pero yo había tenido dos orgasmos, solamente viendo la cogida que le metían a mi madre y manoseándome la panochita con las dos manos.

Siguieron tomando los cuatro mientras mi mama les chupaba la varga a los dos amigos y estos la manoseaban por todas las partes de su cuerpo. Y luego volvieron a cogersela, comenzaron haciéndole una doble penetración, luego cambiaron de lugar, luego la pararon y se la cogieron de pie y por ultimo se vinieron en sus dos orificios en medio de un éxtasis indefinible y de una interminable cadena de orgasmos que le provocaron a mi madre con sus dos vergotas, y lo único que se me hizo raro fue el hecho de que mi padre no interviniera en la cogida, el solo estuvo tomando, sirviendo las bebidas y divirtiéndose al ver como se cogian a su esposa, pero muy pronto iba yo a saber porque el no se había cogido a mi mama, simplemente porque se estaba guardando para mi.

Como a las dos de la mañana se terminó la orgía protagonizada por mi madre y los dos amigos de mi papa, los tipos se despidieron dejando a mi mama encuerada y llena de mocos por todos lados, oí cuando mi papa dijo que ya era hora de ir a dormir y mi mama asentía con un gruñido. Yo de inmediato fui a mi cuarto y me metí bajo las sabanas pues no quería que de ninguna manera me fueran a sorprender que los hubiera estado espiando.

Pero claro que no podía yo dormir, las imágenes de los dos tipos cogiendose a mi madre bailaban dentro y fuera de mi cabeza, mientras mi panochita ardía de calentura bajo mis dedos que se introducían en ella queriendo apagar su fuego. Y pasaron como 15 minutos, cuando en la oscuridad escuche que se abría la puerta de mi cuarto y yo de inmediato me hice la dormida, oí que alguien entraba y cerraban la puerta, y en eso se encendió la luz. Yo fingí que el ruido de la puerta y la luz me despertaban en ese momento, entreabrí un poco los ojos y pude ver que se trataba de mi padre, venia totalmente desnudo y con la verga tan parada, tan grande y tan gruesa que parecía estar a punto de explotarle.

¿Te desperté amorcito? –me pregunto mi padre mientras me despojaba de las cobijas para admirar mi cuerpo encuerado.

Si papa, estaba yo dormida, pero no importa –le conteste fingiendo que acababa de despertarme pero sin poder quitar la vista de su enorme vergota que se movía en toda su extensión como buscando una panochita donde meterse.

Discúlpame nenita –dijo mi padre comenzando a tocarme la cara y las chiches- pero es que ando muy caliente y necesito que mi hijita me ayude a ordeñarme la verga.

Si papi, claro que yo ordeñare tu vergota, pero ¿y si se despierta mi mama y nos escucha o nos ve?

Tu no te preocupes por eso nenita –me contesto sin dejar de manosearme el cuerpo- tu mama esta bien dormida y no creo que se despierte ni aunque le pase una aplanadora encima, de manera que estate tranquila para que cojamos a gusto.

Esta bien papa –le dije estirando una de mis manitas para agarrarle su comote y sobárselo.

Pero mira nada mas –dijo mi papa cuando puso su mano entre mis piernas agarrandome la panochita- pero si estas bien mojada escuincla caliente, ¿pues en que estabas soñando? Seguramente que estabas soñando con mi verga ¿verdad?

Si papito, -le conteste ruborizándome un poco porque encontrara mi panocha inundada de mis propios jugos- estaba soñando que me metías tu verga haciéndome gozar mucho.

Pues esto hay que arreglarlo de inmediato –dijo mi papa subiéndose a la cama, abriéndome las piernas, montándose en mí y penetrándome de un solo golpe con su vergota.

Y yo lo recibí gustosa moviendo mis caderas para que me entrara hasta los huevos, mientras lo besaba en la boca de forma apasionada chupandole su lengua y dándole la mía para que la chupara, acariciándole la espalda y enredando mis piernas en sus nalgas.

Mi papa se movía con frenesí encima de mí, sacando y metiendo su camote en mi conchita, y así estuvo durante 15 o 20 minutos hasta que no aguanto más por lo caliente que ya estaba y se vino abundantemente dentro de mí. Yo gemí y grite lo mas bajo que pude pues mi orgasmo me sobrevino justamente en el mismo instante en que el se venia en mi panocha.

Termino agotado y simplemente se dejo caer encima mío con su enorme cuerpo y sin sacarme la verga, la cual seguía dura y firme dentro de mi, y yo lo abrace amorosamente acariciándole el cabello y besándolo suavemente en la boca mientras el descansaba. Unos minutos después, me saco la verga y se acostó de lado junto a mi, yo también me puse de lado y me le repegue para sentir su pitote en mi pubis mientras me dedicaba a seguir besando suavemente sus labios acariciándolos con mi lengua mientras el me agarraba las nalgas con una de sus manos.

¿Esta usted seguro que no despertara mi mama? –le pregunte con voz queda y sin despegar mi boquita de sus labios.

No tengas pendiente mi amorcito –me contesto- y simplemente actúa como si tu mama no estuviera en casa, como si nos encontráramos solos.

Si señor.

Ponte en medio de mis piernas –me ordenó- y dame un masaje con tus manitas en mi verga y en mis huevos.

Si papacito, como usted me ordene –le conteste en forma zalamera.

Me hinqué en medio de sus piernas y le agarre la vergota que aun no se bajaba por completo, se la sobe, se la moví con las dos manos, y le sobe también sus enormes huevotes, la puse cerca de mi boquita y le echaba mi aliento en su cabezota, el se encontraba placidamente acostado gozando de mis manos en su pito, y en eso levanto un poco la cabeza y me ordeno una sola palabra:

Chupamela.

Yo no perdí ni un segundo, se la comencé a besar toda desde la cabeza hasta los huevos, luego se la lamí pasándole lentamente mi lengua y luego me metí la cabezota del pito en mi boquita y comencé a chuparla como si fuera una enorme mamila llena de leche, y esto sin soltarle el pito ni dejar de sobarle sus huevos. Y es que la verdad es que ya era yo toda una maestra en el arte de tratar, parar y hacer gozar a una verga, y si era la vergota de mi papa, pues con mas razón, pues aparte de hacerlo con placer, también lo hacia con amor y con devoción, la verga de mi papa era lo máximo que había para mi.

Ve al baño a limpiarte tu panochita para que hagamos el 69 –me ordeno mi padre después de un rato de estarle mamando su vergota.

Yo obedecí, me limpie mi cuevita y regrese con el montándome en su cara y echándome sobre su cuerpo para seguir mamando su vergota. Era lo mas hermoso del mundo, el hacer el 69 con mi papa, sentir como me chupaba diestramente mi panochita, sentir su lengua experta como hurgaba por todos los rincones de mi cuevita, sentir sus dientes que le daban suaves mordiditas a mis pliegues y a mi clítoris, sentir su aliento caliente que se me metía hasta la medula y hasta los huesos. Y mientras yo chuparle toda su vergota metiéndomela hasta la garganta y sintiendo que me va a romper los labios por el tremendo grosor que tenia, sobarle suavemente sus huevotes con mis dos manitas. En realidad que ese 69 con mi papa era de lo mejor que me había pasado hasta esa fecha.

Nos pasamos una hora chupandonos mutuamente hasta que su verga se volvió a poner dura como piedra, entonces me levanto, me empino en la orilla de la cama y el parado en el piso y me la dejo ir toda, completa, solo sentí sus huevos chocar contra mis nalgas y cuando el comenzó con el metisaca, yo tuve que morder las cobijas para no gritar por el gusto que sentía, me proporcionó dos orgasmos mas y el se vino con un enorme torrente de dicha liquida que me baño por completo todo el interior de mi panochita.

Saco su verga todavía caliente y vaporosa y yo de inmediato di media vuelta sentándome en la cama y procediendo a limpiar con mi boquita el objeto de mi adoración, le pase la lengua por todos lados y me trague todo el liquido seminal que tenia embarrado en el camote y en los huevos, era una tarea agradable y placentera, en verdad que en esos días estaba yo locamente enamorada de la verga de mi papa y hubiera yo sido capaz de hacer cualquier cosa con tal de seguir teniéndola y gozándola.

Mi papa se volvió a echar en la cama de lado y yo me eche junto a el acariciándole la cara y pasándole la lengua por sus labios como sabia que a el le gustaba que yo hiciera, y en eso, de repente me pregunto:

¿Y porque estabas tan caliente y tan mojada nenita?

Pues… no se… supongo…

Dime la verdad, ¿nos espiaste y viste lo que hizo tu madre en la sala?

Pues… si –le conteste tímidamente, bajando la vista y con algo de temor pues no sabia como iba a reaccionar, pero me lleve la gran sorpresa pues su reacción no fue de enojo.

Esta bien –dijo mi padre tranquilamente- no te voy a llamar la atención porque considero que ya eres una mujercita y tienes derecho a saber lo que pasa en la familia, pero necesito que me digas que piensas de mí y de tu madre después de lo que viste.

Pues la verdad papito –le conteste lentamente- es que no se que pensar, pues yo quiero mucho a mi mama y tu eres lo máximo para mi.

Nenita preciosa –me dijo mi padre acercando de nuevo mi cara hacia la de el- pero no dejes de besar y lamer mis labios mientras platicamos, no debes de juzgarnos mal, pero sobre todo a tu madre, ella es una buena mujer y poco a poco te iremos explicando porque hacemos este tipo de cosas.

Si papa –le conteste sin despegar mi boca de la de el y sin dejar de besarlo y lamerle sus gruesos labios.

¿Y te gustó espiarnos? –pregunto mi padre.

Pues… si… la verdad es que si me gusto.

¿Y te calentó?

Si, mucho.

¿por eso estabas toda mojada de tu panochita?

Si papa.

Esta bien –dijo mi padre con un tono como de complicidad- ¿Qué me das si te permito que vuelvas a espiarnos?

¿Qué te doy? Pues te doy lo que quieras papi, cualquier cosa que tú quieras.

¿Harás cualquier cosa que yo te diga, me obedecerás en todo lo que yo te ordene?

Claro que si papito.

Esta bien, te voy a permitir que vuelvas a espiarnos la siguiente vez que vengan mis amigos, y cuando ellos se vayan, yo vendré aquí a calmar tu calentura.

¿Y si se entera mi mama?

Tú no te preocupes por eso, yo me encargare de tu madre, pero no olvides que en adelante deberás hacer todo lo que yo quiera y con quien yo quiera ¿de acuerdo?

Claro que estoy de acuerdo papito –le conteste todavía besándolo y lamiéndolo en los labios.

Y como mi confianza en mi padre era ciega, pues deje que el se encargara de solucionar cualquier posible problema que se presentara, yo me tranquilicé y seguí sobándole su vergota todo el tiempo que el quiso.

Vuelvo a agradecerles sus correos a todas las personas que me han escrito, no tengo como pagarles sus amables comentarios con respecto a mis relatos. Pero también vuelvo a recordarles que por favor no me agreguen al MSN pues no me gusta usarlo y ni siquiera lo tengo dado de alta en mi computadora

Recuerden que las fotos han sido tomadas en distintas épocas en los últimos 11 años. A las personas con quienes he hecho amistad por mail a raíz de publicar mis relatos, les he enviado algunas fotos mías muy recientes para que vean como soy ahora.

Hay una persona (hombre) que se hace llamar merlim, que me ha defendido con algún comentario al final de mis relatos, naturalmente que yo no estoy de acuerdo en hacer una defensa con insultos, pero de cualquier forma se lo agradezco y le pido que me escriba a mi correo para conocerlo por este medio. Y reitero que yo en lo personal, no entrare nunca en ninguna controversia con nadie, yo sigo pensando en la misma forma que alguna vez ya les comenté: a quien le gusten mis relatos que los lea, y a quien no le gusten que no los lea, así de simple.

Este relato fue enviado a varios amigos míos para que lo leyeran antes que nadie, no pongo aquí sus nombres por respeto, pues nunca pondría el nombre de ninguno de ellos en algún relato sin antes tener su autorización.

PERO PESE A LO ANTERIOR, QUIERO COMUNICARLES A TODOS LOS QUE LEEN MIS RELATOS Y QUE ME ESCRIBEN A MI CORREO, QUE ESTE SERÁ EL ÚLTIMO RELATO QUE PUBLIQUE YO, YA TENÍA CASI TERMINADA LA CONTINUACIÓN, PERO YA NO VOY A PUBLICARLA. TAMBIÉN QUIERO PEDIRLES A TODOS LOS QUE ME ESCRIBEN QUE YA NO LO HAGAN PUES YA NO LE VOY A CONTESTAR A NADIE. LA RAZÓN DE ESTO ES PORQUE ME LLEVE VARIAS DECEPCIONES CON ALGUNOS DE LOS HOMBRES QUE ME ESCRIBÍAN, QUE LASTIMA QUE EL MACHISMO SIGA TAN ARRAIGADO EN NUESTRO PUEBLO, YA VI. QUE NO ES POSIBLE LLEVAR UNA AMISTAD POR CORREO CON NINGÚN HOMBRE, OTROS DIRÁN QUE PORQUE TIENEN QUE PAGAR JUSTOS POR PECADORES, PERO LA VERDAD ES QUE SI ME DOLIÓ LO QUE SUCEDIÓ CON VARIOS DE ELLOS Y NO QUIERO QUE ME VUELVA A SUCEDER, DE MANERA QUE CORTARE POR LO SANO PUES NO TENGO NECESIDAD DE PASAR POR ESTE TIPO DE DECEPCIONES.

Patsy