Hola de nuevo, la historia de hoy nunca creí que pudiera ocurrir, pero ocurrió y me abrió una nueva dimensión dentro del sexo.

Tuve que ir a Alicante a ver a unos familiares de mi madre por temas de herencia bastante complicados.

Llegué a las 11 de la mañana de un mes de Julio muy caluroso. Me dirigí a la casa de unos tios de mi madre. Se llamaban, Vicente y Carmina, eran un matrimonio de edad, aproximadamente unos 70 años, yo les había conocido de pequeño y apenas me acordaba de ellos y no sabía nada de sus vidas.

Llamé a la puerta de un edificio cerca de la playa de San Juan. Iba en pantalón corto y camiseta y sudando debido al calor sofocante que hacía.

Me abrió la puerta un chaval de unos 18 años, bajito, gordito, con unas tetas y un barriga preciosa, ya que iba sin camiseta.

Entre en la casa, me llevó al salón mientras yo miraba un culo maravilloso que se adivinaba bajo esos pantalones cortos apretados, que llevaba el niño.

Sus abuelos estaban en el salón, Vicente era un abuelo magnifíco, bajito de 1,65 de estatura, gordito, peludo, con una barriga memorable llena de pelos blancos, rizados, vestía un pantalón corto negro que dejaba ver unas maravillosas piernas, calvo y con el pelo al cero. Carmina era una mujer que parecía mas joven para su edad, vestía una batita de verano sin mangas arremangado casi hasta la altura de los muslos, gordita, pelo teñido de caoba y una sonrisa blanca como la leche.

Pepe me acompañó al baño, me dio una toalla y me dijo que si quería algo mas me lo pidiera.

Me desnude, me metí bajo la ducha y ahí empezó todo sin apenas darme cuenta. Me estaba enjabonando todo el cuerpo cuando me di cuenta que alguien miraba tras la cortina del baño, la abrí un poco y vi al niño, Pepe desnudo mirándome y pajeandose un enorme pollón, mientras se clavaba en su culazo un consolador adherido a la pared. Yo no daba crédito.

Terminé de ducharme, me sequé y salí hacía el niño, que me cogió la polla dura como una piedra y se la metió en la boca sin preguntar, mientras aquel pedazo de plástico entraba y salía de su culo sin dificultad.

Pepe siguió con la mamada hasta que casi sin darme cuenta le solté un chorro de mi leche caliente en la boca, la cual tragó con locura mientras él llegaba al orgasmo llenándose las manos de su propia leche.

Se sacó el consolador de su culo, el cual estaba lleno de mierda del culo del niño, cuando entraron Vicente y Carmina, desnudos y riéndose.

En esto vi como el niño se arrodillaba y lamía el consolador limpiadolo de su propia caca, mientras pajeaba la polla descomunal de su abuelo, una polla de unos 30 cm y grande como un brazo, era enorme con un capullo gigante morado y soltando gotitas de liquido seminal, mientras sopesaba las enormes pelotas de Vicente llenas de pelos blancos.

Carmina se agachó y me empezó a comer la polla que se puso dura al instante. Pepe le puso tiesa la polla a su abuelo, se puso a cuatro patas y el abuelo le empezó a lamer el ojete al crío que no paraba de gemir.

Cuando me di cuenta el abuelo Vicente le había metido media pollón en el culo a Pepe, que se retorcía de gusto, mientras Carmina chupaba mi polla y masajeaba los huevos de su marido. Vicente sudaba como un cerdo mientras lentamente le clavaba todo su herramienta a su nieto.

Carmina, asintió, era gordita, tetas enormes y pezones negros y duros, su coño era enorme y peludo, se tumbo boca arriba y levanto sus patorras, mostrándome su cueva ya húmeda y roja, el clítoris era enorme y asomaba entre sus labios vaginales. Yo me arrodillé y le lamí su coñete caliente y jugoso, ella empezó a gemir, yo mordisqueaba sus clítoris y de repente noté una enorme chorro de sus jugos en mi cara, parecía un chorro de sifón, yo sorprendido me lo tragué todo, fue su primer orgasmo.

Vicente tenía su enorme cipote entero en el culo del chaval que tenía los ojos en blanco y soltaba por su culo chorritos de caca. Estaba abierto al máximo.

Yo puse las patorras de Carmina sobre mis hombros, apunté ni polla a su agujero peludo y de un solo golpe se la metí hasta los huevos, entró apenas sin dificultad, carmina se pellizcaba sus enorme pezones, mientras Vicente que estaba al lado mío viéndolo todo y con su enorme pollón entero en el culo de su nieto me dio la boca y la lengua y empezamos a besarnos de una manera salvaje, nuestras salivas chorreaban por nuestros labios y nuestros cuellos. Vicente sudaba como un loco. Pepe estaba en éxtasis total sintiendo el rabazo que le taladraba por completo su joven culito.

De golpe Vicente dio unos berridos y amarrandose al culo de su nieto empezó a soltar leche a lo bestia, el culito del niño apenas daba de si para recibir tanta leche, le chorreaba por sus muslos mezclado con caca y restos de sangre, lo había reventado.

El niño sin tocarse soltaba chorrazos de leche de su pollón duro y tieso, eso a mi me excitó al máximo y saqué mi polla del coño de Carmina y me corrí en su boca, ella se retorcía de placer y tuvo un orgasmo sintiendo mi leche caliente en su boca que no paraba de chupar mi polla caliente.

Vicente empezó a lamer el culo dolorido de su nieto, se lo limpió de su semen que seguía saliendo del culito del niño.

En esto oí de repente que algo se acercaba a nosotros, me dí la vuelta y ví a un enorme perro san bernardo.

Yo estaba atónito de pie con mi polla chorreando semen todavía, fue cuando Pepe se arrodilló y empezó a lamerme el rabo de nuevo hasta ponérmelo tieso de nuevo. El perrazo consiguió el primer orgasmo de Carmina que le llenó el hocico con su corrida. Vicente seguía lamiendo el rabo del animal que se puso mas grande que el propio rabo de Vicente. Carmina se dio la vuelta se puso a cuatro patas ofreciendo su enorme coño a la vista del animal que sin pensarlo brincó sobre su espalda y con la ayuda de la mano de Vicente le clavó su enorme pene de un solo golpe en el coñete, el perro empezó un mete saca frenetico, Vicente tenía su pollón duro de nuevo y se puso detrás del animal y le empezó a lamer el culo y a meterle los dedos, el perro se dejaba ya acostumbrado a estas faenas.

Yo me estaba follando a Pepe mientras veía como "Chiqui" seguía trajinándose a la abuela, Vicente apuntaba su pollón al ojete abierto del animal y de un golpe se la metió entera en el culo del animal que no se quejó para nada sino todo lo contrario, apretaba con mas fuerza el coño de Carmina que estaba teniendo orgasmo continuos con el rabo del animal en su interior. Vicente babeaba de placer mientras se seguía follando al perrazo. Yo no paraba el mete y saca en el culo del niño que se había vuelto a correr de placer y quería mas rabo.

Fue entonces cuando Vicente sacó su polla del culo del perro y me dijo que yo me follara a Chiqui, que el quería correrse en el culo de su nieto. Yo saqué mi polla del culo de Pepe y de un solo golpe se la clavé al animal, era mi primera experiencia con un perro y la verdad era estimulante el ojete del animal, caliente y apretado a pesar de la polla de Vicente.

Vicente se la clavó a su nieto de un solo golpe, el niño se había puesto boca arriba, su abuelo tenía sus piernas sobre sus hombros y le entraba su enorme rabo sin problemas en el culo superabierto de Pepe, que se pellizcaba los pezones mientras su abuelo le acaricaba su barriguita y le pajeaba su bonito rabo llenó de leche de sus corridas anteriores.

Carmina estaba como fuera de sí, el perrazo no paraba de sacarle orgasmos, yo ya no podía mas y de dos dos golpes de cadera le inunde el culo al perro con una enorme corrida, eso le debió calentar ya que empezó a soltar leche el coño de Carmina que ya no podía ni hablar y se quedó abotonado a ella por un rato. Vicente me dijo que le acercará mi polla a su boca, me la limpió de semen y de un poco de mierda del perro. Mientras limpiaba mi polla, empezó a culear con mas fuerza a su nieto que ya estaba duro otra vez.

Sin mas saco su pollón del culo del niño, se puso de pie y empezó a pajearse hasta que empezaron a salir chorros de leche de manera descontrolada que impactaron en la cara, en el pecho y la barriga del niño que seguía pajeandose mientras recibía la lechada de su abuelo, era increíble ver el semen que soltaba Vicente de aquel pollon y de aquellos huevos. Yo estaba detrás de el acariciando sus pezones y su barriga, sudaba como un animal, aquello me puso a cien y mi polla volvió a ponerse dura. Pepe se corrió tambien y en su barriga se juntaron las dos lechadas.

Carmina que ya se había liberado de "Chiqui" se arrodilló al lado de la polla de su marido y se la limpió de semen y de caca del chaval y luego se lamío toda la leche que tenía su nieto en su cuerpo, tragándola con deleite, los tres quedaron tumbados mientras yo seguía empalmado y deseoso de volverme a correr. Fue entonces cuando el perro se acercó a mi rabo y empezó a lamerlo con una rapidez exquisita y consiguió sacarme la leche que tragó y lamió hasta dejarme mi rabo limpio de nuevo.

Los tres se reían viéndome la cara de satisfacción, yo sin pensarlo, les empecé a mear a los tres, aquello les encanto, se volvían locos por ver quien se bebía mas de mi meada.

Carmina se levantó y también les empezó a mear a su marido y asu nieto que se besaban como locos mientras sentían el líquido caliente sobre sus enormes y preciosos cuerpos, fue cuando se levantó Pepe y también le meó a su abuelo que estaba como loco recibiendo el líquido amarillo de su nieto, se lo bebió todo ya que Pepe le apuntó directamente a la boca. La polla de Vicente estaba de nueva tiesa, era una maravilla ver aquel cuerpo peludo como un osos y grande como una morsa, disfrutar de todos los placeres que le estábamos dando, su polla palpitaba de nuevo y me sentí algo raro cuando deseé sentirla dentro de mi culo, me puse a cuatro patas y se la empecé a chupar mientras Carmina y Pepe me lamía el culo y me lo iban abriendo poco a poco metiendo sus dedos expertos. Cuando creí que ya estaba listo me levanté y poco a poco fui apuntando aquel monstruo en mi ojete.

Su cuerpo olía a sudor y a todas las nuestras meadas, aquello me excitó mucho mas, me fui metiendo aquel enorme pollón, sentí como mi ojete se abría al máximo. Carmina estaba detrás mio cacariandome los pezones y todo mi cuerpo, mientras Pepe me puso su polla en mi boca, aquello me ayudo mucho para ir consiguiendo ser follado por aquella monumental verga. Vicente estaba loco de deseo.

Aquello me acabó de excitar y casi de golpe me dejé caer sobre el ariete que me taladraba. Noté sus enorme huevos en mis nalgas, aquello me sirvió de tope. Me quedé quieto un buen rato asimilando aquel pedazo de carne dura en culo abierto como nunca, el culo me ardía, pero las caricias de Carmina y la polla de Pepe me calmaron y empecé un sube y baja en la polla de Vicente, cada vez iba mas rápido notando como nunca un a polla en mi culo.

El niño sacó su polla de mi boca y se la acercó a la boca de su abuelo que se la chupó hasta que el niño volvió a correrse por enésima vez, esta vez en la boca de su abuelo que se la tragó con deleite, luego el niño le puso el culo en la boca y le empezó a cagar, mientras el abuelo lamía aquel manjar marrón que brotaba del ojete abierto de su nieto. Yo empecé a notar como mis intestinos necesitaban vaciarse ante el embiste del rabazo de Vicente. Cuando el niño para de cagarse en la boica de su abuelo, este le limpió el ojete, yo no pude mas, me desensarte del ariete que me aprisionaba y taladraba y me senté en la boca de Vicente que recibió con gusto mi cagada en su boca, no fue mucha pero si muy grande, Vicente se la comió toda y se reía como un loco.

Cuando me hubo limpiado mi ano, volví a sentarme en aquella verga gigante esta vez me la metí de una sola sentada. Vicente estaba como loco, quería mas. Así que Carmina fue a darle su ración de caca a su marido. Yo ya no podía mas asi que me pajeé mi nabo y solté dos chorros de leches que fueron a parar a la cara de Vicente y el resto a su pecho y su barrigota peluda. Carmina le cago sobre su pecho y sobre su barriga y le restregó su propia caca junto con mi semen. Fue cuando Vicente tensó su enorme rabo dentro de mi y me inundó el culito de chorros de semen caliente, era como una lavativa, eso provocó de nuevo en mi ganas de cagar, me levanté y con mi culo chorreando leche se lo acerqué a Vicente, el cual recibió de nuevo una sorbebia cagada llena de su propia leche, la cual volvió a comer entera.

Quedamos tumbados los cuatro bastante cansados. Al rato nos duchamos y cenamos, los cuatro desnudos mientras "Chiqui" nos lamía las pollas y el coño de Carmina bajo la mesa.

Aquella noche dormí muy bien, aunque el niño y el abuelo volvieron a por su ración de polla, leche y....

Espero contaros pronto una nueva historia.