Hola a todos, hace mucho tiempo que no escribo nada en esta maravillosa pagina, pero bueno mas vale tarde que nunca.

He de deciros que hemos tenido muchas experiencias en estos dos ultimos años, de todo, orgías, tríos, sexo con animales y dominación, etc...

Pero he de reconocer que me siguen gustando las cosas sencillas, nada especial y a la vez muy especial, por eso os voy a relatar una historia que me ocurrió hace poco en Madrid, sería después de este verano, por el mes de septiembre.

Estaba ya trabajando en la oficina, la rutina de siempre y todavía con bastante calor. Sobre las cuatro de la tarde suelen venir las limpiadoras a repasar de limpieza los despachos. Una de ellas, de nombre Triana, es una mujer madura de unos 56 años, gordita muy morena y mu simpatica y siempre va con la blusa de maga corta de la empresa que le queda un poco justa. Marca una enormes tetas y como va sin sujetador sus pezones estan pidiendo a gritos salir de tanta estrechez.

Yo tengo un despacho para mi solo, asi que Triana entró como todas las tardes y cerró la puerta, hablamos del veraneo, de cómo lo habiamos pasado etc.... Yo seguía trabajando en mi ordenador y ella se agachó para recoger la papelera cuando se levantó tenía una de sus enormes tetas fuera de la blusa, ella no se dio ni cuenta, asi que con disimulo le dije que tenía un problema, ella ni se inmutó, se echó a reir y dijo que mejor estaría con las dos fuera, así que se sacó sus dos enormes tetas. Le dije que se tapara por si entraba alguien y ella me dijo que habia cerrado por dentro. Triana sabe que soy gay asi que no tuvo ningun reparo en seguir con sus tetas fuera. Yo me levanté para ir a cerrar las persianas y ella se percató de mi erección bajo mis pantalones:

Asi que me abalnce como un poseso a esas enormes mamas, las sobe, las chupe, pellizque sus pezones, ella gemía de placer

Le quite la blusa por completo y ella me desnudo de cintura para abajo, se agacho y empezo a pajearme con sus tetas, era increíble la maestria de esa mujer, no paró hasta que mi leche saltó sobre sus gigantescas tetas, ella acabo de sacarme la leche con su boca, se limpio y se puso la blusa. Yo estaba absolutamente atonito, ella se siguió riendo y me dijo:

Yo me quedé de piedra

Ella me apuntó su telefono en un papel y me dijo que cuando quisiera que la llamara, cerró la puerta y se marchó. Yo no daba crédito, me empece a reir y seguí trabjando, de vez en cuando pensaba en lo ocurrido y al final tuve que ir al baño a hacerme una paja.

Pasaron varias dias y Triana como siempre venía a mi despacho pero nunca ocurrió nada, ella se insinuaba pero nada mas. Al cabo de una semana y media decidi llamarla por telefono a ver que pasaba, me excitaba la idea de follar con su marido y con ella, no sabía como era él pero las tetas y el culo de Triana me excitaban al máximo. La llamé una mañana, me dijo que podiamos quedar esa misma tarde sobre las siete de la tarde que ella ya había terminado, además vivia muy cerca de mi oficina. Asi lo hicimos, yo tuve que hacerme otra paja ese día solo de pensar en la situación con ella y su marido.

Llegaron las siete de la tarde y me dirigí a su casa, estaba a cinco minutos del trabajo. Era un bloque de tres pisos, ellos vivian en el tercero, llame al telefonillo, me contesto triana y me abrió, llegue a la puerta y ella ya me estaba esperando en la puerta con un pantalón de chándal y una camiseta de manga corta sin sijetador que dejaba ver sus enormes tetas y sus afilado pezones.

Nos sentamos en un sofa en el pequeño salon, empezamos a hablar de todo cuando salió Miguel, el marido de Triana. Joder amigos aquello era una barbaridad de hombre, mediria 1,86 cm, pelo negro, barba negra, pesaria unos 130 Kilos, duro como una piedra, lleno de pelo por su pecho y sus piernas, iba solo con una toalla y se podía ver un enorme bulto en su entrepierna.

Sin mediar palabra se quitó la toalla y apareció ante mi un pollón flaccido de donde colgaban dos huevos enormes y peludos.

Yo me ablancé como un poseso hacia tamaño pollón, lo metí en la boca y dew repente se puso duro como una piedra, casi me ahoga jejejje, mientras mamaba a Miguel, Triana me iba desnudando, hasta que me dejo en pelotas y totalmente empalmado, se tumbño y empezo a comer mi rabo y mis huevos mientras jugueteaba con mis pezones, Miguel resoplaba como un jamelgo..

Yo empecé a masajearle los huevos, acariciar su panza y palpar su ojete lo tenia lleno de crema con lo cual un dedo se lo metí de inmediato ante locual el metió mas su pollón en mi boca. Triana seguia ahora lamiéndome el culo, me untó crema y también me metió un dedo, yo estaba a tope y Miguel también, empezo a follarme la boca a lo bestia, apenas podía respirar, note que se iba a correr asi que me aprete contra él para sentir su chorro de leche en mi garganta, así lo hizo, casi me ahoga, me llenó la boca de semen de dos golpes, yo empecé a tragar como pude mientras Miguel resoplaba y se convulsionaba, al final paró de soltar leche, yo le limpié su capullo y salió de mi boca por si solo, se sentó en un sofa resoplando y sudando, Triana me seguía lamiendo el culo, ya se había quitado el chándal y la camiseta y estaba completamente desnuda, era gorda pero dura y sus tetas eran magnificas, se puso boca arriba y me puso su coño abierto y rojo ante mi asi que empece a lamerlo, ella gemia y se estrujaba sus tetas de placer.

Sin mediar mas palabra me puse su piernas en mis hombros y se la clavé de un solo golpe, mi huevos chocaban contra su chocho lleno de jugos que ella misma soltaba. Triana gritaba y se retorcia de placer, le vino el primer orgasmo entre espamos, yo estaba a punto tambien de correrme, espere un par de golpes mas y saque mi polla y me corri encima de sus tetas soltando enormes chorros de leche, alguno le llego a la cara, cai rendido sobre ella. Miguel se reia y seguía pajeandose, era un espectáculo ver a aquel hombre.

Se levantó me apartó de encima de su mujer y de un golpe se la metió entera en su chochc abierto y lleno de sus fluidos y mi semen, empezo a golpear con fuerza, estaba desbocado, sudaba, manoseaba con locura los pechos de Triana que estaba como en extasis, se habia vuelto a correr mientras su marido la follaba con autentica furia, aquello me la puso dura de nuevo y sin pensarlo se la metí en la boca a miguel, el cual la chupó con la misma furia con la que follaba a su mujer.

La sacó su vergajo, la dio la vuelta la puso a cuatro patas y sin mas le apunto su gigantesco capullo en el ojete y de un solo golpe se la clavo hasta los huevos. Triana estaba absolutamente desmadejada, fuera de si, yo seguía con mi polla en la boca de mIguel que seguia chupando a la vez que le destrozaba el ojete a su mujer. El ojete de Triana empezó a soltar hilillos de sangre lo cual excito mas a Miguel, el cual no para de de encular a a su mujer como nunca ntes habia visto, Triana empezó a hablar:

Miguel empzó con mas furia si eso era posible, yo se la saque de la boca por que me empezaba a morder y queria ver aquel espectáculo sin obstáculos. El ojete de Triana estaba absolutamente rojo del roce y de la sangre que le hacia aquel enorme pollon, Miguel estaba babenado y con los ojos en blanco, cuando de repente grito como una bestia malherida:

Soltaba saliva escupia, sudaba como un cerdo en su san martín y de un solo golpe se la acabo de clavar y la empezo a llenar de leche el culo a Triana que no para de tener orgasmos uno tras otro, Miguel fue bajando la intensidad hasta que su polla salio sola del ojete sangrante de Triana, su culo derramaba, sangre, semen y mierda, la habia destrozado totalmente.

Miguel la barzo por detrás, la amaso las tetas de nuevo y la beso por la espalda hasta llegar a su ojete, Triana apenas se movia, el lamió el ojete abierto de su mujer, se lo limpio de todos los restos que alli aparecian:

Asi siguieron un rato mas hasta que ambos cayeron desfallecidos en la alfombra, ambos me miraron y me sonrieron, yo seguia con mi rabo absolutamente tieso y deseoso de follarse el culo de Miguel, pero eso es otra historia