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Genaro el jubilado

en Gays

Hola me llamo Luis, tengo 59 años, soy funcionario de correos y creo que el proximo año me prejubilare con lo cual podré disfrutar mucho más de la vida. Mido 1,65, peso unos 105 kilos, mi constitución es muy fuerte, fui luchador de lucha libre hasta los 40 años y luego seguí ejercitando mi cuerpo en el gimnasio en el cual me entrenaba en aquella época, levantando pesas, haciendo boxeo, etc…, la verdad es que antes no estaba tan gordo pero aun asi me siento fuerte y joven, sigo follando a mi mujer cada dia dos veces, una al levantarme y otra cuando llego del gimnasio. Ella es un poco mas joven que yo también gordita y muy viciosa, tenemos tres hijos y no tenemos más porque me hice la vasectomía. Ella disfruta mucho de mi cuerpo peludo, soy calvo y con barba blanca, tengo unos pechos muy desarrollados y fuertes, una buena barriga y unas piernas y un culo muy duros, pero lo que mas destaca de mi cuerpo son mis huevos, gordos como manzanas y una polla muy gorda y nada pequeña unos 22 cm más o menos. Ella que se llama Carmen sigue disfrutando del sexo conmigo, aunque somos mayores nos gusta mucho el sexo y disfrutamos con nuevos juegos y no tenemos ningún tabú, jugamos con consoladores tanto para ella como para mi y siempre acabamos exhaustos después de un buen polvo.

Esta historia que os voy a contar fue algo especial para mi ya que nunca antes había estado con un hombre en la cama, pero si había tenido con mis compañeros de gimnasio alguna broma de ver quien la tenía más gorda y quien se corría antes en una paja comunitaria en las duchas, osea que no me asusto de que un hombre quiera estar conmigo y se me insinué

Todas las mañana bajo a desayunar al mismo bar desde hace muchos años, me conocen y me siento muy a gusto alli. Desde hace unos meses cada vez que bajo hay un hombre de unos 70 años sentado en la barra, muy elegante vestido, bajito mas o menos como yo, gordo y calvo con una barriga enorme y redonda y básicamente un gigantesco paquete entre sus piernas que se adivina fácilmente bajo su pantalón. Al cabo de unas semanas ya nos decíamos hola y adiós y al poco tiempo ya teníamos nuestras charlas sobre futbol, boxeo, etc….

Por alguna extraña razón ese hombre me producía un morbo especial ya que me recordaba mucho a mi tanto en lo físico como en la manera de pensar y sus aficiones eran como las mías. El tema sexo salió hace relativamente poco, ya que yo le comenté que si estaba casado y me dijo que era viudo desde hacía 10 años, pero que desde que murió su mujer apenas tenía sexo con mujeres y como mucho algún escarceo en algún viaje a Benidorm del inserso y muchas pajas en su casa viendo pelis porno, me decía que el es muy actvo sexualmente y que para su edad la tenía tiesa todos los días.

Así fueron transcurriendo los días y Genaro que asi se llama y yo llegamos a una complicidad muy fuerte. Un día le propuse que nos fuéramos a un local de intercambios de parejas, yo conocía al dueño y podríamos entrar sin problemas dos hombres solos, a Genaro no le convenció mucho la idea pero empecé a contarle mis experiencias y se fué animando poco a poco hasta que incluso se empezó a tocar su enorme bulto.

Joder Genaro te estas poniendo cachondo?.- le pregunté

Bueno lo que me estas contando le pone cachondo a cualquiera, jejejeje.- contestó él

Piénsatelo y me cuentas mañana OK?

De acuerdo.- me contestó

Esa tarde llegué a casa muy caliente, la conversación con Genaro, el gimnasio me excito mucho y empecé a pensar en el paquete de Genaro, entré en casa cogi a mi mujer la tire contra la cama y me la follé dos veces por el culo y por su chocho y le llene la boca de leche de mis dos corridas, ella se extrañó pero no pregunto sabía que a veces yo era así y a ella le gustaba.

Al día siguiente yo estaba en el bar pero Genaro no, pedí mi café y al cabo de un rato entré en el aseo para mear. Estaba meando y mi polla empezó a ponerse dura pensando en Genaro, cual fue mi sorpresa cuando entro él en el baño y me pilló medio pajeándome.

Jode Luis, vaya rabo que tienes, jejejeje no me extraña que quieras follar a todas horas.-

Gracias Genaro.- contesté un poco avergonzado pero con mi polla a punto de

Estallar

Estaba pensando en nuestra próxima orgía en el local de intercambios.- disimule

No estoy muy seguro.- dijo Genaro mientras se ponía en el urinario de al lado a mear también

Se sacó la polla, joder que pedazo de rabo tenía Genaro, no pude mas que mirársela sin ningún tipo de vergüenza.

Te gusta mi polla Luis?.- preguntó sonriente

Joder que pollón tienes amigo, yo creía que el mio era grande pero el tuyo es descomunal.- contesté ya muy excitado

La polla de Genaro era algo anormal, mediría unos 30 cm, gorda y recta con un capullo muy muy morado, además a medida que iba meando y hablando conmigo se le iba poniendo muy dura.

Te gustaría que jugáramos un día en mi ducha a ver quien se corre antes?.- preguntó ya también muy excitado

No estaría mal.-contesté

A que hora sales hoy?.- me volvió a preguntar

A las tres de la tarde estoy fuera.- respondí rápidamente.

De acuerdo te espero aquí en el bar a las tres y nos vamos a mi casa, te apetece?.- volvió a preguntar

Claro que si Genaro.- respondí

Salimos del baño nos tomamos el café y me fui a trabajar, tuve mi polla tiesa toda la mañana, no sabía porque pero aquella situación me daba mucho morbo, no soy gay pero aquel hombre me transmitía algo especial y después de ver su enorme verga mucho más.

Llegaron las tres de la tarde y alli estaba Genaro en la puerta del bar, me hizo una señal y le seguí, al cabo de unos minutos llegamos a la puerta de su casa, subimos en el ascensor mirándonos pero sin hablar y menos tocarnos, abrió la puerta de su casa y entramos, era una casa muy grande, llegamos al salón me ofreció un café y me dijo que ahora volvía,

Ponte cómodo.- me dijo

Hacía calor asi que me quité la camisa dejando mi pecho al descubierto, mis pezones estaban duros como piedras y mi verga ya se movía dentro de mis pantalones. Pasó un buen rato hasta que Genaro salió con un albornoz que mostraba su precioso pecho peludo y casi se le adivinaba su enorme rabo colgando. Sin mediar palabra me besó en la boca, su lengua era enorme y la movía con una maestría enorme.

Me gustaría ducharme.- dijé yo

Prefiero oler tu sudor, me gustas como el hombre macho que eres y quiero oler y saborear sin lavarte.-me replicó Genaro

Aquel comentario me excitó mucho mas, me quitó los pantalones y los calzoncillos y apareció mi polla dura como una estaca y mis enormes huevos llenos de leche.

Joder Luis, vaya huevazos que tienes, debes soltar leche a chorros.- dijo Genaro sopesándome mis pelotas

Genaro empezó a lamerme todo el cuerpo, empezó por mi boca, siguió por mi nuca, bajo a mis pechos donde se paró a morderme los pezones mientras no paraba de sopesar mi huevos, luego bajo por la barriga, olía y chupaba cada cm de mi cuerpo, llegó al pubis lleno de pelos negros y blancos, me lamió las ingles y empezó a recorrer mi rabo cónsul lengua hasta que empezó a dar lenguetazos en mi capullo rojo de la excitación, poco a poco se fue metiendo mi polla entera en la boca, nunca dejó de tocarme los huevos, yo estaba casi a punto de reventar. Dejó mi polla le dedicó un buen rato a mis huevos que no paraban de subir y bajar, bajo por mis muslos hasta que llegó a mis pies, los cuales también lamió y chupó. Todo esto lo volvió a hacer pero esta vez desde mis pies hasta mi boca. Yo ya no podía más la leche luchaba por salir de mis huevos, me dolían de tanto aguantar. Genaro se percató de ello así que paro de hacerme cosas.

No quiero que te corras todavía, antes quiero sentir tu verga en mi culo.- dijo con lascivia

Me encantaría follarte Genaro, nunca antes se la he metido a un hombre, pero tu me estas excitando como nadie lo ha hecho.- le dije

No solo me vas a follar sino que primero me vas a abrir el culo con tu lengua, quieres?.- preguntó

Yo me quedé un poco parado ya que aquello no me acaba de convencer, pero supuse que sería lo mismo que cuando le como el culo a mi mujer pero con más pelos.

OK.- dije

Fuimos a la cama, Genaro se puso a cuatro patas, tenía un culo enorme y le colgaban también unos buenos huevazos. Acerque mi lengua a su ojete y empecé a lamerlo con delicadez, poco a poco noté como su agujero se iba abriendo poco a poco y se iba dilatando, de vez en cuando le chupaba también sus grandes huevos y empecé a meterle un dedo que entró con suma felicidad. Yo seguía con mi rabo a tope y no veía el momento de follarme aquel culazo de hombre maduro.

Fóllame ya coño, me estas volviendo loco, quiero sentir tu verga como me revienta el culo.- me pidió de una manera un poco grosera

Aquello acabo or terminar de excitarme, me levanté y apunté mi capullazo amoratado en su ojete, apreté un poco y entró sin apenas dificultad y de un solo golpe se la clavé entera. Joder aquel culo esta ardiendo y se pegaba a mi polla a la perfección, Genaro dio un respingo de dolor y de placer y empezó el solo a moverse para conseguir un mete y saca perfecto sin que yo me moviera, era maravillosos ver salir mi rabo de aquel culazo precioso, el placer me inundaba por momentos pero aguanté todo lo que pude, yo sudaba mi cuerpo estaba empapado y el suyo igual, mi enormes pelotas chocaban continuamente contra el culo de Genaro, lo cual le proporcionaba mas placer. Yo ya no podía mas así que le pare su movimiento y empecé yo el mío de mete y saca frenético cuando me dijo:

Correte en mi boca, quiero beberme toda la leche que salga de esos huevazos que tienes.

Se la saqué se dio la vuelta me senté sobre su barriga y pecho y le enchufe mi cipote directamente a su boca el me pellizco los pezones y eso fue suficiente para que explotara sobre la boca y la cara de Genaro, empecé a soltar toda mi leche, era como un manantial, reconozco que genero mucho esperma, Genaro no daba abasto al intentar tragar toda mi leche, muchos chorros también le fueron a la cara, el se volvía loco, la recogía con sus dedos y se los metía en la boca, no quería perder ni una sola gota, cuando terminé mi corrida se la metí entera en la boca, note mi leche en mi polla y su lengua no paraba de moverse. Me dejo limpio el capullo y se relamió. Yo me levanté para observar a aquel hombre lleno de sudor, su cuerpo brillaba, sus pechos, su barriga, sus piernas, era magnífico y sobre todo aquel monstruo de 30 cm que seguía duro como el pedernal. Yo estaba empapado y me dirigí a la ducha.

- No, todavía no, ahora sabrás mucho mejor, quiero volver a comer y a lamerte entero y saborear tu ojete sudoroso, porque ahora Luis quiero follarte.