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Mi primera vez

en Amor filial

Este es mi primer relato, quizá por esto creo que debe ser el mas sincero y el menos espectacular pues la vida real aunque a veces te sorprende es bastante previsible.

Contaba con 15 años cuando tuve mi primer contacto sexual directo, fue con una de mis primas mayores, ella tenia entonces 18 años.

Aquel verano nos fuimos toda la familia al apartamento que tenia mi tía en la playa. La primera visión que tengo memorizada fue a mi prima saliendo del agua sin su parte superior del bikini. Acabábamos de llegar y yo y mi hermana fuimos con ella directos al agua. Nadando hasta las boyas que limitan el paso de barcas y nadadores, nos detuvimos agarrados a una de ellas, a través del agua clara podía perfilar mentalmente sus pechos, tersos con los pezones erectos, tuve una erección, lo confieso.

Después de comer, como no, nuestros padres se fueron otra vez a la playa, nosotros nos quedamos sesteando, pues nos apetecía salir por la noche a tomar algo, todos teníamos que dormir juntos porque era una apartamento de 3 habitaciones así que, montamos dos camas y dormíamos los 4 cruzados sobre ellas. Digo los 4 porque también estaba su hermana mayor, de 24 años. El calor era insoportable casi asfixiante, hace 10 años el aire acondicionado era un lujo, yo que siempre he sido un poco ligero de ropa di el primer paso y me quede en calzoncillos y mis primas que también son muy liberales se quedaron en braguitas, mi hermana la pobre estaba en la edad tonta (13años) y eso de quedarse en bragas no le hacia demasiada gracia. Así que una vez acomodados nos situamos primero mi hermana, cerca de la puerta, después mi prima mayor, y ella entre la pared y yo.

Desperté bajo una tenue luz de atardecer y la vi, de espaldas a mi, preciosa, con un gesto suave y cariñoso le acaricie la espalda, me temblaba la mano mientras lo hacia. Ella muy al contrario de lo que creía, se relajó. Dejo que la acariciara lentamente, bajaba casi hasta el filo de sus bragas y volvía a subir, no pretendía incomodarla. De repente sonó la puerta de entrada y rápidamente retire la mano y me puse boca abajo pues tenia una tremenda erección.

El vocerío de mis padres y mis tíos nos despertaron y todo el panorama cambio de repente. Ducha, prisas, maquillajes y en un par de horas todo listo para irnos a cenar todos juntos. Cuando acabamos, los mayores volvieron al apartamento y nosotros fuimos a tomar algo, entre risas y juerga, entramos en el plano de las conversaciones mas intimas, yo como inexperto confesé que todavía no había probado el sexo, ella en un alarde de sinceridad dijo que era virgen, que se reservaba para un momento especial. Esas palabras frustraron en parte mis deseos de poseerla esa noche, supongo que porque ese ‘alguien especial’ no debía ser yo... o sí..

Nos fuimos a una discoteca a bailar un rato, al final gracias a la labia de mi prima mayor nos dejaron pasar aun siendo menores, y allí estaban tres mujeres y yo, me sentía el rey del mambo. Al poco tiempo el mundo se me venia abajo, ELLA, estaba sentada en un sofá, besándose con otro chico. Una sensación agridulce, una mezcla de celos y sensatez me invadía. Por un lado quería ser el que la besaba y por otro entendía que no poda ser yo, no ahí, no entonces..

Hora de irnos a casa, eran aproximadamente las 4 de la mañana y la verdad íbamos un poco tocados de alcohol.

En el coche de vuelta, mi hermana se sentó de copiloto y yo y mi prima atrás. Inocentemente recosté mi cabeza sobre su falda sentía como su coño burbujeaba, sentía el tacto fino de la piel de sus muslos bajo mi cara, estaba excitada podía sentirlo, el contacto con aquel chico debió ponerla a cien, porque casi podía saborear su humedad.

Llegamos a casa y sin hacer apenas ruido nos colamos en la habitación, yo hice de mi desnudez algo natural y me quite toda la ropa, ciertamente hacia mucho calor y confieso que me encanta dormir desnudo. Mi prima mayor se aventajo de las otras y también se quedo desnuda, aunque algo regordeta para mi gusto, tenia las tetas muy firmes y grandes. Sorprendentemente también se desnudaron mi niña y mi hermana que pareció sentirse mas aliviada al vernos a todos desnudos.

Nos dispusimos en la cama del mismo modo que lo habiamos hecho horas antes en la siesta.

Así en la oscuridad, se tumbo boca arriba, estaba preciosa. Yo me gire deliberadamente quería que me observara, que me viese desnudo que se excitase viéndome. Me hice el dormido y abría los ojos para verla, de repente se dio la vuelta mostrándome su culo perfecto. Sigilosamente, fui acercándome hasta quedar pegadita a ella, mi polla estaba dura como una piedra, postrada entre sus dos nalgas, no quería apretar pero para mi sorpresa ella culeo un poco hacia mi. Mi polla estaba aplastada entre su culo y mi vientre.

Estaba excitadísimo ella entreabrió un poco sus piernas y note como su mano empezaba a frotarle el coño, en un momento coloco mi rabo recto como un palo entre sus muslos, con la base entre los labios de su coño, empezó a mover ligeramente sus caderas. Se frotaba con mi coño y yo sentía todo su jugo untado en mi polla.

Pase una mano sobre su espalda y le acaricie un pecho. estaba turgente excitado. El pezón duro a punto de estallar, lo acaricie con gusto, con delicadeza, notaba como su respiración se entrecortaba, le encantaba que se lo hiciera así.

Su mano volvió a su sitio, pero esta vez además de acariciarse el clítoris bajaba la mano hasta mi polla. Yo para corresponderle me movía y subía mi polla mojada en su jugo entre sus labios ahora abiertos en flor.

Cogió la punta y se la introdujo dentro de su coño palpitante, una especie de éxtasis prematuro me despego, después de tanta tensión sexual, la deje dentro, quieto mientras ella seguí agitando su clítoris, ahora más rápido. Su respiración paso de ser entrecortada a rápida y sentía como su corazón palpitaba acelerado a través de sus tetas.

En ese momento sentí como todos los músculos de su coño apretaban mi polla como si fuese a partirla en dos. Su flujo era tan intenso que lo notaba escaparse por la base de mi pene.

Con un movimiento igual de rápido que cuando se metió mi polla, la saco, se giro hacia mí y me beso, largo y prolongado. Sabia a agradecimiento a deseo, a éxtasis.

Cogió mi rabo y empezó a agitarlo yo estaba apunto, si me hubiese soplado en la oreja me hubiese corrido igual. Bajo su boca hasta mi polla y se introdujo el capullo dentro. Eso fue fantástico, un hormigueo recorrió mi espalda y descargue toda mi leche dentro. Ella no hizo nada succiono. Y yo con unas ganas inmensas de gritar no grite.

Se incorporo puso su dedo en mis labios sellándolos, no tenia tampoco intención de contárselo a nadie.. Hasta hoy, me beso y pegando de nuevo su espalda contra mí, nos quedamos dormidos. Como dos amantes exhaustos, abatidos.

Mas tarde comprendí porque aquella noche se trago mi semen, no quería dejar huella alguna de lo que allí había pasado. No era la primera vez que lo hacia..

En fin esa fue la historia, nunca me refiero a ella como mi primera relación sexual nunca, me apetece contarlo como si tan solo fuese algo que soñé, bueno que soñamos..

De ella y para ella esta dedicado este relato.

Un saludo lectores / as.