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Mi tia Fernanda... la madre de mi prima... 2

en Amor filial

OK, es difícil tener tiempo para escribir las cosas como se debe, y aprovechando los breves momentos de ocio que tenia fui escribiendo esta experiencia para compartirla con ustedes nuevamente. Como ya se habrán dado cuenta algunos de ustedes, no escribo mis experiencias en un orden especifico. No trato de llevar un "diario" de esas experiencias, solo las escribo según me acuerdo de ellas. Aprovecho para agradecer a Fernando Ríos sus comentarios que me hizo llegar. Este relato es la segunda parte de "MI TIA FERNANDA, LA MADRE DE MI PRIMA". Así que entremos en materia de una vez por todas.

Pues bien, después de haberme cogido a mi tía en el baño aquella noche, estaba dispuesto a cogérmela de nuevo, pero ahora sin prisas y en la cama de mi tío. Como dije en el otro relato, mi tío estaba enfermo desde hacia años, y ya estaba muy mal (según yo) cuando lo vi en ese viaje. Pero el seguía haciéndose el fuerte y seguía tratando de trabajar. Tenía un taller donde maquilaba calcetines, ya un poco descuidado por su enfermedad, pero que trataba de seguir vigilando al menos dos días a la semana. Así que aprovecharía el día que mi tío no estaba para cumplir mis planes.

Como dije en mi relato anterior, mi tía Fernanda trataba de evitarme, pero a la mañana siguiente de habérmela cogido, le di una buena calentada en la cocina, y el resto de ese mismo día, le metía mato cada vez que podía. Ella parecía estar incomoda con eso, pero no protestaba ni hacia nada por evitarlo. Al día siguiente, seria mi oportunidad de quedarme sola con mi tía, ya que mi tío iría al taller y mis primas irían a ver a su abuela (mi tía abuela) que esta un poco enferma y se quedaría a comer con ella; pero como yo ya había ido, estaba disculpado de volver a ir, así que me quedaría a solas con mi tía desde la mañana hasta bien entrada la tarde.

En el desayuno de ese día con toda la familia reunida, mi tío me pregunto que haría. Le respondí que iría a dar una vuelta, y que a lo mejor me llevaba a mi tía conmigo para que me acompañara. Mi tía se me quedo viendo con una cara entre confundida y asustada, mientras miraba también a mi tío. Mi tío dijo que estaba bien, así mi tía no se quedaría sola en la casa. Ella por su parte no dijo nada. Terminamos de desayunar, mi tío salio con mis primas a tomar el camión y el a tomar el taxi, por lo mismo de la enfermedad ya no manejaba.

Mi tía se dedico a tratar de hacer su día normal, levanto la mesa, lavo los platos y en lo que yo estaba en la sala viendo la TV, ella se puso a asear la casa. Yo solo la veía, claramente estaba nerviosa y trataba de ocuparse en cualquier cosa para no estar cerca de mí. Lavo la ropa, trapeo los pisos, acomodo los trastos, limpio los muebles, ordeno la cocina… nunca la vi tan hacendosa como en ese día. Cuando la vi subir a las recamaras con un cesto de ropa (me imagino que para guardarla), es cuando decido que ya es momento de actuar. Eran como las 11:00 de la mañana, más o menos.

Sin apagar la TV de la sala, subo las escaleras sin hacer ruido. Veo en los cuartos para buscarla. Ella estaba en la recamara de mis primas, guardando ropa en la cómoda dando la espalda a la puerta por la que entro yo si hacer ruido. El sonido de la TV de la sala se escuchaba hasta las recamaras, supongo que por eso ella estaba tan tranquila, estaría pensando que yo seguía en la sala.

Termino de guardar algo en la cómoda y se levanto, ya que estaba inclinada sobre los cajones. Vio mi reflejo en el espejo de la cómoda y se da la vuelta rápidamente con una cara de susto. No había terminado de dar la vuelta cuando yo ya la tenía abrazada por la cintura y apretándola contra mí le planto un beso en la boca. La tome completamente por sorpresa, ya que por un segundo no supo que hacer.

La seguía besando metiendo mi lengua en su boca, y a momentos sentía como me correspondía, y a momentos se quedaba quieta como piedra. Yo la tenía sujeta por la cintura, mientras la besaba le acariciaba la espalda y el trasero. Ella usaba una blusa vieja color morado y pantalones de mezclilla. Tenia sus manos sobre mis hombros, y aunque no me abrazaba, tampoco hacia nada por salirse de mi abrazo.

Cuando la miro al rostro estaba muy agitada, respiraba muy hondo y trataba de no mirarme a la cara. Con una mano la tomo del rostro, le levanto la cara y sujetándola de la nuca la vuelvo a besar, y ahora me corresponde plenamente en el beso. Siento como sus brazos van subiendo hasta rodear mi cuello mientras seguimos besándonos. Poco a poco, y si dejar de basarla la voy sacando del cuarto de mis primas y la llevo a su recamara, que estaba enfrente. En cuanto llegamos a la orilla de la cama hago que se siente sobre ella, rápidamente me quito la camisa que llevaba puesta y me recuesto sobre ella besándola en la boca y el cuello. Ella me abrazaba y me correspondía cada besos Le sobe el culo y las tetas sobre su ropa. Mi tía cooperaba hasta entonces. Pero cuando le logre quitar la blusa que llevaba intento parar:

Tía: No… no esperate, no esta bien…

Trataba de empujarme ahora, mientras yo trababa de besarle el cuello y quitarle el sostén. Al fin logre quitárselo, pero trato de sentarse cuando se lo saque. Así que la bese en la boca nuevamente y la hice recostarse de nuevo, con el torso desnudo. Ahora no me correspondía en los besos, solo se quedo quita.

Yo sin hacerle caso en eso, baje por su cuello hasta llegar a sus tetotas, las tenía grandes, muy grandes, algo colgadas claro, pero muy ricas y aún algo firmes. Me dedique a chuparle los pezones, negros y parados, los tenia grandes también, pero súper duros. Trato de empujarme de nuevo, así que tuve que sujetarle las manos con las mías y mantenerlas a sus costados mientras le comía las tetas. Seguía diciendo "No… no… parate". Pero a veces se le escapaba algún gritito cuando le mordía las tetas o le lamía muy fuerte un pezón. Solté sus manos para desabrochar su pantalón. Ya lo había desabrochado y se lo había bajado un poco cuando logro sentarse sobre la cama y trato de levantarse. Me tire sobre ella quedando cara a cara.

Tía: Ya… ya estuvo bien, ya párale

Yo: No te hagas, bien que gusta

Tía: Lo de la otra vez paso, si… pero ya no

Yo: Pero bien que te gusto, y además, ¿Por qué no le dijiste nada a mi tío?

Tía: Porque no y ya

Yo: ¿No te gusta lo que te hago y lo que tú sientes?

Tía: No… no es eso…

Yo: ¿Entonces que?

Tía: No importa, ya no… ya…

No le di tiempo de terminar esa frase, le cerré la boca con un beso y otra vez me correspondía con su lengua.

Yo: ¿Ya vez? Bien que te gusta

Tía: Por favor…

Me inclino para besarle y morderle las orejas… bajando por su cuello y sus hombros y de regreso. Ella seguía tirada en la cama dejándome hacer, pude ver de reojo que ella tenía los ojos cerrados y los puños de sus manos bien cerrados. Regrese a su oreja y mientras la volvía a morder y besar le decía casi en susurro:

Yo: cuenta hasta 30, despacito y en voz alta… si no te gusta lo que te hago y lo que te haga sentir le paramos y ya…

Comencé a bajar por su cuerpo, mientras la iba besando y lamiendo. Baje por su cuello, sus tetas, su vientre, y al llegar a su cadera, le quito los pantalones que llevaba y sus pantaletas al mismo tiempo. Separo sus piernas y comienzo a darle besos y mordidas en la ingle, en una y otra pierna, sin tocar a un su fajina. Poco a poco me iba acercando a su vagina, y al llegar a ella, me pasaba al otro lado de la ingle para seguir con los besos y mordidas. Mi tía estaba callada, pude ver que tenía ambas manos en su cabeza, con los dedos metidos entre su cabello. Seguía con la boca abierta por donde dejaba escapar algún gemido mientras le lamía las piernas.

Yo: Cuenta…

Tía: U… uno, dooosssssss… mmmmmmmm tres, cuatro… haaaaaaaaaa… cin… cinco…

Ya había comenzado a lamerle su concha, tenía una mata de pelos negros tupidos, pero aún así seguí comiendo su concha. Comencé pasando mi lengua de abajo hacía arriba, lentamente, una y otra vez. No me olvide de sus ingles, y también le daba besos y mordidas en sus costados como al comienzo. Con una mano separe los labios vaginales y metiendo mi lengua en ella comiendo a moverla como si fuera una serpiente, subiendo y bajando rápida, muy rápidamente. Luego coloque mi boca completamente pegada a su concha, metiéndole mi lengua lo más profundo que podía, para lamerla desde adentro.

Para entonces yo ya no sabía cuando había dejado de contar, no le puse atención a eso, creo que no paso de 15. Me di cuenta de aquello cuando de un salto puso sus piernas sobre mis hombros y tomo con sus manos mi cabeza empujándola contra su concha. Ahora podía escucharla claramente gimiendo y dando grititos ahogados.

Fue entonces que comprendí que mi tía era de las que hacía mucho ruido cuando se las cogían. Recordando lo que paso la otra noche en el baño y como entonces tuvo que tragarse sus gemidos y gritos, lo que al parecer le costaba mucho trabajo. Pero ahora podía escucharla gemir a todo lo que daba, y era delicioso tenerla así.

Sigo lamiéndole la concha mas intensamente, con una mano le tome de una de sus tetas, la cual apretaba y jalaba muy fuerte haciéndola gritar más alto. Con mi otra mano le metí dos dedos por la concha al tiempo que seguía lamiéndola rápidamente. Note que mi tía estaba gritando más fuerte, así que le meto tres dedos llenándole la concha con ellos mientras le lamo por fuera jugando con su clítoris que encontré rojo e hinchado. Siento que sus manos se cierran sobre mi cabeza jalándome de los cabellos pero empujando hacia abajo, para clavarse más mí lengua y mis dedos dentro, la oigo dar un grito y sentir como se viene mojándose la concha.

Cuando me suelta de la cabeza, aprovecho para quitarme el pantalón, la ropa interior, calcetines y zapatos lo más rápido que pude. Inmediatamente me tiro sobre mi tía, que seguía acostaba boca arriba con los ojos cerrados y abierta de piernas. Me coloco sobre ella, la beso en la boca apasionadamente, y mientras me corresponde en el beso, sin aviso y sin palabra, le calvo mi verga, que ya estaba bien parada y dura. Se la clavo toda completa, hasta el fondo, solo siento como intenta gemir o gritar, pero no puede porque sigo besándola con mi lengua en el fondo de su garganta. Solo siento como me abraza con sus piernas envolviendo mis caderas con ellas y siento tus dedos arañando mi espalda.

La follo con mucha fuerza, la cama esta rechinado al ritmo de las envestidas que le doy a mi tía, la cual esta prácticamente gritando al compás de mi verga al clavársela una y otra vez. Mí tía gemía y gritaba mientras la escuchaba decir: "S ssssiiiii… Así… Aaaasiiiii… haaaaaaaaaaaaaa… mmmmmmmmmmmmm… si, siiiiii… sigue… si, asi…"

Yo: Que bien coges… cabrona. ¿Te gusta?

Tía: Haaaaaaaaaa… sssiiiiiiiiiiiiii… sssiiiii

Mi tía apenas y podía hablar, casi todo lo que le salía de la boca eran gritos o gemidos, difícilmente palabras. Yo estaba disfrutando aquello como loco, mientras me la cogía, mi tía apretaba los músculos de su vagina haciendo más rica cada envestida que le daba.

Yo: Ahora bien que lo disfrutas ¿verdad cabrona? Pero antes ni querías…

Tía: mmmmmmmmmmmmm… haaaaaaaaaaaaaaaaaaa… sigue… sigue… así… así

Consigo girar sobre la cama, ahora yo termino recostado sobre la cama y mi tía esta sentada sobre mí clavándose mi verga ella sola, al comenzar a cabalgarme. La tomo de la cintura para hacerle llevar más rápido el ritmo. Mientras hago que suba y baja el ritmo que le marco, ella comienza a mover sus caderas a los lados, como si estuviera bailando. Eso era lo más delicioso que había sentido yo hasta entonces. Mi tía seguía apretando los músculos de su vagina mientras me la cogía, y con ese movimiento de cadera mi verga tocaba toda su cueva por dentro. Mi tía no dejaba de gemir y gritar como loca, se notaba que lo gozaba tanto como yo. Se llevo sus manos a la cabeza de nuevo, sujetándose el cabello. Cuando hizo esto, tuve la mejor vista de sus tetas, que se levantaron y se veían majestuosas, grandes, paradas, erguidas y altivas, con sus pezones, duros, parados y negros. Le tomo de su par de tetas apretándoselas y jalándolas, ahora es con sus tetas que controlo la velocidad con la que me la cojo. Me incorporo logrando sentarme, sus tetas quedan al alcance de mi boca y sin perder tiempo las hago mías a besos, mordidas y lamidas. Mi tía Fernanda me abraza por el cuello y echa su cabeza hacia atrás. La tomo del culo y la jalo hacia mí para seguir cogiendomela fuerte y duro. En esa posición logro meterle un dedo por el ano. Ella no me dice nada, no se si porque no podía dejar de gritar o porque le gustaba. Pero le metí mi dedo hasta el fondo y ella seguía sin protestar. A los pocos minutos de eso mi tía esta viniéndose otra vez como loca, no dejaba de gritar y parecía que el alma se la iba en cada grito, me clavo las uñas en la espalda y me cabalgo más intensamente mientras se venia. Yo también estaba por terminar, pero trate de controlarme, deje de moverme dejando que ella hiciera todo el trabajo, me aguante todo lo que pude, pero si me vine un poco dentro de ella.

Yo aún tenía la verga dura, y me faltaba conocer su culo. Así que la hago girar sobre la cama nuevamente, dejándola a ella abajo boca arriba. Le saco mí verga de su concha, le hago dar la vuelta quedando ella boca abajo. Le beso la nuca y la espalda bajando por ella hasta su culo. Ella seguía respirando agitada y profundamente, mientras yo comenzaba a lamerle el culo, la entrada de su ano. Le recorría el borde de su esfínter con mi lengua, y luego la lamía tratando de meterle mi lengua por su agujero trasero. Ella seguía boca abajo sin protestar, eso me sorprendió mucho, pero no lo suficiente como para distraerme. La tomo de la cederá y hago que se levante, quedando de "perrita", en cuatro patas. Mi verga seguía dura, así que sin perder tiempo la coloco en la entrada de su cola y hago presión jalándola hacia mí para metérsela. Le pude meter la mitad de mi verga sin ningún problema, y sin ninguna protesta de su parte, solo la escuchaba respirar muy hondo en suspiros y gemidos. Cuando termine de metérsela por el culo, tomándola de la cadera comienzo a bombeármela, sacando y metiendo mi verga de su ano. Mi tía se limitaba a gemir y suspirar más fuerte a medida que yo me la bombeaba más y más. Estaba claro que no era la primera vez que se la cogían por el culo.

Yo: Ya te han cogido por el culo antes ¿verdad cabrona?

Tía: mmmmmmmmmmmmmm… aha…

Yo: ¿Así? ¿Y quien te ha estado enculando? ¿Heeee?

Tía: Tu… tu tío… Ju… Juan… haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa…

Así es como se llama mi tío, esposo de mi tía. Para mis adentros estaba pensando: "¿Quien los viera? Tan tranquilo que se veía mi tío, y tan modosita que parecía ser mi tía, y bien que se la culeaba a cada rato." Pero eso a mi no me importaba, ahora era yo quien se la estaba culeando y lo estaba disfrutando.

Seguía cogiendomela por el culo, ahora le tomaba las tetas con mis manos y se las apretaba jalándole los pezones y escuchándola gemir y gritar desesperadamente. Yo ya estaba por venirme, no iba a aguantar mucho, así que comienzo a bombearla más rápido y fuerte, dejo una mano en sus tetas jalándole el pezón, y con la otra le meto tres dedos por la concha o conseguía apretarle el clítoris con los dedos. Todo mientras ella seguía en cuatro patas y yo cogiendomela desde atrás.

De pronto siento como la cola de mi tía comienza a contraerse apretándome más y más la verga, y ella lanzaba gritos que de seguro se escuchaban hasta en planta baja. Ella se estaba viendo de nuevo, y con los apretones que su cola le daba a mi verga no tarde mucho en venirme también. Le llene la cola de leche, ahora si me viene sin resistirme. Me salí de su culo y me recosté en la cama, tome de la mano a mi tía y la jale para que acostara junto a mí. La abrace y le di un beso en la boca.

Nos quedamos un rato acostados sin hablar, estábamos cansados los dos y muy sudados. Mi tía se levanta, se pone su playera morada y me dice que tiene se, que si quiero algo de tomar. Le digo que si, pero que bajaría con ella a la cocina, me pongo mi pantalón y bajamos juntos a la cocina. Yo solo con el pantalón, y ella solo con su playera morada.

En la cocina nos servimos un poco de jugo cada uno y nos fuimos a la sala, donde la TV seguía encendida, nos sentamos en el sillón frente al TV. Ella se recostó apoyando su cabeza en mis piernas y yo la abrace. Se quedo dormida un rato mientras yo veía la TV y recordaba lo que había pasado hace unos minutos en su recamara.

Mi tía Fernanda, despertó como a la media hora, me miro y me pregunto que hora era. Eran como las 12:30, le dije y me pregunto si quería mas jugo, le dije que si y se levanto con los vasos para ir la cocina y servirnos más.

En la cocina, vi que se paraba de puntas y se estiraba para intentar alcanzar algo de una lacena. Me acerque para ayudarle y me dijo que quería servilletas, pero que no las alcanzaba. Cuando llego a donde esta, sigue estirándose, y veo como se levanta su playera por atrás dejando ver parte de su culo. Ella no llevaba nada abajo, solo se había puesto la playera y nada más.

Esa escena me caliente un poco, me acerca a ella desde atrás, meto mis manos bajo su playera y me voy directo a sus tetas. Ella se queda quieta aún con su mano estirada hacia las servilletas, y con la otra apoyada sobre la barra de la cocina. Llevo mi boca hasta su oreja y comienzo a morderla y besarla yendo y viniendo por su cuello. Ella voltea mirarme y nos besamos. Con ella aun dándome la espalda, la voy guiando hasta llegar la mesa de la cocina, hago que se incline sobre la mesa boca abajo. Mi tía es de estatura bajita, así que tuvo que pararse de puntas para poder recostarse sobre la mesa. Tenía su culo parado y listo para lo que yo quisiera, levanta un poco su playera, sin quitársela. Entonces le meto los dos dedos de en medio de mi mano derecha en su raja para masturbarla. Ella respondió de inmediato con gemidos y suspiros profundos. Mi otra mano se abrió camino hasta sus tetas bajo la playera, para apretarle el pezón. Entonces sin sacarle los dedos de la raja, le meto el dedo gordo de mi mano derecha por el ano. Soltó un grito fuerte y largo, arqueo la espalda y levanto la cara hacia el techo. Pero yo seguía jugando con mis dedos en su interior, me la estaba deseando por la raja y el ano al mismo tiempo. Y a ella le encantaba por los gritos que daba. Saco mi mano de su raya y ano, me desabrocho el pantalón y mi verga estaba parada y lista para todo. Se la dejo ir de nuevo por la cola, entrándole sin problema alguno. Le había dejado el hoyo grande por mi dedo, y me la cogi por el culo otra vez. Le metí nuevamente tres dedos por su raja llegándole por delante, ella seguía boca abajo sobre la mesa, parada de puntas y mi otra mano seguía atormentando su pezón. Así estuvimos un rato, de las envestidas tan fuerte que le daba por el culo, la mesa se recorrió de donde estaba, y en la cocina se escuchaba el eco de los gemidos y gritos de mi tía, junto con los golpes de sus nalgas con mi pelvis.

Después le saque la verga del culo, le lleve hasta la sala, me recosté en el sillón donde me dormía y le dije que hiciéramos un 69. Le quite la playera y ella se puso sobre mí y comenzó a mamarme la verga mientras yo me comía su concha y le metía un dedo por el culo. Mi tía Fer es muy buena dando mamadas, me puso la verga más dura de lo que la tenía. Cambiamos de posición, hago que se ponga en cuatro otra vez, ahora sobre el sillón y ella mirando hacia el respaldo, me para tras de ella y me la cojo por la raja. Me la bombeo tan fuerte, que casi volteamos el sillón. Mi tía gemía y gritaba como poseída. Aparaba mi verga en su vagina y eso me encantaba. No me resistí a las ganas y comienzo a darle palmadas en su culote. A cada nalgada que le daba ella soltaba un grito más fuerte y me apretaba más la verga en su concha. Me vine dentro de ella, poco después de que ella se viniera en un largo grito de placer. Me recosté en el sillón y ella se costo sobre mi, estábamos agotados y muy sudados. El sudor nos escurría por la cara y el cuerpo entero lo teníamos bañado en sudor.

Nos metimos a bañar los dos juntos. Le enjabone el cuerpo, logrando acaríciale toda completa. Al salir del baño y estar secándonos, ella comienza a besarme, primero en la boca y luego va bajando por mi pecho, mi estomago hasta llegar a mi verga, donde se arrodilla sobre la toalla y se dedica a darme una mamada belicosa. Parecía que al fin mi tía estaba dispuesta a todo, ahora era ella quien había tomado la iniciativa y yo la dejaba hacer. Le costo trabajo, pero me puso la verga dura de nueva. Se levanta del piso y sin decirme nada se coloca frente al lava manos, se inclina sobre el y se queda quieta. Yo sabía lo que querías, así que sin hacerla esperar me coloco tras de ella y le clavo mi verga hasta lo más profundo de su concha. Ahora iba alternando, de so raja me pasaba a su culo, y de su culo a su raja. Así estuvimos un rato, como recordando la primera vez que me la había cogido en el baño. Y tal como en esa primera vez, mi tía trataba de tragarse sus gemidos y gritos. Ella se vino nuevamente tratando de dar un grito que le ahogue tapándole la boca con mi mano, yo también me viene, pero sinceramente, no como antes, estaba cansado y no soy superman, para aguantar tanto. Pero si me vine y lo disfrute demasiado.

Nos subimos a vestir a la recamara de mi tía. Le ayude a quitar la colcha de la cama, la metimos a la lavadora, pusimos en su lugar la mesa de la cocina, y limpiamos un poco el sofá de la sala. Sacamos la colcha, le dio una planchada rápida y la pusimos de nuevo en la cama. Ya eran como las 3:00 de la tarde. Así que para no levantar sospechas invite a mi tía a salir a dar el paseo que le había dicho a mi tío. Fuimos a una plaza comercial, compre algunas cosas para aparentar mejor, invite a mi tía a comer y regresamos a casa. Lo raro de todo esto, es que después de habérmela cogido todo esa mañana, durante la salida al centro comercial no tocamos el tema para nada, y ella actuaba de lo más normal. Cuando regresamos a la casa como a las 6:00 ya todos habían llegado. Nos preguntaron como nos fue y todo normal.

Esa noche, cuando ella bajo al baño, me levante y me puse de pie, ella paso junto a mí, y me beso en la boca, y hablamos por unos segundos:

Yo: ¿Estas bien?

Tía: Si, no te preocupes. Al final lo disfrute mucho.

Yo: Que bueno, yo también.

Tía: Lo bueno es que vivimos muy lejos, así que esto no será algo que se convierte en un problema.

Yo: Quieres repetirlo entonces.

Tía: Si, pero cuando se pueda y que nadie, nadie se entere. Somos familia ante los demás, solo cando estemos solitos… seremos… algo más. ¿OK?

Yo: OK, tratare de venir de visita mas seguido.

Cuando decía lo último, no solo pensaba en mi tía, sino también en mi primita. Nos dimos un beso en la boca y ella regreso a dormir, Yo me regrese a mi ciudad tres días después de eso, y en este tiempo ya no pasa nada más con mi tía. Pero si con mi prima. Un día antes de irme, le dije que quería esta con ella. Ella se salio de la escuela después de sus primeras clases, pase por ella y nos fuimos a un hotel donde me la pude coger muy rico como despedida.

Y bueno, así fue como pasaron las cosas durante ese viaje a la casa y ciudad de mi familia, a mi tía me la pude coger unas cuantas veces más. No muchas, porque vivimos lejos y no es tan sencillo que yo valla a verlos cada mes, o que ellos venga frecuentemente. Hace como 10 meses que no veo ni a mi tía ni a mi prima. Pero cuando las vea espero que se puedan dar más cosas con ellas, aun cuando el único que sepa que me cojo a las dos, sea yo mismo.