miprimita.com

Aventuras Eróticas del Sonic Clan: Knuckles (4)

en Hetero: General

Por fin, amaneció y el Sonic Team se dispuso a echar el día y liberar la consabida Isla de los Diamantes. Así, con un Sonic resacoso por la borrachera de anoche y un Knuckles pajizo por los tres polvos del día anterior, a Tails le tocó poner el vehículo a utilizar para el desplazamiento, y encima, equiparlo y hacerlo todo él.

- A ver si me echáis una mano, gandules…

- Vamos señorito, siempre con la queja… con que vuele, va que chuta.

- Pues vámonos ya.

Tails puso en marcha su nave y emprendieron rumbo a la isla. Llegaron a ella por el lado opuesto a la Central, pues ese sitio carecía de vigilancia. Arribaron tierra y se internaron por un espeso bosque que les conduciría sin ser vistos hasta la Central, tal y como habían previsto. Todo era muy fácil hasta ahora, pero lo que no estaba aparentemente previsto es que Knuckles se perdiera por aquél bosque. Sonic y Tails no se dieron cuenta hasta bien pasado un rato, y entretanto, Knuckles estaba cogiendo una ruta plagada de ramas, zarzas y lentiscos que le estaba poniendo la cara y las manos más ralladas que un LP de los setenta. Realmente se estaba poniendo furioso con aquello, hasta que por fin, tras un buen rato de marcha penosa halló un claro que fue por donde salió.

- Buf, malditos árboles… esto parece el Amazonas. Bien, creo que sigo por aquí encontraré la Central muy pronto.

De pronto, notó que algo se acercaba, e inmediatamente Knuckles se escondió en el follaje. Pensando que se trataba de un robot, se sorprendió cuando pudo ver que de quien se trataba era de Rouge, agente y espía del gobierno con la que ya tuvo "química" alguna vez, y que iba muy contenta llevando un saco a sus espaldas. "¿Qué demonios hará por aquí?" pensó Knuckles "bueno, se lo preguntaré"

Con mucho sigilo, se fue detrás de ella y le gritó

- ¡Arriba las manos!

Rouge soltó el saco y dio un brinco para arriba del susto.

- ¡AAH! … ¡OH! ¡KNUCKLES! ¡MALDITO IRRESPONSABLE! ¡VAYA SUSTO ME HAS DADO!

- Jiji, calma, Rouge, vine con Sonic y Tails para liberar la isla, solo que me he perdid… estoo…voy en retaguardia.

-¡Ah! Que bien… bueno, pues mucha suerte, adiós…

- ¡Hey, espera! ¿A qué tanta prisa? ¿Qué estas haciendo aquí? ¿Algún encomiendo del gobierno?

- Pues… pues sí… bueno, de… de observadora… ya sabes… la isla debe ser liberada… bueno, ya nos veremos.

- ¿Y ese saco?

-¿Qué? ¡Ah! Ése saco… nada, cosas mías…

-Juraría que eso que asoman son diamantes.

Rouge empezaba a sentirse incómoda, pero para evitar más complicaciones, lo confesó.

- Bueno, sí, son diamantes procedentes de las minas de esta isla. ¿Qué pasa? Me encantan los diamantes, y gracias al caos que reina en la isla sabía que no me iba a ser difícil conseguir algunos aquí.

- Pues eso es delito, ¡Esto es muy serio, Rouge! No puedes aprovecharte de la situación…

- Tú no dirás nada.

- ¿Cómo que no? Esto llegará a la prensa, ¡Una agente del gobierno, acusada de robo a una mina de diamantes!

- Eso no tiene gracia.

- Preciosa, como héroe del bien que soy, es mi deber denunciarte.

- Te digo que no dirás nada. Creo que te conozco y hablas como si quisieras sacar tajada ¿Qué quieres, la mitad de todo?- dijo Rouge, cogiéndole del brazo.

- Es cierto, quiero algo a cambio, pero no me interesan los diamantes… oye… ¿Cuándo… fue la última vez… que… tú y yo…?- le respondió, dándole un repaso con la vista a los pechos de la murciélago, con todo el descaro.

-¡Deja de mirarme el escote! Vas listo si piensas que yo...

-Lo pienso y lo vas a hacer… está en juego tu reputación. Vamos, nena… puedes empezar chupándomela…

Rouge le dedicó una mirada asesina .Se sentía impotente. Knuckles la animaba.

- Que sabe a yogurt… o si no, mira que me chivo…

Rouge, con mucha rabia, refunfuñó e inclinándose empezó a mamársela.

- Maldbito chambtajifta… Mgomo digaf abgo de efto, te codto laf belotaf…

-No hables con la boca llena, encanto… oh…OHH… OOOH, ASIII, SIGUEEEEH…

La verdad es que para hacerlo de mala gana, Rouge se la estaba mamando como una auténtica profesional del sector, metiéndose el miembro hasta la campanilla y jugueteando con la lengua alrededor del capullo, tal vez para asegurarse de que Knuckles no dijera nada, el caso es que el equidna estaba flipando, y no iba a tardar en correrse.

-¡¡¡AAAAH, VOY A CORRERME EN TU ZORRA CARAAAAAAAAAHHH…!!!!!

-aah, ¡CON CUIDADO, QUE ME HAS METIDO LEFA EN EL OJO!

-Perdona cielo. Ahora me toca a mi…

Entretanto, Tails por fin se daba cuenta de que Knuckles no estaba con ellos.

-¡Knuckles no está aquí! Ha debido perderse y quedarse rezagado!

-Sí, eso es, Tails…

-Tenemos que ir a buscarle.

-No iremos a ninguna parte… he procurado que se perdiera.

Tails le miró sorprendido.

-¿Por qué?

-Verás… Desde aquella vez que cogí a Amy, allá por el relato de ATANAK, no he vuelto a follar, tampoco he tenido tiempo de endiñarle otro casquete, el caso es que no aguanto más, tengo los huevos a reventar-dijo, acercándosele- ¿te acuerdas que una vez, en el relato de MURAMASA , tú y yo…?

Sonic empezó a acariciarle la cara a su amigo, se puso detrás del zorro y empezó a abrazarle. Éste estaba pálido.

-¿Q…quéeee? ¡A…ah, no! ¡Ya estamos otra vez! Yo…¡Yo no vuelvo a repetir esa experiencia! ¡Además, yo no soy bisexual como tú, sólo "hetero"…! ¡S…Sonic, PARA YA…!¡Que tuve que desmentir en rueda de prensa aquéllos falsos rumores de que nos la pegábamos tú y yo con Chris (los relatos de CHIBIGOHAN) ! ¡VALE YA, PERVERTIDO! ¡Nnn… no, suélta… suéltame! ¡Que aquella vez me dolió mucho!

¡¡SSS…SOOONIIIC!!...

- Te prometí que la próxima vez te dolería menos… Oooh, Tails, eso es, resístete, que me pones cachondo…

Un grito de Tails se perdió en el silencio del bosque. Mientras, Knuckles había desnudado a Rouge, que finalmente se le subió el calentón, e iba a proceder a penetrarla.

- Con cuidado, con CUIDADOOOOOOUUUUGH.

- No importa, ya está. ¿Me echabas de menos?

- Eso depende de cómo te portes…

- Pues allá vo…¿hm?

-¿Qué pasa?

-Juraría haber escuchado un ruidito por estos árboles…

- No eches cuenta, alguna ardillita.

- Sí, será eso. ¡Allá voy!

Las primeras estocadas fueron suaves y lentas, pero a medida que ensanchaba el agujero se iban volviendo cada vez más deprisa. Poco a poco, Rouge comenzó a suspirar cada vez con más intensidad, y luego a gemir a medida que Knuckles se desplazaba dentro de la lubricada vulva de la murciélago. En un alarde de fuerza y soberbia, Knuckles aupó a su compañera en sus brazos y continuó follándosela a pulso. Para entonces, las estocadas eran terribles, pero Rouge las aguantaba como si nada, sólo gemía de placer, un placer no total. Eso no acababa de gustarle a Knuckles, que al igual que las anteriores quería verla extasiada, por lo que cuando el cuerpo de Rouge empezaba a pesarle en sus brazos, sin sacársela la volvió a tumbar, la puso las manos en la cadera y comenzó un ritmo más frenético, espoleado por esporádicas conversaciones.

- TOMA, TOMA Y TOMA MALDITA VICIOSA, ESTO SÍ QUE ES UN DIAMANTE EN BRUTO.

- OOH SI, DÁMELO TODO, TODO PARA MIIIIIIIIIH…

"Nada, que no" pensaba el equidna. Siguió en esa postura bombeando lo más duramente que podía, confiando en que a Rouge tarde o temprano le llegaría el doloroso placer, y así esperando fue como a Knuckles le llegó su segunda corrida, inundándole todo el coño a su amante.

- Suerte que conmigo llevo píldoras del "día después"…- decía Rouge.

Pero Knuckles, que empezaba a sentir el cansancio, no se daba por vencido. Colocó a Rouge a cuatro patas y se situó detrás.

" Vas a ver…" pensaba, metiéndole la polla por el culo.

- AAAAH… Que bueno…- decía Rouge, casi como de compromiso. Knuckles se estaba enojando.

- Te vas a enterar. Hasta ahora has aguantado bien…

Dicho esto, comenzó el vaivén con la misma energía y rapidez que antes, procurando meterla hasta el fondo pero no conseguía darle sino un limitado placer a la murciélago, que sin embargo se corría cada dos por tres de gusto, y encima animaba a Knuckles.

- AAAH AH AH MÁS RAPIDO SI SI SI GUE ASI ASI AH AH…MAS RAPIDO…

Knuckles, furioso y sudoroso, apretó los dientes y fue aumentando la rapidez, no estaba consiguiendo su objetivo, pero a pesar de estar cansado pudo mantener el ritmo hasta que se corrió por tercera vez, inundándole el culo a su amante, con menor proporción que la corrida anterior, y cayendo rendido en la hierba. Estaba extenuado, y para colmo, Rouge estaba insatisfecha.

-¿Ya? ¿No vas a seguir? Estaba a punto de correrme otra vez…

- Joder, pero, ¿cómo puedes aguantar el ritmo que te he marcado? Y no he conseguido excitarte al cien por cien. Estoy destrozado.

- Ja, has de saber que en asuntos de aguantar el tirón es un punto que tengo ganado…

- ¿Punto? ¿Has dicho punto?

- S… si, punto… ¿qué pasa?

- Jeje ¡Claro!…- dijo, colocándose enfrente a la vagina de Rouge.

- ¿Qué pretendes?

- Usar mi lengua.

- ¿Tu lengua?

- Te llegaré hasta el Punto G…

-¡¡Bah!! Yo no creo en el Punto G…

Knuckles limpió de semen aquella vulva y metió la lengua alargándola lo más que pudo, y como un auténtico experto, enseguida le encontró ese sitio tan íntimo que tienen las mujeres, entonces sólo así Rouge comenzó a gemir verdaderamente de placer.

-¡¡¡¡¡AAAAAAAAH QUE SIII QUE SI CREO, QUE SI CREOOOOOAAAAAAAH AAAAAAH SIIIIII SIIIIIIIII ESO EEEEEEES!!!!!

Knuckles siguió un poco más, golpeándole y pasándole la lengua fuertemente lo que provocó que Rouge le cruzara las piernas sobre la espalda, se retorciera y le hiciera saltar dos ríos de lágrimas de los ojos.

- ¡¡¡AAAAH AAAAH BASTA BASTAAAA NO PUEDO MAAAAS!!!

Knuckles sólo decía "slurpchurrrpchup". Por fin, lo había conseguido. Rouge se estaba poniendo roja de tanto jadear y rogaba a Knuckles que parara, pero pasó un rato hasta que suspiró aliviadamente cuando Knuckles sacó su lengua de la vagina y se tumbaba mirando al cielo.

- UFFF ESTOY MOLIDO…

- Guauuu… esto último ha sido bestial. Nadie me había hecho esto antes, no sabia que yo era tan sensible en esto. Muchas gracias, Knuckles.

- De nada, chata. A mandar…

En recompensa, Rouge decidió quedarse para ayudar al Sonic Team en la misión, y lo primero que debían hacer era buscar a los otros dos. Rouge iba volando a unos tres metros del suelo y diez o quince por delante de Knuckles. Poco después, Rouge se fue adonde estaba Knuckles, reprimiendo a duras penas una risa.

- Ji ji, tus amigos están ahí delante. Ven, acércate con sigilo…

- ¿Con sigilo? ¿Por qué?

- ¡Chssst! mira…

Sonic y Tails habían escuchado ese "chssst" de Rouge, pero no pudieron reaccionar. Rouge y Knuckles los habían pillado in fraganti. Ahí estaba el erizo azul, inmóvil y mirando a los dos intrusos, con cara de decir "¿Que pasa, estoy haciendo algo malo?", montando al pobre y penetrado Tails, que sentía en su cara por qué en el color rojo entra en la denominación de colores cálidos. Pasaron unos segundos así, inmóviles los cuatro, mirándose unos a otros. Luego, Rouge y Knuckles explotaron a reír.

 

(HALE, QUE CONTINUARÁ)