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Incredulidad

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INCREDULIDAD

No podía creerlo cuando ella, con desparpajo, se desnudó frente a él.

No podía creerlo cuando ella le invitó a tomar con sus manos aquellos senos descomunales.

No podía creerlo cuando ella le desabrochó el pantalón, sacó su miembro y se lo metió en la boca.

No podía creerlo cuando ambos se tumbaron en la cama y él deslizó su cabeza entre las piernas de ella.

No podía creerlo cuando ella le apartó y se subió sobre él, cabalgándole con furia.

En realidad, quien no podía creerlo era su padre, cuando entró en la habitación y le descubrió en brazos de su madre.