miprimita.com

Mi Historia

en Jovencit@s

Mi nombre es Mariana, y en este momento tengo 24 años. Mi familia esta constituida por mi mamá, mi papá y mi hermano. Ahí va mi historia.

Esta es la primera vez que cuento un relato. Pero luego de haber leído varios me decidí a hacerlo. La verdad es que siempre he sido bastante caliente y me ha gustado tocarme y tocar.

Ya desde los 10 años he comenzado a sentirme atraída por el sexo. Mis juegos empezaron con mi amiga luz, con la cual estamos muy unidas. Ella siempre se quedaba a dormir en casa o yo en la de ella, y como nuestros padres trabajaban continuamente preferían que sea así, antes que estemos solas.

Yo a los 10 años ya estaba bien formada. Mis tetitas creciendo, mi colita redondita y paradita, mi conchita jugosa y con los pelitos que comenzaban a asomarse. Mi amiga era más menudita y su cuerpo de niña no dejaba mucho a la imaginación, pero para ese entonces se estaba poniendo igual o más caliente que yo.

Íbamos a un colegio mixto, por lo que comenzamos a sentir una picazón en la pancita al ver a esos hombres que iban creciendo. Una noche nos quedamos hablando en mi recamara y ella me pregunto que soñaba cuando estaba cerca de un chico, a lo que yo respondí que no sabía por qué, pero que mi conchita se ponía jugosa y me entraban unas ganas de tocarme la cereza que teníamos ahí abajo.

Ella de repente comenzó a tocarse por debajo de las sabanas, y no perdí la oportunidad de hacerlo también. Fue riquísimo sentir la mano en mi clítoris, deslizándose y meneándose a cada pasada. Mire a mi amiga y le pedí que me tocara ella y ella sin más lo hizo, y yo comencé a tocar su conchita.

Esa fue nuestra primera vez y no paso más de ahí, pero yo quede con una calentura que me llevaba. Fue riquísimo sentir los dedos de mi amiga. Esa noche me quede con mucha calentura, y mi amiga también, pero preferimos no continuar por causa de mis padres, que podían despertar y descubrirnos.

Al otro día remoleamos para no ir al colegio, y gracias a mi madre pudimos faltar. Mi hermano al ver nuestra actitud también pidió faltar y así lo complacieron. Mi amiga y yo decidimos esperar a que mis padres se fueran.

Al sentir el portazo, nos levantamos de la cama, fuimos a la cocina y buscamos algo para desayunar. Juego va, juego viene, nos pusimos a hablar de lo que había ocurrido en la noche y decidimos seguir con lo que habíamos empezado.

Comenzamos a jugar, la calentura subía y nuestras conchitas se mojaban constantemente. Decidimos dejar la puerta entreabierta, para que mi hermano, de 12 años, nos viera y se unirá a la fiesta.

Yo comencé a tocar la conchita de mi amiga y metí un dedito a lo que ella respondió con un gemido, luego de tocarla y chupar sus tetas ella acabo, sin más preámbulo. Al tranquilizarse me dijo que era mi turno. Me pido que me ponga en cuatro patas en la cama, y al hacerlo, comezo a pasarme la lengua con mi clítoris y mi ano. Yo estaba que explotaba, y comencé a pedir que me metiera los dedos, lo cual hizo no solo por mi almeja, sino también por mi ano. Mmmmmmm, que rico se sentía. La calentura fue bajando, y los líquidos se corrieron en la cara de mi amiga, que se trago todo, sin decir nada.

Cuando nos dimos cuenta mi hermano, estaba mirando desde la puerta, empalmado, y yo lo único que le dije era que se fuera, que no tenía nada que hacer ahí. Jajaja, nos reímos con mi amiga, pero al mismo tiempo nos entristecimos ya que ella se iría esa tarde.

Mi amiga se fue y mi hermano vino a mi recamara, faltaban 4 horas para que vengan mis padres y cualquier cosa podía pasar. El me pregunto que me llevaba a hacer eso con Luz, y le respondí que era lo caliente que estaba, que al faltarme una pija caliente que me penetrará, necesitaba jugar con mi amiga. El se sonrojo y comenzó a acomodarse su bulto en la entrepierna. La conversación iba cada vez más caliente y yo encima, de maldita, me saque mi camisón quedándome completamente desnuda frente a él.

Su palo se paro y ya no pudo disimularlo, me tire en la cama, me abr de piernas y comencé a rozar mi clítoris, el estaba inmóvil, no sabía que hacer, pero yo si, quería su pija adentro. Luego me levante y me dirigí hacia él. Le baje sus pantalones, a lo que él al principio se contuvo un poco, pero después accedió. Era la primera vez que veía una pija tan de cerca. Comencé a besarla en la punta, la mame, como nunca y luego de un rato de sube y baje, me trague toda la leche que mi hermano me regalo. Ese fue un momento extraño, descubrí que era adicta a la leche, y que la quería toda para mi, por lo que eso fue solo el principio de un sin fin de búsquedas, en la que desee la leche de muchos.

Continuará.

Si quieren escribirme o chatear en línea, háganlo a

historiasintimas@hotmail.com