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Mi Historia (4)

en Jovencit@s

Holitas a todos. Cómo va?

Bueno, gracias por todos sus mail, y por chatear conmigo. Acá les mando mi cuarto relato. Espero que les guste y que lo disfruten a full.

Las historias con mi profe, las seguiré contando en otra oportunidad, así mantenemos material para más relatos.

Un día volviendo del colegio con Luz, en el tren, nos agobiaba el calor. Siempre volvíamos en hora pico, por lo que el calor con agobiaba. Estábamos bastante calentitas, por lo que decidimos ponernos a jugar. Apoyábamos nuestras colitas en cuanta bragueta había. En una de esas pasadas, siento una pija que se apoya en mi colita. Este empieza a empujar contra mi ano, pero debido al hilo de la less, no pudo penetrarme. Decidí, que si quería jugar, lo haríamos. Apreté bien mis nalgas, y comencé a moverme al ritmo del tren. El comenzó a tirar mi pelo, me arañaba, y yo me calentaba cada vez más. Hasta que de repente siento que mi colita, se lleno de leche. Afloje mis nalgas y solté su palo. Hasta ahí nada anormal. Lo mejor pasó, cuando baje del tren.

Sentí que alguien me agarro del brazo. Al darme vuelta era un chico, de nomás de unos 20 años. Me agradeció por lo del tren y me invito a su casa. Yo traía una calentura bárbara, por lo que decidí mandarme. Le dije a Luz que luego iría, a lo que ella asintió con la cabeza. Me fui con ese hombre, caminamos 4 o 5 cuadras desde la estación y entramos a una casa.

Este se abalanzó sobre mi, me beso largamente, pero yo lo detuve, primero quería bañarme. Salí del baño envuelta en una toalla, que antes me había dado. Él al verme se tiro sobre mi, saco la toalla que me cubría, me tiro al piso, y me arrojo sobre una alfombra.

Allí me beso largamente, su lengua busco la mía, me lamió las orejas, me jadeaba, se deslizó por mi cuello, busco mis pechos, mordisqueó los pezones. Su lengua pasaba por mis tetas, intensamente, como si intentaría devorarlas. Mientras me comía una, con la mano me amasaba la otra. Yo estaba totalmente al palo, quería violencia, que me muerda las tetas, que me las comiera todas. Luego agarro mis tetas, las junto y paso la lengua por mis pezones, eso me hizo calentar profundamente.

De ahí paso a mi pancita. La mordió, la rasguño, sin dejar de tocarme los pechos. Mi vagina estaba ardiendo, quería su palo adentro, se lo pedía, pero el parecía no escucharme. Bajo hasta mi clítoris, lo olio, paso su lengua suavemente. Eso me estaba volviendo loca, quería que me la meta, pero no, solo me lamió dulcemente. Saboreo mi colita, comencé a temblar, mis orgasmos eran interminables, pero él no se detenía.

Cómo pude me incorpore, lo mire como indicándole que la situación la dominaría yo. Baje su pantalón y su ropa interior. Le pedí que se siente en una silla y comencé a tocar su verga. Cuando se paro vi que era un poco extraña. Por empezar era circunciso, cosa que al principio me asusto, nunca había visto nada así, pero igual decidí continuar. Luego su pene era largo y con una cabeza bastante desproporcionada con respecto a su finura. Parecía una alfiler. Comencé con mi trabajo, no estaba allí para juzgar a nadie. Me lo introduje en la boca, lo lamí, le pase la lengua por todos lados. Mordí su cabeza suavemente, esto parecía enloquecerlo. Mientras lo hacia lo miraba. Lo sacaba completamente de mi boca y lo metía nuevamente. Apretaba mis labios, el gemía, su respiración aumentaba. Parecía morir. Su pija se iba agrandando, acelere mi ritmo, me la clave bien dentro de la boca, y sentí su leche en mi garganta. Deje caer un poco por la comisura de mi boca, de forma sensual. El se incorporo y me beso. No me dio tiempo a tragarme su miel, y la devoro junto a mí.

Luego como en señal de agradecimiento, me devoró nuevamente mi conchita. La lamió, metió sus dedos y me masturbo. No me hizo acabar. Mi vagina estaba chorreante, mis jugos supuraban de mi interior. Justo cuando estaba apenas de acabar, me introdujo su verga. Lo que al principio de pareció raro, terminó siendo un placer. Su cabeza abrió camino entre mis paredes. Mis jugos permitían que se deslicé ricamente. Me hizo apoyar mis piernas en sus hombros, de esa manera la penetración fue más profunda. Sus embestidas eran suaves, pero de pronto estaba desaforado. Su tranca extraña me daba de una sensación de goce, tuve un orgasmo fuertísimo, al punto de quedar temblando, pero el no cesó en sus movimientos. Su respiración se acelero, me pregunto dónde la quería y le dije en mi culito. Me dio vuelta, escupió su verga y me la metió. Su cabeza me hizo ver las estrellas. La introdujo rápidamente, por mi mejilla se corrió una lagrima, pero después comencé a sentir un nuevo impacto en mi cuerpo. Llegamos al clímax juntos, él regó mi ano de leche, y yo despedía abundante flujo de mi tajo.

Nos tiramos al piso, me ofreció un cigarrillo. Lo encendimos. Nuestros cuerpos aún temblaban, estábamos sedientos. Mire la hora, todavía podía descansar, luego irme a casa. Estire mi cuerpo sobre la alfombra, el me abrazo, luego me acaricio el vientre. Nos miramos fijamente a los ojos y nos fundimos en un largo beso.

Se hacía tarde, debía marcharme, quise pararme y vestirme, pero el me detuvo, me tomo del brazo y me comenzó a sobar los pechos. Yo agarre su daga y la comencé a masturbar. Estábamos agotados, pero nuestros sexos, aún tenían sed. Me arrodille ante su verga, la metí en la boca y la chupe, la saboreé, el me puso un especie de crema entre las tetas, me pidió que la colocará allí.

Al principio no sabía bien que es lo que quería. Pero igual lo hice. Coloque su pija entre mis tetas, el las junto y comenzó a moverse. Cuando encontró su ritmo me indico que siguiera sujetándolas. Agarre mis pechos, los apreté, baje mi boca hasta la su glande y le pasaba la lengua. Comenzó a pellizcarme los pezones. Mientras tanto yo, como podía, iba lamiendo, mordiendo, succionando, soplando, su gran cabeza.

Acelero su ritmo, comenzó a jadear intensamente, hasta que me lleno el pecho y cuello de leche. Luego la tomo, trato de recoger un poco en su mano y me la dio a tomar.

Así termino nuestro único encuentro, ya que luego no lo vi más.

Bueno gente. Besos donde más les guste.

Espero que les guste el nuevo relato.

Espero sus comentarios y criticas.

Besos, Marianita.