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Calentura en la playa

en Orgías

Calentura en la playa

Héctor es un chico de tan solo 18 años, de piel morena y un abundante cabello negro que le cae en sus fuertes hombros, es delgado, con poco vello en sus piernas y pecho, así como con una rica verga morenita, cabezona, quizá no muy larga, pero si bastante gruesa que ha sido delicia de muchas chicas, y porque no decirlo también, de uno que otro macho.

Esa mañana estaba sentado en la arena, frente a un mar tranquilo, sintiendo la brisa en su piel, provocándole sensaciones placenteras, había muy poca gente a esas horas, él quería disfrutar de los primeros rayos del cálido sol acariciándole su piel, su cuerpo completamente desnudo.

Había decidido ir a una playa nudista apenas la semana anterior, era una de sus mayores fantasías desde hacía un par de años, quería ir a un lugar donde no hubiera límites y nadie escondiera su cuerpo y ese era el lugar idóneo, apenas la noche anterior había llegado, estaría ahí una semana, la semana más caliente e inolvidable de su vida.

Como buen bisexual, Héctor gustaba de ver chicas desnudas con unos senos protuberantes y un coñito peludito y bien cerradito, pero también machos sobre todo mayores que él que tuvieran una buena verga y un culo bastante paradito.

Con estos pensamientos y cerciorándose de que no hubiera nadie cerca, comenzó a sentir su paquete empalmado que apuntaba hacia el mar, sintiendo la brisa, los rayos cálidos del sol naciente y unas intensas ganas de estar con alguien, comenzó a tomar su crecida verga entre sus manos y entrecerró los ojos.

Comenzó a imaginarse a sí mismo como acariciaba con sus calientes manos unos grandiosos senos de una chica rubia y comenzaba a frotar su paquete contra su coñito.

"¡Aahhhh! ¡Que delicia!" murmuraba para sí, con una respiración agitada mientras se frotaba su pija a un ritmo lento procurando no venirse demasiado rápido para disfrutar más de sus locas fantasías.

En esa misma fantasía imaginaba como un hombre de unos 30 años, bastante peludo y con una enorme verga comenzaba a metérsela por detrás, mientras se cogía él a la misma chica rubia, pero ahora también por su culito. Cuanto más imaginaba, más disfrutaba.

"¡Aahhhh!… ¡dale papi! Aahhh y tu mi putita ponte de espaldas a mí que te meteré mi verga sedienta" murmuraba con mucho placer y a la vez que se jalaba con más intensidad su verga que estaba a su máximo tamaño y a la vez se acariciaba el mismo su torso duro por tantas abdominales.

Héctor seguía con sus murmullos de placer y su loca fantasía con sus ojos entrecerrados, ajeno a lo que ocurriera a su alrededor, cuando una voz varonil le perturba su placer y abre los ojos de manera sorpresiva.

"¡Que cachondo eres mi morenito!" exclama la voz de un maduro desconocido, peludo de brazos, piernas y pecho, de piel blanca que muestra una pija dormida, pero aun así bastante larga rodeada por una mata de vellos negros y gruesos, así como unos ricos labios rosaditos tapizados en su parte superior por un grueso bigote.

"Perdón señor, yo solo estaba…" Héctor se siente apenado, su gran erección se ha bajado drásticamente y solo mira al hombre asustado, como si hubiera sido un niño pillado haciendo una gran travesura.

"Tranquilo mi morenito, estas muy bueno chiquito, eres perfecto para nosotros" comenta el hombre con su voz ronca, profunda y dominante, de un macho cuarentón. Héctor no entendía ni un ápice de lo que decía.

"Perdóname morenito si te saqué de tus sueños cachondos, pero no pude resistir la tentación de hacerte una invitación, desde que te vi a la distancia cuando venía caminando por este paraíso, alcance a escuchar tus murmullos, déjame presentarme mi nombre es Iván y ¿tú eres?"

"Héctor" alcanza a responder el chico aún intrigado.

"¡Ah querido Héctor! Espero que quieras acompañarme a mi casa, no está muy lejos de aquí, quisiera que mi mujer y mi hija te conocieran, son unas tías bastante buenotas, no te decepcionarán y además al final te daré un buen pago" comenta Iván con un tono de voz travieso e irresistiblemente seductor.

"¿Qué me quieres decir? ¿Qué me coja a tu esposa y a tu hija?" Pregunta Héctor con una voz de sorpresa.

"Eso es solo una parte de lo que vivirás querido Héctor, si también te gusta la verga puedes disponer de la mía para darle una buena mamada y la de otros chicos también, ya no te puedo explicar más, prefiero que lo vivas, anda ven conmigo, no te arrepentirás chiquito" Reitera Iván, su invitación.

"Esta bien Iván" asiente Héctor con una enorme curiosidad y siente como su verga otra vez quiere despertar al solo imaginarse todo lo que este señor caliente le ha dicho, se incorpora, toma su mochila donde trae su bronceador y sus bermudas y se va con el hombre.

Llegan a una bella casa, no muy lejos de la costa, ambos ya han ocultado sus paquetes porque han salido completamente de la playa nudista.

La casa de Iván es de color blanco, con un patio delantero bastante amplio, Iván entra primero por una puerta mosquitero que rechina al abrirse, antes de entrar le dice a Héctor

"Espérame aquí chiquito si quieres siéntate en aquella mecedora" se la señala y entra, Héctor toma asiente y comienza a mecerse, cierra sus ojos de nuevo para sentir el viento ya no tan fresco, así como los rayos del sol en su morena piel, escucha de nuevo el rechinido de la puerta y abre sus ojos, lo que mira lo deja asombrado.

Junto aquel rico macho se encuentra una mujer madura, bastante bien conservada con unos senos grandes cubiertos por un pequeño brassiere que solo cubre el pezón, pero la circunferencia del seno bronceado se aprecia notablemente, así como usa una tanguita que solo le cubre su coñito, pero deja al descubierto sus nalguitas también bronceadas.

La mujer tiene el pelo castaño largo y chino y unos ojos con unas pestañas enchinadas que al parpadear la hacen ver muy sexy.

"Te presento a Karen, mi mujer" comenta Iván a Héctor, este se pone de pie embelezado ante tanta belleza femenina, la mujer le extiende la mano, el chico se la toma y le da un beso.

"Mucho gusto" la voz de Karen es tan sensual como la de su marido, ella le sonríe, de repente se pone frente a su marido dándole la espalda a Héctor mostrando sus ricas nalgas y le comienza a sobar el paquete a Iván por encima de su bermuda.

Iván con la mirada le hace una invitación a Héctor, éste la capta y comienza a sobarle las nalguitas a Karen, dándole de vez en cuando golpecitos con sus manos hasta dejárselas rojas.

Iván toma de una mano a su esposa y esta a su vez toma a Héctor con su otra mano, los tres ingresan a la casa, al entrar descubren una sala de estar bastante agradable, con sillones de cuero bastante cómodos y Héctor siente como el aire lavado esta prendido dándole al lugar una frescura agradable que contrasta con el creciente calor del exterior.

Los tres se sientan en un sillón grande, asegurándose Iván de quedar en medio, le pide a su mujer que se siente a su derecha y a Héctor a su izquierda, el hombre ya tiene su paquete bastante crecido por los tocamientos que le hizo su mujer en el patio delantero, él mismo se baja su bermuda dejando de nuevo al descubierto su rica verga, Héctor y Karen también se quitan su poca ropa que traían.

Karen se sienta sobre la pierna derecha de Iván y comienza a besarlo en los labios de manera apasionada, sintiendo el denso y negro bigote de su marido y buscando con desesperación su lengua, con su mano izquierda Iván palpa las mejillas de Héctor y con un movimiento rápido dirige la cara del chico hacia su crecida verga.

A Héctor le han mamado su verga otros machos, varios chicos de la escuela y uno que otro taxista, pero nunca ha mamado él otra verga, así que comienza primero a tocarla con sus manos, le toca la puntita y siente como le empapa su dedo pequeñas gotas de líquido preeyaculatorio, se lo lleva a la boca probando el sabor que le parece agradable.

Iván continua la sesión de besos profundos con su mujer y ahora le toca los senos desnudos con ambas manos, mientras esta recorre sus manos por su espalda, Héctor ya no se hace del rogar con sus labios comienza a chupar la puntita y a tomar directamente ese líquido sin mediación ya de sus dedos, lentamente comienza a meterse el tronco de la vergota de Iván que siente le ahoga, pero a la vez su sabor es bastante agradable.

Karen separa sus labios de los de su marido y este comienza a gemir de placer exclamando "¡que rica mamada me das chiquito! Aahhh ¡sigue mi putito!" Héctor al escuchar a Iván comienza a intensificar su mamadita volviendo loco de placer a Iván, Karen se retira del lugar momentáneamente.

De repente Iván para con su mano las mamadas de Héctor y le dice:

"No me quiero venir ahorita chiquito" el chico como hipnotizado se pone de pie, se sienta él ahora en las piernas peludas piernas de Iván acerca su rostro al de él y comienza a besar sus rosaditos y ricos labios.

Iván le corresponde el beso buscando su lengua con desesperación, mientras con sus manos busca la verguita de Iván, ambos continúan besándose de manera cachonda e Iván frotandole la pija a Héctor, cuando regresa Karen tomando de la mano a una muchacha de unos 16 ó 17 años aproximadamente.

Es su hija Alicia, quien se parece bastante a su mamá, también tiene los senos grandes aunque no con la madurez de los de su voluptuosa madre, la chica siente como su coñito le moja su braguita al ver a su padre besándose con otro chico.

"Eso siempre me vuelve loca mamita" le dice sensualmente Alicia a Karen, esta le sonríe a su hija acariciándola las mejillas y le responde:

"Como nunca te dimos un hermanito chiquita, para que siempre le de besitos a tu papá, pero en fin sé que prefieres que sea un chico extraño fuera de la familia, para que haya variedad de machos en esta casa".

Alicia le toca los grandes senos a su madre, mientras atrás continúan su padre y el chico recién llegado besándose profundamente en la boca y ambos se restriegan sus vergas el uno al otro que están bastante paradas.

La muchacha se acerca a escasos centímetros de la mujer, le da un ligero beso en los labios de piquito y ahora le dice al oído:

"Mamita este chico tiene una verga muy gruesa y cabezona, me gustaría que me la metiera hasta el fondo de mi coñito" Karen se prende con lo que le susurra su pequeña hija y ella comienza a sobarle las nalguitas.

Ahora Karen toma asiento al lado de su marido y el muchacho y Alicia encima de ella comienza a besarla apasionadamente, metiéndole sus dedos en el coñito a su mamá y ésta sobándole los senos a la muchacha, Alicia también tiene el pelo castaño y rizado como su madre, con la inclinación del beso le cae hacia un lado tocándole el hombro a Héctor quien sigue encima de Iván.

Así continúan los cuatro hasta que Héctor se pone de pie frente a Iván, voltea hacia su derecha y mira a la muchacha como se besa apasionadamente con la mujer mayor y le mete sus dedos en su coñito, el chico esta impresionado, siente de repente como Iván se pone tras de él, lo abraza por la cintura y le dice cachondamente.

"¿Te gusta chiquito? Son mi esposa con mi hija, tal como te lo dije en la playa, ambas están rebuenas y ya verás cuando te las cojas, ¡te van a encantar!" Héctor esta excitadísimo y se pone más cachondo cuando siente que Iván se ha hincado y comienza a lamerle su agujerito.

Alicia para de besar a su mamá, se pone frente a Héctor y le dice:

"Bienvenido galán" se hinca frente a él, toma entre sus manos la pija del muchacho y comienza a pasársela por su cara y de cuando en cuando darle chupaditas en la cabecita, Karen se ha puesto al lado de Héctor y éste comienza a sobarle con sus manos los senos a la mujer.

"Aahhh niño, ¡bebito morenito! Aaahhh ¡que rico masaje me estas dando en mis bubis!" Comenta Karen excitada al máximo, a ella siempre le han gustado los chicos mucho más jóvenes que ella, que podrían ser el hijo varón que nunca tuvo, su esposo ya la ha complacido con varios desde que se mudaron a aquella casa.

Iván comienza a meter un dedo al virginal culo de Héctor y hace que también murmure sin dejar de sentir con sus manos la piel y la puntita paradita de los senos de Karen:

"¡Aahhh papacito! ¡Cógeme! Quiero que seas el primer macho que me meta su vergota en mi culo virgen ¡Ooooh siiiii papacito!" Karen se excita tanto al escuchar esto y más aún cuando oye el rechinido de la puerta mosquitero.

Alicia sigue mamando la verga de Héctor, ahora se la ha metido hasta el fondo y mira con sus ojos hacia arriba el gesto de placer que tiene el chico, él le murmura:

"¡Que rico mamas mi putita! Sigue así mamacita Ooohhh sí" al mismo tiempo, Iván ha comenzado a meterle la puntita de su verga en el culito a Héctor.

Karen ha recibido al recién llegado gritándole a su marido que esta atrás de Héctor haciéndole una buena cogida metiendo y sacando su vergota de su culo:

"¡Mira quien llegó cariño! ¡Nada más y nada menos que César!"

César es el vecino de esta familia, vive a unas cuantas casas de distancia, no es la primera vez que participa de estos espectáculos, a él le encanta coger con Karen, es un chico de piel blanca, cabello rubio, ojos de color, de unos 20 años, con poco vello en las piernas y brazos, pero eso sí con una enorme verga bien rosadita y muy cogedora.

"Bienvenido querido César" le saluda Iván, este se acerca y le da un profundo beso en la boca mientras éste sigue cogiéndose a Héctor, a la vez karen también se acerca al chico cogido y comienza a besarlo lentamente hasta intensificar la lucha de bocas y buscar con desesperación la lengua.

Simultáneamente Karen deja de besar a Héctor, así como César a Iván y el recién llegado se dirige a Héctor:

"Oye carnal ¡estas bien bueno! Lo toma de la barbilla" y le da un beso de piquito en los labios, Héctor se calienta con el mismo, César añade:

"Con razón la putita de Alicia no deja de mamarte tu verga, ha de estar deliciosa" a la vez que dice esto pasa su lengua sobre sus labios de manera sensual y se los humedece, dirigiéndose ahora a Karen le dice.

"Ya que Alicia se adueñó de la verga de este tío, quiero mamarte tu coñito mamacita" Karen se le iluminan sus enormes ojos y comenta:

"Anda papito, chupame mi coñito" César se inclina y comienza a chuparlo saboreando los juguitos naturales que suelta y disfrutando del penetrante olor del mismo.

Mientras César continúa mamándole el coñito a Karen, Iván saca su verga del ya no estrecho culo de Héctor y ahora comienza a meterle los dedos al culito de su mujer, mientras tanto Alicia se pone de pie y comienza a besarse apasionadamente con Héctor mientras éste comienza a restregar su pija en el coñito de ella.

"¡Aaahh que rico!" susurra Karen dejándose llevar por una tremenda excitación, ahora César se pone de pie y comienza a besarla, mientras su marido le da por detrás.

Héctor comienza a penetrar lentamente a Alicia haciéndola gemir de placer, comienza a meter lentamente su verga gruesa y cabezona en su coñito y cuanto más profundo la mete, más grita la chica llena de un enorme placer:

"Aaaaah Síiiiiiii, ¡Cogemeee!" Grita la chica de excitación mientras Héctor mete más y más su pija y comienza a frotarle los senos con sus manos.

Karen también grita de placer como si fuera una puta en celo, dos machos de distintas edades cogiéndosela, uno por delante y otro por detrás, ya César le ha metido su pija también en su coñito, mientras Iván extiende su mano y comienza a sobarle las nalgas al chico.

De nuevo se escucha el rechinido de la puerta mosquitero, mientras Héctor no para de cogerse a Alicia piensa para sí:

"¿Quién será esta vez? ¿Algún macho maduro compadre de Iván? ¿Otro chavo tan bueno como César? ¿Alguna madura como Karen? ¿U otra chica sexy como la que me estoy cogiendo tan deliciosamente?" "Ooohhh síiii" gime Héctor de placer.

"¡Bienvenida Lynda!" grita Karen dándole la bienvenida a la recién llegada.

"¡Vaya que si es linda!" piensa para sí Héctor al ver a esa rubia despampanante vestida con lencería roja y de delicada tela de algodón bastante fresca, además de su largo cabello y ojos de color, tiene unas piernas muy bonitas, largas, sexys, ni muy gruesas ni muy delgadas ¡simplemente perfectas!

"¡Hola Karen!" saluda la recién llegada acercándose a ella y dándole un beso en los labios bastante profundo mientras ésta le toca los senos por encima de su brassiere rojo.

Al separarse Karen del beso le comenta a la chica:

"¡Ah preciosa! ¡Trajiste tu lencería roja! Sabes que a mi me encanta que tú uses esas prendas de ese color y esa tela, ¡me vuelvas loca chiquita!" Lynda se desabotona el brassiere y se lo lanza a Karen quien lo toma mientras sigue sintiendo como aquellos dos machos se la cogen de manera deliciosa y comienza a pasárselo por sus propios senos desnudos y grandes.

"¡Oh sí! ¡Que rico chiquita! ¡Adoro tu brassiere!" Comenta la mujer, ahora se acerca a Alicia ignorando a los hombres y le planta un beso en los labios.

"Amiguita que bueno que viniste, mira te presento al chico nuevo" comenta Alicia después del beso, Héctor sigue cogiéndosela y le dice Lynda al chavo con una voz seductora.

"¡Hola!" el muchacho enloquecido le frota los desnudos senos con sus manos, así están un buen rato, Lynda siente mucho placer ante esas manos, ella es la mejor amiga de Alicia y no es la primera vez que participa en una orgía con la familia.

"Ahora vengo" comenta Lynda y se dirige al sillón chiquito y toma un pene artificial, lo enciende y comenta.

"¿Te gusta que te den por el culo nene?" pregunta dirigiéndose de nuevo a Héctor, su voz es seductora.

"¡Oh sí nenita! ¡Iván me rompió mi culo de una manera deliciosa!"

"¡Ya veo mi amor!" dice la chica metiéndole un dedo al aún abierto culito de Héctor y añade

"¡Don Iván coge delicioso! Y ¡también César! Y por lo que veo tu también mi vida, tienes vuelta loca a Alicia, la putita" al tiempo que dice esto enciende el vibrador y comienza a pasárselo por la espala descendiendo lentamente hasta su recto.

"¡Gózalo nene!" la chica se ha quitado ahora su calzoncito rojo y se lo lanza de nuevo a Karen quien lo huele y saborea con su lengüita los restos de líquidos vaginales de la muchacha.

Iván deja de cogerse a su mujer por detrás y ahora comienza a abrirle el culo lentamente a César, mientras esta se hinca, le pone en la cabeza el brassiere rojo de Lynda y en la de su marido su calzoncito, comienza a sobarle la verga al muchacho y se la mete a su boquita mamadora mientras mira hacia arriba y se pone más cachonda al mirar a ambos machos con ropa femenina en sus cabezas.

Mientras se coge lentamente a César haciéndole gemir, Iván toma el brassiere de Lynda y se lo abrocha en su pecho como si fuera el hombre una chica putita, lo cual prende aún más a Karen.

El vibrador ha hecho de las suyas en el culito de Héctor quien se siente en el paraíso ante tanto placer ahora se saca Alicia la verga de Héctor de su coñito y se dirige hacia el otro grupo, llega tras su papá y comienza a darle un masaje en la espalda.

"¡Mi princesita! Sigue mi amor, ahora dame nalgaditas" y comienza a golpeárselas a su papá haciendo que este grite de placer hasta ponérselas rojas.

Lynda deja el vibrador y ahora comienza a chuparle la verga a Héctor.

"Es la más rica hasta ahora" piensa para sí la chica "la más gruesa y cabezona mmmmmm"

Ahora Alicia toma el vibrador que dejó Lynda y comienza a metérselo lentamente al culito de su papá, ante el cual este se pone más cachondo e intensifica las embestidas que le da a César, haciendo a este gritar de placer, mientras Karen le mama su pija de manera deliciosamente extraordinaria metiéndosela hasta su garganta.

Lynda que es innovadora para de mamar esa rica verga y comienza a besar de manera deliciosa y cachonda a Héctor y luego comenta

"Vamos a hacer parejas, yo me quedo con este morenazo" comenta con voz seductora, al instante el otro cuarteto para sus actividades e Iván toma a César y Alicia se va con su madre.

"Perfecto" Lynda continúa "tenemos tres parejas, una hetero, una gay y una lésbica, ahora quiero que cada una de las parejas haga algo cachondo y único mientras los demás los observamos ¿quién quiere empezar?" A todos les está gustando el juego.

Karen se lleva de las manos a Alicia, ambas se sientan en un sillón mediano, y en el grande que esta enfrente se sientan los otros cuatro a mirar que irán a hacer las mujeres, listos para empezar a masturbarse.

Las mujeres aún tienen la ropa interior de Lynda y comienzan a besarse apasionadamente, Alicia se ha puesto el brassiere y Karen el calzoncillo, mientras se besan Alicia le frota los senos a su madre y esta el coñito a su hija, después comienza Karen a chuparle el coñito a su hija y Lynda se pone de pie en el sillón (rompiendo totalmente las reglas del juego que ella misma impuso porque no pudo aguantar la calentura) y le hace la seña a la muchacha para que ella también comience a mamarle su coño.

Los tres hombres están locos de placer y deciden imitar lo que hacen las mujeres, Héctor se lanza sobre Iván y comienza a besarlo apasionadamente sintiendo su bigote, ambos se ponen de pie aún besándose, César se pone de rodillas entre los dos, toma primero la pija de Iván y comienza a mamarla y luego la de Héctor, se turnan las dos y se frota la cara con ambas.

Ahora las mujeres comienzan a besarse las tres al mismo tiempo y agarrarse los senos de manera desmedida, mientras en el grupo de los hombres César es ahora quien besa a Héctor mientras Iván les chupa sus verguitas.

 

Después, Karen esta sentada en el sillón con las dos muchachas encima de sus piernas, una cada lado, mamándole una la teta derecha y la otra la izquierda, mientras con cada una de las manos les da nalgadas a ambas chicas.

Los hombres hacen un trenecito, enfrente está César, detrás de él metiéndole su verga hasta el fondo se encuentra Héctor y al final mordiéndole y lamiéndole el lóbulo de su oreja y también metiéndole su rica verga se encuentra Iván.

Así continúan en ese momento de placer, después cambian la dinámica.

Ahora Iván se esta cogiendo a su hija por delante, mientras Héctor lo hace por detrás y, por su parte, Lynda le esta mamando la rosadita y rica verga a César mientras Karen con el vibrador le esta dando por su hermoso culito.

Y así se vienen los hombres, el primero en lanzar su leche es Iván quien ahora su hija le estaba mamando su vergota y le embarra toda la cara, ella se lo come con mucho gusto y su mamá también le ayuda lamiéndole la cara y dándole besos en los labios de lengüita.

César comienza a cogerse a Héctor con su rosada verga y Lynda a chuparle su verguita cabezona y gruesa, ambos chicos se vienen a la vez, tragándose Lynda toda la leche de Héctor y éste recibiendo en su culito la que le da César.

Los seis ya están descansados, se sientan en los sillones, mientras Karen va por unas cervezas que están en el refrigerador, las trae bien frías dándole una a cada uno, se sienta junto a su marido (quien quedó en medio) y su hija, quedándose en el otro sillón Héctor en medio de César y Lynda.

"¿Te gustó nuestra fiesta sexual chiquito?" Pregunta Iván a Héctor.

"¡Claro que sí papito! ¡Todos ustedes me han dado la mejor mañana de mi vida!" responde.

"Y eso no es todo wey" interviene César "Esta misma noche habrá en mi casa otra orgía, como mis papás están de viaje he invitado a algunos amigos" Ante esto Héctor sonríe pícaramente y responde:

"¡Ten la seguridad que ahí estaré cabrón!"

Todos, aún desnudos, chocan sus botellas de cerveza y brindan por el mejor sexo y las mañanas, tardes y noches de placer inolvidables que pasarán ya sea en la casa de Iván y su familia o la de César e inclusive en la misma playa nudista con alguno que otro turista desprevenido que quiera agregarse a la fiesta.

Héctor vivirá en esa playa y sus alrededores las mejores experiencias sexuales de su vida, sin importar si son gay, hetero o bisexuales, con maduros, maduras, jovencitos o jovencitas, que en grupo siempre serán las mejores.