En principio hola a todos y disculpas porque los he abandonado por algún tiempo. Uds. saben de mis andanzas sexuales (y si no pueden leer el resto de mis relatos) que van desde mis inicios en el sexo con hombres cuando era muy niño, pasando por el incesto y demás aventuras.

Hoy quiero contarles algo especial que comenzó hace algo mas de un año y que nunca pense que me iba a pasar a pesar de toda la gama de sexo que he tenido.

Se y reconozco mi adicción al sexo y el estar a toda hora pensando en tenerlo con alguien sea del sexo que fuera, de la edad que tenga y si no puedo en el día hacerlo recurro a masturbarme.

Una tarde de domingo, de esto hace algo mas de un año, y después de haber bebido un par de copas mi familia se dispuso a salir a dar un paseo y como yo estaba con sueño y algo borracho decidí quedarme en mi casa a dormir un buen rato por lo que me desnude por completo ya que hacia calor, me acosté en mi cama y me dormí.

Como pasa habitualmente me desperté muy caliente y con ganas de sexo así que comencé a tocarme mi tiesa verga y a masturbarme pero necesitaba algo mas que eso y ahí comienza la verdadera historia de este asunto.

Hacia un tiempo me había afiliado a un grupo de zoofilia dentro de los viejos grupos de adultos que disponía hotmail y por lógica lo visitaba a diario para disfrutar de las fotos y videos que contenía el mismo. Siempre había visto imágenes de perros y caballos cogiéndose (follandose) a mujeres lo que me ponía a mil pero lo que nunca había visto eran hombres haciéndolo con sus perros.

Esas imágenes que vi de hombres mamándosela a perros o siendo penetrados por estos termino de darme vuelta la cabeza por completo y yo que tengo debilidad por practicarle sexo oral a los tipos hasta hacerlos acabar en mi boca y saborear y tragarme su semen me dispuse a alguna vez intentar hacer algo así aunque simplemente para mi era una simple fantasía del momento.

Tengo un perro rottweiller que en ese momento tenia 6 años al que lo tengo desde cachorro y con el cual muchas veces he jugado simplemente con los juegos que sus amos realizan normalmente con su mascota. En el momento en que estaba masturbándome en la cama se me cruzo la idea de salir al parque e intentar hacer algo distinto. Me puse un pantalón corto y salí en busca de mi fiel amigo el que como siempre que me veía corría hacia mi para jugar un rato. Eso hizo ni bien me vio pero esta vez el juego iba a cambiar y mucho.

Cuando estaba frente a mi comencé a acariciarle el lomo desde la cabeza hasta su cola, despacio y suavemente hasta bajar la mano y buscar su verga. Comencé a tocársela despacio temiendo alguna reacción de el pero simplemente se quedo quieto y se dejo hacer. Yo continué masturbándolo tirando la piel que recubre su verga hacia atrás dejándola totalmente al descubierto incluido su nudo que comenzó a crecer de tal manera y a ponerse tan caliente que su tamaño llego a ser como el de una pelota de tenis.

Aproveche esa situación y comencé tímidamente a pasarle la lengua por su verga que ya a esta altura se había puesto roja y de dimensiones considerables. De pasarle la lengua pase a chupársela de a poco hasta metérmela por completo en la boca y cuanto mas lo hacia mas me gustaba, no podía parar de hacerlo hasta que comenzó a largar su semen y contrario a lo que todos puedan pensar no saque la boca de su pija sino por el contrario la metí aun mas para saborear su liquido seminal.

Yo estaba aun mas caliente que cuando me desperté y fui a masturbarme imaginando a mi perro montado en mi cogiéndome (follandome) hasta acabar dentro mío.

A partir de ese magnifico día la zoofilia se ha transformado en casi una obsesión para mi y mas allá de seguir teniendo sexo con hombres y mujeres de todas las edades que se me presenten no dejo pasar la oportunidad para, cuando me quedo solo en mi casa, ir hasta el parque o hacer entrar a mi perro en mi casa para masturbarlo, mamarlo hasta hacerlo acabar en mi boca y tratar que me penetre de alguna buena vez cosa que aun no he conseguido y que es lo que mas deseo, tener su verga en mi culo y sentir su leche caliente dentro mío.