miprimita.com

Llamada

en Sexo Virtual

LLAMADA

Cuando crees que podre tocartelo de verdad..

- Hola, Cariño. ¿Qué tal? Estaba pensando en ti y necesitaba oír tu voz. ¿Qué haces? ¿Ya estás en la cama? Yo también, pero no tengo sueño. Oye, Cielo… ¿Me haces un hueco?... Gracias. Contigo estoy mejor. .. Deja que me acomode, Preciosa. Eso es, aquí detrás de ti.

- He pensado mucho en ti y en lo que hemos hablado este tiempo. Creo que no puedo esperar más, quiero que nuestra primera vez sea ahora, como si estuviéramos juntos. Olvida que hablamos por teléfono.

- ¿Cómo es tu pijama? No lo puedo ver porque está demasiado oscuro. Debe ser bonito, ¿verdad? No sabes como me pone imaginarte así. ¿Me dejas que te lo quite? Tú no hagas nada, déjame a mí… Primero de arriba, así… Ahora puedo tocar tus pechos… Voy a besarte el cuello… ahora la espalda, ¿te gusta? ¿Sientes mis labios? Una vez me dijiste que te gustaban y ahora quiero usarlos para probar los tuyos… Sí, gírate un poquito, así… Mmm… Un beso suave, mis labios están contra los tuyos y mi lengua los recorre… Meto más la lengua y llevo la mano ente tus nalgas, como a ti te gusta… Subo otra vez hasta tu oreja y te aprieto el lóbulo entre mis labios, lo toco con la punta de la lengua… soplo un poco. ¿qué sientes?

- Voy a terminar con el pijama… ¿Notas mi mano debajo? Te lo bajo de la cintura… las caderas… y por fin las piernas. Ahora te rodeo con mi brazo, quiero tenerte más cerca. ¿sientes mi cuerpo? Está pegando al tuyo; casi cada parte de tu cuerpo está en contacto con el mío, ¿lo sientes? Tengo la piel caliente y estoy a la entrada de tu vulva, pero aún no es el momento.

- Ahora busco tus pechos… Mmm. Te noto nerviosa, Cielo. Tranquilízate… Vuelvo a besarte en la nuca y aprieto tu pecho, lo levanto y lo acaricio, es pequeño pero firme, llena la mano… tiembla. Ahora toco el pezón, lo sujeto con los dedos y… ¿Cómo te sientes?... ¡Vaya!, está poniéndose duro. Pellizco tu pezón y lo giro entre los dedos. Mi muslo está en tu sexo, se está mojando y cuando te mueves hace que aún te roces más fuerte y vuelvas a temblar de excitación.

- Voy a más bajar la mano. Estoy rozando tu costado… tu cintura… Aún sigues temblando… Ahora rodeo el contorno de tu cadera y recorro el muslo… deslizo los dedos hacia arriba, a tu barriga… y bajo la mano desde ahí, un poco más.

- Me enredo los dedos en tu vello, tiro con cuidado y me deslizo más dentro, hasta que mi dedo se encuentra con tu calor y tu humedad… Siento que te estremeces, te has puesto tensa. Dejo escurrirse un dedo más abajo, toco tus labios, exploro, mi muñeca está rozando el clítoris y con la lengua me abro paso tras tu oreja, aparto un mechón de cabellos y te rozo con los labios… te lamo… te beso.

- Necesito llegar al final, Cielo. Es lo que he estado esperando desde que nos conocimos, necesito tenerte.

- Te aprieto más contra mí, mi miembro hace rato que está preparado, ¿lo notas? No me puedes ver, pero seguro que sientes su tacto entre tus muslos… Siento como te acomodas contra mí, mi cuerpo se adapta a la curva de tus nalgas y comienzo a entrar… como si hubiéramos hecho esto cientos de veces… Pero es la primera vez para los dos… Das un pequeño gemido. ¿Te ha dolido? Estoy dentro de ti por primera vez y ya estoy al borde del orgasmo de sólo pensar en tenerte.

- Ayúdame a darte placer… Usa también tus manos… En un momento, nos convertimos en uno, nuestros cuerpos se funden… mi mano con tu sexo, tu sexo con el mío, mi piel con tu piel… Mi dedo en tu sexo, mi sexo también. Nos movemos al mismo ritmo… Mi sexo, tu vulva y mi mano moviéndose a la vez… Siento que te estremeces de nuevo y en tus gemidos percibo que te aproximas al orgasmo… Mi mano se ha empapado de tu flujo...

- Mírame y bésame otra vez… Esta vez un beso más profundo. Mmm. Abrimos las bocas, introducimos las lenguas y nos dejamos llevar. Nuestras bocas juntas, nuestras lenguas acariciándose, mi mano en tu cadera, la tuya en mi cintura, mi sexo en tu sexo aún por primera vez. ¡Aaah!

- ¿Cómo te sientes? Yo estoy mejor que nunca. Ahora te diré que me he estado masturbando mientras hablábamos y… ¡Me acabo de correr! ¿Crees que algún día pasará de verdad?... Un besete, Cielo… Que descanses tú también.