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Como me convertí en sumiso de mi mujer (bis)

en Dominación

Desde siempre me ha gustado probar cosas nuevas en el sexo, recuerdo cuando veía películas porno y me excitaba pensando tener una polla en la boca y en el culo o que vestían de mujer y me follaban como a una puta.

No recuerdo cuando me empecé a excitar pensando en ser humillado por una hembra, preferentemente mi pareja, pensaba que me humillaba siendo su esclavo sexual y sirviendo a ella y a sus amantes cuando follaban.

Pero fue teniendo una relación con una mujer separada, que conocí por Internet, cuando realmente empecé a sentirme sumiso. Esa relación comenzó muy bien, pero una vez que estaba con ella nos vio su ex marido y monto un lío muy gordo. A raíz de eso y como ella estaba en proceso de separación nos veíamos muy de tarde en tarde para no entorpecer el proceso y porque además no vivíamos en la misma ciudad.

Al no poder verla apenas nada, me refugié en los chats y especialmente en los de sexo, por entonces conocí a un ama de una ciudad cercana a la mía, fui su esclavo sexual por teléfono durante un tiempo. Ella me decía que hacer y cuando, por ejemplo, a veces me ordenaba orinar en una botella o en un vaso para luego beberla, recuerdo otra vez que me ordeno a medía tarde meterme una zanahoria en el culo y tenerla dentro hasta que llamase a medianoche. Fue demasiado, recuerdo como en esa situación tuve que hablar por teléfono con mi novia, me sentía humillado y me gustaba,…

Quede con el ama un fin de semana, vendría a mi casa para humillarme, para chupar de su cuerpo lo que me dijese, para que utilizase mi cuerpo para darse placer, para ser tratado como una puta mientras me follaba el culo,… para ser tratado como una guarra mientras me meaba en mi cuerpo o en mi boca,…

Pero en el último momento le surgió un problema de salud de un familiar y no pudo venir, lo dejamos para después; pero en ese tiempo yo como estaba muy enamorado de mi novia le di vueltas y vueltas a lo que iba a hacer y al final cancelé la cita con ella.

Cosa de la que me arrepiento porque al final mi novia, que era una mujer separada, en una cena de trabajo conoció a un hombre de su ciudad y todo comenzó a ir de mal en peor, y además ni siquiera tuvo la valentía de reconocerlo.

Tras romper con ella, terminé estableciendo una relación con una amiga común que ambos habíamos conocido también por Internet y que ni ella, ni yo conocíamos personalmente.

Esa relación comenzó muy bien, nos conocíamos mucho entre nosotros pues éramos muy buenos amigos y ambos nos contábamos todo los que nos pasaba en nuestras relaciones respectivas, incluyendo temas de sexo.

Desde el primer que nos vimos en vivo, ya tuvimos sexo, ella es una mujer con un carácter muy fuerte y le gusta llevar siempre las riendas. Recuerdo que al poco de conocerla siempre que me veía el culo desnudo, ya fuese teniendo, en la ducha,… me decía.

"¡¡Vaya culo más potente, qué buena follada le daba si tuviese una polla!!".

Eso me hizo pensar que ella podía valer como ama y yo podría ser su esclavo sexual, así que al cabo de un tiempo de que me dijese eso siempre que me veía el culo desnudo, le dije.

"¿Princesa, deseas realmente follarme el culo? pues hazlo, ya que tu guarro está deseando que se lo folles."

Y ella contestó.

"Guarro mío, me encantará follarte tu culo y lo haré siempre que me plazca."

Y añadió.

"Ahora te lo follaré con vibradores, pero tienes que regalarme un arne con una buena polla para que te folle mejor."

Así comenzó todo, pero antes de eso ya ella siempre que teníamos sexo llevaba las riendas, yo tenía que chupar lo que me dijese, me postraba ante ella y le chupaba los pies, el culo, el coño,… Me gustaba que se sentará en mi boca y tuviese que lamerle el coño o el culo, a veces se abría de piernas y yo metía mi cabeza para chuparle el coño y ella apretaba sus muslos contra mi cara,… que humillado y que bien me sentía así.

Otras veces, me tumbaba y empezaba a tocarme la espalda, mi espalda es muy sensible y al tocármela siento sensaciones contradictorias de placer, de relajación, de excitación,… luego se ponía encima de mí y hacía como si me follase, me tocaba el culo y me decía.

"¡¡Qué coño más rico tienes putita!!, me lo voy a follar ¿puedo?

Y yo le respondía.

"Princesa, puedes follar mi culo cuando te plazca".

Entonces cogía un vibrador y me lo metía poco a poco, haciéndose de rogar para que fuese yo quién tuviese que pedirle que me follase, me corría como una guarra y después tenía que limpiar el semen con mi lengua.

Ella nunca tragaba mi semen, cuando me mamaba la polla y eyaculaba algo su boca luego lo expulsaba, así que un día pensé y le dije.

"Princesa ¿qué te parece si cuando me la chupas dejas que eyacule dentro de tu boca y luego me besas para que tu guarro se trague su propio semen?"

Ella estuvo de acuerdo y desde ese día siempre que me la mamaba terminaba besándome y pasándome el semen a mi boca, mientras me decía.

"¡Traga todo tu semen, guarro!, que no se desperdicie ni una gota."

No es que no es tuviésemos sexo de pareja sin humillación, lo teníamos pero siempre al final me humillaba de alguna manera. Por ejemplo, en una sesión de sexo entre nosotros yo siempre la chupaba a ella y no siempre era correspondido, ella siempre tenía al menos un orgasmo y yo a veces no lo tenía. Generalmente una sesión de sexo entre nosotros comenzaba lamiendo yo sus pies, luego lamía sus pantorrillas y sus muslos, seguía lamiendo su culo y continuaba con su espalda, luego seguía con sus pechos, su cuello, su cara, sus orejas, su vientre, su coño,… a veces cuando tenía la boca llena de sus jugos la besaba y eso le gustaba y la excitaba un montón.

Otras veces después de follarla y eyacular en su coño ella se sentaba el borde de la cama y me decía.

"Guarro, póstrate ante tu ama y limpia mi coño de sus jugos y de tu semen."

Naturalmente, yo como buen guarro, le limpiaba su coño de sus jugos y de mi semen tragándomelo todo sin dejar ni gota. A medida que pasaba el tiempo pasé de limpiar su coño a veces, a limpiarlo siempre y además a tomar mi semen siempre que me corría, con independencia de donde me corriese, ya que daba igual si era en su boca, en su coño, en sus tetas, en el suelo,… o donde fuese.

Así que nuestra relación iba muy bien y en el terreno sexual genial, teníamos sexo de pareja con unos toques de humillación muy placenteros para los dos. Cada día ella se sentía mejor en su papel de ama y yo me sentía muy bien obedeciendo lo que me ordenase. Por ejemplo, todas las noches al acostarnos yo la chupo entera y termina corriéndose en mi boca; sin embargo la mayoría de las veces me deja con una erección de caballo y sin poder correrme, otras veces después de correrse ella hacía que me masturbase y eyaculase en mi mano para que limpiase el semen con mi lengua.

Un día me llamó y me dijo,

"Guarro mío te tengo preparada una sorpresa que creo que te gustara".

A lo que le dije,

"Princesa, me puedes decir la sorpresa."

Y ella respondió,

"Guarro mío pareces tonto, si te la dijese no sería una sorpresa."

Y añadió,

"Además sea que lo sea como mi guarro que eres tendrás que aceptarla, te guste o no."

Ese día después de tener sexo con ella y de follármela, me postre ante ella como siempre y metí mi cabeza entre sus piernas para limpiar su coño, lo hice tragando todo como hacía siempre. Y cuando ya había limpiado bien todo su coño, ella dijo,

"Guarro mío, he pensado que ha llegado el momento de que te bebas mi meada y utilice tu boca de water cuando a mi me plazca."

A lo que yo le respondí,

"Princesa, será una honor para mí recibir en mi boca tus meados."

Y al acabar la frase, sentí como chorreaba su meada en mi boca, y como buen guarro saboreé y tragué con sumo placer todos sus meados. Y cuando ella acabó de mearse y yo de tragarlos le dije,

"Princesa me han encantados sus meados, saben a licores de diosa."

Luego en frío hablamos sobre lo ocurrido, ella me preguntó que si verdaderamente me había gustado su meada, y yo le respondí,

"Princesa ya te dije tus meados me encantan saben a licores de diosa, los beberé siempre que me lo ordenes."

Y añadí,

¿Qué has sentido tú princesa?"

Ella respondió,

"Mucho placer de ver como mi guarro bebía con gusto mi meada."

Y añadió,

"Es una sensación rara, es como sentir que al beberte mis meados me perteneces y podré hacer contigo lo que quiera y cuando me plazca."

Le respondí,

"Princesa, ya sabes que dentro de los límites que habíamos hablado, podía conmigo lo que quisiese y que sólo me limitaría a obedecer."

Aclaro que los límites citados, eran sólo humillación sexual sin dolor físico y nada de cosas raras como zoo, coprofagía, etc.

A partir de ese día, siempre que la folló acabó limpiándole su coño y bebiendo sus ricos meados, mientras ella me dice,

"Dale gusto a tu ama tragando mis meados guarro, y que no caiga ni una gota fuera de tu boca o tendrás que limpiarla con tu lengua."

A lo que dice, lógicamente no puedo responder porque estoy ocupado saboreando y tragando su rica meada.

Y al menos una vez al día, le limpió el coño después de mear con mi lengua, y casi siempre guarda el último chorro de su meada para mi boca.

"Guarro, disfruta limpiando el coño de tu ama y déjalo reluciente como merezco."

Esa frase o similar suele decirme ella cuando limpió su coño con mi lengua después de mear. A veces he llegado a limpiarle el coño estando fuera de casa, en algún centro comercial, en casa de sus padres o de los míos.

Otras veces, me llama al baño para mearse directamente en mi boca y me tengo que beber toda su meada, lo hago con sumo gusto porque me gusta su meada y porque bebiéndomela le demuestro mi obediencia y pertenencia a ella.

"Guarro, abre limpiando el coño de tu ama y déjalo reluciente como merezco."

Recuerdo un día que íbamos andando por una ruta de senderismo y le entraron ganas de mear, entonces vio que no había nadie cerca y dijo "guarro mío tengo ganas de mear y deseo hacerlo en tu boca", y añadió "no hay nadie cerca y aquellos están lejos, aunque espero que sepan lo que estaré haciendo". Nos apartamos un poco del camino, ella se quito el pantalón corto que llevaba, no llevaba bragas, se abrió de piernas, metí mi cabeza entre ellas y se meo en mi boca, aunque esta vez no tragué toda su meada ya que ella dijo que quería que chorreará meada por mi cuerpo para que se viese lo que me había hecho.

Un día me dijo "guarro mío estoy muy contento contigo pero necesito ir más lejos en nuestra relación" y añadió "he pensado que si te bebes con gusto mi meada no te importará que goce con otros hombres o mujeres, lógicamente tú deberás servirnos a mí y a mi acompañante".

Lo que sigue lo contaré en otro relato.