Ama Gloria invitó una tarde que estaba sola a casa a su hermana, se llama Elena, es algo más alta que Ama Gloria, 90 de tetas, buen culo, una buena hembra.

Cuando llegó, Ama Gloria le dio un beso con lengua en la boca y se dio cuenta que le había gustado, le quito la ropa y la dejo en ropa interior, se dio cuenta que tenía las bragas chorreando de jugos, le dijo Ama Gloria.

“Hermanita, eres dominante como yo y te gusta humillar a los hombres”.

“Sí me encanta, pero que no se enteré Pedro”, respondió su hermana.

“Ja, ja, ja, ja,…” río Ama Gloria.

“¿Por qué te ríes?, no permitiría que lo humillase”, dijo su hermana.

“Si te dijo que fue mi puta el otro día, ¿qué dirías?”

“¡Genial!”

Ama Gloria dijo:

“Pedro y Félix serán nuestras putas, tanto tú como yo podemos follarlos y mearlos a cualquiera de los dos, o también hacer que se chupen o se follen entre ellos”.

Y añadió:

“Ahora llegará Félix, él creé que tú y Pedro seréis nuestras putas, lo que no se espera es que será nuestra puta junto con Pedro”.

Ama Gloría le dijo a Ama Elena que se abrazasen y juntasen los coños y sus tetas para que las encontrase así yo cuando llegase.

En ese momento, entraba yo en casa.

Ama Gloria me dijo:

“Sorpresa, puta he pensado que mejor que Pedro y tú seáis las puta de Elena y de mí”.

“Desnúdate puta”, añadió ella.

Me desnudé y Ama Elena se dio cuenta que llevaba bragas, Ama Gloria dijo:

“Las putas llevan bragas, Pedro deberá llevar bragas también”.

Y añadió:

“Mete tu cabeza entre nuestras piernas y chupa nuestros coños”.

“A partir de ahora nos llamaréis Ama Gloria y Ama Elena”.

Ellas estaban de pie, me postré antes ellas, metí la cabeza entre sus piernas y comencé a chupar con pasión, ellas empezaron a correrse y yo a chupar sus jugos, se corrieren tres veces y después comenzaron a mearse, yo trague todo como buena puta.

Ama Elena dijo:

“¡Qué puta es tu marido, hasta se bebe nuestras meadas!, ¿y dices que mi marido es igual de puta?

Ama Gloria le contestó:

“Tan puta como el mío o más incluso”.

“Un día os citaremos aquí a tu marido y a ti por separado, sin que él sepa que venís las dos a lo mismo”, dijo Ama Gloria.

Y añadió:

“Ama Elena se va a casa, puta llévanos con el coche.

Bajamos al garaje, ellas se subieron atrás y yo conducía.

Cuando llegamos a su casa, tuvimos suerte y aparcamos cerca de su casa, entramos a su portal y ya en el ascensor Ama Gloria y Ama Elena comenzaron a besarse, mientras me ordenaba chuparles sus pies.

Sabíamos que en su casa no había nadie, porque llamamos antes de entrar.

Al salir del ascensor, dejaron de besarse para que Ama Elena pudiera abrir la puerta.

Al entrar, cerramos por dentro para evitar sorpresas.

Ellas se desnudaron y me dijeron que hiciera lo mismo, Ama Elena se sentó en la cama y me dijo:

“Ponte a cuatro patas, cómeme el coño y ofrece el culo para que te lo folle Ama Gloria”.

Comencé a comer el coño de Ama Elena, mientras Ama Gloria se puso un arne y empezó a follarme el coño, y Ama Gloria me dijo:

“Gime puta, que se note lo puta que eres”.

Ama Elena empezó a correrse y lleno mi boca con sus jugos, tuvo cuatro orgasmos en seis minutos, después de la última corrida comenzó a mearse y me dice:

“puta, que no se desperdicie ni una gota”.

“No se desperdiciará nada, Ama Elena”, dijo yo.

En esto llaman abajo, fue ella a responder, era Pedro, le preguntó: “vienes sólo”.

“Sí”, respondió él.

“Abre la puerta tú, que estaba en el baño”, dijo ella.

Quitó el cierre por dentro de la puerta, y nos fuimos a la habitación, mi mujer me dijo que se iba a mear en mi boca.

Cuando entró él, le llamo ella:

“Ven a la habitación, te necesitó”.

Al entrar en la habitación, me vio a mí recibiendo en mi boca la meada de mi mujer y dijo:

“Pero qué puta eres Félix”.

En esto dijo Ama Elena y dijo:

“Sois muy putas las dos”.

Y añadió:

“Quiero que sepáis putas que estáis disponibles para Ama Gloria y para mí, solas o juntas, es decir que Ama Gloria puede humillar a mi puta y yo a la suya por separado”.

Dirigiéndose a su puta añadió:

“Desnúdate puta y chúpame el coño que quiero mearme en tu boca”.

Estábamos las dos postradas ante nuestras amas bebiendo sus meadas, estábamos contentas de estar así porque disfrutamos de todo lo que nos hacen, y nos gusta ser putas.

“Que sepáis putas que os vamos a depilar todo el cuerpo con láser para que siempre seáis putas, y vuestros slips los vamos a tirar, llevaréis bragas y os vamos a poner hormonas femeninas para que os salgan tetas, ¿qué opináis putas? dijo Ama Gloria.

“Lo que digan Vds., nos parece bien”, dijimos ambas.

“Cuando tengáis tetas, os depilaremos las cejas, pareceréis putas y os subastaremos a clientes para que os follen”, dijo Ama Elena.

Y añadió Ama Gloria:

“Así pagaréis vuestro tratamiento y nuestros caprichos”.

“Ahora vamos a grabar en vídeo, vuestra aceptación de ser nuestras putas”, dijo Ama Gloria, y añadió decir este texto a la vez:

“Nosotros Félix y Pedro, mayores de edad, de aquí adelante putas, aceptamos por voluntad propia ser cornudos, y sumisos sexuales de nuestras esposas y amas, Ama Gloria y Ama Elena, y de todos sus amantes, hombres o mujeres, y obedeceremos de buen grado todas sus órdenes siempre que se encuentren siempre que dichas ordenes estén dentro de los límites. Y para dar fe de ello, acepto la primera orden de nuestras amas bebiendo su meadas.”

Ambas dijimos el texto y seguidamente nos postramos ante ellas para recibir sus meadas en nuestras bocas y que todo quedase grabado en vídeo como prueba de aceptación.

Nuestro tratamiento para tener apariencia femenina la contaré en el próximo relato.