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Rosa 1

en Lésbicos

Hola nuevamente a todos los que me han leído, y gracias a los que han enviado algún comentario, en esta ocasión no voy a ser yo el que escriba el relato, será Carmen, mi mujer, ya que esta experiencia solo la vivió ella.

Hola a todos, esta vez voy a ser yo la que os cuente esta experiencia, en ella os relatare lo que aconteció tras llamar a Rosa, la que me entrego la tarjeta en la oficina a la que fui con mi marido, el día que conocí a Karol.

Primero me presentare, mido 170 y peso 65 Kg., con unas buenas tetas, uso una talla 100 de sujetador, coronadas por unos pezones que cuando están en pie de guerra tienen el tamaño de una avellana, por lo que se marcan bien si no llevo suje, en cuanto a mi coño, este es rosadito con unos buenos labios y con un clítoris bien marcado, lo llevo totalmente depilado, llevo una melenita color caoba, disfruto lo mismo saboreando una buena polla que comiéndome un coño, sobre todo si estos están rasuraditos.

Como recordareis los que hayáis leído el relato Karol-2, a mediados de mayo del 2007, acompañe a mi marido a realizar unas gestiones y a conocer a Karol, una hermosa travesti, teniendo un impresionante orgasmo a las puertas de la oficina donde trabajaba Rosa, y del que ella se dio cuenta, a pesar de que estuvimos esperando un rato antes de entrar en la oficina, recordareis también que ella me dio al salir una tarjeta con una nota y su teléfono para que la llamara.

Creo que un jueves, a finales de mayo mientras estábamos comiendo en casa mi marido y yo, de los pocos días que coincidimos a la hora de comer, me comento que había estado en San Sebastian con Rosa y su hija Maite, ya que había ido a entregar el presupuesto que ellas habían solicitado y a explicarles algunos detalles sobre el mismo, y que Rosa le había dado un recado para mi, - Pedro dile a tu mujer que se acuerde de mi y que me llame para ver si quedamos a tomar un café, así que no la hagas esperar mucho y llámala me dijo mi marido, de acuerdo cariño ahora mismo la voy a llamar.

Me levante de la mesa y fui a buscar mi móvil y la tarjeta que me entrego rosa, para ver su teléfono, la llame charlando un buen rato con ella hablando de infinidad de cosas, entre otras de lo que me ocurrió el día que la conocí, quedando finalmente que el sábado ya que mi marido tenía una reunión a la tarde, pasaría por su casa a tomar un café y a charlar tranquilamente, cuando finalmente colgué el teléfono me dijo mi marido – os habréis contado toda vuestra vida por que te has pasado casi una hora hablando con ella, es que después de como la conocí tenía mucho de que hablar con ella, he quedado que pasare a tomar café el sábado a la tarde por su casa, vive en una villa en Oyarzun a la que ya me ha explicado como llegar.

El resto de la semana la pase con una calentura horrible, en cuanto llegaba a casa, aprovechando el buen tiempo y las temperaturas veraniegas de las que disfrutábamos, me desnudaba e introduciéndome las bolas chinas, tanto en el coño como en el culo, me paseaba y realizaba las labores de casa en pelotas, e incluso si tenía que salir a la terraza, a tender la ropa o a buscar algo, lo hacia como mi madre me trajo al mundo, seguro que a pesar de vivir en el último piso del bloque, un 6º, algún vecino de los bloques de enfrente me vería, también aproveche para tumbarme en la terraza y disfrutar un poco de los rayos de sol.

El sábado por la mañana nos levantamos temprano, y como siempre tras desayunar nos fuimos a realizar las compras para llenar la despensa para el resto de la semana, luego mientras Pedro preparaba la comida yo aproveche para preparar lo que me iba a poner para mi visita a Rosa, preparé la bañera para darme un baño, con unas sales, para relajarme antes de la comida, cuando me avisó que ya estaba lista salí del baño me seque el pelo y para irme calentando me coloque las bolas chinas para dirigirme a continuación a la cocina, prepare la mesa y me senté a degustar lo que mi marido había preparado, él al verme se acerco, y dándome un morreo y unos leves tirones a la cuerda de las bolas me comento, - ten cuidado cielo que ya sabes que los bombones al sol se derriten.

Cuando terminamos de comer, recogí la mesa mientras el se tomaba un café y comencé a vestirme la ropa que antes había preparado dejándome puestas las bolas, me puse un sujetador semitransparente y sin tirantes color cava, un tanga a juego, también semi transparente y unas medias de las que se auto sujetan, en color cava, me puse un minivestido de tubo con lentejuelas que desnudaba los hombros y parte de la espalda, me puse unos zapatos de charol con 2cm de plataforma y 7 cm de tacón, termine de peinarme y maquillarme y a las 16:00 horas tras darle un beso a mi marido, sin dejarle que me metiera mano como era su intención, cogí el coche y me dirigí a Oyarzun.

En 15 minutos llegue hasta la villa, llame al timbre, enseguida escuche la voz de Rosa, hola Rosa soy Carmen, me abres por favor - Si cielo pasa, el portón comenzó a abrirse, arranque y circule hasta una pequeña explanada que había junto a la casa, donde aparque, no había terminado de salir del coche cuando ya salio Rosa, iba con un minivestido negro de encaje con flores estampadas, sin nada más debajo, se acercó y me dio un morreo que casi me deja sin respiración.

Pasa que estamos solas, me dijo, mi marido y mi yerno han ido al fútbol y no llegaran hasta la hora de cenar, y Maite acaba de salir para llevar al veterinario a los dos perros para la revisión rutinaria y aprovechar para desparasitarlos.

Cogidas de la cintura entramos las dos dentro, y comenzó a enseñarme la casa por la planta baja donde tenían un txoko con su cocina y su baño, mientras ella iba explicándome los detalles yo no paraba de acariciarle el culo y jugar con las bolas chinas que llevaba puestas, le extraía una y se la volvía a introducir mientras con la otra mano le acariciaba los pechos, sobre el vestido, pellizcándole los pezones que se marcaban claramente en el, una vez que vimos el txoko bajamos al sótano donde se hallan el garaje en el que fácilmente entraban 4 coches y una pequeña bodega en la que tenían un buen surtido de vinos.

En la primera planta, la cual se hallaba divida en dos por un amplio pasillo y un pequeño hall a la entrada, según entramos a la derecha estaba la cocina, la cual daba a un balcón corrido que en el otro extremo desembocaba en una amplia y soleada terraza, junto a la cocina disponían de un pequeño baño que contaba con un inodoro, un lavabo y un plato de ducha, pegado al baño se encontraba una habitación que la usaban como estudio o zona de trabajo, justo en frente de la cocina, el baño y el estudio se encontraba la sala, esta era muy hermosa, a la Izquierda, según entramos tenía una hermosa televisión en la pared y en frente rodeando la televisión 3 hermosos y cómodos sofás, con una mesita camilla en el centro, en el lado derecho contaba con una mesa comedor y una librería que ocupaba toda la pared, en el frente contaba con unos grandes ventanales que daban a otro balcón corrido que también desembocaba en la terraza.

Después del salón la distribución de la casa era la misma tanto a la derecha del pasillo como a la izquierda, Habitación, Baño, Habitación, siendo el baño compartido por ambas habitaciones, accediéndose al baño únicamente por cualquiera de las habitaciones, y por tanto a través del baño poder pasar de una habitación a otra, los baños contaban con un jacuzzi cada uno y una ducha de hidromasaje, todas las habitaciones contaban con un pequeño vestidor y tenían acceso al balcón o a la terraza las dos del fondo.

Para terminar de ver la casa subimos al piso superior o bajo-cubierta, donde contaba con dos habitaciones, un baño completo, y un amplio espacio diáfano a modo de salón.

Durante todo el recorrido por la casa yo no pare de jugar con las bolas, que ella levaba puestas, ni de acariciar y pellizcar los pezones, cuando estábamos viendo la que era su habitación la hice tumbarse en la cama y metiendo mi cabeza bajo su vestido comencé a lamerle el coño y a mordisquear su clítoris hasta que hice que se corriera, cuando se hubo repuesto del orgasmo continuamos con la turne por la casa, mientras yo la seguía teniendo cogida por la cintura jugando con su hermoso cuerpo.

Una vez que me hubo enseñado toda la casa pasamos al salón, - mientras voy a por los cafés ponte cómoda, como si estuvieras en tu casa – me dijo, le hice caso y aproveche para quitarme el vestido, el sujetador y los zapatos, quedándome con el tanga, en el que se me transparentaba el coño depiladito y en el que quedaba colgando el cordón de las bolas chinas que lleva tanto en el coño como en el culo, también me deje puestas las medias, momento en el que ella volvía con una bandeja en la que llevaba las tazas de café, le ayude a colocar las tazas de café sobre la mesa, yo no voy a ser menos, voy a ponerme cómoda también me dijo, mientras se quitaba el vestido, quedándose desnuda, uhmm Rosa, estas esplendida, dije yo mientras la comía la boca y acariciaba sus pechos pellizcando suavemente sus pezones mientras jugaba con la cuerda que colgaba de su ya encharcado coño, - tu también estas hermosa me contesto ella cuando libere su boca.

Antes de que nos sentáramos en uno de los cómodos sillones, Rosa lo cubrió con una sábana de plástico, para de esta manera evitar dañarlo con nuestros fluidos, mientras nos tomábamos los cafés hablamos de como nos conocimos, contándole yo que aquel día acababa de tener un intenso orgasmos a la puerta de su oficina, provocado por las bolas que al igual que en ese momento llevaba puestas, con la única diferencia que aquel día había estado mucho tiempo andando por la calle con ellas, lo que hizo que tuviera que agarrarme a mi marido a la puerta de su oficina para no caerme al flaquear me las piernas debido al intenso orgasmo que me sacudió.

Ya veo que a ti también te gusta ponerte las bolas chinas en tu interior le dije yo mientras jugaba con la cuerda que asomaba en su depilado coño, llegando a sacar una de las bolas y volviéndosela a introducir, - si la verdad que al andar con ellas siente una un placer que es muy difícil de describir, cuando estoy en casa muchas son las veces que me las pongo, llegando a obtener unos orgasmos que me dejan sin fuerzas.

Rosa, tienes el coño totalmente empapado, le dije, mientras extraía las bolas de su interior, saboreándolas mientras mis dedos jugaban con su botón del placer, cuando las hube dejado limpias me volví a dedicar a su coño, mientras jugaba con mis dedos entrando y saliendo primero de su coño y después en su culo, el cual también lamí y ensalivé bien para que mis dedos no tuvieran dificultad al entrar, cuando sentí que estaba próxima al orgasmo, cogí de mi bolso el lubricante y aplicándoselo en el coño y pringando bien mi mano con el, me dispuse a introducirle lentamente la maño en esa preciosa cueva, ella comenzó a gritar de placer si, sigueeeee no pareeees abreme bien este coño de zorraaaaa que tenngoooo, uhhhmmmm como me gusta mientras habría bien sus piernas hasta que mi mano desapareció absorbida por el coño, entonces mientras habría y cerraba mi puño en el interior de su gruta, ohhh siento que estoy llena, asiiiii sigueee me gusta como abres y cieraasss el puño en mi interiorr, sigueeee siiii que ya llegooooo , comencé con un movimento de saca-mete que la transporto a un intenso orgasmo que hizo que perdiera el sentido por unos breves segundos, me coroooooooo.

La deje que fuera reponiéndose poco a poco, mientras le acariciaba con ternura su cara y le comía la boca, hasta que se recupero, - me as dejado hecho una piltrafa - me dijo, a lo que le conteste que ya sería para menos, que la tarde no había hecho mas que comenzar.

Espera que vamos a reponer energías, que quieres tomar?, me dijo, ponme una coca cola fresquita si tienes, en seguida llego con las coca colas, una cubitera con hielos y los vasos, espera que antes de tomarme la coca cola voy a hacer un poco de sitio, me estoy meando, le dije, yo te acompaño y entramos las dos al baño, cuando y va a usar el inodoro ella me dijo, - no espera, abrió la ducha y arrodillándose ante mi me quito las medias y sentándose en la ducha me dijo, ahora vacíate sobre mi que quiero saborear una buena lluvia dorada, yo comencé a orinar sobre su cuerpo, ella se puso de tal manera que el chorro iba directamente a su boca, ella tragaba parte de mi orina, ya que no le daba tiempo a tragar todo, cuando hube terminado ella con su lengua comenzó a lamerme el coño mientras jugaba con las bolas chinas que llevaba en el, terminando de sacarlas lo mismo que las que llevaba en el culo.

Allí estaba yo, en la ducha apoyada sobre la pared con las piernas abiertas mientras Rosa de rodillas me comía el coño y el culo mientras jugaba con sus dedos pellizcándome el clítoris, uhhmm si Rosa cariño sigueee que me vieneeee, que ricooooo como me gustaaa, siiiiiiiiii me corrrooooo, y termine soltando todos mis jugos en su boca, ella saboreo el néctar que le había regalado y me dejo el coño limpio y reluciente.

Nuevamente nos dirigimos a la sala, ella sirvió las coca colas y lentamente sorbito a sorbito fuimos dando cuenta de ellas mientras comíamos algunos cacahuetes que también había puesto junto con las coca colas, y entre trago y trago nos íbamos acariciando la una a la otra, consiguiendo nuevamente que nuestros coños comenzaran a destilar ricos y sabrosos jugos.

Rosa tomó en sus manos el lubricante y arrodillándose entre mis piernas comenzó a lamerme el coño mientras jugaba con sus dedos en mi coño, me puso una generosa cantidad en mi coño a la vez que se lo esparcía en sus manos, una vez que tuvo bien lubricadas sus manos me dijo, - cariño relájate y disfruta, comenzando a introducir poco a poco sus dedos en mi coño, primero un par de ellos, luego sumó un tercero, mientras me mordisqueaba el clítoris, cuando los tres dedos se movían con facilidad en mi interior sumo uno más, ya iban cuatro, y yo comenzaba a descontrolarme y a gemir escandalosamente.

En ese momento entro en casa Maite – Que es lo que pasa con tanto chillido y gemido que se oye desde la calle?, la putilla esta que esta desbocada, le contesto Rosa, mientras su mano desaparecía al ser tragada por mi coño, siii sigueeee no pares, comencé a gemir yo mientras Rosa me follaba con su mano, yo no podía aguantarme más y sin importarme desde donde se pudieran escuchar mis gemidos y mis gritos de placer, me abandone al mismo, a la vez que Maite se desnuda y subiéndose en el sofá me puso su coño en la boca, para que se lo comiera, mitigando con ello el sonido que de ella salía.

Enseguida comencé a degustar el coño de Maite mientras dos de mis dedos jugaban con la entrada de su culo, primero los mojaba en los jugos que su coño comenzaba a destilar y después se los introducía en su culo, este poco a poco se iba relajando acogiendo sin problemas los dedos, en vista de ello introduje un tercero mientras mi boca se apoderaba de su rica pepitilla, mordisqueándola y succionándola, haciendo que ahora el concierto de gemidos que se escuchara fuera el que salía de su garganta.

Viendo que el culo de Maite se iba adaptando perfectamente al masaje que mis dedos estaban ejerciendo sobre el, decidí ir un poco mas allá, para lo cual cogí el lubricante, tras depositar una buena cantidad en la entrada de ese maravilloso culo procedí a embadurnarme bien la mano, ahora fueron 4 los dedos con los que comencé a masajear el esfínter, este poco a poco iba cediendo a la presión con lo que mis dedos comenzaron a entrar y salir, haciendo que los gemidos de Maite cada vez fueran más escandalosos.

Rosa sacando la mano de mi coño procedió a lubricarme bien el culo a la vez que se embadurnó su mano, la cual comenzó a introducírmela en el culo, la mano de Rosa se iba abriendo paso inexorablemente en mi culo, haciendo que de mi garganta escapara un grito, mezcla de placer y dolor, grito que poco a poco y debido al masaje que rosa me estaba proporcionando se transformo en gemido de placer.

Mientras me follaba el culo con su mano, Rosa me aplico un poco más de lubricante en el coño, para acto seguido introducir su otra mano en el y comenzar a follarme con sus manos tanto el culo como el coño, el placer que estaba experimentando era inenarrable, - siiiii sigueeee me vas a matar de placer pero no pares, como me gusta siento que me mareo, le decía yo a Rosa, mientras a la vez agitaba con mayor fervor mi mano en el culo de Maite.

Así que la putilla esta disfrutando, me dijo Rosa comenzando a acelerar el ritmo de las acometidas que sus brazos daban tanto a mi coño como a mi culo, a la vez que cada vez iba incrementando la parte de sus brazos que entraba en ellos, yo ya había perdido el control sobre mi cuerpo y note como comenzaba a marearme, hasta que me llego un brutal orgasmo que hizo que me mease y que quedara sin sentido durante un buen rato.

Al caer inconsciente deje de follarle el culo a Maite, por lo que según me contó después fue su madre la que tomo las riendas, y tras sacar mi mano del culo de su hija introdujo la suya y comenzó a follarla salvajemente, mientras con la otra le acariciaba el coño a la vez que de cuando en cuando le pellizcaba los pezones hasta conseguir que Maite terminara alcanzando un intenso orgasmo que la hizo venirse abundantemente.

Cuando finalmente volví a la realidad y abrí los ojos me encontré a Maite espatarrada en el sofá mientras su madre jugaba con los dos perros, pastor alemán, a los que acariciaba, masturbándolos lentamente haciendo que unas vergas rojizas y hermosas comenzaran a asomarse, mientras ellos le lamían la cara y las tetas a Rosa, pero como ya me he extendido bastante, lo que paso el resto de la tarde os lo contare en otro relato.

Un saludo a todos los que nos leéis y a los que nos enviáis comentarios, los cuales agradecemos, ya sabéis que podéis seguir enviando vuestros comentarios a la siguiente dirección bisex1960@gmail.com . Un beso a todos y todas.