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Unas vacaciones en el Sur de Tenerife 2

en Trios

Unas vacaciones en el Sur de Tenerife 2

Mientras Antonio le chupeteaba y lamia el coño, yo me acerque y comencé a lamerle el ano, a veces nuestras lenguas se rozaban mientras cada uno nos dedicábamos a cada uno de sus agujeritos. María ya completamente súper cachonda, deja de mamarle la polla a Antonio y se la mete de un solo golpe en su encharcado coño,

Pasamos la mañana en la piscina, nos fuimos los tres a comer en un restaurant cercano al aparhotel y decidimos irnos a las dunas de la playa cercana, que es un lugar donde van bastantes parejas y un montón de tíos haber si pillan alguna cosa.

Los tres desnudos nos acomodamos cerca de unas pequeñas plantas donde pusimos nuestras toallas, Antonio comenzó acariciar las tetas de mi mujer, y muy pronto sus pezones negros se pusieron duros y puntiagudos, mientras que con la otra mano acariciaba su depilado chocho.

María cogió la polla de Antonio y comenzó a acariciarla, se la meneaba lentamente, soltando algún que otro suspiro, yo estaba tendido junto a ellos, mirando cómo estaban disfrutando, y yo disfrutaba tocándome la polla y acariciando de vez en cuando el pezón más cercano de ella.

Cuando Antonio ya la había lubricado bien, hizo que María se pusiera encima de él y poco a poco su polla fue entrando en su lubricado chocho, mientras disfrutaban comenzaron a llegar un par de tíos desnudos y tocándose la polla, se pusieron muy cerquita de donde nos encontrábamos, para no perderse detalle de la follada de Antonio y María.

Los dos mirones, se pusieron tan cerca de mí que también me estaba masturbando, que creyeron que yo también era un mirón como ellos, cuando les dije que ella era mi mujer y un amigo, me pidieron permiso si podían participar, dando mi aprobación, comenzaron a toquetear el culo de mi mujer, uno de ellos comenzó a lamerle una teta, pasando su lengua, por las axilas y mordisqueando el pezón.

Cuando Antonio se corrió dentro de ella y la saco, el que estaba detrás tocándole el culo, acerco su polla al recién follado chocho y cogiéndola de las caderas comenzó a follarla, antes ya se había puesto un condón, cuando se corrió, dejo el sitio para el otro mirón que también se la follo.

Cogimos las tollas y nos fuimos cerca del mar, donde nos estuvimos bañando y tomando el sol hasta el atardecer. De regreso en nuestra habitación los dos solos, le comente que vaya día que llevaba de folleteo, que los dos mirones de la playa la pusieron a gusto, entonces mi mujer con una sonrisa picara y sin decir palabra se tumba en la cama y señalándome su chocho me indica que ya sabes lo que te toca, con mi lengua lamo sus labios, mordisqueo su pronunciado clítoris y bajo a saborear su ano, comenzamos un espectacular 69, donde me come la polla, me acaricia el ano y con su dedo me lo va follando, hasta que muy rápido me hace correrme mientras que con sus piernas aprisiona mi cabeza para que le sigua chupando, corriéndose en mi boca.

Como era la última noche de Antonio después de cenar, marchamos a la discotequa que habíamos estado la noche anterior, allí mientras Antonio bailaba y estaba muy acaramelado con María, yo comencé a ligar con una alemana madurita como nosotros, que chapurreaba un poquito de español, la invitamos a la mesa donde estaba mi mujer y Antonio, tras las presentaciones, yo a mi mujer la presente como amiga de Antonio, pedimos nuevas bebidas y estuvimos bebiendo y bailando hasta cerca de las 4 de la mañana, que decidimos volver al aparhotel, eso sí acompañados de la alemana.

Como en la habitación teníamos bebidas, prepare unos cubatas y whisky para seguir la juerga, mi mujer fue al wáter y salió completamente desnuda, dirigiéndose a Antonio, le saco la polla para mamársela, la alemana no puso ninguna pega cuando le fui quitando el vestido y quedo con sus grandes tetas al aire, ya que no llevaba sujetador, mientras nos morreábamos, logre bajarle el tanga y contemplar su blanco coño todo depilado como el de mi mujer.

Volví a llenar los vasos, mientras Antonio dejando a mi mujer comenzó a lamerle el coño a la alemana, María también se acerco y comenzó a lamerle las grandes tetas de la alemana, deje los vasos y acercándome a mi mujer comencé a lamerle el culo y el coño, ya estaba Antonio follando a la alemana.

Sobre las 8 de la mañana, me subí con la alemana a la habitación de Antonio, y este se quedo con mi mujer. Con la madurita alemana hicimos de todo, le lamí todos sus agujeros, muy especialmente su sonrosado ano, que no tenía ninguna dificultad para recibir mi polla, ella también lamio mi polla y culo, sobre las doce de la mañana, nos despedimos y yo baje a mi habitación.

Cuando llame, el que me sale a recibir es Antonio, que ya se había despedido de mi mujer ya que su avión partía a las cuatro de la tarde y debía dejar lo antes posible la habitación, nos despedimos tras intercambiar nuestros números de móvil y devolverle la llave de su habitación.

Mi mujer estaba aun en la cama medio dormida, en su culo aun se veían rastros de la ultima follada con Antonio, me acerque lentamente y separando sus glúteos comencé a lamer ese ano depilado y los restos de corrida, ella mimosa abrió un poco mas sus piernas y levantando un poco el culo para facilitarme las lamidas, cuando se dio la vuelta para lamerle el chocho, comprobé que ya no tenía la matita de pelo, que ahora está completamente depilado, después me conto que fue un capricho de Antonio de llevarse como recuerdo la matita de su vello púbico.

Tras explicarle como lo había pasado con la madurita alemana y ella con Antonio, marchamos a comer en un restaurant cerca de la playa, tras una buen comida nos volvimos al apartotel para descansar y después volver a la playa.

Los días que aun estuvimos en Tenerife sur, los dedicamos especialmente a darnos nosotros mismos placer, y aprovechar las comodidades que te ofrecían en el mismo aparhotel, como masajes, yacusi y sauna, eso sí, pagando estos servicios extras.