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Baby sitter... y mother fucker

en Hetero: Infidelidad

Mónica respiro tranquila cuando llego a casa, tras recoger a Alison del aeropuerto, y dejarla en su pequeño apartamento adosado. Por fin había terminado todo, y podía empezar su futuro de nuevo.

Había sido un proceso duro, el segundo hijo, las complicaciones del parto, la cuarentena, la falta de tiempo, el estrés, la mala adaptación de Carla, la hermana mayor con su hermanito y sobre todo las discusiones con su marido Ricardo por el reparto del trabajo en casa y la futura organización de la pareja con los dos niños.

No acababan de encontrar la manera para hacerse cargo de la nueva situación, sin que esta les absorbiera totalmente, y no les dejara ni un momento libre para ellos. Por suerte parecía que con la llegada de Alison todo esto podría solucionarse.

Una amiga le había hablado de una web, en la que se anunciaban cuidadoras de niño, que por un precio muy razonable, y eso si la estancia incluida, se podía conseguir a gente para hacerse cargo de los crios.

Al principio la idea no le gusto mucho, tenia la imagen preconcebida, de la típica babysitter inglesa o francesa, casi adolescente, rubia y lánguida, hambrienta de nuevas experiencias sexuales, y no le parecía una buena opción meter a alguien así en su casa, sobre todo ahora, después del parto, cuando el sexo había pasado a ser la ultima prioridad para ella, aunque no para su marido, pero su amiga le quito esos temores, explicándoles que había mujeres de todas las edades, y que ella misma podía elegirla, después de ver su foto y su currículo.

Pensando en eso, y también el la educación de sus hijos, se había decidido por Alison. Era una profesora inglesa prejubilada y viuda, según anunciaba en la pagina, que tenia muchas ganas de mejorar su español, y no tenia ninguna gran necesidad económica, solamente necesitaba un sitio para vivir, y lo mejor de todo para Mónica, es que ya tenia 55 años, eso la tranquilizaba mucho, Ricardo no se fijaría en ella, no seria una rival, y ella podía empezar a pensar en el sexo de nuevo, mas que nada para contentar su marido, porque para ella, de momento este asunto no tenia mucha importancia.

Eso si, cuando la recogió en el aeropuerto se sorprendió al verla de cuerpo entero, solo había visto fotos de cara, y esperaba a la típica señora, entrada en años y en kilos y verla al natural la admiro un poco, la señora se conservaba estupendamente para su edad, es mas, si la comparaban con ella misma, en ese momento incluso tenia mejor tipo, ella no había tenido tiempo, ni ganas de luchar contra los kilos de mas que deja un embarazo, a partir de ahora podría hacerlo, pero incluso esa buen tipo de ella no la preocupo lo mas mínimo, tenia 55 años, y estaba segura que no era el tipo de mujer por la que debería de preocuparse (no se podía imaginar que equivocada estaba).

Le admiro mucho lo fácil que era comunicarse con ella, aunque su español no era muy bueno, le hizo mucha gracia el comentario que hizo cuando llegaron a casa, y le mostró su pequeño apartamento: "Mucho bueno", dijo Alison, y ella no pudo reprimir una sonrisa. La verdad es que tenían una casa muy bonita, y recién construida. Tanto ella como su marido tenían buenos trabajos, el siempre tenia que estar viajando, y ella tras la baja maternal pensaba reincorporarse en breve, pero sus sueldos les habían proporcionado la ocasión de hacerse un casa a su gusto, grande, con un pequeño apartamento para las visitas, que ahora seria ocupado por Alison, y una pequeña piscina, que todavía no había tenido la ocasión de disfrutar desde su maternidad, por eso le hizo mucha gracia aquel comentario, "Mucho bueno", eso es como voy a empezar yo a sentir y a disfrutar poco a poco a partir de ahora, mucho bueno.

Al día siguiente, desayunaron juntas, con Carla y el bebe. Mónica estaba un poco atemorizada sobre la reacción de la niña con ella, pero Alison, demostró sus tablas y su buen hacer, y supo ganársela enseguida, a pesar de las dificultades del idioma, se notaba su experiencia como profesora, y su amor a los niños. Esta circunstancia, termino de serenarla totalmente, una vez que había conseguido el "placed" de su hija, pensó que ya no había ningún problema en empezar a retomar su vida normal.

Llevaron juntas a la niña al colegio, y aprovecharon el día tan estupendo que hacia para dar un paseo por la playa, que se encontraba muy cerca de la casa

A: Todo esto es mucho bonito, very beautifull

Mónica, aunque hablaba ingles perfectamente, intento corregirla, la parte del contrato verbal establecido entre ellas, era que Alison hablaría en la medida de lo posible ingles con los niños, pero con los adultos hablaría español, al fin y al cabo su objetivo era aprender español

M: Muy bonito, Alison se dice muy bonito, no mucho bonito

A: Oh, español ser muy difícil, espero mejorar mucho pronto

Ella no pudo reprimir una sonrisa, y tras pensárselo, volvió a corregirla

M: Muy pronto, se dice muy pronto..

A: Oh, shit, no se si podré aprender, es tan difícil..

M: Muy bien, ahora lo has dicho muy bien..,

El paseo se hizo muy agradable para las dos, y Alison tuvo ocasión de contarle su vida, y el porque de su interés en venir a España. Hacia un año su marido y ella habían tenido un accidente de trafico, el había fallecido, y ella, aunque herida de cierta gravedad, se había recuperado, pero sin marido y sin familia, se ahogaba en su país, tan gris y lluvioso, y había decidido emprender una nueva vida. Jubilada como consecuencia de las heridas, no tenia ninguna necesidad económica, su único afán en la vida, era disfrutar del sol y del buen tiempo, conocer gente, y pasarlo bien el resto del tiempo que le quedaba por vivir. Mónica le explico que había una gran colonia inglesa por esa zona, que le seria fácil relacionarse, aunque ella adujo que no tenia muchas ganas de volver a conocer a mas británicos, que le interesaba mas conocer a gente latina. Mónica también le explico un poco que esperaban de ella. Debía ocuparse de los niños, sobre todo de Carla, ya que Ricardito era poco mas que un bebe, y no le daría mucho trabajo. Por las mañanas no tendría mucho que hacer, ya que la niña iba a la escuela, el bebe apenas se despertaba. Por las tardes debía ayudar a la niña con sus deberes, y sobre todo enseñarle su lengua, incluso con el bebe, debía hablar solo en ingles, aunque el no entendiera nada todavía. Eran unos convencidos de la importancia de los idiomas, y querían que sus hijos empezaran con ellos cuanto antes. Los fines de semana los tendría libres. Quizás alguna noche le pedirían que se quedara cuidando de los niños, por si ellos decidirán salir, pero no seria la costumbre. Ricardo después de pasar toda la semana fuera siempre estaba cansado, y ella se alegraba de esto, tampoco ya tenia muchas ganas de fiesta, y prefería la tranquilidad. Alison viviría en el pequeño apartamento que tenían para las visitas. Como estaba totalmente independiente de su casa, no tendrían problemas de independencia, ni una, ni los otros, cuando no estuviera cuidando de los niños, ella podría hacer su vida independiente. Mónica le recordó que tenían cable TV, y que podría ver los canales de su país.

A: Mi no querer ver la televisión, ya tener bastante en mi casa, ahora querer conocer país, y conocer gente nueva. Puedo traer amigos a casa?

Ella se quedo sorprendida tanto por la respuesta, como por la pregunta. Esperaba que ella disfrutara con la televisión, y la sorprendía que tuviera tanto interés en conocer gente. De todos modos, no encontró ninguna maldad en su pregunta,

M: No se dice mi, se dice yo, yo no quiero ver la TV, es un poco difícil, pero no te preocupes, ya aprenderás, y claro que puedes traer gente a casa, no es un problema.

Mónica se imagino a una reunión de jubilados ingleses, los sábados, tomando el te a las 5:00 en su apartamento, y sonrió para sus adentros, estos ingleses y sus costumbres…

A: Ultima pregunta, yo poder bañar en piscina?

Mónica se volvió a sorprender, ella daba por sentado que Alison podría estar en casa como una mas, y hacer todas las cosas que hacían ellos, no entendía que preguntara por todos esos detalles, aunque inmediatamente reflexionando un poco, acepto que los ingleses eran diferente a ellos, tenían otro concepto de la disciplina, de las costumbres, por eso precisamente la había contratado, por inculcar un poco de disciplina a sus hijas, además del idioma. Se alegro del concepto que su cuidadora tenia de las cosas, de preguntar, de pedir permiso, y esperaba que fuera capaz de inculcar esos valores a sus hijos

M: Claro, por supuesto que puedes usarla, ah, y muy bien usado el, yo, pero se conjuga el verbo diferente, se dice yo me puedo bañar en la piscina?

Alison, le respondía:

A: Claro, ser tu piscina

Ambas mujeres rompieron en una carcajada, y siguieron con su paseo.

Esa noche, llego Ricardo de viaje, tarde, como siempre, los niños ya estaban dormidos, y solo su mujer estaba despierta esperándolo

M: Hola, cariño, que tal…

R: Bueno, un poco cansado, ya sabes, la semana se hizo muy larga, y los niños, como están?

M: Muy bien, sabes que, ya ha llegado Alison, y a Carla le gusta mucho…

R: Ah, si, lo había olvidado, y como es ella?

Mónica se paro un poco a pensar como contestar la pregunta, que debía decirle, al fin y al cabo la habían elegido juntos, habían visto juntos por Internet su foto y su currículo, su historia. recordó las preguntas que le habían resultado tan curiosa que le hicieran, y también como la había sorprendido un poco lo bien que se conservaba, pero no considero trascendente contarle nada de eso, simplemente le dijo…

M: Ya sabes, la típica inglesa…

R: Bueno, por lo menos vamos a empezar a tener un poco mas de tiempo para nosotros

Ella esperaba ese comentario, pero no por esperado, le resulto muy bienvenido. Desde el nacimiento del niño estaba sexualmente inapetente, y había aprovechado la cesárea como una excusa para retrasar el comienzo de su vida sexual de nuevo. quería a su marido, era un buen hombre, pero no entendía como podía tener tantas ganas de sexo. además ella no se sentía muy a gusto consigo misma. Aún tenia esos kilos de mas precisamente en la barriga, en el sitio que le resultaba mas feo, y si con Carla ya le resulto difícil perderlos, ahora con unos años de mas, sería aún mas difícil.

M: Déjame un poco de tiempo, por favor, ya sabes que necesito volver a sentirme bien conmigo misma y eso no se consigue tan fácilmente.

Ricardo, que ya estaba acostumbrado a las excusas de su mujer, no insistió, aunque se enfado un poco.

R: Vale, voy a ducharme

M: Vas a cenar

R: No ya he cenado, estoy muy cansado, después de la ducha me voy a la cama

M: Vale, allí te espero.

Mónica se fue a la cama tranquila, sabiendo que su marido aún tardaría un rato. Se había acostumbrado a su manía de colgarse a Internet cuando volvía a casa. Al principio esa costumbre le asusto un poco, pensó que tal vez podría iniciar una aventura virtual que no se sabia como podía acabar, pero ella, experta en informática, había acabado espiando las visitas que su marido hacia en la web, y eso había acabado despreocupándola, se limitaban a paginas con fotos de chicas, y con relatos eróticos, algo en principio no preocupante. Con el tiempo, descubrió las aficiones mas precisas de Ricardo, se entretenía mucho con relatos sobre infidelidades, y sobre lesbianas, lo cual, podría considerarse como algo relativamente normal para las fantasías o perversiones de un hombre, aunque fuera su marido, eso si, siempre que se quedaran en fantasías…

Recordaba perfectamente, como tuvo que cortarlo en seco, en una cena, cuando tras alguna copa de vino de mas, se atrevía a sugerirle a ella que quizás tuvieran que incorporar algún aliciente a su según el, un poco languideciente vida sexual. Ella, conocedora de sus aficiones, jugo muy bien su papel de esposa escandalizada y abrumada por la situación profesional, y familiar con los hijos, y no le dio pie a que siguiera adelante con sus insinuaciones, obligándolo casi a disculparse por ellas.

Ese detalle lo recordaba ahora, justo cuando se estaba durmiendo, el podía desahogarse a solas con sus perversiones en Internet, y ella podía descansar después de su habitual agotador día, y esa podía seguir siendo su habitual y placida rutina.

El fin de semana transcurrió normalmente. Ricardo usaba las mañanas del sábado para irse con la bici con sus amigos, y Alison tenia su primer fin de semana libre, no había pensado que todavía fuera a necesitarla para alguna salida, mientras mas se retrasaran estas, mejor. El sábado por la tarde, escucho a Ricardo hablar con ella, el se ocupaba de algunas plantas de jardín y habían coincidido. Mas tarde, durante la cena, ella no pudo dejar de preguntarle:

M: Por fin has conocido a Alison, no?

R: Si, me la he encontrado fuera en el jardín…

M: Y, que te parece…

Ambos se miraron, y ella noto que a el le costaba encontrar la respuesta adecuada. Entre los dos la habían elegido, siempre con sus reparos en cuanto al tema sexual, y, aunque ese cuestión nunca había salido a relucir, ahora, que la supuesta Señora, en teoría casi ancianita, había resultado ser otra cosa, ella tenia curiosidad para que por lo menos el diera su opinión sobre ella. Su respuesta, no la dejo indiferente, intentaba salir del paso, y encontró la manera mas sencilla

R: Ya sabes, la típica inglesa

El se escabullo por hay, y cambio de tema. Esa actitud defensiva y esquiva de el, no le gusto nada, pero, por otra parte que podía esperar, que en un arranque de sinceridad el le contestara, pues para la edad que tiene esta mejor que tu…Ella no quiso darle mas vueltas al asunto, y esa noche se fue temprano de nuevo a la cama, mientras el se quedaba conectado a Internet.

Lo que si que le sorprendió, fue escuchar ruidos fuera, ya tarde, cuando se levanto para alimentar a su pequeño. Al principio se asusto un poco, pero luego escucho la puerta del apartamento .Un poco asombrada, miro la hora y vio que eran las 5:30 de la mañana. Vaya, vaya, pensó para si misma, si llego a tener a una baby sitter mas jovencita no dudaría en regañarla, pero como puedo decirle algo a Alison, si podría ser casi mi madre…

Durante todo el domingo, ella intento asomarse a su apartamento, e hizo todo lo posible por verla, mas que nada por curiosidad, por ver como estaba, para comprobar como le sentaba trasnochar. Era una curiosidad un poco malsana. Ella misma, notaba por las mañanas como las noches moviditas de su bebe le pasaban factura en su hasta hace poco casi perfecta cara, en forma de ojeras, sombras y flacideces. Tenia curiosidad por saber las huellas que una noche de juerga española, dejarían en su cara, teniendo en cuenta que era casi 20 años mayor que ella, pero se quedo con las ganas de verla, porque no hubo ni rastro de ella.

Al lunes siguiente, se encontraron en la cocina, a las 8:00, como venia siendo habitual. Su marido ya había salido de viaje, y a esa hora tomaban el primer café antes de despertar a Carla, para llevarla al colegio,

M: Buenos días Alison

A: Buenos días

Mónica no dejaba de mirarla un poco curiosa, pero se sorprendió de no encontrar ningún resto de la juerga. Se sorprendió y se enfado un poco, se sintió algo celosa, que su cara no le pasara la factura, que su bebe si que le pasaba a ella.

M: Que tal tu primer fin de semana..

A: Mucho bueno, no, no ,no, muy bueno, muy divertido

M: Ah, ya vas mejorando poco a poco, lo ves

A: Si, muchas gracias a ti, y a la gente que conozco

Mónica se sorprendió de esta ultima respuesta

M: Ah, ya has conocido a gente, vaya si te das prisa, eh?

A: Si, gente aquí muy amable y simpática, todo el mundo preocuparse con mi y ser cariñoso conmigo

Mónica se quedo un poco dudando ante esta respuesta, pensó incluso en corregirla, como solía hacer cuando no hablaba correctamente, pero tuvo un poco de miedo de meterse en un pequeño lió, que quiso decir con eso de cariñosa, como debía explicarle el verdadero sentido de es palabra, que le habrían dicho o hecho para que ella se sintiera así?, mejor no meterse en ese jaleo…

Alison continuo

A: tu tienes suerte de vivir en un sitio tan bonito, con tanto sol y tanto calor, la gente es muy, no se como decirlo, lovely, y tienes muchas posibles cosas para hacer: playa, sol, deportes, bailar. Si hubieras vivido en Heimshare, mi casa, te darías cuenta de lo que vale real esto, es increíble. además tu tienes todo, un buen trabajo, una casa muy bonita, una piscina, una familia, y un marido muy guapo, tienes que ser la mujer mas feliz del mundo.

El comentario, abrumo un poco a Mónica, no supo que contestarle, solo pudo decirle:

M: Muchas gracias Alison, eres muy amable, muy lovely como tu dices…

Entonces escucharon a Carla, que se acababa de levantar y gritaba llamando a su madre

M: Voy a buscarla, prepárale el bocadillo y te la bajo para que la lleves al colegio.

A: Ok

Mas tarde, durante la mañana, Mónica no pudo dejar de darle vueltas a lo que le había dicho su baby sitter. Realmente no le faltaba nada de razón. Lo tenia todo, cada una de las cosas que ella le había dicho, y además, debería saber apreciarlo, porque ella también había estado viviendo en Reino Unido, cuando estaba en la universidad tuvo una beca para ampliar sus estudios durante un semestre en Edimburgo, y aun disfrutando del ambiente universitario, le toco el semestre de invierno, y se hizo un poco duro. Disfruto mucho y sonrió, recordando el calor humano que había recibido de algún estudiante ingles, pero era cierto que los inviernos se hacían duros.

Ahora, casi 15 años después de aquello, tal y como Alison le había dicho, disfrutaba de todo lo que en aquel tiempo de estudiante podía haber deseado, un trabajo con responsabilidad, era gerente de área de una multinacional inglesa, con 7 ingenieros, como ella bajo su cargo, acababa de terminar de construir la casa de sus sueños, junto al mar, amplia y con vistas, con piscina, y hasta con un pequeño apartamento adjunto para disponer de el a su beneficio, recién había tenido su segundo hijo, sano y hermoso, cerrando con ello el capítulo familiar de su vida, tenia un marido, muy guapo, como le acababan de recordar, aunque hacia mucho tiempo que no pensaba en el en esos términos, y al que, pobre de el, le tenia a una dieta de sexo virtual y controlado.

El problema, es que, como suele pasar, ya se había acostumbrado a todos esas ventajas, a todos los privilegios, y con ello, su vida había pasado a ser una lánguida y previsible rutina, cómoda y confortable, eso si, pero rutina al fin y al cabo.

Pensó en la ultima vez que había salido, a pasarlo bien, y apenas llego a recordar cuando fue, desde el nacimiento de Carla, esta había pasado a ser su prioridad, y mas tarde con el embarazo y el nacimiento de Ricardito esta situación se había acentuado. No es que ella necesitara salir, beber ni cosas como esas, pero bailar si que le pirraba, le gustaba mucho, recordaba sus noches de juerga en Edimburgo, quemando las discotecas y disfrutando sin parar de bailar, y aprovechando el baile para conocer chicos, entre ellos a su amante ingles. pensó que quizás no seria una mala idea planificar una salida, bien con Ricardo, o bien con alguna de sus amigas, una noche de chicas, que esa si que definitivamente hacia años que no disfrutaba…

Imbuida en esos pensamientos le interrumpió el timbre de la puerta exterior de la casa. Se extraño, porque no esperaba a nadie. Se acerco al interfono para contestar quien era y la respuesta le sorprendía mucho:

M: Quien es

Alison??

Ella no supo en principio que decir, pero reacciono rápidamente

M: Un momento por favor

Aviso a Alison por el teléfono interior del apartamento que alguien la buscaba, ella le dio las gracias y le dijo que ya salía ella a recibirlo.

Mónica sintió en ese momento una gran curiosidad. Escucho como Alison abría la puerta para buscar a su visita. Ella podía ver desde la ventana de la cocina, la entrada al apartamento, y pensó en asomarse, aunque al mismo tiempo sintió algo de vergüenza sobre su pensamiento. Su baby sitter ya le había pedido permiso para recibir visitas, y tenia edad suficiente para decidir por si misma. Mónica era una mujer independiente y autónoma, y pensó que si corría a asomarse por la ventana, iba a ser una de esas amas de casas cotillas, que andan espiando a sus vecinos para luego hacer corrillos de patio, no ella no era así, no debía ser así, intento auto convencerse, pero finalmente no pudo aguantar la curiosidad, aunque cuando se asomo a la ventana, no pudo ver mas que a una figura masculina de espaldas que se metía en el apartamento. Se recrimino a si misma no haber acudido antes a ver quien venia a ver a Alison.

En ese momento sonó el teléfono, era de su oficina, estuvo casi dos horas hablando. En un par de semanas se tenia que incorporar, tras la baja maternal, y estaba reorganizando el trabajo, tanto con su jefe, como con sus subordinados. había sido muy complicado conseguir la baja por maternidad, sus jefes no entendían el sistema español, y además estaban en medio de mucho ajetreo, con la crisis y algunos proyectos que no se sabían como continuarían. Tenia que coordinar el desarrollo de estos proyectos con sus asistentes, y eso algunas veces se hacia complicado, pero eran gajes de su oficio.

Al final, cuando ya estaba terminando, entro Alison a decirle que iba a recoger a la niña, tenia una cara rara, un poco encendida, como si estuviera turbada, pero muy sonriente y muy hermosa. Con gestos la despidió, y estuvo hablando un poco mas con sus jefes hasta que termino la conversación.

Entonces, pensó de nuevo en Alison y en su cara, nunca la había visto así, y realmente la recordó como hasta un poco rejuvenecida y hasta mas guapa. Se preocupo un poco por eso y pensó en que habría estado haciendo, fuera lo que fuera le causaba el efecto contrario, que lo que ella misma había pensado que le pasaría, tras sus noches de juerga y los días de resaca, como lo conseguiría??

Cuando llego con la niña, no quiso volver a sacar el tema, Carla era muy curiosa, y si se enteraba de la conversación no pararía de preguntar y preguntar, y no era plan de enredarse con la chiquilla.

La semana continuo sin mas novedades, hasta el miércoles, ya había acostado a las niñas, y se había despedido de Alison. Ricardo continuaba fuera, no volvería hasta el viernes. Fue a la cocina, a por un poco de leche, y creyó oír un ruido fuera. Ella no es de las que sintieran miedo. tenían un sistema de alarma, en prevención a cualquier tipo de robo, y tenia memorizado el teléfono de la policía. Lo que le preocupo fue Alison. Estaba sola en su apartamento, y si alguien intentaba hacerle algo, no sabia como podía reaccionar. Era una extranjera, y no sabría como actuar, quizás se pondría nerviosa, así que no dudo en coger su móvil, por si tenia que llamar a alguien y asomarse para ver si veía algo.

Encendió las luces de fuera, se puso una bata, y abrió la puerta. Entonces pensó que quizás estaba actuando algo a la ligera, si hubiera alguien, unos ladrones, podrían reducirla a ella sin problemas, y sintió un poco de miedo, pero a la vez pensó, acabo de abrir la puerta, si estuvieran por aquí ya me podrían haber abordado sin problemas…, entonces, se dirigía hacia el apartamento. Las luces estaban encendidas, pero las cortinas estaban echadas. Se acerco lentamente, y cuando estaba junto a la ventana escucho unos ruidos que la dejaron de piedra…

Ahjj, ahjjjj, ahjjjj.

Por un momento Mónica se quedo bloqueada, era lo último que hubiera esperado encontrarse, jamás lo hubiera pensado, incluso le costo un poco asimilar lo obvio, fueron unos segundos de perplejidad. Pasados esos segundos, cuando entendió de que se trataba, se volvió rápidamente a casa…

Como estaba desvelada, y pensó que le costaría trabajo dormirse, se calentó un vaso de leche y se sentó en la cocina a poner en orden sus pensamientos. Ella era ingeniera, y estaba acostumbrada a escribirlo todo, a poner negro sobre blanco sus ideas, sus experiencias, sabia que ver las cosas escritas sobre papel, daban otra perspectiva, ayudaban a entender la situación, a analizar las circunstancias…Lo primero que escribió en el papel que tenia delante fue "sexo", el mero hecho de escribir esa palabra la turbo…, asociaba esa palabra, ese concepto a Ricardo, y relacionarlo con Alison la desconcertó, como podía una mujer de 55 años estar haciendo algo que ver con el sexo…, y fuera lo que fuera, definitivamente lo estaba haciendo, los jadeos eran incuestionables…, casi automáticamente, siguió escribiendo, y la siguiente palabra que apareció sobre el papel fue "masturbación", era un proceso casi automático, instintivo, las palabras surgían solas, y ella achaco esa palabra a la primera causa que se le ocurrió para esos gemidos, quizás Alison sintió una necesidad de ese tipo, y tuve que recurrir a autosatisfacerse…, pero otra vez la misma pregunta, como una mujer de 55 años podría hacer algo así…, hacia años que ella misma no hacia eso, prácticamente desde su adolescencia, y porque debía o podía su baby sitter sentir la necesidad de hacer eso???, no, además la luz estaba encendida, y porque habría de encender la luz para hacerlo, no definitivamente no podía tratarse de eso…, un rayo de preocupación cruzo su mente cuando escribió la siguiente palabra "violación", y se asusto, se atemorizo un poco cuando pensó que un extraño podía haber entrado en su casa y estar abusando de ella, pensó en la policía, miro el teléfono, pero luego volvió a recordar la luz encendida, y los jadeos volvieron a sus oídos, no, esa no eran las circunstancias en las que se sucederían una violación, oscuridad, resistencia, pero todo demostraba justo lo contrario…, la siguiente palabra que escribió fue "visita", recordó al desconocido que pregunto por ella, al que apenas pudo ver su espalda…, después recordó como entro ella a la cocina mientras hablaba por teléfono, y escribió la palabra "esplendor", cuando recordó la cara que ella traía…La cabeza de Mónica era una maquina en ebullición, estaba asociando conceptos, aún sin entenderlos plenamente asociados a Alison, pero ya no podía dejar de escribir, "follar", "gozar","disfrutar", "hermosura", "bienestar", escribía ya rápidamente, asociando los conceptos, imaginándolos como causa y consecuencia, aplicando su lógica ingenieril, a un campo donde nunca había imaginado que podía aplicarse, aunque la secuencia lógica era irrefutable, irrebatible, si uno de sus subordinados le hubiera traído una secuencia similar de ideas en alguno de sus proyectos, probablemente ella le habría recriminado, que eso era normal, que era bastante simple y pobre, que se esperaba un poco mas de sapiencia para el proyecto, y sin embargo, ella estaba allí a las 12 de la noche, en la cocina de su casa, intentando solucionar un rompecabezas, con todas sus armas y bagajes de ingeniera, que su institutriz de 55 años, simplemente estaba disfrutando abajo en su apartamento…

En ese momento, oyó al niño llorar, y dejándolo todo sobre la mesa, volvió a su cuarto a ocuparse de su niña…

Cuando es despertador sonó, Mónica se despertó sobresaltada…, normalmente nunca se quedaba dormida tanto tiempo, ajustaba el despertador como una simple precaución, pero esa noche se había quedado profundamente dormida.

Intento como cada mañana recordar sus sueños, tenia algunos recuerdos difusos, sentía esa sensación tan típica de tener los recuerdos casi al alcance de la mano, pero separados por unos milímetros, que eran suficientes para no acabar de recordarlo todo.

Se incorporo rápidamente, vio que Carla dormía aún, se puso la bata y se fue para la cocina.

Allí estaba Alison, preparando un café. Le dijo buenos días, y cuando ella se volvió para responder para responder al saludo, la volvió a ver resplandeciente y luminosa, fue cuando recordó lo sucedido la noche anterior, y se percato que había dejado su taza de leche y la hoja con las anotaciones encima de la mesa. La taza ya no estaba, ella la había recogido y la había puesto en el lavavajillas, pero el papel seguía hay. Mónica sintió como su cara se encendía de vergüenza, y se sintió bloqueada, como a una niña a la que hubieran pillado en falta, que pensaría, si hubiera leído sus anotaciones, su secuencia lógica de sucesos y sus conclusiones?

Fue a echarse un poco de café, avergonzada, tímida, y no dejaba de mirarla, para encontrar alguna pista, alguna señal, de que hubiera leído aquella hoja y estuviera enfadada o sorprendida, pero ella seguía a lo suyo, sin hacerle el menor caso, organizando alguna taza, y eso si, bella, cada vez mas atractiva.

La curiosidad pudo mas que la vergüenza, y, no pudo resistir la tentación de preguntarle..

M: No se lo que haces, pero cada día estas mas guapa, me tienes que contar tu secreto

A: Muchas gracias, la vida aquí sienta muy bien, ya sabes, el sol es bueno, el buen tiempo es bueno, la gente es muy bueno conmigo, me tratan muy bueno

M: Muy bien, Alison, se dice que me tratan muy bien, pero que hacen para tratarte tan bien?

A: Ja, ja, ja, tu saber lo que necesitamos las mujeres para sentirnos bien, no hacer falta que yo te lo diga, tu también lo tienes todo para ti…

M: Bueno, bueno, yo lo tengo todo para mi, pero no consigo estar mas guapa cada día como tu…

A: Solo tienes que quererlo…

En ese momento, aparecía Carla, y tras prepararle el desayuno, Alison la llevo al colegio.

Mónica estuvo todo el día inquieta y nerviosa, no paraba de darle vueltas a lo ocurrido la noche anterior, al estado físico de Alison, a su belleza, y a sus posibles causas.

Incluso el amamantar a Ricardito, cosa que normalmente la relajaba bastante, la puso mas nerviosa todavía, sentía, una electricidad especial, cuando su hijito chupaba sus pezones, y tragaba su lechecita, y cuanto mas intentaba calmarse, menos lo conseguía, mas sensible se ponía, sabia lo que podía ser aquello, pero le asustaba ponerle nombre, no quería ni pensarlo.

Aunque solían comer a horas diferentes, se paso por la cocina, cuando sabia que Alison estaba comiendo, y como esa tarde Carla tenia actividades en el colegio, le propuso que tomaran un poco el sol juntas en la piscina, con la secreta intención de sonsacarle algo de información. Ella acepto encantada, y quedaron en verse un poco mas tarde.

No estaba muy segura, de que, de cómo, de cuando, pero si que quería preguntarle, que hacia para estar tan guapa, que había pasado aquella noche, aunque con su razonamiento ya estaba segura de que se trataba, quería escucharlo de su boca, quería saber los detalles.

Cuando vio por la ventana, que Alison ya estaba en una hamaca tomando el sol, aprovecho para dar de comer un poco a su hijo, sabiendo que eso lo relajaría, y lo dejaría dormido por un par de horas, que tendría para relajarse e informarse en la piscina.

Al llegar a su hamaca, la saludo, y arrastro otra hamaca junto a ella, para poder tumbarse juntas.

Hacia un día muy bonito, y el sol brillaba en el horizonte, desde la piscina podían ver el mar, y la vista era impresionante, al verla llegar, Alison la saludo.

A: Hola, que tal?

M: Bien, a ver si aprovechamos un poco el sol, no?

A: Claro, vaya suerte que tienes de vivir aquí, sol, buen tiempo, lo tenéis todo

M: Gracias, la verdad es que no se esta mal.

A: Y Ricardito?

M: Acaba de comer, y esta descansando un rato, y a ti como te va con Carla?

A: Muy bien, es una niña curiosa e inteligente, preocuparse mucho por aprender, y aprender como un juego, en mucho poco tiempo estará hablando ingles

M: Gracias a ti, Alison, te portas muy bien con ella, y ella te quiere mucho

A: Ya he dicho, ser un encanto de niña

M: Es un encanto, se dice es un encanto, no ser un encanto

A: Oh, shit, es tan difícil vuestro idioma

M: No te preocupes, ya aprenderás, todo es cuestión de tiempo…

Alison no respondió, y durante unos instantes, se quedaron en silencio. Mónica empezó a preguntarse a si misma como podía sacar el tema, la verdad es que no era nada fácil. Entonces Alison le pregunto

A: Te importa si me quito el sujetador

Ella, se quedo un poco perpleja, sin saber que contestar, cuando la otra vio su cara de perplejidad, le explico:

A: Ya sabes, a los hombres les gusta que seamos morenas, quieren nuestro cuerpo soleados

Mónica se quedo un poco cortada por esa respuesta, y rápidamente, por miedo a parecer un poco timorata le respondió

M: Claro, por supuesto, ponte cómoda

Alison se quito el sujetador, y le pregunto

A: Tu también deberías, no?, a Ricardo no le gusta que estés morena.

M: Si, la verdad es que si, lo que pasa que con Ricardito no hemos tenido mucho tiempo para nosotros.

A: Ya conoces a los hombres, hay que darles lo que ellos quieren…

Mónica sonrió, y de alguna manera se sintió ella obligada también bajarse el bañador. Ella llevaba un bañador de una sola pieza, y se lo bajo, enrollándoselo sobre si mismo. Mientras hacia esto, miro de soslayo a Alison, aunque estaba tumbada, se notaba que sus pechos estaban firmes, no habían pasado por el trance de criar niños, como ahora estaba pasando ella. Se sintió un poco incomoda, tanto por ver como los otros pechos eran mas bonitos que los suyo, como por el hecho, de casi haberse visto obligada a quedarse en topless en su propia casa, claro que alguna vez lo había hecho, estaba tranquila porque nadie podía verlas, pero se había sentido un poco presionada, si no lo hubiera hecho, hubiera quedado por un poco tonta. De todas maneras, aprovecho el comentario su comentario sobre los hombres, para preguntarle por ellos, pero cuando se disponía a hablar, sono el teléfono de Alison:

A: Hello

….

A: Just relaxing, on the pool, enjoyng the sun

…

A: ja, ja, ja

…

A: ja, ja, ja

…

A: I don´t think that is a good idea

…

A: I don´t know

…

A: Just wait a minute

Mónica estaba intentando escuchar y comprender la conversación, pero no tenia oportunidad, aunque si se sorprendió cuando Alison le pregunto

A: Es un amigo, le he contado que estaba en la piscina, y me pregunta si puede venir

Mónica se sorprendió al escucharla, durante un instante, un montón de ideas pasaron por su cabeza, la noche anterior, los sonidos, su curiosidad, aunque también pensó en los niños, en su seguridad, en como podía acabar aquello

M: Es de confianza tu amigo?

Alison sonrió

A: Si claro, no te preocupes, es un chico de confianza, lo vamos a pasar bien con el, ya veras…

M: Vale, entonces que venga

Alison tomo su teléfono, y hablo con el desconocido

A: Ok, you are wellcome, we are waiting for you

….

A: ja, ja, ja, bye

Cuando colgó, le dijo:

A: No te preocupes, es un amigo especial, es un chico muy cool y simpático

Mónica se sorprendió de escuchar eso, pero de repente toda su curiosidad se esfumo o mejor dicho, se disimulo. Ya no tenia ganas de preguntar nada, porque sabia que el chico, como lo había ella, no tardaría en llegar, y cualquier pregunta, cualquier comentario que hiciera, podría ponerla en evidencia, cuando llegara. Alison, había cerrado los ojos, y seguía tomando el sol, pero ella se sentía cada vez mas nerviosa, y en silencio, no dejaba de pensar en que podría ocurrir, que quería decir ella cuando hablaba de chico, y que significaba eso de que era muy cool y simpático?, aunque se moría de ganas de interrogarla, no quería quedar en evidencia. De repente, se dio cuenta además, que estaba en top less, lo cual, la hizo sentirse aún peor, que debía hacer, su invitada seguía tomando el sol, impertérrita e inmune a sus pensamientos, pero ella se sentía cada vez mas insegura. Por una parte estaba en su casa, y podía estar como quisiera, aunque no tenia ninguna ganas de que un desconocido la viera semidesnuda, sobre todo ahora, que se encontraba tan lejos de su forma ideal, con esos kilos de mas, que iba a pensar de ella, aunque también creía, que si se subía el bañador, iba a quedar como un poco tonta, delante de Alison, quizás debería preguntarle directamente:

M: No te parece que deberíamos ponernos un poco mas presentables?

A: No entiendo, a que te refieres?

M: No deberíamos subirnos el bañador?

A: Ja, ja, ja…, no te preocupes, Ibra esta acostumbrado a ver mujeres, no se asustar de ver…

Mónica se quedo helada, cuando escucho eso, y se maldijo a si misma por haber preguntado, ahora si que ya no tenia opción de subirse el bañador, sino quería quedar como una autentica imbecil, porque rayos había tenido que preguntar nada. Aún así, se extraño con el nombre, y no pudo reprimir la pregunta:

M: Ibra?

A: Si, es un chico senegalés, ya sabes como ser las cosas por allí, así que se vino aquí para mejorar, pero no preocupar, es un chico muy educado.

Mónica sintió que se le secaba la garganta, ya no tenia ni ganas de corregirla, tenia la sensación de que no debía haber permitido que invitara al chico, pero ya era tarde, y poco a poco estaba asimilando conceptos en su cabeza, en relación a la noche anterior, aunque no quería seguir asimilándolos, no quería pensar en eso, porque sabia adonde podían llegar sus conclusiones. El teléfono volvió a sonar

A: Ser Ibra, ya esta aquí, voy a abrirle

Alison se levanto, se enrollo en una toalla, y bajo para abrirle

Mónica se sintió bastante inquieta, no sabia que hacer para evitar que el tal Ibra la viera, para ser sincera consigo misma, ya no sabia si lo que no quería es que la viera sus pechos, o que la viera tan gorda. La idea que le vino a la cabeza, fue tirarse al agua y tal como lo pensó, lo hizo, por lo menos, en el agua no iba a tener una visión clara de ella. Cuando ya ella estaba en el agua, aparecieron los dos, y ella se quedo sorprendida al verlo.

A: Mónica, te presento a Ibra

Ella, desde el borde de la piscina, aprovechando el mismo para taparse, hizo un ademán de saludo con la mano, y dijo

M: Hola que tal?

I: Bien, y tu?

M: Bien, ya ves, refrescándome un poco

Mónica no podía dejar de mirar a Ibra, cuando Alison le había dicho un senegalés, no había pensado en encontrarse con eso. Era un chico muy guapo, muy muy guapo, normalmente los africanos tenían unas facciones algo exageradas, pero toda la cara de Ibra era pura armonía, unos ojos grandes y oscuros, una nariz discreta y elegante, y unos labios algo mas grande de lo normal, pero sensuales, muy sensuales, no quiso seguir pensando en eso. además, vestía muy bien, nada que ver con las prejuicios que ella podía haberse hecho al respecto, llevaba unos pantalones tipo piratas, que se veían de buena calidad, y una camisa de marca muy conocida, que debían haberle costado un dineral, de donde sacaría este chico el dinero, se pregunto.

I: Tienes una casa muy bonita.

M: Gracias, todo el mundo que la ve por primera vez le gusta mucho…

I: No es la primera vez que vengo, pero esta parte nunca la había visto

Mónica se sonroja al escuchar esto, sintió que su cara se ponía roja, roja como el mas maduro de los tomates, y también sintió otra extraña sensación, sus pezones empezaron a endurecerse, y el contacto con el muro de la piscina la incomodo extrañamente, así que para sentirse mejor, se dio la vuelta, y para nadar un poco, para dejar de sentir esas extrañas sensaciones, y sobre todo para que los demás no notaran lo que ella notaba sobre si misma, eso si, no dejo de exclamar:

M: Poneros cómodos y disfrutad, como si estuvierais en vuestra casa

Aunque inmediatamente, al escucharse a si misma, pensó que no hubiera hecho falta decirlo, ellos ya habían disfrutado, de la casa y en la casa, lo que aún no habían hecho Ricardo y ella, y viendo a Ibra, imaginó que no le habría resultado nada difícil a Alison pasárselo bien.

Cuando se volvió, vio que Ibra había acercado ya otra hamaca, junto a las suyas, Alison ya se había quitado la toalla con la que se envolvió para buscarlo, y al verla de pie aún, confirmo sus sospechas anteriores, tenia unas buena tetas, no muy grandes, pero firmes, sobre todo para la edad que tenia, se notaba que no había pasado por lo que ella estaba pasando. Con lo que no contaba, aunque tenia que haberlo sospechado, era lo que vio cuando Ibra se quito su camisa y sus pantalones piratas…, la imagen que se le vino a la cabeza, fue la de un dios de ébano, una divinidad pagana, una imagen profana a la que adorar, el chico era puro músculo, sus brazos y antebrazos eran musculados, pero en la adecuada dimensión, sus pectorales se marcaban, sobresaliendo del pecho, su estomago era la clásica pastilla de chocolate, y sus piernas estaban como torneadas según los parámetros clásicos de belleza, y por debajo del bañador tipo bóxer que llevaba, de marca también por supuesto, se notaba un bulto, que aún durmiente, prometía ser una fuente de placer al despertar. Ella misma se sorprendía de sus pensamientos, pero no podía hacer nada por evitarlo, incluso sentía como sus pezones se henchían, parecían cohetes, que alimentados con el combustible de la vista de Ibra, querían despegar hacia el, y arrastrar a Mónica tras ellos. Tuvo que volverse de nuevo, para alejar esas ideas de ella.

Escucho, como a su espalda, ambos se metían en la piscina, entonces se volvió, y los vio, en el agua, nadando hacia ella.

A: Que buena esta el agua, como refresca

Mónica pensó que hubiera necesitado una piscina de cubitos de hielo, para refrescase, para tranquilizarse un poco, para bajar la temperatura de sus ideas, pero no dijo nada, y aprovechando que ellos estaba en el otro lado de la piscina, salio de espaldas a ellos, para evitar ser vista, no avergonzándose ya de que vieran sus pechos, sino de su falta de forma, de sus kilos de mas, de su barriguita de mama…Puso una toalla sobre su hamaca, y se tumbo boca abajo, para evitar ser vista, para ocultar su bochorno, para camuflar su sofoco. Intento tranquilizarse y reflexionar un poco, que coño le estaba pasando, que le estaba sucediendo, porque estaba perdiendo los papeles de aquella manera. Mientras pensaba esto, escuchaba sonrisas y risitas, en la piscina, pero en la situación en la que se encontraba, no quería, no podía volverse, quien sabe lo que vería, y, lo peor, el efecto que produciría en ella. No, no y mil veces no, no podía estar pasándole esto a ella, allí, en su casa, con Ricardito dormido, con su marido de viaje, y con la parejita en la piscina.

Entonces oyó, como salían del agua…

A: Esta increíble, mucho bueno

I: Se dice muy bueno, Alison, ya te lo he dicho muchas veces

A: Oh, sorry, Mónica también me lo dice, verdad

M: Si, tienes que aprender

A: Sabes que Ibra es ingeniero, como tu?

M: Vaya, donde estudiaste

I: Empecé a estudiar en Senegal, y luego termine en Oxford

Mónica se sorprendió, y se estimulo aún mas intelectualmente, sabia que solo la elite podía estudiar en Oxford, y era lo único que le faltaba a Ibra. quería haberle preguntado, que hacia aquí entonces, porque no estaba trabajando, porque no había vuelto a Senegal, pero no se atrevió, no se atrevía a nada, se sentía como una colegiala, tímida e insegura, ante el chico que le gusta, avergonzada de preguntar, de dirigirle la palabra, sentía que no era ella misma, pero no podía hacer nada por evitarlo. Para colmo, lo que escucho, la preocupo aún mas.

A: Porque no me pones un poco de crema, sino me voy a quemar.

I: Claro, túmbate, anda

Aunque tenia la cabeza vuelta para el otro lado, Mónica se dijo a si misma que valía la pena no perderse ese espectáculo, así que volvió su cara y se apresto a contemplar el show.

Alison estaba boca abajo, e Ibra tomo la crema, esparció un poco en su mano, y comenzó a aplicarla sobre su espalda. Mónica sintió algo extraño, noto, como si sintiera algo en su espalda, como si fuese a ella a la que le estuviesen echando crema, cerro los ojos, sintió que no quería seguir con esas sensaciones, con esos juegos de colegiala, estaba perdiendo el control, y no quería perderlo. Entonces escucho

I: Que tal,

A: Bien, muy bien, sigue por favor

Tuvo que volver a abrir los ojos, no podía perdérselo, vio como Ibra estaba ahora con sus piernas, y volvió a sentir algo parecido, un rocé por sus piernas, y lo que aún era peor, sentía como sus pezones se endurecían, se enardecían, y como dos taladradoras, rozaban contra la toalla, transmitiéndole a ella un cúmulo de sensaciones inexplicables. Por eso cuando oyó:

I: Vuélvete, anda, déjame darte crema por arriba

Ella no dudo, dejo atrás toda su vergüenza, olvido su decoro, se trago su orgullo, y se volvió ella también, pero es que no tenia otra opción, si seguía sintiendo esa mezcla de percepciones, por todo su cuerpo, por sus piernas, por sus pechos, por sus pezones, por su cerebro, no respondía de ella misma, así que se dio la vuelta, aunque eso si, automáticamente metió barriga, intento encoger sus kilitos de mas. Se daba cuenta de lo absurdo de la situación, estaba en su casa, estaba recién parida, podía sentirse como quisiera, pero lo único que le preocupaba es que Ibra viera sus kilos de mas, que la consideraba peor que a Alison, aquello era de locos, pensaba sobre si misma, pero no podía hacer nada por evitarlo.

Con lo que no había contado, es que con el sol, no podía abrir los ojos, y aunque lo intento, no pudo aguantar, así que no pudo ver que estaba pasando, pero eso la tranquilizo un poco, solo un poco hasta que oyó:

A: Gracias, muchas gracias, porque no le hechas un poco a Mónica

Aquello fue como un rayo que le exploto en la cabeza, como podía decir eso, como se atrevía a hacerle aquella propuesta, se habían vuelto locos, o estaban tramando algo, no, no podría aguantarlo, seria demasiado

M: No, no hace falta, no es necesario

A: Vamos Mónica, no seas tonta, tienes que protegerte, ya sabes que ahora ser muy sensible, y tienes que cuidarte para Ricardito, además Ibra lo hace muy bien

Mónica aún se resistía, no sabia que decir, claro que lo estaba deseando, pero no sabia como podía reaccionar ella misma

M: No se, no hace falta

Se escuchaba a si misma, y se daba cuenta el papel tan ridículo que estaba jugando, nadie pensaría nada raro, estaban entre conocidos, y sus ideas, sus sensaciones que daban para ella, el era un ingeniero, un chico educado, no tendría nada que temer

I: No te preocupes, veras como te sienta bien

Diciendo esto, se levanto, y se sentó en la hamaca, junto a ella.

Mónica se concentro en aguantarse, mantenerse fría, no mostrar ninguna impresión de lo que sentía por dentro, pero todas esas buenas intenciones, se derritieron como mantequilla, cuando el empezó a extender algo de crema por su barriga, el esfuerzo de contener su pancita, de intentar aparentar tranquilidad se vino abajo enseguida, y no pudo contener un pequeño suspiro, hizo todo lo posible para disimularlo, pero Ibra se dio cuenta, y le pregunto

I: Todo bien

Ella se sintió avergonzada, no sabia que decir, tenia que salir del paso como fuera, y lo único que se le ocurrió decir fue

M: Mucho bueno

Alison y Ibra, se rieron, y ella también, creía que había conseguido relajarse un poco, pero fue una percepción efímera, cuando volvió a extender la crema, subiendo un poco y llegando hasta la base de los pechos, volvió a sentirse sensible, muy sensible, parecía que todo el tiempo sin sexo, con su marido, por supuesto se le veía encima, sentía todo aquel tiempo perdido, que necesitaba ser recuperado, sentía que su cuerpo pedía algo, sentía una sensación muy rara en sus pezones, no podía contener su barriguita, por primera vez sintió también algo en su entrepierna, y fue cuando Ibra le dijo:

I: Creo que tus pechos….

Ella se incorporo, y mirando a sus pezones, observo, como un reguero de leche, se derramaba sobre cada uno de ellos, y sintió vergüenza, mucha vergüenza, la misma vergüenza que cuando el profesor la llamaba en clase para recriminarle alguna falta, o cuando sus padres la descubrieron besándose con un chico, hace ya tantos años, sintió que su cuerpo la había traicionado, y la había puesto en evidencia, delante de ellos, justo delante de la gente que no debía, no sabia que hacer, ni que decir

M: Yo, no se, lo siento

Alison se incorporo a ver lo que pasaba, y cuando lo vio, quiso restarle importancia

A: No te preocupes, no pasa nada, Ibra solo ha sacado algo que tenia que haber hecho Ricardo

Al escuchar esto, Mónica se sintió aún peor, no sabia si ella se refería a la comida de su hijo, o a lo que debería haber hecho su marido, se sintió muy incomoda, y totalmente fuera de lugar.

M: Creo que me voy para dentro

A: Porque te vas?

M: Creo que Ricardito ya debe estar despertándose…

Diciendo esto, se incorporo, se tapo los pechos con una mano, sintiendo como la leche que Ibra les había sacado, se derramaba ya a borbotones, y se fue para la casa, no sin antes decir

M: Quedaros todo lo que queráis, como si estuvierais en vuestra casa

Y aunque enseguida se arrepintió de decir eso, rápidamente, entro en casa y cerro la puerta detrás de si, apoyándose en ella para descansar y reflexionar un poco.

No podía expresar como se sentía, eran una mezcla de sentimientos, de sensaciones, que hacia tiempo que no sentía, aunque si que empezaba a tener claro, como se llamaba todo esto, no se admitía a si misma nombrarlo, pero no pudo dejar de pensar en el papel que había escrito la noche anterior, y se sintió a si misma, flotando entre todos esos conceptos.

Fue a la cocina y tomo un poco de papel para limpiarse la leche, que seguía brotando de sus pechos, y escucho, como los dos se tiraban a la piscina, no pudo resistir su curiosidad, y se asomo a la ventana desde la que se podía ver la piscina, y desde allí los vio, a los dos, jugueteando, nadando, echándose agua, haciéndose ahogadillas, jugando como dos niños, aunque ella ya tuviera 55 años, y el fuera un jovencito, a saber la edad que tendría, pero seguro que era mas joven que ella misma, bueno y que, se dijo a si misma, sin preguntárselo. Entonces vio como se besaban. Se sentía como una niña, espiándolos, se sentía traviesa y extraña, estaba allí, en su casa, con el bañador enrollado a la altura de la cintura, con los pechos chorreando de leche, fruto del masaje de Ibra, viendo como dos adultos se besaban en su piscina, y sentía que ella tenia que hacer algo, pero no sabia que…, recordó de nuevo su papelito, su secuencia de operaciones, se acordó de lo primero que había escrito, detrás de la palabra sexo, masturbación, pero eso no era una opción para ella, ya no tenia edad para eso, no, no podía hacerlo, al menos sola, a no ser que…, una idea cruzo su mente, busco su teléfono, y volvía a su ventana de espía, su pecho izquierdo rozaba la pared, y ese roze le resultaba muy estimulante, aunque estaba manchando la pared, ahora mismo le daba igual, le daba todo igual, solo quería disfrutar del momento, ya se ocuparía después de limpiar. Mientras tanto, la parejita no había perdido el tiempo, y se habían acoplado, junto a una pared de la piscina, Alison estaba en dirección mirándola a ella, e Ibra, se había acoplado a su espalda. Ella había apoyado su cabeza en el borde de la piscina, y el estaba besándole el cuello por detrás, aunque también se notaba un movimiento de incipiente balanceo. Mónica, se adapto a ese movimiento de balanceo, para moverse ella sobre si misma, rozándose el pecho contra una especie de columna de contención, que sobresalía sobre la pared, en un acto irreflexivo, se bajo el bañador, quedándose totalmente desnuda.

Busco el numero de su marido, y lo llamo, no podía hacer esto sola, pero si su marido la ayudaba, ya no seria una masturbación, ya seria un juego de pareja, eso si era algo admisible, eso no era ninguna perversión, ninguna locura.

El teléfono empezó a sonar, mientras los movimientos de la pareja se aceleraban, y ella a la vez, hacia lo mismo, además, con la mano libre, había cubierto la esquina que hacia ese muro de contención, a la altura de su entrepierna, y usaba esa mano, como una especie de adaptador del saliente, a su sexo, aunque todavía no había iniciado ningún otro movimiento. Su marido contesto la llamada, y ella se sintió un poco perdida, sin saber como manejar la conversación:

R: Si, Mónica, dime

M: Hola

R: Estoy con un cliente, dime, que pasa

M: No, nada, solo saber cuando vamos a estar juntos otra vez

R: Vuelvo esta noche, ya te lo dije

M: No, no me refiero a eso

La pareja seguía con su juego, fuera en la piscina, ella había sacado los brazos del agua, y los había apoyado, en forma de cruz sobre el borde, y el también había sacado sus vigorosos brazos, para coger a ella de sus manos. Mónica no pudo dejar de imaginar esos robustos brazos sobre su cuerpo, sobre el cuerpo desnudo, que se restregaba contra la columna de su casa, buscando algo de calor…Su marido interrumpió sus pensamientos

R: Entonces a que te refieres

M: No se como explicártelo

R: Ya te he dicho que estoy con un cliente, Mónica, te tengo que dejar

M: No, no me dejes sola, por favor

A ella ya le costaba mantener un ritmo fluido de conversación, sin que se notara su excitación

R: Pero como sola, y Ricardito no esta contigo?

M: Si, no me refería a eso

R: Y Alison, no esta hay también?

Mónica miro a Alison, a la que podía sentir ya jadear, con su cabeza aún tumbada sobre el borde de la piscina, la boca abierta, los ojos desorbitados, y moviéndose al ritmo que Ibra le marcaba, como una muñequita de trapo

M: Si, esta aquí también, pero..

R: Pero, pero que?

M: Nada, nada

R: Muy bien, te tengo que dejar entonces, si luego hablamos

M: ok, hasta luego

Mónica no podía apartar la vista del espectáculo que le estaban ofreciendo, podía sentir cada uno de los movimientos de la pareja, entre otras cosas, porque ella misma los seguía, los acompasaba con su cuerpo, como si fuera una ola, que venia a estallar contra la columna con la que su cuerpo desnudo jugaba.

Con el teléfono en la mano, se le ocurrió que merecía la pena grabar el espectáculo, y con la mano que le quedaba libre, manejo el teléfono hasta que activo el modo de grabación, y se puso a grabar, como si estuviese grabando cualquier travesura de sus hijos, solo que la traviesa era ella, ella era la que estaba cometiendo la diablura, la locura de grabar a su baby sitter y a su amante, haciendo el amor en su piscina…

Entonces ocurrió, Ibra levanto la vista, y se fijo en ella, la pillo in fraganti, con las manos en la masa, o en el teléfono, en este caso

Ella se asusto, y se dio la vuelta. Justo en ese momento, Ricardito empezó a llorar, y no le quedo otro remedio que acudir a buscarlo.

El bebe estuvo muy nervioso, y Mónica, se sintió ridícula, absurda, desnuda, intentando calmarlo. Como pudo, se puso una bata, y se prometió a si misma, olvidar todo lo que había hecho, quitar esa locura de su mente. Le costo mucho trabajo tranquilizarlo, y cuando lo hizo, se sintió tan cansada que se tumbo junto a el, y se quedo dormida.

Cuando se despertó, ya era tarde, y no quiso pensar en nada de lo que había ocurrido, se avergonzó de si misma, pensó que era eso una desvergonzada, una frescales, una loca, se arrepintió de todo lo que había hecho, de permitir que Ibra viniera a casa, de dejarle ver su cuerpo, de, Dios mió, haberle dejado ponerle crema, joder, hasta de haberlos espiado y grabados, tenia que borrar esa grabación, que pasaría si la viera su marido…

Para colmo, las cosas con Ricardo se complicaron. Ella pensó, que cuando llegara, podía dedicarse a el, y de esta manera dar rienda suelta al cúmulo de sensaciones tan extraña que había sentido, pero el, preocupado por la llamada, había adelantado su regreso, y al llegar a casa, había visto a Ibra saliendo del apartamento de Alison, y no habían tenido un encuentro muy agradable, y luego, la había hecho a ella responsable del asunto. Ella intento defender la situación, dijo que no había nada de malo en que viniera gente a casa, le dijo que también era conocido suyo, que era ingeniero y que había estudiado en Oxford. A el todo eso le dio igual, no quería negros en su casa, y la discusión se complico por hay…Ella tuvo que prometerle que el lunes hablaría con Alison, cuando los niños no estuvieran delante, y para ellos fue un fin de semana frió, muy frió, aunque todas las cosas que habían pasado en la piscina, permanecían latentes en su interior.

Por fin, el lunes, mientras preparaba el café, le dijo a Alison, que cuando volviera de llevar a Carla al colegio, quería hablar con ella. No sabia exactamente que debía decirle, pero algo tenia que hacer.

Cuando ella volvió, estaba en la cocina, tomando un café, y esperándola,

M: Hola, quieres un café?

A: No gracias, tu dirás…

Su expresión no era muy amistosa, y eso complico las cosas aún mas para ella

M: Bueno, ya sabes, que Ricardo vio el viernes a Ibra, y no le hizo mucha gracia…

A: Porque iba a hacer gracia, Ibra no es un chiste…

Mónica sintió que la conversación no seria fácil…

M: Escucha, ya se que yo te di permiso para traer gente a casa, pero sinceramente, nunca pensé que seria alguien como el…

A: Y que tener el de malo ?

Ella pensó para sus adentros que efectivamente no tenia nada de malo, todo era mucho bueno, todos los recuerdos de la piscina volvieron hasta ella, pero no podía reconocérselo…

M: Nada, yo no veo que el tenga nada de malo, pero reconocerás que lo que hicisteis en la piscina no es muy habitual….

Ahora fue Alison la que se sonrojo, su cara denoto sorpresa y desconcierto. Mónica sintió un cierto alivio, que Ibra no le hubiera contado nada a ella, y que no pudiera echarle en cara su insana curiosidad, eso, creía ella tenia un nombre, tenia que mirarlo en Internet…

A: Lo siento, Ibra empezó, y yo no pude pararlo…

Mónica sonrió complaciente, ella también lo entendía, si ella no hubiera dejado la hamaca, cuando el empezó a encremarla, ella tampoco hubiera podido aguantarse…

Alison le devolvió la sonrisa, y una corriente de simpatía e intimidad, surgió entre las dos mujeres. Automáticamente, cambiaron el registro

M: Dime una cosa, Alison, como lo conociste?

A: ja, ja, ja, es mucho bueno verdad

M: Pufff es lo mejor que he visto hace mucho tiempo…

A: Si lo cuento guardaras secreto,

M: Claro, te lo prometo

A: Bueno, pues igual que tu conocer a mi…

M: Como, no te entiendo?

A: Internet, web page, go-go boy, como lo llamais aquí, gegolo…

Mónica no se podía creer lo que estaba oyendo, era eso, un hombre de pago, una transacción comercial, una cuestión económica…

M: Gigoló, Alison, se dice gigoló, pero como…?

A: Ser fácil, yo querer disfrutar, trabajar mucho, tener mala suerte, quedarme sola y pensar, que puedo hacer. Yo no soy joven como tu, no tener hijos, tomar otro camino, y pronto camino llegar a fin, pero antes de ese fin, yo querer disfrutar

Mónica estaba alucinando, escuchando la confesión, lentamente, todos los recuerdos del viernes, lo que vio, y sobre todo lo que sintió, volvían a ella y empezó a recrear las sensaciones que había tenido. Alison continuo

A: y te poder asegurar que disfrutar mucho merecer la pena….

Mónica tenia un montón de preguntas en la cabeza, y no pudo dejar de hacerlas

M: Pero que edad tiene?

A: Tiene 28 años, ser joven

Lo dijo sonriente, y orgullosa, muy orgullosa

M: Pero tiene casi 30 años menos que tu…

A: Bueno, no importar, para eso pagar, además yo ver como tu mirar, tiene casi 10 años menos tu, tu importar, dejar de mirar o imaginar por eso?

Mónica sonrió y para sus adentros pensó, que efectivamente, le daba igual. empezó a atar cabos, la buena ropa, su simpatía, su saber hacer, su manera de masajear, aunque por desgracia, había sido tan corto…

M: Y de verdad es ingeniero?

A: creo que si, yo no ver titulo, pero si fotos de Oxford, su familia muy buena, y luego problemas, ya saber como funcionar cosas en África…

Mónica sintió una curiosidad, y no se corto en preguntar…

M: Y cuanto cuesta?

A: Ja, ja, ja, tu querer probar?

Entonces se arrepintió de haber hecho la pregunta, su cara se compungió

A: No poner triste, yo ver tu situación, tu estar bien, tienes muchas cosas pero acostumbrarte a todo y caer en rutina. Seguro no estar juntos con Ricardo hace mucho tiempo y por eso Ricardo tan malo con Ibra, verdad?

Ella agacho la cabeza, y se entristeció un poco, realmente tenia razón en todo lo que estaba diciendo. Le molestaba que tuviera que venir ella de tan lejos a decirle lo obvio, a exponerle su realidad, y lo que era peor, a demostrar que se podía disfrutar, que se podía pasarlo bien, aunque fuera pagando…

A: Tu no preocupar, si quieres tu venir conmigo hoy a fiesta. Todos los lunes fiesta, bailar, pasarlo bien, y muchos chicos guapos como Ibra

Mónica volvió en si, no podía creer lo que le estaba contando, su baby sitter la estaba invitando a ir a un lupanar, a un prostíbulo, a un burdel, pero de hombres…no podía creerlo

M: Pero, te estas volviendo loca, te crees que yo voy a ir a uno de esos sitios

A: Yo ver como tu mirar, tu mirar y gustar Ibra, verdad?

Ella bajo los ojos, no quiso responder

A: Escuchar, Ibra no ser padre tus hijos, no ser tu marido, no ser tu familia, todo eso ser algo diferente, tu tener entender que eso ser todo otra cosa

Ahora levanto los ojos, y sintió como si la estuvieran regañando, alguien que bien podría ser su madre, pero lo curioso era que la estaban regañando por no irse de gigolos, por no disfrutar de una noche con hombres, eso si, pagando

A: Tu siempre preguntar porque ser yo tan guapa, pues tu misma responder, yo vi tu papel de la cocina, y tu saber sexo ser bueno, traer belleza, por eso tu no estar ahora tan guapa, verdad que tu no tener sexo

Mónica volvió a bajar su cara, pillada esta vez in fraganti de nuevo, y volvió a recordar las broncas que en su día le echaba su madre, como ahora se la estaba echando Alison, y ahora, con perspectiva, entendía que todas, o al menos casi todas las broncas que le echaba su madre, era con razón, al igual, que cuando ahora le tocaba a ella amonestar a su hija, que lógicamente no lo entendía. Lo paradójico de todo, es que ella, ya adulta, se daba cuenta de que lo que le decía Alison era la pura y sincera verdad

A: Tu no querer ser guapa?

Mónica empezó a asumir, que quizás no seria tan malo lo que le estaban proponiendo, aunque no dejaba de ver algunas dificultades…

M: Pero, y los niños, que vamos a hacer con los niños

A: ja, ja, ja, no preocupar, yo poder conseguir una baby sitter

Ambas se sonrieron, y Mónica no pudo dejar de pensar en lo disparatado de la situación, estaba hablando con ella porque su marido le había hecho prometer que no traería mas chicos a casa, y el resultado era que iban a ir ellas a buscar a los chicos

M: Ricardo no debe saber nada de esto, y tu tienes que ser mas discreta con Ibra

A: Ja, ja, ja. Tu no preocuparte por Ricardo, ni por Ibra, yo o decir nada, bueno si decir algo, Ricardo también mirar a mi, tu entender verdad

M: Si, si, yo se como son los hombres…

A: Ya veras, después de mañana tu también estar guapa, y el volver a mirar, tu ser para el mucho bueno…

Las dos estallaron en una carcajada, cuando se recuperaron, no pudo dejar de preguntar

M: No crees que estoy demasiado gorda?

A: Tu olvidar que nosotras pagar, eso no importar, además tu será la mas joven allí, normalmente mujeres como yo o mayor, todos mirar a ti, para ser la mas joven…

M: Bueno, aún no me has dicho cuanto es, cuanto dinero?

A: No preocuparte, gracias ti estoy aquí, hoy invitar yo, primero probar, luego si te gusta tu seguir, y si no solo bailar, divertir mucho bailar

Mónica estaba desconcertada, de la naturalidad con la que se estaba tratando el tema, la maravillaba que pudiera estar con tanta tranquilidad hablando sobre algo, para ella tan extraordinario, pagar por sexo…

M: Yo voy a ir contigo, Alison, pero por curiosidad y por bailar, hace tiempo que no salgo a bailar, no se lo que haré o veré allí, pero no voy con esa intención, te lo prometo

A: Tu no preocuparte, yo solo decir una cosa, hoy todos ser chicos africanos, guapos y fuertes, pero a ellos no gusta pelo, mejor si tu quitarlo, si no, no quieren comer, y ellos comen muy bien

Mónica se sonrojo, con el comentario, no podía creer, que estuviera escuchando hablar con tanta afabilidad, de temas tan íntimos y personales..

En ese momento el teléfono sonó, y vio que era de la oficina. Como tenían que seguir organizando su regreso, comento a Alison, que ella organizara todo, y pregunta la hora, a la que saldrían. Se sorprendió al saber que todo empezaba a las 20:00 hrs., y quedo en hablar mas tarde con ella.

La conversación con la oficina se demoro, como venia siendo habitual. A ella también se le hizo mas difícil de seguir, tenia la cabeza en otra cosa, y tuvo que esforzarse por seguir el ritmo.

Al colgar, lo primero que le vino a la cabeza fue lo de depilarse. Desde luego, si que tenia claro, que no se iba a afeitar su sexo, su marido se lo había pedido alguna vez, y ella se había negado en redondo, y ahora, ni mucho menos, lo iba a realizar, porque se lo pidiera su baby sitter, o porque pensara que iba a estar con otro hombre, porque si que tenia muy claro que no iba a estar con ningún hombre, solo iba a bailar, y a pasarlo bien, viendo como se lo montaba la otra gente.

después estuvo todo el día como ida, no sabia exactamente que debía hacer, se debía preparar para una cita? recordó que la última vez que lo había hecho, fue en sus tiempos de estudiante, en el Reino Unido, salían todos los martes a bailar, y la verdad es que era un día muy especial, durante todo el martes, aún con las clases y todo el jaleo, empezaba a sentir un gusanillo por el estomago, que duraba todo el día, y que a decir verdad, estaba también hoy empezando a sentir, tantos años después.

Lo que si empezó a preocuparla, es que iba a ponerse. De repente el lado mas femenino y coqueto de ella, salio a la superficie, ese lado que había permanecido hibernando, durante mas de un año, desde antes del embarazo, salía ahora de su letargo. Se preocupo, porque no sabia que vestido ponerse, por una parte estaba su barriguita, y por otra parte sus pechos, que habían aumentado de tamaño.

Respecto a lo primero, hizo algo que recordaba de sus tiempos de adolescente, decidió no comer nada en todo el día, recordaba cuando en sus primeras salidas, quería ponerse esos vestidos imposibles, o esos pantalones tan estrechos, entonces, desde el día anterior, dejaba de comer, para en la medida de lo posible "caber" en los vestidos. además, tomo algunas pastillas laxantes, para aligerarse…

Respecto a lo segundo, recordó algún sujetador wonderbra, que se había comprado, después del nacimiento de su primera hija, para sentirse un poco mas segura de si misma…

Cuando estaba en su tocador, buscando ese sujetador, reflexiono por un momento, en la locura que estaba haciendo, pero en vez de preocuparse, se sonrió, se dijo a si misma que era un viaje al pasado, que por esta noche volvería a ser la niña, que empezaba a dejar de serlo, para salir a bailar, si bailar, algo que le gustaba tanto, y que hacia tanto tiempo que no hacia, y que volvería a ser la jovencita, que en Inglaterra, los martes por la noche, quemaba las discotecas, aguantando hasta el amanecer…

Además, había una cosa que la obsesionaba, esta noche quería ser mejor que Alison, quería estar mas guapa, quería parecer mas joven, quería ser mal alta, tenia que buscar sus supertaconazos, no debía olvidarlo, pretendía parecer mas delgada, habría de parecer mas simpática y dichanachera, tendría que sacarse algo de leche para Ricardito, no olvidarlo, y así podría tomarse una copita, uff, hacia tanto tiempo que no tomaba alcohol, mas de un año, que ganas tenia.

Desde luego quería aparentar a toda costa, que ella era una joven, comparada con Alison, y que a pesar de la maternidad, y todo lo que ello conllevaba, podía demostrar que los años no pasan en balde, y quería evidenciar a todo el mundo que las viera, que Alison era 20 años mayor que ella, o mejor dicho, que ella era 20 años mas joven. Todo esto también volvió a recordarle su adolescencia y su juventud, cuando, con sus amigas, competían por parecer mas guapas, mas atractivas, gustar mas a los hombres, llevarse la mejor pieza, aunque solo fuera a nivel de una sonrisa, de una mirada, o de un beso. En ese momento Ibra se le paso por la cabeza, pero ella lo alejo, lo descarto, no quería pensar en el, era el amigo, amante, chulo, querido, mancebo, gigoló, o como quiera que se dijese esa relación que mantenía con Alison y no era su asunto.

El día paso rápido, y por la tarde, temprano, tras acostar a Ricardito, se puso a arreglarse a eso de las seis.

Cuando las pastillas laxantes hicieron su efecto, ella, sentada en el water, aprovecho para programar un desvió de llamada, del teléfono fijo, a su móvil. Lo último que debía pasar es que Ricardo llamara a casa, y descubriera que no estaba. Aunque el era permisivo, y no le importaba que saliera con sus amigas, tendría un poco difícil de explicar, que hacia un lunes fuera de casa, precisamente con Alison, a la que debía haber amonestado, por el asunto de Ibra, y quizás también con este.

Cuando termino de programar el cambio, recordó el video, y se dispuso a borrarlo, aunque, pensó que no haría nada malo si lo viera por última vez, se reiría de si misma, al ver como se había vuelto loca para hacer aquello, si, porque no, iba a verlo antes de borrarlo. La grabación apenas duraba dos minutos, pero desde que empezó a verla, comenzó a sentir, a recrear todas las sensaciones que había experimentado el viernes en la piscina. El cuerpo fornido y vigoroso de Ibra, la actitud entregada y placentera de Alison, los brazos corpulentos de el, sosteniendo el cuerpo entregado de ella.

Su respiración se acelero, su cuerpo empezó a emitir las mismas señales que el viernes la habían desconcertado, y aunque ella intento mantenerse frió, la última escena de la grabación la desconcertó aún mas. Al sentirse pillada por el, ella se escondió, y dejo de grabar, pensaba que habían sido hechos simultáneos, pero, en esa última escena, en una imagen no vista el viernes, el le sonreía, le mandaba la mejor de sus risas, en un gesto, que ella entendió como una invitación, como una sugerencia, a quien sabe que, como una sugerencia a que se sumase a la fiesta.

Sintió ganas de tocarse, pero igual que el viernes, pensó que eso era algo inapropiado para una adulta como ella. Aún así, sintió la necesidad de distenderse, de calmar esa extraña sensación y pensó, que no tenia nada de malo si rasuraba su coñito, si lo afeitaba, pensó que eso la relajaría, y que no implicaba nada, su mismo marido se lo había pedido en multitud de ocasiones, si, iba a hacerlo. Busco todos los materiales que necesitaba, la crema de afeitar, las cuchillas, y la crema hidratante. Cuando estaba abriendo el mueble espejo del cuarto de baño, se sorprendió al ver su cara, estaba colorada, y sus ojos estaban brillantes, con un extraño destello que apenas reconocía. Lleno el bide, y muy cuidadosamente, se esparció la crema por toda la superficie, era muy placentero, pero no se estaba masturbando, simplemente se estaba depilando, tranquila y pausadamente. La crema ejerció un efecto relajante sobre su ya hipersensibilizada piel, y cuando empezó las pasadas con la cuchilla, esta le resultaban muy placidas, pero simplemente se estaba depilando, no había mas…, aunque notaba que sus pezones también aumentaban de tamaño. Las pasadas de las cuchillas se sucedían, y sus impresiones eran cada vez mas gratas…

Finalmente, cuando termino, se aplico una crema hidratante. Su piel estaba un poco irritada, y la crema la relajaba infinitamente, las imágenes de la piscina venían a su cabeza, y sus manos buscaban su botoncito, pero ella, se decía a si misma, que no era una vulgar pajillera, que solo se estaba acicalando su sexo, para Ricardo, aunque la imagen de la sonrisa de Ibra venia a su cabeza, entonces, sintió llegar una fuerza desbordante, una ola de placer la inundo, una marea de gusto recorrió su cuerpo de arriba abajo, su piel se erizo. Tuvo que apoyar una de sus manos en la pared de enfrente de bide, sentía que perdía el equilibrio, que su centro de gravedad se alteraba, su respiración se entrecorto, y aunque no quería, si acerco y rozo apenas unos segundos con su dedito su punto de armonía, escasamente, pero fue suficiente y disfruto de ese momento, fueron unos segundos exiguos y se abandono, se regocijo en el instante.

Permaneció unos segundos agachada, apoyada en la pared, recuperando la respiración, negándose a si misma la evidencia, y repitiéndose que solo se había afeitado. Se bromeo a si misma, ahora entiendo porque muchos hombres hacen del afeitado una ceremonia, es realmente placentero.

Cuando se recupero, comenzó a vestirse para esa noche, según todos los planes que había realizado, y media hora después, cuando finalmente se miro al espejo, se gusto, se gusto mucho, se encontró a una Mónica que hacia mucho tiempo que no veía.

El timbre sonó, y Alison apareció con otra mujer, otra inglesa, llamada Helen, con una edad similar a la suya, pero esta si, con una apariencia mas acorde de lo que se esperaba de una mujer entrada en años. Mónica pensó, que quizás, si hubieran contratado a esta Helen, todo hubiera sido distinto, aunque inmediatamente se pregunto si esta Helen, no demandaría los servicios que Alison estaba usando…

En cualquier caso, se la presentaron a Carla, le explicaron todo lo que había que explicar sobre teléfonos, comidas, costumbres y hora de dormir, y tras llamar a un taxi, se despidieron de la niña.

Ya en el taxi, Alison no pudo dejar de comentarle:

A: Estas muy guapa, como lo has hecho

M: Ja, ja, ja, gracias, hace ya mucho tiempo que no me arreglaba, ya sabes, maquillaje, tacones, wonderbra…

A: Tu cara tener brillo especial, eso no conseguir ningún maquillaje, tu no hacer otra cosa

Mónica se sintió ruborizar, aunque sabia que el maquillaje no dejaría ver esa sensación, pensó en su afeitado, y se volvió a negar a si misma la evidencia, ella no había hecho nada, solo se había afeitado. pensó en una respuesta para salir del paso.

M: No conoces las maravillas que hacen mi marca de maquillaje, recuérdame algún día que te preste un poco, te quitarías unos años de encima…

Inmediatamente, sintió que quizás se había excedido en la respuesta, pero, quería que quedara claro a toda costa, que esa noche, ella misma iba a ser la reina, el centro de atención, la amiga guapa y triunfadora del grupo, aunque la respuesta de Alison le sorprendió un poco.

A: Yo no necesitar maquillaje, a mi años quitar Ibra, ja, ja, ja.

Ella también sonrió, y no dejo pasar la oportunidad para hacer la pregunta que le venia rondando por la cabeza

M: pero, cuanto te cuesta esto, seguro que no es barato,

A: Ja, ja, ja tu muy curiosa, verdad, bueno, la primera vez no ser barato, la verdad, costo 300 euros

Mónica se alboroto…

M: Queee¡¡¡¡, como puedes permitirte eso

A: Bueno, no has dejado terminar, eso primera vez, luego yo usar mis armas de mujer, decir que tener casa en Inglaterra, decir que yo invitar a el, y sobre todo, hacerle disfrutar. No se si el siempre disfrutar con otras mujeres, pero conmigo disfrutar, así que ya viene conmigo sin compromiso, aunque yo siempre dejar propina, 50 euros, solo ser eso, propina.

M: pero aún así, como te lo puedes permitir, nosotros no te pagamos tanto

A: Ja, ja, ja, yo tengo jubilación, vuestro dinero no ser importante, lo que si ser importante es vuestra casa, el apartamento, eso me permitir libertad, por eso estar con vosotros

Mónica recordó entonces la primera conversación con ella, cuando le pregunto si podía traer amigos a casa, y ella ingenuamente, pensó en reuniones de ingleses tomando el te a las 5:00 p.m., que equivocada estaba, aunque lo que mas le llamo la atención de lo que le había dicho, es que ella le hacia disfrutar, que quería decir con eso, la verdad, en ese sentido, ella misma estaba un poco fuera de onda, hacia tiempo que no tenia relaciones, y las últimas, para ser sincera, habían caído en esa lánguida monotonía de todas las parejas que ya llevan mucho tiempo juntas, que ya se conocen, que saben lo que espera el uno del otro, y que intentan complacer esas expectativas sin complicarse demasiado. Iba a preguntarle, que quería decir con eso, pero el taxista anuncio que habían llegado a su destino.

Con la conversación no había estado muy atenta, y cuando se bajaron, sintió que no tenia ni idea de donde estaban. El local tenia un acceso muy discreto, y a ella le entro un poco de miedo, allí estaba, súper arreglada y maqueada, con una "amiga", que por edad casi podía ser su madre, aunque ya había visto en circunstancias en la que jamás se hubiera imaginado a su progenitora, ni a decir verdad, a si misma

Alison, noto ese titubeo, y la animo.

A: Vamos, adelante, veras como pasar muy bien

M: Escucha, yo solo he venido aquí a bailar, y a pasarlo bien, ok?, no te niego que siento un poco de curiosidad, pero, que tengas claro, solo voy a bailar

A: Claro, tu solo hacer, lo que tu querer, y ahora vamos, y tomandola de la mano, tiro de ella hasta la puerta.

allí encontraron dos porteros, que desde luego en apariencia cumplirían perfectamente su cometido, si no querían que entrara nadie, desde luego, que no lo conseguirían. Alison los saludo afablemente, y ellos respondieron igualmente. Se notaba que era una asidua al local. Cuando entraron, Mónica se sorprendió positivamente. Hacia tiempo que no iba a un club, o discoteca o como quiera que se llamara eso, y esperaba un sitio algo sórdido y desangelado, pero el local le gusto. parecía nuevo, o al menos totalmente renovado, todo se veía reluciente y deslumbrante. además, contra lo que ella creía, había bastante gente, como habían cambiado las cosas desde la última vez que ella salía…La gente salía ahora mas temprano. Aunque el local no estaba en penumbras, si que la luz era un poco difusa, y costaba trabajo distinguir a la gente, pero poco a poco fue vislumbrándolo todo. había una especie de pista de baila central, y alrededor, en forma de L, una barra, y al otro lado, a una altura un poco superior, otro espacio a un poco de mas altura, y con sillas y sillones.

Había algunas personas ya bailando en la pista, pero la mayoría estaban en la barra y en sentadas en la parte de arriba.

Aunque ella se había hecho a la idea que aquello seria cutre, no estaba mal, había pensado que seria una especie de sitio donde los hombres estarían sentados, y las mujeres los elegirían, pero no había nada de aquello.

Lo mejor de todo sin duda, era la música, música que ella conocía, que ya había bailado en su juventud, y que ahora estaba deseosa de volver a bailar.

Alison le pregunto que quería beber, y ella tras dudarlo un poco pidió un martini, era su bebida favorita, y hacia mas de un año que no la bebía, así que se iba a dar ese pequeño lujo. La acompaño hasta la barra, e intento pagar, pero se lo impidió, hoy vas a ser mi invitada, le respondió con una sonrisa maliciosa.

después, subieron hasta la parte de arriba, donde Alison conocía a una gente, y, aunque se las presento, ella no pudo resistir a la tentación, y le dijo que se iba a bailar.

Ya había algo mas de gente en la pista y ella se incorporo, y dejo a su cuerpo seguir el ritmo de la música, y comenzó a divertirse, a pasarlo bien.

Se empezaron a encadenar canciones que le gustaban, y cada vez estaba mas emocionada, hacia años que no bailaba, y había olvidado las sensaciones, de dejarse llevar por la música, de sentir el ritmo, de moverse con cadencia y armonía, de dejarse llevar por las melodías, uff que bueno era.

Cuando pasaron un par de canciones, Alison le pregunto si quería beber algo mas, casi sin darse cuenta, ella ya se había bebido su copa. Acepto condicionándolo a que ahora invitaba ella. Alison pidió un vino blanco, ella se sorprendí por la afición de los ingleses a los vinos, y siguió con su bebida.

Se sentía muy bien, bailar le había dado un subidon de adrenalina, y también se encontraba un poco achispada, por su copa, hacia mas de una año que no bebía, y además siguiendo su táctica adolescente, no había comido nada en todo el día, y aunque a ella eso no le importaba, mas bien lo contrario, se veía estupenda con su vestido ceñido, si que noto que el alcohol empezaba a subírsele a la cabeza, pero eso no le preocupa, al contrario, se sintió muy desinhibida y cómoda, muy dichanachera y habladora..

M: Que bien me lo estoy pasando, hacia años que no bailaba…

A: Me alegro, se nota que estas pasando bien.

M: Sinceramente, me esperaba que esto fuera algo diferente, pero esta muy bien, además, no veo a tus famosos gigolos, donde están?

A: Ja, ja, ja, ellos ser discretos, tu simplemente mira a un hombre guapo, y el poder ser uno de ellos…

Ella miro a su alrededor, y efectivamente había algunos chicos, y algunos hombres solos, o hablando en grupos pequeños, pero no podía asegurar que fueran gigolos, o simplemente grupos de amigos que estaban tomando algo. había algún que otro chico de color, que no estaba nada mal, pero que no le habían causado ni de asomo la sensación que le había causado Ibra en la piscina de su casa. Eso le inspiro confianza en si misma, le dio mucha tranquilidad, aunque ella había ido simplemente con la intención de bailar, en algún rincón de su cabeza rondo la idea que pasara algo, pero todo estaba bajo control, no iba a pasar nada que ella no quisiera que pasase. Eso si, aprovecho que se sentía mas desinhibida para conversar un poco mas abiertamente con Alison:

M: Antes me dijiste algo en el taxi, que me despertó un poco la curiosidad

A: Que se trata?

M: Me dijiste que tu hacías disfrutar a Ibra, porque dijiste eso?

A: El estar con muchas mujeres, y no disfrutar con todas, yo preguntar lo que el quiere, y dárselo…

Ella puso una cara de sorpresa cuando escucho eso, la otra al verla prosiguió

A: El viene de África, allí las costumbres ser diferentes, en el sexo también. Por ejemplo, allí como te dije, las mujeres afeitarse, y pintarse sus labios del sexo con maquillaje, como si fuera otros labios…

Mónica se sorprendió al escuchar eso, sintió que Alison estaba un poco pirada, y que lo que hacia era un poco denigrante. No entendió como una mujer inglesa madura y educada se prestaba a esa clase de jueguecitos. Debió poner una cara un poco rara, porque Alison le dijo:

A: Tu sorprender, no, y creo que no te gusta, pero pensar que yo estar muy guapa, no?, tu has afeitado?

Mónica se sonrojo cuando escucho esta pregunta, no solo le daba vergüenza admitir que había seguido su consejo, si no aceptarse a si misma ahora, un poco mas desinhibida, que todo se había quedado hay, que no había habido nada mas…

Alison se dio cuenta de su estado y no quiso seguir por hay

A: tu decías antes, que tu maquillaje ser muy bueno, yo tengo algo para ti

Saco de su bolso algo y se lo dio

Mónica lo leyó, y sonrió, era algo así como un lápiz de labios, donde ponía " pussy stick", algo así como labios pinta coños. Se apresuro a devolvérselo

M: No gracias, no creo que sea una buena idea

A: Es un regalo, quizás a Ricardo le guste, y deje de mirarme

Las dos estallaron en carcajadas, sentían feeling entre ellas, y se lo estaban pasando bien…

A: además yo hacer cosas que le gustan.

Mónica puso cara de sorpresa, pensó que iban a empezar las confesiones inconfesables, pero aún así le hizo un gesto para que continuara, sentía curiosidad, quería fisgonear en su vida sexual.

A: El aguantar mucho, durar mucho tiempo, y también querer tener su placer, pero para mi ser demasiado, entonces, cuando yo disfruto meter mi dedo por detrás y el gusta tanto que venimos juntos

Mónica estaba superando y desbordando su capacidad de sorpresa, la miraba con extrañeza, pensando como una mujer decente podía caer en tales vilezas, se hecho una mano a la cabeza y con una aptitud entre divertida y escandalizada le pregunto:

M: Pero, Alison, entonces quien tiene que pagar a quien, si tu haces tantas cosas, el debería de pagarte a ti, no tu a el

Las dos volvieron a estallar en carcajadas. Entonces pusieron una canción de ABBA, que era una de sus favoritas, se disculpo, y se fue otra vez a bailar. Lo estaba pasando genial, tenia que repetir esto, y lo paradójico es que tuviera que hacerlo con su baby sitter. Mientras bailaba, la última confesión que le había hecho no dejaba de darle vueltas por la cabeza. había leído en un periódico un informe que decía que el tiempo medio de aguantar de los hombres, sin que se considerara precoz era de 6 minutos sin contar juegos previos. Desde luego a ella le gustaría un poco mas, y aún recordaba que aunque su marido solía satisfacerla, alguna vez se había quedado con las ganas, pero tener que recurrir a esos jueguecitos, le pareció excesivo.

Cuando termino la canción, busco a Alison. El local se estaba llenando, era increíble que un lunes saliera tanta gente. Con sorpresa, reconoció en una esquina a una vieja conocida, Patricia, había estado en su clase del colegio, y alguna vez habían salido juntas en aquella época, pero entonces Patricia era siempre la mas guapa, y se llevaba a todos los chicos, y en mas de una ocasión habían tenido alguna discusión por eso. Luego había sabido de ella por algunas amigas comunes, le iba muy bien profesionalmente, pero creía que le habían dicho que se había separado. pensó en saludarla, pero luego, recordó la clase de sitio donde estaban y se avergonzó un poco. En ese instante sonó su móvil, y vio que era su marido, la estaba llamando a casa, y se había desviado la llamada. sintió un poco de angustia, si contestaba con esta música, se iba a delatar. El teléfono dejo de sonar, pero acto seguido lo volvió a hacer, esta vez por una llamada directa a su móvil. Tampoco podía responder, se hubiera tenido que salir, y no le apetecía. Para tranquilizarlo, le mando un mensaje "estoy con el niño, te llamo luego" iba a mandarlo cuando sintió que podía añadir algo mas, algo para tranquilizarlo, para relajarlo, incluso para relajarse a si misma, aún estaba pensando en su afeitado, y añadió " y hablamos y hacemos algo mas que ya hace mucho tiempo que no hacemos…", sonrió al lanzar el mensaje, estaba recuperando la iniciativa en su vida sexual, y eso era bueno, bueno para ella, bueno para Ricardo, y bueno para ellos como pareja, las copas la estaban desinhibiendo bastante, incluso en el pensamiento, se sintió incluso un poco excitada al pensar en ese jueguecito con su marido, al fin y al cabo había quedado pendiente desde la escena de la piscina, desde que pensó en masturbarse juntos…uff, solo pensar en eso, ya la hacia sentirse mas sensible. Fue a pedir otra copa, ya que salía un día, había que aprovecharlo.

Ya con la copa, siguió buscando a Alison, y entonces la vio, mejor dicho los vio, lo vio a el, estaba con Ibra, y sintió que se le caían las bragas al suelo…Hacia tiempo que no sentía nada así, sintió como una pequeña taquicardia como si su corazón se le disparara, como si quisiera salírsele por la garganta. Todo el control de si misma, la sangre fría que había tenido, se desvaneció cuando apareció vio su figura, estaba guapísimo, llevaba unos pantalones vaqueros, unos mocasines, y un polo también de marca. Ahora ya no se preguntaba de donde sacaba el dinero para esos caprichos, lo sabia, pero aún así le pareció encantador.

A pesar del sofoco que sintió, decidió ir a saludarlos, se encontraba muy desinhibida, le apetecía verlo de cerca y hablar con el, se acerco

M: Hola que tal

I: Hola, como estas?

El le saludo con dos besos, que a ella le supieron a gloria, no solo por los besos, sino por el delicioso olor que desprendía su perfume

M: Muy bien, gracias

I: La primera vez que te veo por aquí, no?

M: Si, ella me insistió en que tenia que conocerlo, y me lo estoy pasando muy bien…

A: Al principio no quería venir, tener que insistirle, pero ya ves, ahora no quiere irse…

I: Estas muy guapa, mucho mas guapa que el viernes

Mónica se sonrojo al escuchar eso, no sabia porque lo decía exactamente, todos los recuerdos del viernes vinieron a su cabeza, la piscina, el corto masaje fallido, su sesión de espionaje, y como la habían pillado in fraganti…, no supo que decir

M: Gracias.

I: Y tu marido se enfado un poco conmigo, no entiendo muy bien porque

M: A veces es un imbecil, no sabe comportarse, discúlpalo y discúlpame

Se sorprendió a si misma escuchando esto, estaba denigrando a Ricardo, al que hace algunos minutos había mandado un mensaje cariñoso, pero, por este chico, podría hacer cualquier cosa, a la mierda su marido, por lo menos esta noche…

I: Bueno, no pasa nada, ya veremos…

A: Porque no nos traes algo para beber

M: No, yo no debería beber mas, ya llevo alguna copa de mas

I: Vamos, para una vez que sales tienes que disfrutar, vamos dime que bebes?

Ella incapaz de negarle nada, solo pudo contestar

M: Lo mismo que tu…

A: Yo sigo con lo mió, ya sabes no

I: Claro, profesora..

Y dándole un pellizco cariñoso en la cara, se volvió a buscar las copas

M: No deberíamos ir con el?

A: Déjalo, el hombre ser el..

M: Ya pero, nos va a invitar?

A: Ya se lo cobrara, no te preocupes, ja, ja, ja

Ella, ya no se rió tanto, esta vez, algo le decía que la noche podía cambiar de rumbo..

A: Que pasa, ya no te ríes

M: Si claro, y soltó una risa un poco forzada

A: te gusta la noche..

Ella no supo que contestarle, hasta ahora se lo había pasado genial, pero al verlo a el, algo había cambiado, había perdido el control sobre si misma, toda la seguridad, todo el dominio de la situación, se había desvanecido

M: Si me lo estaba pasando muy bien

A: estaba, eso ser pasado, no?

Ella no sabia que contestar, se sentía como una niña pequeña, que esta jugando, y de repente ve un juguete, y se encapricha de el, aunque no sea suyo…

M: Si, no se , tal vez no debería quedarme mas, ya es tarde, los niños están en casa, mi marido ha llamado…

A: Vamos, estamos disfrutando, tu querías bailar, y estar bailando, o es que quieres algo mas…

Ella se cohibió al escuchar esa pregunta, definitivamente se sentía como una adolescente indecisa y tonta

A: Bueno, bueno, bueno, yo creo que tu querer probar algo nuevo y bueno…

Ella seguía dubitativa y vacilante, con la cabeza mirando hacia abajo, no se atrevía a mirarla a los ojos

A: Bueno, no tiene nada de malo, no sentirte así, mujer ya lo hablamos, no te acuerdas, tu mereces estar mas guapa, y aquí ser fácil

Ella se atrevió a hablar

M: Pero, me da vergüenza, ya sabes, no…

A: Vergüenza porque?

M: Es tu chico, no?

Alison la miro a los ojos y se hecho a reír

A: Ja, ja, ja, yo no tener ningún sentido de posesión, yo solo pagar, aunque tu tener que darte prisa, el ya esta trabajando, mirar

Mónica sintió cierta sorpresa al escuchar eso, y cuando se volvió, su corazón dio un vuelco. Ibra estaba hablando con Patricia, y a juzgar por las risas y movimientos de manos, era posible que esa conversación evolucionara en algo mas. Asustada le pregunto

M: pero no esta contigo

A: Ja, ja, ja, no chica no, el viene aquí a trabajar, y mirar que bien lo hace

M: Tienes que ayudarme, que puedo hacer?

A: No se, mi idea era facilitarte hombre, da igual cual, pero si el ya esta trabajando tenemos que buscar otro

Al escuchar esto, sintió que tenia que hacer algo por si misma, no quería otro hombre, quería a ese que había visto en su piscina, al que le había hecho que sus pechos se desbordaran, al que le había invitado, con esa sonrisa a algo mas, o eso es lo que ella creía. La dejo casi con la palabra en la boca, y se fue para ellos. No tenia ningún plan establecido, no sabia que iba a decir, pero algo tendría que decir, no podía permitir, que Patricia, 20 años después, le volviera a pisar a un chico. Al llegar vio como ella apoyaba su mano en el hombro de el, y le hablaba muy cerca del oído, les interrumpió

M: Hola, Patricia, como estas, te acuerdas de mi

La otra se volvió, con cara poco amigable, la escudriño, pero no acababa de reconocerla

M: Soy Mónica, Mónica Ayuso, no recuerdas, las teresianas, el colegio, las Señorita Gamez,

La otra cambio un poco su cara, y ahora si la reconoció

P: Si, claro, como estas

M: Muy bien, pero no tanto como tu, vaya como te conservas, eh

P: Gracias, tu tampoco estas mal, eh

M: Bueno, acabo de tener mi segundo hijo, teniendo en cuenta eso, si que no esta nada mal

P: Mira estoy con un amigo, te lo presento

M: No hace falta, ya conozco a Ibra, me lo prestas un momentito

Patricia agrio un poco su cara, sintió que le estaba estropeando el plan, y no estaba dispuesta a dejarlo escapar fácilmente, le hizo una pregunta amenazante e insidiosa

P: Y tu marido, no esta por aquí

Ella sintió esa pregunta como una intimidación, como una advertencia, pero no se acobardo, al contrario, pensó que ya le había quitado bastantes chicos, y que eso no iba a volver a pasar

M: No, pero de eso quería hablarle precisamente a Ibra, nos disculpas, ah y el otro día vi a tu ex marido, muy bien acompañado por cierto…

Y sin darle oportunidad de contestas, dejándola con la cara pasmada, y alegrándose interiormente de esa pequeña gran venganza después de tanto tiempo, lo tomo de la mano, y se alejaron de ella.

Mónica se sintió feliz, muy feliz, había hecho algo, que en su fuero interno llevaba quizás mas de 20 años queriendo hacer, se había quitado una pequeña gran espinita, había vuelto al pasado, para arreglar algo pendiente, y lo había conseguido, pero iba tan absorta en eso que cuando llego a la pista, y sintió que tenia algo en la mano, y que eso era la mano de el, se corto un poco, y para salir del trance simplemente le dijo

M: Bailas conmigo un rato?

El asintió, y se quedaron en la pista, bailando, simplemente bailando, cualquiera que los viera, pensaría en una pareja bailando, pero ella, en su fuero interno, estaba disfrutando, estaba gozando, como hacia mucho tiempo que no le ocurría, era la primera vez que salía hacia mas de un año, era la primera vez que bebía también, que se tomaba un par de copas y se desinhibía un poco, había saldado cuentas con el pasado, y sobre todo, estaba bailando, y no sola, sino con un chico muy, muy atractivo. Si, ese chico no era Ricardo, su marido, y que, esto era una noche loca, y en algún rincón de su cabecita, empezó a vislumbrarse como podía acabar esa noche loca, y aunque aún tenia ciertos reparos, no acababa de descartar, que esa noche terminara, como surgía por ese pequeña grieta de su cerebro.

Mientras tanto, danzaban y danzaban, el lo hacia muy bien, se notaba que llevaba sangre africana por sus venas, y aunque en ningún momento surgió el contacto físico entre ellos, su conexión era total, sincronizaban sus movimientos, acompasaban el ritmo con sus cuerpos, se regocijaban del momento…

Cuando por fin, hicieron una pausa, el se dirigió a ella:

I: Bailas muy bien, me ha gustado mucho, pero no se si Alison te ha dicho que yo no vengo aquí solo a bailar, y había quedado con Patricia.

Ella no se sorprendió al escuchar esto, de hecho Patricia no había dejado de mirarla de soslayo, desde la barra, con la mirada cruzada, se notaba su malestar, y no estaba dispuesta a dejar escapar a su hombre, al instrumento de su venganza, al oscuro, nunca mejor dicho, objeto de su deseo. Dejando atrás cualquier remilgo, lo cogio del hombro, y acercándose a su oído, y asegurándose que Patricia los veía claramente le dijo:

M: Esta noche te vas a quedar conmigo, tienes que terminar algo que dejaste inconcluso el viernes, no recuerdas??, yo sabré ocuparme de ti, vamos a disfrutarlo, vamos a pasarlo bien, y no te preocupes por Patricia, te pagare el doble de lo que hayas hablado con ella

Le costo incluso trabajo, escucharse a si misma, decir lo que había dicho, pero el paso ya estaba dado, no había marcha atrás, la decisión estaba tomada, e iba a asumirla, así que muy segura de si misma, siguió…

M: Voy a recoger mis cosas, y a despedirme de Alison, tu solo tienes que hacer una cosa, despídete de Patricia, y dile que esta noche la pasas conmigo,

Y, cogiendolo cariñosamente de la barbilla, le guiño un ojo y continuo

M: Nos vemos en un minuto en la puerta

A el solo le quedo asentir, y mientras ella iba a despedirse de Alison, no dejo espiarle, para asegurarse que hacia lo que debía. Cuando llego junto a Alison, esta le comento:

A: Vaya, no habéis parado de bailar, eh, lo haber pasado bien

Ella, ya decidida, le dijo:

M: Y mejor que lo voy a pasar, nos vamos a casa, tu quédate si quieres, ya hablamos, vale?

Esta se quedo un poco perpleja y solo pudo asentir…

A: Vale, vale, ya hablamos, y que disfrutes

M: Puedes darlo por seguro

Mientras le contestaba, no quitaba ojo de Ibra, y disfrutaba viendo como Patricia intentaba convencerlo, gesticulando, hablándole muy cerca del oído, tocándolo, pero notaba claramente, que el estaba declinando cualquier propuesta, y sin poder reprimirse, hizo un gesto de movimiento victorioso con su brazo, segura de su triunfo. Se dirigió a la puerta, casi a la vez que el, y cuando vio que Patricia los miraba, se dio el gustazo de decirle adiós con la mano, y un gesto con la cara, que expresaba su sensación de victoria. Es mas, cuando el llego, lo tomo de la mano, y no dudo en darle un piquito, y tirar de el hacia fuera.

Al salir, los porteros se despidieron de el, haciendo algún comentario jocoso, aunque soez, sobre su compañía de esa noche. A ella no le importo nada. En cualquier otra circunstancia la hubiera liado, menuda se las gastaba ella, hubiera recriminado sus comentarios machistas, hubiera llamado a la policía, pero esa noche no, esa no era la noche para eso, era consciente que había entrado en ese sitio como una Señora, pero ahora salía como una hembra hambrienta de sexo, y que estaba dispuesta a pagar lo que hiciera falta para conseguirlo, incluido a tragarse esos sórdidos comentarios.

Subieron a un taxi que había esperando y ella le dio su dirección. Se sentaron detrás, y ella lo tomo de la mano, y lo miro embobada. parecía una chiquilla enamorada, una niña ante su primer beso, una adolescente en su primera cita.

El soltó su mano, y empezó a acariciar sus rodillas, justo a la altura de donde llegaba el vestido. Ella se recostó hacia atrás, apoyando su nuca sobre el reposacabezas del asiento, y abriendo un poco las piernas para dejarlo a hacer a el mas fácilmente.

Fue el viaje en taxi mas placentero de toda su vida. Hubiera querido que el hubiera ido un poco mas rápido, se hubiera atrevido un poco mas, que hubiera llegado un poco mas lejos, pero el, conocedor de su trabajo, se limito simplemente a acariciar sus rodillas, a lo mas arriba que llego, fue a lo que daba su mano, desde el dedo meñique en la rodilla, hasta el dedo gordo acercándose a su entrepierna, pero aún a una considerable distancia, aunque eso no fue óbice para que ella disfrutara.

Al principio ella intento disimular su respiración, pero poco a poco se fue desinhibiendo, y aunque de vez en cuando, levantaba la cabeza, y sus ojos se cruzaban con lo del taxista por el espejo retrovisor, se despreocupo por eso, y simplemente dejo a su respiración fluir, tal y como la sentía.

Cuando el taxista los aviso que ya habían llegado, sintió algo de incomodidad por tener que parar las caricias, aunque también muchas ganas de llegar, para seguir sin cortapisas.

Ella adelantándose a el y asumiendo su papel de anfitriona y de tesorera y pagadora de esa relación, pregunto por la carrera. Cuando ya había pagado, sosteniendo orgullosamente la mirada lasciva del taxista, Ibra hizo un comentario que debía dejarle una buena propina al taxista, que había aguantado impertérrito su ritual amoroso. Ella, excitada como estaba no entendió muy bien, pero se apresuro a sacar un billete de 5 euros de su monedero, mirando a Ibra, buscando su aprobación.

Este negó con la cabeza, y levantando su vestido, señalo sus braguitas.

Ella sonrió, eran sus braguitas mas sexys y caras, un regalo de su marido, una señal, un protocolo que utilizaban cuando querían guerra, aunque la paz reinaba entre ellos desde hacia ya mucho tiempo. En cualquier otra situación, ella se hubiera negado a deshacerse de esa bragas fetiche, pero esa noche asumía su papel, y sonriendo, se metió las manos debajo del vestido, y se bajo las braguitas, ante la mirada fría y sonriente de Ibra, y la mirada salida y sorprendida del taxista, se las entrego , no sin dejar de ruborizarse, al notar la humedad que las empapaba. rápidamente, cerro la puerta del coche, y tomándolo a el, de la mano, abrió la puerta de la cancela, y tiro de el para adentro. Una vez cerro la puerta, resguardad ya en su propia casa, intento mostrarse un poco mas segura de si misma, y le pregunto:

M: porque me has hecho hacer eso, eran mis braguitas favoritas, sabes?

I: Ja, ja, ja, el taxista es conocido mió, y hacemos ese juego, cada vez que me lleva a casa de una clienta, yo le dejo un recuerdito, ya tiene muchos, pero seguro que el tuyo es de los que mas le gusta

Ella se desconcertó al oír eso, se sintió como una mas de una serie, como mercancía intrascendente, como carne trémula, y pensó en el taxista, que seguramente se pajearia con preciadas braguitas, igual que lo habría hecho ya, con las de Alison, y quien sabe con cuantas mas, y aunque por un momento se enfado, se escandalizo, rápidamente dejo de lado esa idea, y apoyando a Ibra en el muro interior de su terreno, se abrazo a el, intentando sacarse de encima todo el calenton que el viajecito en taxi le había producido.

El la tomo de la cintura, y se dirigió a la puerta de su casa. Ella estaba cautivada, se le hacia difícil de creer que estaba atravesando la entrada hacia su casa, agarradita de la cintura de un hombre que no era su marido, que le había obligado a entregar sus braguitas, para no sabia que sórdido juego, y que además, estaba deseando llegar, para terminar de una vez con aquello, mejor dicho, para empezarlo, aunque en realidad deseaba que aquello no terminara de empezar nunca, porque en esta parte del juego, es donde estaba el placer.

Pasaron por la piscina, y ella se inquieto ante los recuerdos del viernes pasado, pero prefirió no decir nada, quería llegar a su casa, a su terreno, a su dormitorio, a sus dominios, y allí desquitarse de todas las cuentas pendientes.

Abrió la puerta, y recordó a Helen, la nueva baby sitter. había luz en el salón, y supuso que estaba viendo la tele. Helen se sorprendió al verla, le comento que pensaba que iba a llegar mas tarde, le dijo que los niños estaban bien, y dormidos ya hace rato. Le pago el precio acordado por toda la noche, y le dijo que podía irse. Al salir se encontró con Ibra, y se saludaron y charlaron animosamente. Ella se sintió un poco celosa y contrariada, volvió a dudar si no habrían tenido relaciones, y se sorprendió al oír la respuesta que Ibra le dio a Helen cuando le pregunto que hacia allí. Hacerle compañía. había sonado como un estruendo en sus oídos, se veía como una mas, de una interminable lista, Helen, Alison , Patricia y quien sabe cuantas mas. Por eso respiro aliviada cuando dejo la casa. Le ofreció algo de beber a Ibra, y se excuso, tenia que ir al cuarto de baño, se estaba meando.

En el cuarto de baño se busco automáticamente las bragas para bajárselas, al sentarse en el w.c, y recordó que las había regalado. Mientras orinaba, pensó en el taxista, que seguramente se estaría masturbando con ellas, miro al bide, donde se había afeitado, y, si ahora si, tenia a Ibra esperando en el salón, y no iba a mentirse mas, no iba a engañarse, se había masturbado, se había pajeado como una adolescente, se había dedeado, como una mujer insatisfecha. recordó el lápiz de labios, el lápiz pintacoños que le había regalado Alison, y sin dudarlo un momento, lo busco, y empezó a pintarse sus labios vaginales, se sintió una mujer guerrera, que iba a comenzar sus ritos para la lucha, para enterrar el hacha de paz, que llevaba mucho tiempo enterrada en su vida sexual con su marido, y desenterrar el hacha de guerra con ese hombre, con ese tío, con ese macho que iba a devolverle la sensación de ser mujer.

El contacto del lápiz con sus labios la excito, la enervo, venia ya de largo, hubiera deseado que hubiera pasado ya algo en el taxi, y pintando su chochito, pensó en el guerrero que tenia fuera, y no pudo evitar rozarse con el dedo anular su clítoris, mientras con los otros dos dedos seguía maquillando su sexo para la danza guerrera, la danza del fuego que sentía en su cuerpo.

Sentía que le dolían los pezones y en un acto reflejo, se quito el vestido, y el sujetador, y mientras seguía acariciando su botoncito, tomo el lápiz con la otra mano, y empezó a pintarse los pezones.

Se sonrió al pensar como había despreciado antes a Alison, cuando le contó esta ceremonia de maquillaje, ese ritual, que ella había considerado de sumisión a ese hombre, y ahora ella, estaba improvisando, si Alison solo lo había hecho con sus labios vaginales, ella lo iba a hacer en todos sus zonas mas erógenas, en su coñito, casi virgen después de tanto tiempo, en sus pezones, que se disparaban al contacto con el lápiz y en su ombliguito, donde tanto le gustaba ser besada, pero le faltaban manos, para llegar a tantos sitios, aunque no intensidad ni descaro en el uso de esas manos, y cuando pensó, en que pensaría el, cuando al atisbar le mostrara sus pinturas de guerra, se corrió intensa e irremediablemente, teniendo que dejar caer el lápiz de labios, y apoyando su cabeza sobre sus manos, a la vez apoyada en sus rodillas, todavía sentada en el w.c. de su casa.

Tras tranquilizarse unos segundos, un rayo de lucidez atravesó su cabeza. Se levanto, y se vio en el espejo de cuerpo entero, vio sus pezones redondeados por esa marca de lápiz tan rojo, vio sus labios vaginales igualmente coloreados. pensó que acababa de correrse por segunda vez en ese día, hacia meses, mas de un año quizás, que no se corría. pensó en que estaba llevando las cosas demasiado lejos. Tenia una familia (sus hijas estaban durmiendo en casa), un marido, un trabajo, una reputación.

Saldría ahora, le pediría disculpas, le pagaría, claro, ya había venido hasta aquí, le había hecho perder una noche de trabajo, le daría lo que le pidiese, ella había tenido un capricho, y tenia que pagarlo, fue hasta el cajón donde guardaba el dinero, y conto 600 euros, ya vería como haría para ocultarle el gasto a su marido.

Se puso una bata de seda negra, la cerro, y llego hasta el salón. La puerta estaba cerrada. Cogio aire, para darse fuerzas a si misma, para salir del paso, se aliso el pelo y cuando abrió la puerta, lo que vio la dejo descolocada.

Ibra se había desnudado, y estaba esperándola, sentado en un esquina del sofá. Tenia el brazo apoyado en el repozabrazos, una pierna en el suelo, y la otra en el apoyada en lo alto del sofá, y todo lo que se veía era puro músculo. Los brazos, las piernas, su tronco, incluso su pene, que estaba relajado, le pareció bello, no tenia ni un solo pelo en todo su cuerpo. Le recordaba a una foto de su libro de historia clásica, a un dios griego, esa misma foto, que la inquieto por primera vez, que la hizo sentir una picazón interior, desconocida hasta entonces para ella, y que fue su bienvenida al mundo de los adultos. Y ahora, ese dios pagano, se había hecho carne, nunca mejor dicho y estaba sentado en su salón a su alcance, solo tenia que caminar hacia el, alargar la mano, y tomarlo. Y eso hizo.

Se dirigió hacia el, se sentó en el sofá a su lado, y olvidando inmediatamente los pensamientos que acababa de tener en el cuarto de baño, se puso a acariciarlo, como si fuera un juguete, su juguete.

Toco sus brazos, palpo su pecho, acaricio su cintura, sin atreverse todavía a acercarse a su pene, siguió por sus piernas, hasta llegar a sus pies, y comenzó otra vez, los mismos movimientos, en sentido contrario, sintiendo como sus propias caricias a el, rebotaban en su propio cuerpo, erizando su piel, y agudizando sus sentidos…

No lo miraba, sentía una cierta vergüenza, algo parecido a pudor, no le importaba estar acariciando a un casi extraño, en el sofá que normalmente compartía con su marido, pero mirarlo, era otra cosa, aunque lo que si que observo, fue que su sexo empezó a cobrar vida propia, empezó a moverse, espoleado por su contacto.

Se sentía extraña, en sus mejores tiempos, hace ya años, si se corría un par de veces, ya se quedaba mas que satisfecha, y de hay quizás ese arrebato de arrepentimiento que había tenido en el cuarto de baño.

Pero ahora, el contacto con su piel, la estaba volviendo a encender, el roze estaba atizando su fuego interior, empezaba a sentirse otra vez, la protagonista de la danza de la guerra.

Sus caricias no paraban, mientras el seguía en una actitud mucho mas relajada.

Como solo podía acariciar con una mano, por la postura que tenia, sentada junto a el, se levanto, y se puso de rodillas, en el sofá, junto a el, de manera que así podía usar las dos manos, podía abarcar mas, podía tocarlo todo. Lo quería entero para ella, palpaba sus brazos, sobaba su espalda, rozaba su ingle, sin atreverse todavía con su pene, aún le daba respeto, abarcaba sus piernas, subía otra vez sus manos y peinaba los pelos de su cabeza, disfrutaba de ese momento sin fin, tenia a su dios, estaba junto a su divinidad, era como el mas preciado juguete que hubiera deseado de niña, y lo tenia hay, entre sus manos, a un precio caro, si, pero asumible para ella, y quería disfrutar de lo que había de terminar pagando.

Aunque seguía acariciándolo, sintió que eso no era bastante, que necesitaba mas, lo olía, pegaba su nariz a su pecho, la subía hasta su cuellos, acompasando sus movimientos a los de sus manos. Percibía ese perfume que tanto le gustaba, y volvía hacia abajo, oliendo todo su barriga, todos sus pectorales, hasta llegar a la ingle, y notar como su pene, aún no alcanzado su máximo tamaño, embestía poco a poco hacia arriba. Acerco su nariz para olerlo. Jamás había tenido uno tan cerca de su nariz ni de su boca, aunque su marido se lo había pedido alguna vez, ella se había negado en redondo, pero ese pene negro, era algo diferente. Siempre había tenido cierto asco por el olor, tanto del semen, como del pene en erección, ese olor fuerte a almizcle, pero este era diferente. Se notaba que también se lo había perfumado, y ese perfume la estaba embriagando…

volvió su cabeza hacia arriba, miro a Ibra a los ojos, y percibió un brillo especial, el mismo que había visto en la grabación de su móvil. Ella estaba a la altura de sus pechos, y decidida, dio un paso mas, y se puso a mordisquearle sus tetillas, aún sosteniéndole la mirada. El sonrió, y ella lo entendió como un signo de aprobación, y se dedico a besarlas, a chuparlas, a juguetear con ellas. Imagino, que el, era un caramelo, su caramelo, su chuchearía preferida, y no iba a dejar ni rastro de ella.

Una vez que se aburrió de las tetillas, siguió chupándolo, como si fuera un chupachups, bajando de nuevo por su estomago, recorriendo sus pectorales, rozando casi su grandioso aparato, que no paraba de crecer, para su asombro, pero sin atreverse todavía a degullirlo.

Imaginando, sin parar de chupar por supuesto, pensó en alguna ocasión, que su marido le había hecho lo mismo, la había besado y ensalivado entera, y aunque los besos le habían gustado, la saliva no había sido tan de su agrado. Se pregunto si a el le estaría gustando esto, volvió su cabeza hacia arriba, y mirándolo a los ojos, y viendo su brillo sintió satisfecha que lo estaba disfrutando.

Pensaba en lo paradójico de la situación, en lo que había hablado antes con Alison, ella, igual que antes lo había hecho la otra, estaba pagando, o iba a pagar, y lo lógico era que fuese Ibra el que estuviese haciendo todo lo que ella hacia, pero no, no era así, aunque ella era la que corría con los gastos, lo que quería era sentir al otro disfrutar, justo lo que le había reprochado antes a Alison, era lo que estaba haciendo ella, pero era lo que quería, y para confirmarse en su confianza, se atrevía a romper el hielo, a preguntarle por primera vez desde que había entrado en la habitación…

M: Te gusta??

Casi se avergonzó de escucharse a si misma, el tono de su voz había resultado un poco inseguro y quebradizo. Ibra se demoraba en responderle, y ella, animosa, se atrevió a rozarle por primera vez, con su mano derecha, su grandioso pene, que lento pero seguro, seguía su camino hacia su esplendor…

El, en lugar de responderle, tomo su cabeza, enredo sus manos en sus cabellos, y empezó a acariciarlos.

Ella se tomo ese movimiento, como un asentimiento a su pregunta, y animada, siguió con sus movimientos, ahora mas atrevidos, recorriendo con la parte exterior de sus dedos, el pene que aunque lentamente, no paraba de crecer, llegando hasta sus testículos, y subiendo su cabeza hasta su cuello, y demorándose en rozarlo y en besarlo, sintiendo como cada roze, como cada beso, era un soplo de aire, de presión, que hacia que el juguete que tenia entre sus manos, se pusiera cada vez mas duro, mientras con su otra mano, jugaba con su pelo, con su cabeza, con su otra oreja.

sintió unas ganas locas de besarlo, pero se sintió insegura, no sabia si eso entraba dentro de las prestaciones que esperaba de el. Recordaba algunos chistes y comentarios soeces de los hombres sobre si besar o no a una puta, y dudo, sobre si podía esperar eso de el, o no.

Para salir de dudas, empezó mover sus besos, de la oreja, hasta la cara.

El seguía acariciando su cabello, y haciendo un poco de presión, atrajo su cabeza hasta sus labios, y la beso…

Para ella, aquello fue mucho mas que un beso, fue su beso, fue el beso de su vida.

Sus labios que tanto le habían llamado la atención cuando lo conoció, resultaron muy sensuales, pura lascivia…, su lengua, que todavía no había visto, resulto ser como una lengua de camaleón…, llegaba a cada rincón de su boca, y cada rincón de su boca quería ser explorado por esa lengua, su propia lengua, quería ser devorada y consumida por eso labios voluptuosos y obscenos, sabia como jugar con sus labios, con su boca, con todas sus cavidades, jugaba a estar un tiempo sin separar sus bocas, para a continuación, sacar su lengua, y recrearse en sus labios. Todo ese juego, la estaba exacerbando y se sentía realmente excitada. sentía como de su entrepierna empezaba a manar liquido, algo que nunca le había ocurrido, y se avergonzó pensando en su rimel de labios, no sabia si se correría la pintura con sus emanaciones, igual que ella se había corrido.

Entonces, el la tomo con sus poderosos brazos, la levanto, y poniéndola delante de el, le dijo:

I: Desnúdate, anda, quiero ver lo que escondes detrás de esa bata…

Ella, que había quedado de rodillas, con una mezcla de sentimientos, entre avergonzada y decidida, se levanto, retrocedió un paso atrás para que el pudiera verla bien, metió todo lo que pudo su barriguita, deseando que el no la encontrara desagradable, y respirando profundamente, se desabrocho su bata de seda negra, y la arrojo hacia atrás, quedando solo vestida ante el con sus pinturas de guerra…

Contuvo un momento su respiración, y cuando vio su sonrisa, y el deslumbrar relampagueante del brillo de sus ojos, respiro aliviada, le había gustado, le había llamado la atención, sus palabras lo confirmaron:

I: Estas muy atractiva, te pintas también así para tu marido?

Ella sonrió, y segura de si misma contesto

M: No, pero espero que tu me des lo que mi marido no me da…

I: Eso tenlo por seguro, después de mi tu marido te sabrá a muy poco

Mónica sintió que el se vengaba de la bronca que su marido le había echado cuando pillo en casa, y ella misma se sentía responsable de espolearlo, pero no le preocupo, ahora su marido no le importaba, solo le importaba disfrutar de su juguete…

El se levanto, la tomo de sus brazos, y la tumbo en el sofá. Ahora era ella la que quedaba como lo había visto a el cuando entro en la habitación, tumbada, desnuda en el sofá de su salón, a su merced…

El miraba sus pinturas entre sonriente y extrañado…y tras tumbarla en el sofá, se arrodillo ante ella, y empezó a besar su ombligo, uno de sus puntos débiles, una de sus zonas erógenas, tal y como había marcado con su pintura de guerra. Ibra con sus labios y su lengua jugaba con su ombliguito, mientras con una de sus otras manos, jugaba con sus pechos, y con la otra acariciaba sus piernas…, jugando ahora como ella, a recorrerlas de arriba abajo, desde los pies, hasta el nacimiento de su sexo, aunque aún sin acariciarlo

Ella se sentía cada vez mas excitada, y se escucho a si misma diciendo algo que nunca antes había dicho, ni había pensado en que pudiera decir:

M: Cómeme el coño….

Se sintió muy liberada después de pronunciar la frase, aunque no le gustaba usar esa palabra, ni había permitido a su marido hacerlo aunque el alguna vez lo había pedido, sentía que ahora necesitaba eso, que so lo comieran, que su gigoló la hiciera disfrutar…

El la miro sonriendo, y ella, en un alarde de sinceridad le dijo

M: Mi marido nunca me lo ha hecho…

I: Voy a hacer algo que tu marido nunca seria capaz de hacer..

Ella sonrió, y observo, como el se levantaba y se arrodillaba ante su sexo, y al sentir el primer roze de su lengua, sintió como una ola de placer la inundaba…

El, empezó a jugar con sus labios exteriores, recorriéndolos con su lengua, rodeándolos lentamente, volviéndolos a recorrer, y con movimientos rápidos, casi como descuidados, rozando alguna vez su botoncito.

Ella se sentía muy extraña, estaba excitada, estaba disfrutando, pero era un placer diferente, que lentamente se instalaba en todo su cuerpo, que la recorría sin prisas, que llegaba para quedarse. Desde luego nunca había sentido eso con su marido, pero no lo achacaba solo a eso, quizás el hecho de haberse corrido dos veces, hacia que la tercera oleada fuera algo diferente a todo lo esperado o sentido hasta el momento.

Mientras tanto, Ibra se seguía demorando con coño, lo estaba besando, estaba jugando con sus labios, y con su clítoris, igual que antes la había besado en la boca, y la sensación estaba siendo la misma, si antes había sido el beso, ahora estaba siendo la comida de coño con MAYUSCULAS…

Entonces sonó el teléfono que estaba en la mesa, junto a ellos. Ella se asusto un poco, y en seguida recordó la llamada pendiente de su marido. El, al notar su inquietud, alargo su mano, hasta la mesilla, y vio en el visor un nombre, Ricardo, y le pregunto

I: Quien es Ricardo?

Mónica, entre jadeos respondió…

M: Es mi marido, pero déjalo, no quiero hablar con el ahora, sigue por favor, sigue…

El sonrió, y justo antes de descolgar la llamada, le dijo

I: Anda, habla con el y explícale como te lo estas pasando, no hace falta que le digas lo imbecil que es, solo dile que lo estas pasando bien,

Tras esto, le paso el teléfono ya descolgado, y desplegando toda su lengua, volvió a afanarse en su coño, mientras que ella, aún jadeante, cogio el teléfono…

M: Hola, Ricardo, como estasss

Apenas podía contener su sofoco, y su marido se dio cuenta..

R: Que te pasa, porque hablas así?

Ella tuvo que pensar rápido, no estaba dispuesta a renunciar al placer que Ibra le estaba proporcionando, pero tampoco quería que el se percatara de la situación. Fue cuando recordó el mensaje que le había mandado, prometiéndole algo especial…

M: Te iba a llamar ahora mismo, no has recibido mi mensaje?

R: Si, claro, me ha gustado mucho…, estaba esperando a hablar contigo, para que me lo explicaras…

M: Creo que llevamos mucho tiempo sin sexo, y esta noche he empezado a sentir que ya lo necesitabaaah

Ibra, se esmeraba con su lengua, sabia como ir de fuera a dentro, de sus labios exteriores, a los interiores, y luego a su clítoris, sabia como jugar con ella, y Mónica se sentía también su juguete, pero tenia que aguantar el tipo con su marido, aunque el se no dejaba de extrañarse

R: Pero que estas haciendo??

M: Me toco, me estoy tocando, estoy sintiendo mi cuerpo, porque no lo haces tu también?

Al decir esto, tomo la cabeza de Ibra, y la agarro bien fuerte, mientras que ella empezaba un movimiento pélvico, quería participar también el juego del placer que se estaba desarrollando allí abajo

R: Claro, cariño, estaré encantado de hacerlo, porque no me dices donde estas, y que estas haciendo

Ibra levanto su cabeza, y le guiño un ojo, para a continuación, volver a agacharse hacia su sexo…

M: Estoy aquí, en nuestro sofá, viendo una peli porno…

Ella recordó y aprovecho los deseos que su marido alguna vez le había expresado

M: Te gusta que haga esto?

R: Si, me gusta mucho, ya sabes que yo siempre he tenido fantasías, pero tu nunca querías…

M: Pues ya ves, ahora quiero y puedooohhh

Ibra seguía dándole lametazos, ella nunca creyó que se pudiera sentir tanto placer, y sobre todo que esa sensación de placer se adhiriera tanto a su cuerpo, a cada poro de su piel…

R: Y de que va la peli

Ella notaba que la voz de su marido empezaba a denotar también cierto placer, y se sentía mas atrevida con el juego

M: Una mujer, que esta aburrida en casa, y llama a un chico de compañía, te imaginas?

Ella miro para abajo, y vio como Ibra le sonreía, aunque también sintió cierto titubeo en la voz de su marido…

R: Un chico de compañía…

M: Si, su marido esta de viaje, y ella necesita a alguien que se ocupe de ella, como me gustaría que estuvieras aquí, para ver la peli juntos…

El , un poco mas seguro, continuo preguntándole..

R: y que hace ahora ella

M: Ella le ha pedido que le como el coño, y el se la esta devorandoohhh

Ibra, aprovechaba para centrarse en su clítoris, y su percepción de placer aumentaba por momentos…

R: Yo también me estoy tocando, me gusta mucho lo que cuentas, sigue, sigue.

Ella miro hacia abajo, y en entre describiendo y ordenando, continuo

M: Ahora el, le coge las tetas, sus pezones están que se salen, y el se los acaricia, se los desenroscaaaa

Ibra, le siguió el juego, e hizo lo que ella comentaba, lo que no dejaba de darle mas placer aún…ella continuo

M: Siento tu mano en mis pezones, como me gusta, sigue

Ricardo, muy excitado, y pensando que el juego iba con el, le contesto

R: Como sigas así me voy a correr enseguida

Ella, aprovecho para recriminarle…

M: No, tienes que aguantar un poco mas, si no, no voy a llegar, venga métemela

Ibra entendió el mensaje, y se incorporo para proceder a la penetración. Antes, tomo un condón de su pantalón y se lo puso. Ella hasta ese momento no se había percatado aún del tamaño de su paquete, y cuando lo vio se asusto un poco

M: Lo tienes muy grande, ve con cuidado…

Ibra, tomo sus piernas, y se las abrió de par en par, ella siguió hablando con su marido

M: Me voy a abrir bien de piernas, para que puedas metérmela bien, me oyes

R: Siiii, me corro, cariño, me corro…

Ella se enfado con el

M: Eres un imbecil, Ricardo, no aguantas nada… a ver cuando aprendes a tratar a una mujer como se merece, así no llego a nada contigo. Adiós

Y colgando y tirando el teléfono, se incorporo, y se abrazo a su amante. Estaba sintiendo como su imponente falo empezaba a atravesar su desvalido y húmedo chochito, y aunque sentía placer, también tenia cierta aprensión

M: Ten cuidado, no me hagas daño…

I: No te preocupes, no soy ningún imbecil como tu marido…

Efectivamente, iba taladrándola lentamente, como si su taladradora, estuviera trabajando al ralenti, además no dejaba de acariciarla, de tocar su ombliguito, de arrullar su costado, de destornillar sus pezones, todo lo cual, la hacia a ella mucho mas receptiva…, el continuo

I: Por cierto, me ha gustado mucho como lo has tratado, como se merece, te voy a hacer muy feliz por eso,

Acercando sus labios a los de ella, empezó a besarla, a repetir el proceso del primer beso. Ella estaba ya entregada, rendida totalmente, sentía el placer en cada rincón de su cuerpo, en sus senos y su pezones, en su espalda o en su ombliguito, siguiendo la huella de los movimientos de su mano libre, que no paraba de acariciarla, de hacerla sentir, sensación que se multiplicaba ahora con el beso…

La lengua de Ibra, marcaba el ritmo, y la de ella, simplemente la seguía, no era capaz de emprender otro camino diferente al que el le imponía, si su lengua recorría sus labios por fuera, ella la seguía, si su lengua se metía en su boca, ella también la metía, y la acompañaba gustosa en todos sus movimientos, y mientras, por abajo, la taladradora aumentaba el ritmo y la profundidad de sus embestidas…

El le pregunto:

I: Te gusta?

Ella, incapaz ya de responder, rendida ante una espiral imparable de placer, lo agarraba con sus manos, le arañaba la espalda, y sobre todo, empezaba a acompasar sus movimientos de cintura, con las vibraciones de el. De nuevo escucho algo, aunque cada vez sentía las palabras mas lejanas, mas distorsionadas, el placer era el único de los sentidos en los que se concentraban todas sus percepciones…

I: Saca la lengua…

Ella obedeció sumisa, y saco la lengua todo lo que le daba de si…, y el, la empezó a besar, a concentrarse en su lengua, a chuparla, a acariciarla con la suya propia, a apenas rozarla…

Eso, agudizo aún mas su percepción del placer, en ese momento, en ese intervalo indeterminado, empezó a perder la noción del tiempo, lo único que sentía era placer, un placer infinito, con pequeños altibajos, con cambios en la intensidad, pero un placer maravilloso. No tenia muchas referencias de lo que pasaba, solo placer. Ella, apenas podía aguantar ya mas, sentía ya el comienzo de los espasmos, el inicio de la sacudida que anunciaba el placer, el clímax, y sentía a Ibra, a través de su polla, a través de sus manos, y también a través de su lengua, sus lenguas seguían en contacto, en un contacto en apenas un punto, pero que punto, todo el placer del mundo pasaba por ese punto…

A partir de ese momento, ella perdió el control, intento no gritar, intento no ser exuberante en cuanto a sus movimientos, no a su demostración de la situación, pero la sacudida de placer aumentaba, y disminuía, iba y venia, se quedaba, se iba, pero luego volvía…

En esa vorágine que sucedía en su cabeza, surgió como un destello, el comentario de Alison, de cómo hacerle llegar a el al placer…

Aunque recordó como la había recriminado esa actitud, de depravada, de pervertida, ahora ella no le quería ir a la zaga…, estaba disfrutando como nunca, y quería que el también lo hiciera, que cuando la comparara con su baby sitter, el sintiera que ella podía complacerle mas..

Como si se encontrara en un sueño, bajo su mano por su espalda, y dejándose en ello su último vestigio de decencia, recorrió su cachete hasta palpar el boquete de su ano, y aceptando que con lo que hacia perdía ante ella misma lo que le quedaba de dignidad, pero comprendiendo y aceptando, entre espasmos irrefrenables de placer, que entraba en una nueva fase de su vida, que cambiaría todo lo que había sido hasta ahora, presiona hacia adentro su dedo anular…

El reacciono, aunque a ella le costaba percibir, ya que estaba saturada de sensaciones, sus movimientos se aceleraron, y ella, intento acelerarlos, aunque en medio del placer que sentía, todo era como a cámara lenta, pero espoleada por su taladradora humana, y sintiéndose envilecida y humillada por su último gesto, pero regocijándose en esa degradación, deleitándose con ella, llego a la cumbre de la ola del placer, perdiendo el sentido de la realidad, y escuchando mientras se corría grandiosamente los gritos de placer de Ibra…

Aún tuvo la percepción, en un estado de duermevela de cómo el le sacaba su dedo del culo, y se lo ponía en su boca, a lo que ella reacciono lamiendo su propio dedo, recreándose en su envilecimiento, disfrutándolo, deleitándose en su propio dedo, como si fuera la mas deseada golosina, porque eternizaba el placer que ya sentía abandonar su cuerpo…

Después de un tiempo, que no supo cuantificar empezó a tranquilizarse, y aunque aún se encontraba en una especie de limbo intentó empezar a asimilar la situación, muy relajada, continuaba en el sofá de su casa, donde su marido y ella solían ver la tele, solo que ahora estaba con su chico de compañía encima, que la había llevado al mejor orgasmo, o a multiorgasmo quien sabia que seria aquello de su vida, y que quería repetir aquello…

Empezó a acariciar el cabello de Ibra, y sintiendo que tenia encima suya un tesoro inconmensurable le dijo:

M: La semana que viene empiezo a trabajar, y voy a necesitar un asistente para mis proyectos…, porque no me mandas tu currículo, el sueldo esta bastante bien, y ya sabes como te puedes sacar algo extra, además vamos a trabajar muy unidos, y puede que tengamos que quedarnos algún día hasta tarde, eso si, no podrás ver a Alison, que se tendrá que quedar en casa, con los niños, y ocupándose del imbecil de mi marido, que te parece?, Ah, hay tienes en el sobre tu gratificación, solo te pide que me dejes el cóndón, con un nudo hecho, te prometo que mi marido se lo traga, ya se me ocurrira como, y te lo cuento en la entrevista de trabajo, porque sere yo quien te la haga, espero que como mínimo me respondas tan bien como hoy…

Sugerencias, criticas, aclaraciones, comentarios, insinuaciones a:

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