miprimita.com

Un Encuentro Inesperado‏

en Trios

Navegando por internet conocí a un chico, comenzamos una amistad por chat y poco a poco surgió feeling entre nosotros, decidimos conocernos personalmente, él sabía que tenía mi marido pero aún así nos pusimos de acuerdo para vernos, nos encontramos en una estación del metro cercana al trabajo de él, mi marido estaba al tanto de nuestro encuentro y mantenía contacto por mensajes conmigo constantemente.

Llego al encuentro, para ese día me vestí con una falda negra que me queda a la mitad del muslo, una blusa dorada de tiritas y unas sandalias del mismo color de la blusa que realzan mis pies, al vernos nos reconocimos de inmediato, ya por cámara nos habíamos visto varias veces, Néstor se llama él y su mirada parece un scanner, me observa de arriba hasta abajo y se queda un rato prendido viendo en mis pies, me pongo algo nerviosa y termino de acercarme, él me toma de la cintura y me da un beso en la mejilla, comenzamos a caminar y charlar, la mirada de algunos hombre se posan sobre mi y al notarlo hace ver que es mi acompañante, me sonrió y lo dejo, eso me excita.

Néstor es casi de mi tamaño, tiene una buena contextura, una apariencia personal impecable, me gusta lo que veo, sus ojos son expresivos, sus manos bien cuidadas, aunque no es un adonis, tiene una pinta que me atrae.

Me dice iremos a comer a un Restaurant de comida vegetariana, caminamos y charlamos, aprovecha un momento y me comenta que le gustan mis pies, es algo en una mujer que le llama la atención, agradezco el comentario y siento ruborizarme, jamás eh sentido tenga los pies lindo pero trato de cuidarlos, llegamos al Restaurant y está cerrado, un gesto de decepción se refleja en la cara de Néstor, me dice iremos a otro que está cerca de allí, cruzamos la calle y entramos a un Centro Comercial, el Restaurant tiene un ambiente muy delicado, tratamos de sentarnos en una mesa que fuera algo privada, pero la suerte no nos acompaña.

Mi marido me envía un mensaje preguntándome que estamos haciendo y brevemente le pongo al tanto, él me pide por mensaje que lo excite, y le cuente lo que hacemos mientras tanto, pedimos de comer y algo de beber, seguimos hablando y Néstor me dice abiertamente que le gusto muchísimo y lo tengo excitado, por debajo de la mesa disimuladamente me quito una de mis sandalias, y paso mi pie por encima de su entrepierna, Néstor da un brinco pero se queda inmediatamente tranquilo, tiene una erección que hace mi vagina responda enseguida humedeciéndose.

Mi marido envía un mensaje y le comento lo que está sucediendo, el morbo se nos enciende, Néstor, acerca su silla lo más posible a mí, y coloca su mano sobre mi pierna, al contacto mi piel se eriza notándose en mis pezones, él me dice lo tengo excitadísimo, solo me dejo llevar, los mensajes de mi marido son cada vez más seguidos y me indica que debo hacer, me sonrió con cada locura que me sugiere, terminamos de comer, entre miradas y roces por debajo de la mesa, pedimos un café lo estamos tomando cuando suena mi móvil, es mi marido preguntándome donde exactamente estamos, le indico el lugar y me dice que viene a buscarnos, le informo a Néstor, me dice que debe ir a trabajar, pero que el deseo es superior, hace una llamada, cancela la cuenta y salimos rápidamente del local.

Mi marido llego en su carro, me había pasado un mensaje y me decía que me sentara junto a Néstor en la parte de atrás, así lo hice, los presente y enseguida nos dijo no tenía mucho tiempo, que comenzara hacerle una rica chupada a Néstor para que entrará en calor, obedecí rápidamente, afloje la correa de él, baje su cierre y saque su pene que ya estaba erecto de nuevo. Por la posición en el carro quede de espalda a mi marido, el cual me levanto la falda y comenzó  acariciar mis nalgas, de pronto metió uno de sus dedos en mi culo, él sabe eso me enciende y un gemido de placer se escapo de mi garganta,  sigo chupando con más fuerza el miembro erecto de Néstor, que se encontraba entre asombrado y deleitado por la mezcla de placer y miedo que le causaba la situación.

Para mí era súper excitante sentir a mi marido manejar por las calles de Caracas, mientras en la parte de trasera del carro, yo iba mamándome una deliciosa verga, Néstor vibraba de placer con cada lamida y chupada que mi boca le proporcionaba

en una de esas la voz de mi marido se deja escuchar y le pide a Néstor que me acueste y me dé una mamada tan rica como la que yo le estaba haciendo a él, este sin pensarlo dos veces me arrecuesta del asiento del carro y comienza a lamer mi rajita, que esta mojada por lo excitada que estoy, cierro los ojos no sin antes observar como mi marido se relame del morbo que la causa ver por el retrovisor del carro a este desconocido para él meter su lengua en mi cuca húmeda y caliente, Néstor es todo una delicia, su lengua recorre cada parte de mi cuca que chorrea jugos a cada orgasmo que me estremece completamente, chupa mi clítoris y en un arrebato de locura me da un leve mordisco en la pierna, me molesto no tolero el dolor, él se disculpa y no sabe como enmendar la situación, mi marido le dice que se calme que conmigo a la fuerza o con dolor no consigue nada, comienza a besarme lentamente de nuevo y poco a poco me entrego nuevamente al placer, mi marido sigue manejando, eh perdido el sentido de orientación y no se por donde vamos, solo me dejo llevar por esa lengua ardiente de placer que entra hasta lo más profundo de mi vagina.

Mi marido que me conoce se da cuenta que estoy a punto de explotar de placer y le pregunta a Néstor si carga preservativos, este responde que no, él no venia preparado para esto, pero que hacía unos días en su trabajo le habían practicado una serie de exámenes y era un chico completamente sano, yo no sé qué hacer ardo en deseo por sentir esa verga dentro de mí, escucho a mi marido decirle que lo sentimos pero de esa manera no podrá ser, en lo que ya pensaba todo quedaría en solo un oral, recuerdo algo y me volteo hacia mi marido y le digo que yo tengo un condón dentro de mi cartera, la cara de asombro de ambos aumenta mi excitación, jamás uso ningún tipo de barreras con mi marido, por eso se sorprende al saber cargo preservativo en mi cartera y me dice: "Mi bella estas putisima, me encanta cuando demuestras el hambre, úsalo y has que sienta a mi  perra en celo".

Saco de inmediato el condón y se lo entrego a Néstor quien rápidamente se lo coloca, me siento sobre su verga erecta y comienzo a dejarlo entrar lentamente, disfrutando como mi cuca se abre a cada centímetro de esa verga que entra en ella, mientras un orgasmo estremece mi cuerpo, Néstor me abraza con fuerza y al oído me dice: es la mejor locura que jamás había vivido, pero que la presencia de mi marido lo pone nervioso, en una curva su miembro se sale de mi vagina, le digo que se calme y cancele, olvide que mi marido va manejando y me haga vibrar de placer, lo beso en el cuello y acaricio lentamente, de nuevo su verga esta dura y la introduce de un solo golpe, otro orgasmo se apodera de mi y un gemido de placer sale de mi garganta nuevamente, mi marido ha metido un dedo en mi culo, y la sensación me hace explotar, cada orgasmo es más intenso.

Una vez más la voz de mi marido se escucha le dice a Néstor que me acueste, el quiere ver cómo me coge, no lo hago esperar me desmonto de encima de Néstor y me acuesto en el asiento cuidando que él pueda ver bien cuando Néstor me este penetrando, este se mete en medio de mis piernas y comienza a meter su verga en mi vagina nuevamente, observo como por el retrovisor los ojos de mi marido brillan de lujuria al ver la escena, este bombea lentamente primero y poco a poco acelera el ritmo, mis caderas se mueven al compás que va marcando y mis orgasmos son seguidos, tengo la dicha de ser multiorgasmica y lo disfruto plenamente, el sonido de su verga al entrar y salir de mi vagina nos excita a los tres, Néstor me dice que no aguanta más y yo aceleró el ritmo para ayudarle acabar en el mismo instante que otro orgasmo intenso se apodera de mi, siento como la leche caliente de Néstor sale de su verga, hasta quedar sumergidos en una nube de placer.

Nos acomodamos la ropa y Néstor se deshace en halagos hacia mí y en agradecimientos hacia mi marido por permitirle vivir tan excitante experiencia,  mi marido me pregunta cómo me siento y le contesto divina mi amor, llegamos al sitio donde me bajo para regresar a casa, beso a mi marido en la boca apasionadamente y le digo que ansiosa lo esperare en casa, para juntos revivir este delicioso momento y hacernos el amor hasta desfallecer de placer, me despido de Néstor con quien quedamos en volver a encontrarnos nuevamente, ellos se alejan y yo quedo con la mirada brillante de placer por la locura que acabo de vivir.

 Traviesaygeorge.