Muchas felicidades, desde la orilla del mar.

2007: Una dedicatoria en un libro regalo de cumpleaños (libro del maestro Akira):

Ya sé que las palabras no son siempre posibles,

lo sé muy bien, porque durante mucho tiempo

mis silencios han contenido lo que sentía,

como quiero imaginar que ocurre ahora contigo

Pero las palabras son las piezas

con las que se va haciendo nuestra vida

igual que las sonrisas, las miradas,

los paisajes o las tazas de té de este libro

Vidas tejidas de pequeños hilos,

compartidos, únicos e intensos,

algunos sin palabras,

momentos de sol dorado de febrero o de julio,

pero también tantos otros, en los que las palabras

fueron el placer mismo y trajeron mil sonrisas

Ojalá que este año te traiga palabras ajenas

que sean encendidas, pero tranquilas y llenas de cariño,

y además el convencimiento de que las tuyas

nunca pueden hacer daño a tus amigos,

y han de ser sus mejores aliadas,

luz compañera en su viaje

2012: Otra dedicatoria, huérfana de libro, porque ya no hay ninguna dirección autorizada para enviarlo:

Aunque ahora viva

a este lado tenue

y tibio del amor,

allí donde no alcanza

ni la luz de tus ojos

ni el calor de tu sonrisa

Ausente ya de mi

toda esperanza,

habiéndose agotado

la ciega confianza que dejaste,

sin traza alguna de ilusión

en este corazón

Aun así nunca dudes

de este sentimiento

inextinguible y cierto,

aunque ya no tenga

palabras que enviarte,

aunque ya no pueda querer

que sepas que está aquí

Tan lejos y tan cerca

esa luz de amor

mínima y brillante,

sigue viva en mí