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Amor en otoño

en Poesía Erótica

Aunque sea así

 

Aunque te vayas, aunque estés lejos,

seré, como hasta ahora, el hombre más feliz del mundo, o al menos el segundo.

Solo necesitaré, como hoy, unos minutos de vez en cuando,

ese intercambio de palabras, ese placer violento, delicioso,

esas miradas breves, esos silencios llenos, esos minutos que son horas, y segundos,

de profundidad sin medida, de simple y a la vez complejísima felicidad

 

Aunque vayas a compartir con él las horas y los días,

siempre habrá minutos, segundos nuestros, en los que pueda devorar tu voz,

el brillo de tus ojos verdes y castaños, de tu pelo,

sentir tu mente ágil y tan viva,

sentirla contra mí, conmigo, siempre libre, alrededor, envolviendo la mía,

sentir tus pensamientos, tus sorpresas y tus dudas, tu cariño silencioso

 

Aunque ahora ni los besos de amigo sean fáciles,

o las manos duden en gozar de una breve unión,

o que no pueda ni siquiera acariciarte, ni darte un millón de abrazos, como yo querría,

ni pulsar con mi piel, despacio, cada milímetro de tu piel, como imagino,

no dudes que lo que siento por ti es eso, lo que ambos sabemos, lo que es imposible y a la vez tan real,

lo que de verdad da sentido a esta vida maravillosa

Mañana de sábado

 

Hace frío este abril, frío en el alma

Ni viendo al sol iluminar las hojas nuevas

acabo de sentir la primavera

Siento que hay algo que me falta,

hay algo que no está donde debiera

 

Quizá sea tu amor

Quizá sea tu voz y tus palabras

Único

(A un regalo, ella respondió con una sola palabra, dijo que era único..)

 

Una sola palabra,

y que no-tú, que fría,

que hueca, que vacía,

cuando el amor espera,

y aún busca apenas

y ya no está su amiga.

 

Y luego ya silencio

Silencios

Fuiste tú quien llamó al silencio

que calló mis palabras en el camino

Y ahora ocupa nuestro espacio

 

Un silencio cristalino

que es mejor que las palabras

porque nunca decepciona,

y es albergue de un amor

aún posible, y secreto

 

Es un silencio claro

que conserva el aire

dulce de sonrisas

de aquellos días llenos