Mi compromiso es ir escribiendo mis experiencias anteriores pero afortunadamente últimamente tengo de nuevas y ya que las tengo más ‘in mente’ escribiré sobre ellas.

La última la he tenido con Norah, este es el nombre con el que me contactó, como no es el suyo real pues no es necesario cambiarlo. Norah contestando un anuncio mío ‘ESCLAVO de pies gratis para mujeres, …’, me envió el siguiente mensaje (es textual, copia y pega): ‘"Hola acabo de ver tu anuncio y me han gustado las fotos, eres tu??? Dime tienes alguna preferencia? A mi no me gustan mis pies pero tuve un tiempo a un chico que me lamía los pies y les gustaban mucho... Me gusta mucho que me hagan masajes en los pies y más cosas.... Un beso". ‘, pensé que podía ser una broma, o alguien haciéndose pasar por ella en cualquier caso contesté a su mensaje y ella luego a mi y me pidió más fotos y yo a ella también y nos las enviamos, fotos en las que no se nos reconoce, finalmente después de dos días de intercambio de mails, quedamos para el día siguiente, a media mañana, para tomar un café y conocernos en persona.

Faltaba poco para que yo llegara al lugar de la cita cuando me llegó el siguiente mensaje ‘creo no soy la chica que buscas‘, por un instante pensé que todo se iba al traste, la llamé para tranquilizarla y finalmente dijo ‘ok’. Veinte minutos tarde de la hora prevista llegó, físicamente me impactó, alta, buen cuerpo, media melena, pelo rizado y oscuro, tez blanca, la verdad es que muy guapa, de las mejores visiones que he tenido en una primera cita, edad real 27 años, vestía normal, tejanos, manoletinas, …, aunque me hubiera gustado verla con un atuendo más excitante hay que reconocer que era media mañana y solo habíamos quedado para hablar.

Estaba temerosa, como luego me contó no tenía experiencia en quedar a ciegas y menos con un pervertido ‘lamepies’. Le di dos besos, la tranquilicé hablando de temas banales, empezamos a caminar y cada vez que nos acercábamos a un bar veíamos que estaban a rebosar (hora del desayuno), finalmente para poder hablar tranquilos la invité a ir a mi piso, más que a un bar. Hay que reconocer que en esos momentos ella fue valiente, yo me conozco y sé que ella estaba tranquila conmigo pero ella sin conocerme fue valiente. Cruzamos por delante de la portería, saludé a la portera, entramos en casa, le ofrecí una bebida, un café, …, finalmente aceptó un vaso de agua. Seguía nerviosa.

Para romper el hielo le dije si quería que habláramos de nuestros gustos contestando una encuesta que le había adelantado en un mail, ella asintió así que empezamos, se sentó en la butaca del despacho y yo en una silla delante de ella y empecé a hacerle preguntas, ella tenía que responder si tenía o no experiencia y si le gustaría o no hacerlo. La encuesta estaba ordenada de temática ‘light’ a temática ‘hard’, y pese a que inicialmente me había contactado porque ‘me gustaría que me chupases los pies’, en sus mails me decía que le escribiese cosas para hacer, de ahí la encuesta.

• Masajes y besos de pies
• Lamidas de pies
• Comer nata de tus pies
• Lamerte el clítoris
• Lamerte el ano
• Sentarte en mi cara y lamerte
• Retorcerme los pezones
• Pisarme con los tacones
• Darme latigazos en el pecho
• Darme latigazos en la espalda
• Castigarme con la fusta
• Te masturbe
• Penetrarte vaginalmente

A estas alturas de la encuesta, y viendo que decía que sí quería hacerlo todo y que el ambiente se empezaba a caldear, le cogí el pie que tenía a pocos centímetros de mi y le saqué la primera manoletina que llevaba, no llevaba medias, así que una vez retirado el calzado ya tenía sus pies en mi poder, no llevaba las uñas pintadas pero si estaban cuidadas, y empecé a masajearle.

Le di la encuesta y seguimos con ella mientras le masajeaba:

• Ponerme pinzas en pezones y testículos.
• Tirarme cera caliente en todo el cuerpo
• Pasearme como pony con correa
• Te pinte las uñas de los pies
• Te dé un masaje integral
• Te masturbe con un dildo/consolador
• Escupirme en la boca
• Hacerte pedicura con mi boca

Esto le extrañó, ‘¿qué quiere decir?’, mi respuesta fue llevarme su pie a la boca y después de besarlo y lamer sus dedos empezar a hurgar con mis dientes entre sus uñas, ‘¿te gusta?’, y contestó morbosamente un suave: ‘sí, sigue’, y seguí con mi trabajo mientras ella seguía contestando la encuesta:

• Que esté bajo la mesa mientras comes
• Atarme en cruz y torturarme
• Te limpie las botas con la lengua
• Caminar descalza y te lamo las plantas
• Sudar los pies y obligas que te los lama
• Atarme a una silla, vendarme los ojos y castigarme.
• Darme con una paleta en el culo
• Abofetearme
• Hacer un trío con otra Ama
• Presentarme desnudo delante las amigas
• Te chupe los pies en un probador de una tienda
• Darme lluvia dorada
• Te penetre analmente
• Sodomizarme con dildo
• Pequeñas descargas eléctricas
• Ponerme agujas en pezones

Para mi sorpresa, de ‘experiencia’ tenía poca pero en cuanto a ‘ganas de probar’ había dicho que sí a todo. Incluso en el tema de las agujas, temática que reconozco que tengo curiosidad pero que nunca he probado, me dijo que lo probaría si me gustaba ya que era enfermera y no le iba a costar.

Acabada la encuesta, ella más relajada y yo ya lamiéndole los dos pies, le pregunté si quería que me desnudara y ella asintió, a los pocos segundos estaba desnudo, de rodillas, ante una joven ‘enfermera’, sentada en mi sillón del despacho, mirándome con cara de morbo y levantando su pie para que siguiera lamiendo.

Daba entonces inicio, la primera de las 3 sesiones que hemos mantenido desde que hace apenas un mes la conocí. (envío esta primera parte, seguiré si a alguien le interesa).

Juan

sumisjuan@yahoo.es