miprimita.com

Mi nueva vida

en Bisexuales

Mi historia es un poco repetitiva y me explico.

Hace dos años y medio, mi primera mujer y yo nos divorciamos. Para muchos éramos una pareja perfecta, esposa puta y marido cornudo consentidor. Desde antes de casarnos ya me ponía los cuernos, incluso el día de nuestra boda.

Todo iba perfecto hasta que conocimos a un macho corneador, algo más joven, buen amante y bastante celoso.

Llegamos a un punto en que ya no podía aguantar más humillaciones, tanto dentro como fuera de casa. Ya se había pasado de ser algo excitante y morboso a algo que se nos escapaba de las manos. Así que llegado el momento llegamos al un acuerdo de irme de casa y los dos, viven juntos en mi casa con mis hijas y yo me tuve que marchar. Pero no solo de casa, sino que decidí cambiar de ciudad. Ya todo el mundo, incluida mi familia sabía lo pelele que era con esa relación y decidí poner tierra de por medio, como un cobarde.

Me vine a Canarias, aquí conseguí un trabajo bastante decente y no muy mal remunerado. Empecé mi nueva vida. Empezaba a sentirme feliz y eso se notaba en mi aspecto y mi simpatía.

Comencé a cuidarme, a correr, ponerme en forma hasta conseguir una figura acorde a como debía ser y no a como era cuando vivía con mi ex. Me descuidé físicamente y cogí malos hábitos de comida y de otras cosas.

En la oficina había una chica, algo más joven que yo, de 35 años, que estaba estupenda. Alta, delgada, pelo largo, rizado, teñida de pelirroja, ojos verdes, tetas de una talla 90, un culito irresistible, viste provocativa y super simpática. Realmente era un calco de mi exmujer pero más joven y parecía que le atraía algo de mí.

Empezamos a salir con los compañeros de la oficina y cada vez notábamos que teníamos más en común. Más tarde empezamos a salir con sus amigos y más tarde nosotros solos, hasta que saltó la chispa y nos enrollamos.

En la cama no es que sea muy puta, es bastante convencional, o al menos eso me hizo pensar durante bastante tiempo. Follábamos en varias posturas, me comía la polla, por el culo se la intenté clavar varias veces, pero ella no quería, se negaba siempre y yo no quería forzar la situación. Mi ex, era bastante mas cerda en la cama, pero supongo que también fue porque estuvimos casado 19 años y ese tiempo da para aprender mucho de cada cual, por tanto no me preocupé, poco apoco iríamos mejorando. Nunca follamos en el coche, ni en sitios públicos, era todo bastante “convencional”.

Una vez explicado cómo era mi vida, paso a relatar lo que sucedió hace ya unos meses.

Ya, aún conservo un disco duro con todas las fotos que sacamos mi ex y yo con otros hombres, mujeres, nuestras exhibiéndonos… bueno, de todo lo imaginable y de vez en cuando me gusta rememorar aquellas situaciones masturbándome con las fotos y videos…

Yaiza, que así se llama mi novia, tiene el coñito con pelitos, no está rasurada, solo se hace la línea del bikini, que creo que es así como se llama, pero los pelitos del chochito los tiene recortados de forma que le queda precioso.

Cuando llegó la época de carnavales empezamos a buscar trajes para disfrazarnos hasta que encontramos lo que buscábamos. Ella decidió cogerse uno de sirvienta y a mí me eligió uno de esos de motero maricón, estilo village people.

Cuando llegamos a casa y nos los probamos empezamos a jugar vistiéndonos, fue divertido. Luego ella dijo, espera, ponte tú el mío y yo el tuyo a ver tal.

Fue gracioso, a mí me quedaba que te cagas de bien el de sirvienta y a ella, con unos ajustes le quedaba perfecto el de motero. Lo malo es que tendía que ir sin pantalones y solo con un tanga para que fuera perfecto.

Cuando se vio con el microtanga puesto y que los pelitos del coñito afeaban mucho, decidimos que tenía que depilárselo, que le quedaría mejor y después de un rato que sí que si no… accedió.

Le quise rasurar el coñito pero no me dejó. Me dijo que llamaría a su amiga Tania, que es la jefa de un centro de estética y que lo haría allí. Que tenía ganas de hacerse la depilación permanente en las axilas y ya de paso se tocaría la zona púbica.

Al día siguiente llamó a su amiga y quedó el sábado por la tarde, cuando se fueran todos y así tendría tiempo para hacerle lo que deseara.

Yo no conocía aún a su amiga y me dijo que fuéramos los dos para allá y así me la presentaba.

Cuando llegamos nos estaba esperando… era un mujer imponente, alta, guapa, un tipazo que se le notaba detrás de su bata blanca.

Ya se fue todo el mundo y nos quedamos los tres solos en la clínica. Tania cerró la puerta y nos dijo que entráramos a una cabina.

  • Hola mi niña, dijo ella, y este es tu novio, no?, encantada, soy Tania.
  • Hola soy Ángel, encantado yo también.
  • Oye, Tani, que veníamos porque quiero hacerme la definitiva en axilas y mi niño, dice que quiere que me rasure el pubis y quería hacerlo aquí contigo.
  • Muy bien, pues empecemos por las axilas.

Después de un rato allí en la clínica hablando de banalidades, me fijé como tocaba a mi chica, si hubiese sido un hombre hubiese pensado que la estaba magreando.

Cuando acabó. Le dijo a Yaiza que le enseñara el coño.

  • Venga mi niña, enséñame tu rajita a ver que podemos hacer ahí abajo.

Se bajó los pantalones. El tanga y se tumbó otra vez en la camilla.

  • Bueno, dije yo, me salgo no?
  • No, por qué?, ven aquí dime que es lo que habías pensado, una brasileña o algo diferente?
  • Yo había pensado en rasurarle todo el coño y dejarle un mechoncito en la parte de arriba.
  • Así que quieres que le quitemos todo esto. No?

Decía eso mientras le acariciaba el monte venus primero y luego los labios vaginales. Mi chica dio un respingo.

  • Uff, que sensación, dijo ella.
  • ¿A qué te refieres?, cariño.
  • Te molestó que te tocara ahí?, lo tienes muy sensible.
  • Noooo, no te preocupes, es que estoy un poco nerviosa por la situación. Verme así desnuda...
  • Ángel, esto no puede quedarse así pues si no se relaja no puedo trabajarla bien, así que haz algo para relajarla, ¡¡vamos!!

Eso me sonó bastante imperativo y mi subconsciente reaccionó.. sin rechistar eché mano a su coño y empecé a sobarle el coñito despacito como si quisiera hacerle una paja.

  • Mmmm, que forma de relajarla, si señor, tú si que sabes, jajaja. Dijo Tania
  • Es que esta forma de relajarla es muy efectiva, ¿verdad mi vida?

Ella intentó cerrar las piernas, como si estuviera violenta, pero yo le separé las piernas para que viera que debía relajarse que no pasaba nada. Ella no articuló palabra, solo cerró los ojos y se mordió el labio inferior.

  • No sé, pues no veo que se relaje mucho. ¿tu qué opinas?, dijo Tania mirándome de forma lasciva.
  • Espera un poco ya verás como cuando se deje llevar, se relajará.
  • Tengo que echarle este gel antes de empezar, ¿se lo hechas tú o me dejas a mí?

Mi niña, no decía nada, como si ella no existiera, solo dejaba hacerse.

  • Tú eres la profesional, deberías hacerlo tú.
  • Ok. Pues déjame espacio.

Empezó a echar el gel en su mano y de su mano a su chichi. La muy perra, le estaba tocando el coñito de una forma un poco erótica, le daba por donde tenía pelitos y pasaba su mano por el centro, por sus labios y los movía para untar bien la zona genital.

Cada vez le tocaba más cerca de su clítoris y se detuvo allí, puso su dedo corazón en su botoncito y empezó a masajearlo. Yo alucinaba, por lo que estaba viendo. Yaiza, no hacía más que mover las caderas como pidiendo más y Tania tenía los ojos fijos en su zona erógena. Ahora el parecía que no estaba allí era yo.

Mi polla reaccionó y empecé a empalmarme, aunque ninguna de las dos se percató de ello.

Al cabo de pocos segundos vi perplejo como le metía un dedo en el coño de mi niña. Me muero de solo de pensarlo, le estaba masturbando en toda regla y sin cortarse ni un pelo de que yo estuviese delante.

Al ratito sacó el dedo y me pidió que le acercara el gel.

Se lo di y volvió a echarse un poco en los dedos.

·         Levántale las piernas un poco que tengo darle por detrás

Yo obediente hasta la muerte, le levanté las piernas dejando su agujerito del culito en primer plano.

Tania ni corta ni perezosa empezó a untar el gel desde su coñito hacia abajo llegando a su agujerito y en menos de 15 segundos ya tenía un dedo metido dentro de su ano.

  • ¿Y ahí dentro también hay pelos?
  • Jajaja, no, mi niño, esto lo hago para que se relaje, además... ¿tu notas que a ella le moleste?
  • Nooo, yo más bien creo que le gusta.
  • ¿Te gusta mi vida?
  • Joooo,  me voy a rubiorizar
  • ¿Te gusta o no?, si quieres le digo que pare.
  • Noooo, digo sííi, digo nooo.
  • Vamos aclárate.

Mientras esto Tania metía y sacada su dedo de su agujerito y con la palma de la mano sobaba el coño de mi chica.

  • Que siga, que siga, dijo ella suspirando, mordiéndose los labios y abriendo la boca dejando sus ojos cerrados, como si le diera vergüenza ver lo que estaba pasando.

Yo empecé a tocarme por encima del pantalón, tenía una excitación increíble, de ver la escena lésbica que se abría ante mis ojos.

Dejé las piernas y ella sola se ponía en posición para que su amiga le siguiera tocando y su amiga se esmeraba más cada vez. Su cara de lujuria era un poema.

Me arriesgué, sé que me arriesgué pero no pensé lo que hacía en ese momento. Me saqué la polla de mi pantalón, dura, brillante, jugosa y se la puse en la boca de mi amor. Le giré la cabeza para que me la chupara y...

La reacción de Yaiza fue increíble, no dijo nada, solo se tragó mi polla y empezó a chuparla como nunca lo había hecho. Yo miré a Tania y me miraba sonriendo. Como si fuera normal lo que estaba pasando.

  • Ahora sí que se está relajando de verdad.

Y dicho eso se agachó y metió su cabeza entre sus piernas. Yo no daba crédito a lo que estaba viendo. Mi chica estaba gozando, no me lo podía creer y qué decir se Tania, la muy zorra estaba trabajando los bajos de mi chica como si lo hubiese hecho toda la vida.

  • Cariño estoy a punto de correrme, córrete conmigo. Por favor, corréte...
  • Si mi amor. En tu carita descargaré. Vamos, vamos, chupa cerdita, chupala entera.
  • Ahora cariño, ahoraaaaaaaa
  • Sííííííí, ¡¡¡¡¡yo también!!!!!!

Ella se contrajo, intentaba cerrar las piernas, gemía se removía, gritaba, mientras que su amiga seguía comiéndole el coñito como una experta. Yo le llené la cara de semen a mi chica, gruñí, como un animal descargando todo encima de su cara, ropa y parte en el suelo.

Yaiza se relajó bastante y seguía limpiándome el sable después de mi corrida. Fue genial.

·         Bien, pues ahora yo tengo que trabajar, ¿ya estás más relajada?

Increíble, después de lo sucedido, Tania estaba serena, tranquila y como si fuera habitual lo que allí aconteció.

  • Ufff, dijo ella, hacía mucho tiempo que no me hacías eso, ya veo que no se te ha olvidado.
  • ¿qué?, es que vosotras ya...???
  • jajaja, se rieron las dos.
  • ¿No se lo has contado nunca?, jajaja. Has tenido que alucinar entonces, jaja.
  • Pero.... ¿que está pasando aquí, me lo vais a contar o qué?

Las dos se miraban con cara de complicidad y se sonreían.

  • Cuéntaselo tú, mientras haces tu trabajo.

Entonces ya sí que empezó a hacerle la depilación y mientras tanto me contó que ellas dos habían sido pareja hace mucho tiempo, cuando las hormonas y el querer conocer sensaciones nuevas les llevó a probar cosas nuevas.

Estuvieron juntas pero sin que nadie lo supiera mucho tiempo, según ellas, unos 2 años y probaron los placeres del lesbianismo. Mi chica conoció a un chico y dejó el tema lésbico, mientras que Tania, después de probar con varios hombres se decantó por la vertiente femenina más que la masculina.

Lo cierto es que muchas veces habían hablado de hacer un trío y jamás lo consiguieron llevar acabo pero hoy, sin pretenderlo ni pensarlo, salió y muy biennn.

  • Bueno, pero, nosotros hemos gozado, nos hemos corrido y ¿tú?, te hemos dejado con la miel en los labios.
  • Tranquilo, ya llegará mi momento, a ver si te crees que os vais a ir de rositas.

Cuando acabó mi chica dijo:

  • Ahora quiero que depiles a Ángel. Pero solo las partes bajas, me gusta con pelo en pecho, que se vea que es un hombre y no un niñato.
  • Me parece perfecto, a ver tú, polla loca, desnudate y ponte en la camilla que ahora te toca a ti.
  • Quieres que te relajemos o ya estás relajado, jajaja.
  • No, de momento estoy relajadito ya.
  • Bueno yo soy la profesional y yo digo que se hace aquí, así que de momento tumbate y ya veremos.

Tania empezó a rasurarme por unas zonas y por otras usó cera fría. Dolía pero la verdad es que mereció la pena de ver como quedo.

  • Cuando acabó, dije. Uffff, duele un poco esto, no sé como las tías podéis aguantarlo.
  • Es cuestión de costumbre. Ahora es cuando viene mi turno. Yaiza, ¿que te parece como le he dejado?
  • Está para comérselo.
  • ¿Pues vamos a que esperas? Quiero ver como lo haces.

Se agachó sin mas dilación y empezó a chaparme la polla despacito como nunca. Mientras Tania se estaba desnudando, yo lo veía todo.

Se quedó completamente desnuda y se subió a la camilla con las piernas sobre mi costado y dejando su coño, absolutamente depilado en mi boca.

  • ¿Te gusta así verdad, cerdito?. Cómetelo entero quiero comprobar si tienes derecho a estar mi amiga.
  • Venga cariño, no me hagas quedar mal. Enséñale a esta puta quien es mi hombre.

No me puedo creer lo que escuchaba.

Me esmeré en chuparle su almejita mientras mi chica succionaba mi polla y sobaba mi polla y huevos suavecitos cual culo de niño pequeño.

Además de chupar y mordisquear su clítoris como si mi vida fuera en ello, le metí dos deditos en el chichi y los empecé a mover mientras se lo comía. Los sacaba y me los chupaba de vez en cuando. En una de esas le metí un dedo en el culo y lo movía haciendo circulitos y tardó exactamente 15 segundos en correrse en mi cara la muy perra.

Se contorsionaba, creía que me me iba a partir el cuello de la fuerza que hacía mientras se corría. Al cabo de unos segundos de descanso me dijo:

  • ¡vamos cabrón, hazme eso otra vez, quiero volver a correrme en tu cara! Diossss, como me pones, cerdo.

Esas palabras saliendo de su boca me pusieron como una moto. Mi polla estaba a punto de reventar por eso y por la excepcional mamada de mi chica. Ella no decía nada, solo se reía de vez en cuando y seguía comiéndome entero.

Le volví a comer el coño, metiéndole los dedos en la vagina, moviéndolos despacito y al cabo de un rato, intenté meter un dedo en su culito prieto.

No me lo podía creer!!!

Como abría el ojete para que entrara, como no me decía nada y además movía todo la pelvis para sentir más dentro mis dedos.

Se volvió a correr como una perra, chillando.

  • ¡ Joder ¡ ¿Qué me estás haciendo?, no entiendo como nunca antes me habían hecho esto, Diossss… lo haces de maravilla, sigue, sigue, sigue… Tu niño es un monstruo, no me extraña que estés tan bien servida, golfilla.

Así hasta que se corrió por segunda vez.

Creo que nos corrimos a la vez, llenando la boca mi niña de mi leche calentita...

Tania se bajó de la camilla y Yaiza se puso encima mío y empezó a soltar mi semen de su boca sobre mi cara. Despacito. Con cara de malvada excitada. Miré a Tania y estaba flipando con lo que estaba viendo.

Yo estaba tan excitado que parte me cayó en la cara pero al final abrí la boca y acerqué los boca la mía... ¡Qué sensación!, nos besamos con lengua brutalmente, pasándonos mis jugos de lengua a lengua y tragando parte de mi esperma cada uno.

  • ¡La leche!, ¡Qué pasada!, niña, ¿dónde has conseguido un espécimen como éste? No me lo puedo creer. Alucino de verdad.
  • Pues que sepas que solo mío, ¿eh?.
  • Bueno... pero podremos repetir esto de vez en cuando ya sé que no eres celosa, jajaja.
  • Eso lo tendrá que decidir él, pero creo que le ha gustado tanto como a nosotras.
  • Y ahora es momento de decírselo:
  • ¡FELICIDADES POR TU CUMPLEAÑOS!
  • Este era mi regalo de cumpleaños, o... ¿es que crees que se me había olvidado?
  • Cariño... esto ha sido una encerrona, pero que rica encerrona. Me tenías engañado todo este tiempo, eres una verdadera libertina y me has hecho pensar que eras... bueno, lo que sea.
  • Es que no quería que conocieras mi época golfa, pero contigo me salen los instintos más básicos y creo que nos merecemos disfrutar del sexo a tope.
  • Lo del beso ha sido... uffff, mortal. Me ha encantado.
  • Jajaja, que cochinorro es este tipo, seguro que él también tiene una vida pasada, pues la forma de comerte la boca con su corrida... no ha sido la primera vez, ¿a qué no?

En ese momento me quedé sin palabras, no sabía que decir, me ruboricé y ellas empezaron a reírse mientras se vestían.

  • Pues yo tengo una amigo con el podríamos quedar para estas cosillas, es bi y seguro que a Ángel no le importará probar algo diferente. ¿o ya lo has probado?
  • No sabe no contesta, dije yo sin saber que decir.
  • Ya ya, bueno pues si queréis, una noche de estas de carnaval podemos quedar los cuatro y vemos que sucede. ¿Ok?
  • No sé tenemos que hablarlo, es muy fuerte así de sopetón. Lo hablamos y te decimos lo que sea.
  • Por mí perfecto, dije yo. Pero si Yaiza no quiere, será como ella decida.
  • ¿eh?, ¿así tan rápido, sin pensártelo?, uy uy uy, ¿no será que quieres polla de macho?, no sabía yo eso de ti, mi amor. Pues... ya no hay marcha atrás, quiero ver como te comes una polla de tío, eso me pone muy burra, cariño.

Yo ya no sabía donde meterme, estaba abrumado y se dieron cuenta, por eso se reían las dos pero con una simpatía normal, no con maldad y eso creo que las excitó más.

Nos vestimos y cuando le fuimos a pagar me djio Tania que era mi cumpleaños y la primera vez que iba por allí así que no tenía que pagar nada. Pero al cabo de un ratito...

  • He cambiado de opinión. Sí que me vas a pagar, pero no con dinero. Se me está ocurriendo una cosa. Ya llamaré a Yaiza para decirle como me tenéis que pagar, será un secreto entra y yo para cuando quedemos con mi amigo. ¿de acuerdo?
  • Miedo me das, pero acepto la oferta.

Y la cosa se quedó así, nos despedimos de ella y nos fuimos para casa.

Ella no preguntaba por vida anterior así que yo tampoco le pregunté a ella por la suya, aunque me moría de ganas de saber.

Pasaron los días y llegó el momento en que los carnavales estaban n todo su auge y ese día Yaiza recibió una llamada de Tania. Ella solo escuchaba, solo decía:

  • Sí..., claro..., sí..., estás segura?..., sí..., ok..., me parece bien. Así lo haremos. Un besito y colgó.
  • ¿Qué te ha dicho?, vamos cuenta, me tienes en ascuas.
  • Nada, ya te enterarás cuando sea el momento. De momento solo te puedo decir que hemos quedado esta noche a eso de las 11 en el loro verde. Yo tengo que salir un momento a hacer unas compras.

Y se largó, dejándome con una intriga importante. Yo me fui a la habitación a probarme el disfraz para la noche y la verdad es que me quedaba fenomenal. Quedaba poco para las 8 de la tarde cuando apareció mi niña.

  • Hola mi amor. ¿ya te has vestido?, a ver que te vea como te queda.

Me miró bien me hizo dar una vuelta estilo modelo y me dio su aprobación.

  • ¿qué has comprado?
  • Jaja, ya te enterarás más tarde, ahora voy a vestirme yo.
  • ¡¡¡Ángel!!!, ven y dime como me queda el disfraz.
  • Dios... estás para comerte, con es corpiño que casi se te salen las tetas, ¡que pinta de putita tienes, cariño!

Me acerqué a ella para achucharla y...

  • Joooo, ¡¡vas sin ropa interior!!, como vas a salir así, en cuanto te agaches o se te mueva un poco la faldita se te va a ver todo.
  • ¿No te parece bien?, es una de las premisas que me ha dicho Taina para pagarle por la depilación. Pero si no quieres no lo hago.
  • Nooo, vas estupenda, solo que hay que tener cuidado cuando te sientes y te muevas, por que vas de escándalo mi amor.
  • Perfecto, tendré cuidado ya verás que bien lo pasamos.
  • Y no me vas a decir que has comprado?
  • Nooo, pesado, cuando llegue el momento.

Nos dispusimos a irnos al pub donde habíamos quedado pero antes decidimos ir a cenar algo para ir con el estómago lleno pues la noche se prometía muy larga.

La cena fue normalita relativamente. Al sentarse en la silla y movía las piernas yo le veía todo el chochito depilado y sin nada que le tapara, eso me ponía a 100 y ella lo sabía y se insinuaba cada vez más. El camarero casi la pilla abriéndose de piernas para mí.

Esas tetas casi fuera del escote, casi se le veía la aureola del pezón, ufff.

El camarero fue muy simpático y no dejaba de mirarla de forma lasciva, cosa que mí me excitaba cada vez más.

El caso es que cenamos bien, con risas, insinuaciones, poniendo caliente al camarero.. todo fue muy divertido, pero llegó el momento de irnos.

Nos levantamos de la mesa y a ella se le enganchó un poco el delantal con el pico de la mesa, lo que hizo que se inclinara de forma brusca hacia la mesa, dejando su culo al aire para uqe fuera observado por todos los comensales que estabas detrás de ella y se dieran cuenta que no llevaba nada debajo.

Oí algún comentario por lo la bajini, como “mira que cerda, no lleva ropa interior”, “has visto que culo tiene esa tipa, y va en pelotas”, y cosas así.

Las caras de los tipos y tipas cuando salimos era un poema, unos riendo y otros con cara de amargados.

Cuando salimos nos echamos a reír de la situación que se había formado en un momento.

  • Te dije que tuvieras cuidado, ¿ves la que has liado en tan poco rato?, jajaja
  • Pero si te ha encantado que me miren, además a mí solo me han visto el culo, a ti la cara, jajaja.
  • Estoy un poquito nervioso por lo que nos podamos encontrar, y ¿y tú?
  • No te preocupes, que si lo organiza Tania todo irá perfecto, confío mucho en ella y me conoce muy bien, ya verás como lo pasamos genial.

Llegamos al local y teníamos que buscar a una pareja que iban disfrazados de vampiresa y él de Pirata.

Entramos al local y…

  • Vámonos, date la vuelta, vámonos, dijo Yaiza toda nerviosa.
  • ¿Qué pasa?
  • Vámonos, mierda.
  • Salimos del local y la paré.

¿Qué te pasa?, parece que hayas visto un fantasma.

  • Mierda, paso de entrar ahí. ¿Sabes quien es la pareja de Tania?
  • No.
  • Uf, a ver cómo te lo explico yo. Ya sabes que he tenido una vida anterior a esta que tú conoces.
  • Sí, ya tengo una ligera idea.
  • ¿Una ligera idea?, y una mierda, no tienes ni la más mínima idea. Ese tipo con el que está Tania es un antiguo novio mío. Un cerdo depravado. Con ese tipo he hecho las mayores locuras del mundo de las que me arrepiento profundamente.
  • ¿De qué me estás hablando?, me estás poniendo nervioso.
  • Pues que con ese tío he hecho de todo, tarde o temprano te lo iba a decir y creo que ahora es el momento así podrás entender mi reacción. Todo empezó tonteando con las drogas, pero eso no fue lo peor, nos metíamos algunas rayas y algo de éxtasis, pero ese rollo no me gustaba y pude controlarlo. Lo que no puede controlar fue lo otro.
  • ¿Qué es lo otro?, dije ya un poco serio.
  • Lo otro es…
  • Lo otro es… el sexo.
  • ¿el sexo? ,¿Y eso es malo?
  • Con él sí. Debido a él he sido como soy ahora, tranquila en la cama, sin excesos, como te he enamorado y ahora no quiero fastidiarlo todo.
  • Pero mi amor, yo también he tenido otra vida y no he sido un santo, como ya imaginas.
  • Ya, ya, pero… con José, he hecho de todo, cosas que contigo nunca he hecho aún, no te puedes imaginar. Y si quedamos con él y me dejo llevar no quiero que te lleves una mala impresión mía y se destruya todo lo que hemos ido forjando juntos durante este tiempo. No quisiera perderte. Me moriría. Y ante eso… prefiero irnos tu y yo solos y ya está.
  • Venga cariño, que no será para tanto, ya soy mayorcito y si la cosa se pone fea, lo paro y nos vamos. Déjame conocerle y si no nos motiva nos vamos educadamente.
  • ¿Estás seguro?, ¿y si me dejo llevar?
  • Ok, vamos a hacer una cosa, si veo que algo no me gusta, te lo digo y dejas de hacerlo y si quieres hacer algo de eso que tu llamas “dejarse ir”, me pide permiso y te lo doy o no te lo doy, así verá ese tal José que soy tu hombre. ¿Qué te parece la idea?
  • No sé, la verdad, pero si lo ha traído Tania, será porque puede salir bien la cosa, confío mucho en ella y no haría nada que me hiciera daño.
  • Pues decidido entramos y vemos a ver qué sucede.

Entramos en el local y por suerte ellos no nos habían visto salir antes, así que hicimos como si los viéramos por primera vez.

  • Hola que tal estáis chicos, ¡Que guapos venís!, dijo Tania dándome dos besos en la comisura de los labios.
  • Muy bien y ¿Quién es tu amigo?, pregunté yo.
  • Ah, mejor te lo presenta Yaiza que ella si que sabe quien es.
  • Hola José, ¿Qué tal te va?, este es Ángel mi novio.
  • Muy bien y más viéndote cómo estás de guapa, Hola Ángel, fui novio de Tania, por si no te lo ha contado, pero pasó hace mucho tiempo, jaja.
  • Pues encantado, espero que pasemos una buena noche y divertida. ¿os pido algo?
  • No, no te preocupes ya voy yo, que tomáis.
  • Dos gintonics, gracias.

Cuando se fue a la barra a pedir, Yaiza le recriminó a Tania haberlo traido y ella se disculpó, aludiendo que eso pasó hace mucho tiempo y además nadie mejor que tú le conoce y sabe lo bueno que es en la cama y el juego que da.

  • Ya, pero quizás sea muy fuerte para Ángel, no lo conoces, y no quiero que se lleve una mala impresión mía, ¿entiendes?
  • Mira, ya lo hablé con él y me ha dicho que ya no se droga como antes y que va de tranqui. Y yo le creo, si vemos que desbarra pasamos de él y ya está, eso déjalo dem i cuenta.

Me estaba quedando alucinado de lo que escuchaba, quizás tendría razón mi chica y este tipo era un pervertido total.

  • Venga chicas que no será para tanto, vamos a pasárnoslo bien y punto ¿ok?
  • Bien dicho, bueno a lo que íbamos… has venido como te dije?, jajaja.

Pues claro que te crees, mira.

Y se abrió de piernas delante mio y de ella sin que nadie más pudiera verla y en eso que Tania se acercó y le tocó para comprobar su suavidad y humedad.

  • Ummm, está mojadita, cachonca… ¿te ha puesto así volver a ver a José?
  • Coño, no digas eso, ¿no ves que está mi amor delante?
  • Pero si esto es un juego y él lo entiende así, ¿a que sí?, dijo Tania agarrándome la polla mientras se acercaba mi cara.
  • Diosss, ¡pero si está empalmado el cabroncete este!. ¿ves como tenía razón?, le van estos rollos a tu buen chico.

 José llegó con la bebida y se sentó entre las dos chicas y enfrente mío. Estuvimos un buen rato muy agradable, buena conversación y buenas copas, cuando llevábamos ya unas cuantas fue cuando empezó a soltársenos la lengua y a ser más picarones en las conversaciones.

  • Sabes lo que más me gusta de tu disfraz, le dijo a mi chica,
  • Las tetas de goma que te has puesto para llenar el corpiño y en esto que se las tocó con las dos manos así como de cachondeo.
  • Que son las mías tonto, ¿no ves?
  • Uy, es que ya no me acordaba de cómo eran.

Y volvió a tocarlas descaradamente amasándolas con lujuria y riéndose

Yo estaba atónito con lo que veía y no supe decir palabra, me excitaba el juego pero me molestaba un poquito.

  • Mira Ángel, toca las mías que estas no son de goma, jajaja

Le manosee las tetas a Tania tal y cual le había hecho segundos antes José a mi chica. Ellos miraron sin decir nada.

Me quitó las manos de las tetas y me la bajo a su conchita. Se abrió de piernas y metí su mano allí, descaradamente, delante de todo el mundo. Fue un instante, pero lo justo para notar que tampoco llevaba tanga y estaba super mojada y cachonda.

Saqué mi mano de allí e instintivamente se la di a chupar am i chica, que lamió y lamió mis dedos lujuriosamente.

En ese momento me di cuenta que José tenía la mano metida en el coño de Yaiza y ella cerraba los ojos y seguía lamiendo con más interés mis dedos. Mi polla estaba muy dura ante esa situación. ¿Cuánto tiempo llevaría el cabrón tocando a mi chica sin que me diera cuenta?

  • Nos estamos pasando un poco aquí, ¿no os parece?
  • No te preocupes aquí y en estos días nadie se mete con nadie, ya lo irás observando.

Así que seguimos hablando pero yo, metí la mano en el coño de Tania mientras hablábamos y seguimos tomando las copas.

Ya estábamos un poco borrachinos y calientes cuando aparecieron dos amigos de José, que se pararon a saludarle. Lo que pasó después fue el remate.

Mira te presento a la vampiresa sexi, el village people y nuestra sirvienta oficial. ¿Ves que tetas de goma tiene?, tocádselas ya verás parecen de verdad.

Ufff, miré a Yaiza para ver su reacción y me miró como dando su consentimiento, ¿se estaría dejando llevar?, ¿ lo paro?, ¿lo dejo?... lo dejé a ver qué sucedía.

Uno de ellos le pegó un magreo en las tetas de alucinar. Joder, parecen reales tía, que pasada. Y el otro también lo hizo, pero más fuerte, de tal manera que le sacó los pezones por fuera. Ella reía, todos reían… pero si son de verdad, que cabrón eres, José, joder.

  • No pasa nada, tranquilos, que este es su novio y no se molesta y a ella le encanta, a que sí.

En ese momento, Tania me agarró la polla y me dio un beso en los morros delante de todo el mundo. Un beso interminable, muy rico y cuando acabó me susurró al oído:

  • Te gusta ver como la manosean, ¿eh, cerdito?, ya sabía yo que no me confundía contigo, te calé en cuanto te ví. Vente conmigo al baño que tengo ganas de saborearte.
  • Chicos nos vamos un momentito al servicio no seas malos en nuestra ausencia, ¿vale?
  • Id tranquilos que yo cuidaré del redil, jajaja. Dijo José muy eufórico.

Me levanté agarrado del a mano de Tania y miré como se quedaba Yaiza, que me hizo un gesto con la mano como para que me fuera que estaba bien. Luego me giré otra vez y vi como los dos amigos de José se sentaron con ellos, supongo que guardando el sitio mientras volvíamos nosotros. Y observé ligeramente como mi niña abría las piernas enseñando su tesoro a esos desconocidos.

  • No sé si me gusta dejarlos solos, ¿tú que opinas?
  • Tranquilo, hay mucha gente, solo van a calentar el ambiente para cuando nosotros volvamos estén a tope, ya lo verás.

Nos metimos en el baño de chicos, pues el de chicas estaba cerrado. No había nadie y nos metimos en una cabina.

Increíble, en menos de un minuto estábamos los dos desnudos y ella arrodillada y tragándose mi verga como una vulgar zorra. Cuando estaba a punto de correrme se paró.

  • Quiero que me hagas correr y luego yo a ti. Por ese orden. Estoy muy caliente y me correré pronto.
  • Quieres que te haga lo del otro día?
  • Sí por favor, sueño con tener tu boca en mi conejito, me encantó.

Así que se sentó en la taza y empecé a comerle el chichi como solo yo lo sé hacer. Me agarraba del pelo me hacía hundir la cabeza en sus partes. Le metí un dedo en culo y en ese momento…

  • Me corrooooo…
  • Calla mujer, que nos van a oír.
  • Me importa una mierda sigue, cabrón, me corrooooo.

Me estaba poniendo muchísimo la situación y cuando acabó de convulsionar, me dijo:

  • Ahora te toca a ti, machote.

Y empezó a trabajarme con una maestría impresionante, de tal forma que en una de esas que se tragaba la polla hasta la campanilla no pude remidiar el correrme y también dije en alto:

  • Diosss, diosss, que rico, sigue zorra, sigue, trágatelo todo, vamosssss.

Cuando acabé de llenarle la boca de semen, se levantó y me besó con su boca sabiendo a leche mía, tenía un poquito aún que no había terminado de tragarse. Se separó y me dijo:

  • Ahora con eso que te he dado vas y cuando lleguemos le das un beso a tu novia en la boca, de acuerdo?

Asentí con la cabeza y salimos del baño.

En ese momento nos dimos cuenta uqe teníamos espectadores y al abrirse la puerta, empezaron a aplaudirnos, y vitorearnos. No sabía dónde meterme.

 Los chicos que estaban en el baño salieron detrás nuestro y se quedaron mirando a ver si hacía lo que había prometido, me estaba muriendo de la vergüenza y de excitación. Sería el alcohol.

Cuando llegamos a la mesa la situación fue un poco subida de tono.

Mi chica tenía las piernas abiertas y tenía las manos de José y de un amigo en el coño de forma disimulada. Lo vi todo cuando me acerqué a ella para besarla y miré hacia abajo.

La besé y ellos seguían tocándole el coño descaradamente. Uní su lengua con la mía, saboreó mi leche de mi boca, se sorprendió y abrió los ojos de forma sorpresiva. Pero siguió saboreando mi lengua n ratito más.

  • Venga chicos dejadme sentarme ya está bien por hoy. Dije yo

Bueno encantado de conoceros, dijeron ello entre risas y me el que estaba tocando el coñito de mi niña me dio la mano húmeda de su coño. Y se fueron de allí.

Miré hacia los baños y vi a todos los chicos de allí, riéndose y levantando el pulgar en forma de que lo había hecho muy bien. Tania también los miró y se rió. Luego les contó con todo lujo de detalles lo que allí había pasado.

Tenía una sensación extraña, como si mi chica y yo estuviéramos a merced de la vampiresa y del pirata. Debido a la fuerte personalidad de estos dos, es como si dominaran la situación y nosotros fuéramos sus marionetas. Quizás era por seguir el juego o porque realmente la situación lo requería. De todas formas sabré como pararlo si esto llega a más y no nos gusta.

Pensamos en ir a otro sitio más marchoso, a una discoteca o un bar con más ambiente, pero José nos replicó:

  • Pues lo que hay que hacer ahora es ir a follar, que estoy muy caliente y tengo algunas ideas para pasar un buen rato. Así que no perdamos más tiempo y vamos a vuestra casa. ¿ok?

Dios mío, lo dijo con tanta seguridad y aplomo, que ninguno de los tres dijimos nada en contra. Nos levantamos pagamos y nos fuimos la coche.

José cogió a Yaiza por la cintura y Tania me cogió a mí de la mano. Íbamos con las parejas cambiadas y a mi chica no pareció molestarle, más bien le agradaba, se reía y se les veía compenetrados.

Ellos iban delante y de vez en cuando nadie miraba le levanta la faldita para que le viéramos el culo y nos reíamos. Ya no me reí tanto cuando en alguna ocasión le pasaba la mano por detrás del culo tocando con sus dedos el coño de mi chica y ella no hacía nada para evitarlo.

  • Tío no te pases, que eso es muy descardo. Joder.
  • Calla coño, ¿no ves como le gusta?. Venga, cielo, dile a tu novio que te gusta que te haga eso.
  • Sí, cariño, me gusta que me haga eso, me excita mucho, ¿no te molesta verdad?
  • Si a ti no te molesta a mí tampoco.

Yo apreté el culo de mi acompañante y me paré a morrearla mientras ellos seguían para adelante. La verdad es que si yo me he corrido con su amiga. ¿qué tiene de malo que él la sobe un poco?, tampoco pasa nada.

Cuando dejamos de besarnos ellos ya iban bastante separados de nosotros y los vimos apoyados en mi coche besándose y metiéndose mano. El amigo no se cortaba un pelo. Cuando llegamos al coche…

  • Venga vámonos. Dije yo.
  • ¿Tania te importa montarte delante?

¿Cómo que Tania, me lo tenía que haber preguntado a mí?

  • No mi niña, ya acompaño yo a tu chico para que no se pierda.

Bueno supongo que esto sigue siendo el juego de intercambio de parejas, me tranquilicé.

Pero cuando estaba conduciendo de pronto se callaron los dos y solo hablábamos Tania y yo, hasta que me di cuenta mirando por el retrovisor que él estaba con la cabeza echada hacia atrás y la cabeza de Yaiza no la veía. ¿No estará pasando lo que me imagino?, entonces dije:

  • Ey, chicos. ¿Qué pasa por ahí detrás?
  • Tú sigue a lo tuyo, que tu chica está haciéndome un trabajito que te cagas. Ummmm

Tania se dio la vuelta y miró.

  • Joder, José, no sabía que tuvieras ese pedazo de polla. Si casi no le entra en la boca a la niña, jaja.
  • No jodas, ¿se la está mamando?
  • La chupas mejor que antes, has tenido que practicar con este noviete tuyo mucho zorrita.
  • Qué pasada, deberías verlo Ángel, la zorra de tu novia se está tragando todo el pollón, increíble

Giré el retrovisor para ver mejor, pero al ser de noche no veía casi nada, aunque poco importaba, Tania me lo iba relatando. Lo que peor llevaba era la forma que tení José de hablarle a mi chica.

Yo me estaba empalmando y mi acompañante no tardó en comentarlo. Me desabrochó el pantalón y metió su cabeza en mis genitales.

  • Ten cuidado con la carretera a ver si con la mamada de Tania te vas a salir. Jaja.
  • No te preocupes, iré despacio.
  • Yo estoy a punto de correrme en la boca de esta putita. La mama de escándalo.
  • Ya lo creo, pero esta tampoco lo hace nada mal.

Estuvimos así un rato hasta que llegamos a nuestro destino y cuando paré el coche…

  • Me corro, coño me corro… chupa, chupa, trágatelo todo puta, trágatelo todo, enséñale a tu novio como te bebes mi semen. mmmmmmmmmm

Yo no me corrí pero también estuve a punto cuando oí a ese cabrón chillar como se corría.

  • ¿Cómo estás cariño?, ¿estás bien?, le pregunté a mi chica.
  • Muy bien, hacía tiempo que no disfrutaba de la polla de José y es que… me dejo llevar y no puedo parar.
  • Puesto acaba de empezar, ahora bien lo bueno. Dijo Tania.

Subimos a casa y en el ascensor eran manos tocando pollas, culos, tetas, besos, risas…

Ya en casa les dije si querían algo, mientras se acomodaban y Yaiza se iba a la baño a arreglarse un poco y lavarse.

Me fui a la cocina a preparar lago de beber y de picar y cuando llegué al salón, me encontré a mi chica y a Tania haciendo un 69 delante de José que estaba masturbándose mirándolas.

  • ¿Ves que perras en celo son estas dos?
  • No lo puedo creer, dios del amor hermoso, ¿pero tan calientes venían que no se ha podido esperar a recuperar fuerzas?
  • Ya ves. Ven aquí y desnúdate que eres el único que va vestido.

Dejé la bandeja en la mesita y me desnudé.

  • Siéntate aquí a mi lado, vamos.
  • Joder, tío te acabas de correr y ya estás así otra vez. Eres un máquina.
  • Jaja, es de naturaleza. ¿Te gusta?, ¿no quieres saborear lo que se acaba de comer tu chica?
  • No sé, es que…
  • Ni es que ni es ca, ven pa’acá

Me agarró la cabeza y me la llevó a su pedazo de pollón. Alucinante. Me metió la boca en su polla con fuerza, no pude hacer nada…

  • Así me gusta, que maricona eres, sabía que estabas deseando comerte mi rabo. ¡mira cariño como el mariquita de tu novio me come el rabo!

Me tenía agarrado con fuerza y me subía y baja la cabeza para hacerle la felación. Yo creía que iba a vomitar, me metió la polla hasta dentro y me daban arcadas.

En ese momento las dos chicas se levantaron y vieron el espectáculo.

  • No paréis seguid que quiero correrme viendo a dos lesbianas trabajándose. Vamos, putitas seguid haciendo lo que estabais haciendo.

Oí a mi niña decir:

  • ¿te gusta la polla de José?

En ese momento me dejó levantar la cabeza y dije.

  • Sí, mi amor, está rica.
  • Jajaja.¿ Que te dije?, sabía que le gustaría, ves como siempre tengo razón que no me equivoco.

Siguieron las dos comiéndose, yo veía poco, estaba centrado en darle placer a ese tipo. Cuando al ratito las oí a las dos correrse como verdaderas putas, chillando, llamándose de todo lo imaginable e inimaginable. Al terminar se desplomaron al suelo y yo empecé a notar cómo se hinchaba la polla de José en mi boca, estaba a punto de correrse, pero no lo hará en mi boca, de eso paso.

Empezó a bramar como un toro y saqué la cabeza de su miembro. Pero llegué tarde soltó todo su semen en mi cara, no lo tragué pero estuve a punto. En ese momento llegaron las dos amigas y empezaron a lamerme la cara chupando toda la leche que había dejado el semental en mi cara. No era mucho pero si lo suficiente para ellas. Luego las dos me besaron al a vez dándonos un beso a tres mientras él estaba tumbado en el sofá en estado catatónico.

Que rico, que bien ha estado. Estoy a hay que repetirlo, dijo Yaiza.

  • Jajaja. No te creas que esto ha acabado. Ahora descansamos, nos reponemos y seguimos. Acabamos de empezar.

Estuvimos hablando un rato de lo sucedido con risas y bromas, estuvo muy bien lo sucedido. Ya nos sinceramos todos.

Por un lado mi chica estuvo varios años saliendo con José y él le abrió las puertas del sexo hacia otro lado más morboso y agresivo, como decía él un sexo “poco convencional”. Cierto es lo que me dijo Yaiza que había hecho cosas que no podría imaginar que las hiciera.

Estuvo un rato contando anécdotas de las experiencias que habían tenido. A mí lo de hoy me había parecido una pasada, sobre todo el descaro que tuvimos en el bar, que yo achaqué al alcohol, pero me equivoqué, estaba todo premeditado y no era la primera vez que hacían cosas así.

Por lo visto, Yaiza y Tania son amigas con derecho a roce desde hace muchos años, lo que pasa es que también hace bastante que no quedaban y más tiempo aún que no tenían relaciones carnales.

Cuando conoció a José, mi chica era una locuela y muy fiestera. Se juntó con este chico que le llevó por vida insana, fiestas hasta las tantas, mucha droga, alcohol, sexo desenfrenado y seguramente que algo más que no quisieron decir para que no me escandalizara más de lo que estaba ya.

En cuanto a lo que contaron cada vez era más y más fuerte y divertido por la forma de contarlo.

Dicen que una vez estaban de fiestas en el Puerto de Santa Cruz y después de pasárselo bien con amigos decidieron irse a los aparcamientos a follar, pero no dentro del coche, sino fuera. Se pusieron encima del coche y allí mismo empezaron a follar. Aparecieron un grupo de amiguetes que pasaba al lado y se quedaron mirando desde lejos como follaban. Se dieron cuenta e hicieron lo posible para que les vieran bien. Allí se quedaron medio escondidos hasta que acabaron. Pero cual es su sorpresa que llegó una pareja de chicos jóvenes que también les vieron y se metieron en su coche, sacaron una manta, la colocaron en el suelo y sin cortarse ella se puso a cuatro patas y el chico por detrás se puso a joderla bien. Los chicos pasaron de mirarlos a ellos y se pusieron a mirar a los otros. Pero también se acercaron Yaiza y José a esta pareja para verlos bien, cada vez más y más, hasta estar a su lado.

José les dijo que si podían unirse.

El chico asintió con la cabeza mientras empujaba a su amante. Así que ni corto ni perezoso se sacó la polla aún chorreando de la follada anterior y se la puso en la boca a la chica que empezó a mamarsela. Yaiza alucinaba pero se quedó allí mirando la escena.

En esto que los otros chicos unos 5 cogieron valor y se acercaron para tener mejor visión de lo que allí sucedía. José le dijo a Yaiza que les ayudara (así como en plan imperativo). Ella, por lo visto se sentó en el suelo y empezó a masturbarse delante de los chicos hasta que uno de ellos se bajó los pantalones y se llevó su polla a la boca de mi dulce niña. Los demás se masturbaban también junto a ellos. La chica del otro se cambió de postura y se metió la polla de su chico por el culo y José intentó metérsela por el coño, dice que tardó un poco por lo incómodo del sitio pero que al fina lo consiguió y se lo dijo a Yaiza, diciéndole: “a ver si tu eres capaz de hacer lo que hace esta putita, tiene dos polla dentro de ella, vamos zorra, quiero ver como te metes las pollas de estos chicos”.

No puedo dar crédito a lo que estaba escuchando. Mi niña con cara angelical, actuando como una actriz porno y conmigo era una modosita niña.

Los chicos iban preparados con preservativos e intentaron hacer lo mismo, pero no hubo forma de meterse dos pollas, pues por el culo le dolía y no hubo forma. Así que por un lado una tía con dos pollas en sus partes bajas y otra en la boca, mientras mi Yaiza se la estaba follando un desconocido y haciéndole una mamada a otro.

No pasó más gente, que si no... y se reían los dos, como echando me menos esas situaciones. Al final se corrieron todos y se montó allí una orgía sin pretenderlo.

Yo no me creía nada, que lo decían para calentar el ambiente. Pero me aseguraron que fue así, y que no sabía lo zorra que era mi novia.

También me dijo que desde ese día José se dedicó a follarle el culo a diario para que no volviera a pasar lo de ese día y que tenía que tener ese agujero abierto para cualquier evento y dice que se la follaba más por el culo que por el coño, incluso se llegó a correr metiéndosela solo por el culo.

  • Eso sí que no me lo creo, ahí has patinado. A mi niña no le gusta ser follada por el culo, yo le he intentado varias veces y no le agrada. Así que no me creo nada.
  • Que te crees tu eso, mucho ha tenido que cambiar y por lo que veo no ha cambiado nada en absoluto.
  • Cariño, ¿verdad que a ti el culo no te gusta?
  • Bueno yo...
  • Cariñooo, no me jodas, no me digas que te gusta y me has tenido engañado todo este tiempo.
  • No, no es eso. No por engañarte, es que...
  • Jajaja, que bueno ahora tenemos aquí una discusión matrimonial. Que bueno, oye que no era mi intención.
  • Ya sabía yo que no era buena idea el quedar con José, pero ya metidos en faena, prefiero que ya lo sepas todo.
  • Sí me encantaba follar por le culo y mucho, lo que pasa es que como me ha follado él no creo que haya nadie que me lo haga. Mi culo está adaptado a su polla y lo he gozado mucho, por eso no quería que tú lo hicieras y me viniera a la cabeza la polla de este impresentable y echara de menos esa sensación y volviera a verle. Así que como no quiero engañarte, la mejor manera es olvidar esa parte de mi anatomía. Ufff. Lo dije, por fin que alivio.
  • Y ahora piensa lo que quieras, pero es la verdad.

Mi cara se quedó blanca, mis ojos abiertos de par en par, después de que ella se sincerara de tal forma que me dolió, pero a la vez me gustó que me lo dijera y no hubiese secretos entre nosotros.

Al cabo de unos segundos callado, se cortaba el ambiente...

  • Mira cariño, no sabes como te follo yo el culo, por tanto no puedes comparar, quizás te puedo sorprender, estoy dispuesto a correr el riesgo de que no te guste, pero sabiendo lo que sé es posible que te guste tanto como con él.

Tania estaba allí escuchando todo con una sonrisa de oreja a oreja, pero no decía nada.

A mi se me empezó a poner la polla dura y se dieron cuenta.

Ahora solo quedaban dos salidas aceptables. Era que yo viera como le daba por el culo José a mi chica para que yo aprendiera o... que él me diera a mí para supiera lo que se siente y como lo hace para hacerle yo lo mismo a ella. Ninguna de las dos opciones me gustaba. Y como imaginaba...

  • Pues yo creo que tendríamos que ver si es cierto que folla tan bien como dices. Así podremos ver cual es su secreto, dijo Tania, se lo dejamos a huevo, ¡mierda!.

Por mí de acuerdo y tú que opinas Ángel. ¿No te apetece ver lo que le hago a tu chica y que no quiere hacer contigo?

Te estás pasando amigo.

  • No, no me paso, por lo que veo te gusta ver a tu chica follar con otro y cuando te dijo que yo era mejor que tú te puso en el estatus de cornudo consentidor y eso te ha hecho poner la polla tiesa, cabroncete, mira como la tienes.

Mi erección me delataba, eso es cierto, pero tenía que suavizar la situación. Su tono autoritario, sus insultos, dentro de un ambiente distendido, su moderada humillación hasta mi persona... me excitaba ciertamente.

  • No soy un cornudo, ¿vale?, que me guste ver a mi chica gozar, no significa que sea un cornudo, sino alguien que ama tanto a su pareja que prefiere que ella goce antes que
  • Jajaja, y eso como se define?, como cornudo. Si además solo que hay ver como se te ha puesto la polla cuando hablamos de esto. Eres la leche tío.
  • Venga, José no te metas, con Ángel.
  • Pero si no me meto con él solo estoy exponiendo un hecho contrastado.
  • Vamos a ver, dijo Tania. Pongamos paz en este asunto. Hay que comprobar todo esto, propongo una cosa. Tú le das por el culo a Yaiza y así vemos todos lo bien que lo haces, que ya tengo yo intriga también. Y como las cosas se aprenden con la práctica, Ángel irá haciendo lo mismo conmigo y así después podremos evaluar, con conocimiento de causa, si es cierto lo que dice mi amiga o no.
  • ¿Qué os parece la idea?
  • Muy bien por mí de acuerdo, me muero e ganas de volver a romper el culito de esta putita.
  • Yo también estoy de acuerdo, ¿tú que dices, cariño?
  • Él no dice nada, somos tres, mayoría, ¿No?

Ese imperativo, dominante me sacaba de quicio, pero por otro lado me gustaba que me hablaran así, reconozco que tengo un puntín de sumiso light.

  • Ok. Acepto.
  • Acerquémonos para observar detenidamente que hace que sea tan especial.
  • ¿Y a ti no te gustaban las chicas, solamente?, Quien lo diría.
  • A mí me gusta el sexo, y no pienso renunciar a nada que me de placer.

Después esto, Yaiza se tumbó boca arriba, era como si estuvieran compenetrados y cada uno supiera que lo que tiene que hacer, me daba un poco de mal rollo que con él fuera tan perfecto y a mí me costara “dios y ayuda”saber lo que deseaba en cada momento.

Pensé que se pondría a cuatro patas, pero no. Se tumbó en el sofá boca arriba y levantó las piernas.

  • ¿No estaremos mejor en la cama?, pregunté yo.
  • Buena idea, vámonos

Nos fuimos a la habitación y ellos se tumbaron, y nosotros empezamos a imitarlos. Él le comía el coño a mi chica y le pasaba la mano también por su pubis. Ella levantó las piernas más para dejar su agujerito a disposición y él empezó a escupirle y meter el dedo gordo, mientras le seguía comiendo el coño.

Ángel, vete a por un poco de aceite corporal, lo suele tener en el mueble del lavabo en el cajón del centro abajo. Y no tardes que estoy a 100.

  • y... ¿cómo sabes tú eso?
  • Jajaja, siempre lo guardaba ahí, ¿a qué sí perrita?
  • Sí joder, obedece de una puta, vez, ¿no ves como estoy de caliente?

Me quedé un poco asombrado de la forma que tenían de tratarme, pero Tania intercedió y dijo,

  • Tranqui ya voy yo, tú sigue mirando.

Mientras ella estaba fuera les dije:

  • Oídme, es un poco fuerte que me habléis así, no soy vuestro esclavo.
  • Cariño, no te enfades, es que pensé que un poquito de humillación te gustaría, antes distes notas de que te gusta, pero si no quieres... no lo haré más y José tampoco.
  • ¿Te molesta, que te hable así?, ¡cornudo¡

Mi polla en ese momento empezó a reaccionar.

  • No le molesta perrita, mira que empalme tiene el maricón de tu novio.

Más gorda se me ponía

  • Entonces te gusta. Mi amor. Lo sabía
  • Bueno, os dejo hacerlo pero es que me da corte que pueda pensar Tania, por eso digo que os cortéis un poco.
  • Jajaja, de Tania no te preocupes, ella sabe distinguir entre la realidad y el juego. La conozco bien.
  • Sí tu lo dices amor, te creo.
  • Joder, chupapollas, vete a ver que hace Tania a ver si lo encuentra de una vez.

Cuando me disponía a salir de la habitación llegó ella con el Johnson & Jonson. Se lo acercó a José que se embadurnó la mano y derramó un poco por todo el sexo de mi amor.

La sobaba bien. Yo en cambio empecé a comerle el coño a Tania, a lamerle el culito y después de un buen ratito fue cuando le metí el dedo en el culo. Quise levantarme a por el aceite ero ella me agarró la cabeza y me dijo.

  • Sigue comiendo cabrón que lo haces muy bien, quiero correrme con tu lengua.

Yo miraba de reojo que hacía él. Vi como en esa misma postura empezó a follarla por el coño, no por el culo. Así que pensé que me daría tiempo de hacer que se corriera mi compañera de vicio y estar preparado para la sodomización.

Yaiza empezó a jadear de placer y Tania también, se agarraron de la mano las dos. Le seguía follando fuerte y yo comiendo... llegó el momento del éxtasis, ambas a la vez, chillaron de placer, se estaban corriendo las dos juntas y a lo bestia. Las debieron oír hasta en el bloque de enfrente.

Sin más dilación José sacó su pollón de su coño y yo me levanté de mi postura. Le dio la vuelta a mi chica como si fuera una muñeca y yo hice lo propio con la mía.

Se untó la polla de aceite y un poquito en su agujerito. Me estaba poniendo muy burro. Me pasó el bote e hice lo mismo.

  • ¿Estás preparado?, me dijo.
  • Sí cuando quieras.
  • Pues mira y aprende como se le folla a tu novia el culo.

Le puso la puntita en su agujerito, la cabeza empezó a entrar en su ano. Veía como desaparecía esa enorme cabeza de su pollón dentro de su cuerpo. Ella no decía nada, solamente se abría más las cachas para que entrara toda. Solo mordía las sábanas.

Una vez entrada la cabeza mi chica dio un suspiro con un ¡ay!

Eso significa que ha entrado. Ahora ya todo es mas sencillo. No cuesta tanto,jaja.

Yo hice lo mismo solo que mi acompañante no dijo nada. Le entró mi polla como si se la metiera en el coño. Qué suavidad.

Ahora le vi como sacaba la puntita despacio del culo pero sin sacarla entera y volvía a meterla.

  • Estos es para dilatar el músculo y no hacerle daño, una vez dilatado, ya podré romperle el culo sin peligro de que le duela, solo recibirá placer. ¿Estás tomanando nota?
  • Claro que sí. Pero conmigo decía que le dolía, será puta.

Así hizo en varias ocasiones hasta que de la dulce boca de mi Yaiza, salió.

  • ¡Fóllame el culo cabrón!, enséñale a ese mariconazo como se folla un culo de verdad.
  • Más fuerte, más, más. ¡¡¡Rómpeme!!!

Yo al escuchar esas palabras de su boca, creí morir, de vergüenza, de excitación, de lujuria...

  • Creo que si sigues hablando así me correré muy pronto, no sigas por favor.

Entonces Tania empezó.

  • Venga machote, no vaya a ser verdad que no vales para follar, demuéstrale a ese que tú también sabes dar por culo a una hembra.

Uffff. Era más excitante la conversación que el propio acto en sí.

Yaiza seguía hablando de forma jadeante y como si José y yo no estuviéramos allí...

  • Mi chico solo sabe comer el coño, pero para follar.. es mejor José, querida.
  • No digas eso, nunca te ha dado por culo como me lo está haciendo a mí. Es un máquina, te lo aseguro, aprende rápido el papito.
  • Pero mira que pollón tiene éste macho, que fuerza, que ímpetu, me está matando en vida. Mmmm.
  • Anda que el tuyo no anda mal de armamento. Me encanta, qué dulce lo hace.
  • Yaaaa, eso sí dulce un montón yo creo que llega a empalagar, a mí me hace falta de vez en cuando sexo bestia, ya lo tenía olvidado, y es muy rico.

Cariño, eres una zorra, que lo sepas, y creo que me voy a correr, pero lo haré en tu puta cara de zorra infiel.

Ummmm, si parece que la señorita, tiene huevos, parece que reacciona, jajaja. Ese es mi chico, si señor. Vamos amor, excítate mirando como me sodomiza este gran pollón.

Uyyy, UHF, me corro, joderrrrr.

Saqué la polla del culo de Tania y descargué mi semen en el pelo de mi niña y al minuto, mientras aún estaba con mi polla en su cara, José sacó la suya del culo de ella y descargó su leche en la espalda de Tania que se había quedado boca abajo tocándose el coño haciéndose una paja. En ese momento de recibir el liquido calientito en su espalda se volvió a correr.

Yo había visto orgasmos multiorgásmicos, pero lo de Tania era la hostia, ya había perdido la cuenta de las veces que se había corrido.

Mi chica no se había corrido, así que me agaché y empecé a comerle el agujero del culo, metiendo mi lenguas hasta dentro, todo lo que podía, quería saborear su sabor unido al de su macho sodomizador. Movía mi lengua dentro de su agujero y eso unido a que le estaba tocando el coñito mientras lo hacía...

  • Me corrro, ay, ay, ay, ay, ay, ayyyyyy.....
  • Me muero, me muero, diossssssssssssss.....
  • Para, para, me muero... no, no pares... sigue... noo, para...
  • Diossssssssssss. Me muero, ayyyyyyy.

Nunca había oído, ni visto a mi chica correrse así, yo no hacía caso, quería que fuese más duro, pues lo seré. Le abría bien el culo con una mano y seguía tocándole el clítoris con la otra, ella contraía las piernas, se retorcía, pero n ose fajaba de mí.

  • Sigo corriéndome, sigo.... esto no acaba nunca, joderrrrr. Qué me está pasando, no puedo más, me muero joderrrrrr.
  • No puedo mássss, me corroooooooooooooooo.
  • ¡¡¡¡Para, para, para, para!!!
  • No pares Ángel, sigue haciendo lo mismo, es alucinante, sigue. Obedece.
  • Increíble, qué coño me está haciendo, estoy alucinando, me estoy volviendo a correr, lo noto como viene.... me corrrooooooooooooo.
  • Ay madre, ay diosssss, me va a dar algo, para por favor, para yan o puedo más. Nooooo, noooo, noooo, me corrooooooooo.

Ya me estaba empezando a preocupar por la situación, a ver si le va a dar un infarto o algo, nunca la había visto así, así que paré despacio, no de golpe, despacito, y ella se empezó a relajar también, pero en cuanto le rozaba un poco el clítoris, daba un respingo alucinante.

Ella quedó rendida estirada en la cama, no podía ni moverse.

Quedamos alucinando hablando de lo que allí había sucedido.

Cuando ella se recompuso, me miró, me abrazó y me dio un beso con lengua de varios minutos. Aún jadeaba.

  • En la vida me había pasado esto, casi me muero, nunca nadie me ha llevado donde tú me has llevado, José folla de muerte y unido a tú forma de hacerme cositas... ha sido con diferencia el mejor polvo de mi vida. ¿Y tú Tania, qué te parecen mis machos?
  • Me gustan mucho. Tengo que reconocer que si yo hubiese encontrado en mis años algo así, seguramente no hubiese catado nunca el placer femenino. Pero mi suerte que se disfruto con los dos.

Pero esto no ha acabado. Ya eran cerca de las 4 de la mañana y me levanté para traer algo fresco para beber, estábamos deshidratados.

Cuando llegué, estaba José haciéndose unas rayitas en la mesilla.

No le di importancia, pero cuando vi que hizo tres, dije:

  • ¿Quien no va meterse eso?
  • Tú, Yaiza dijo que tú no querías.
  • ¿Cómo que no?, hay que hacer de todo, no?, hay que descubrir de todo y probarlo, para después decidir si te gusta  o no.
  • Ah, muy bien, tomo nota, dijo mi chica.

No sé a qué se refería con eso, pero ya mi imaginación no daba para más, que sea lo que diso quiera, que sea.

Descansamos un ratito pero la coca empezó a hacer efecto y los chicos tumbados en la cama querían más bebida y me hicieron levantarme por más alcohol.

Me fui a la cocina a preparar las copas, ya sabía que tomaba cada uno, así que fui a tiro hecho. Tarde como 10 minutos y cuando llegué... casi se me cae la bandeja de lo que vi.

Ni novia llevaba un arnés colocado a la cintura, con un pene de goma tan grande como la polla de José.

  • Esto es para ti, mi amor. Vas a disfrutar mucho esta noche, maricón mío, como ya sé que te gustan las pollas, aquí tienes una para ti y para mí. Y no digas que no, que antes has dicho que hay probarlo todo antes de decir que no te gusta.
  • Jajajaja, se rieron todos a mi costa.
  • No cariño, no, eso no.
  • ¿Como que no?, dijo José. Hoy vas a ser sodomizado. Si no lo has probado nunca, hoy es el día, así que ponte cómodo que te van a tabicar, jajaja.
  • Vamos a ver, te has tragado tu semen, el de José, le has comido la polla, ¿y ahora dices que no vas a probarlo? Si solo es una polla en el culo. Me soltó Tania.
  • Venga cariño, hazlo por mí que me excita mucho hacerlo. Venga porfi. Anda se bueno con tu niñita. Además esto era lo que he comprado esta tarde, lo va a estrenar tu culito.
  • Como negarme si estáis todos en mi contra.
  • Jajaja, te gustará ya lo verás.
  • Pero primero vamos a tomar algo, que me vaya haciendo a la idea.

Estaba nervioso y excitado a la vez, ¿por qué no probarlo?, si no me gusta pues ya está, pensé.

  • Venga llegó el momento, dijo José, quiero ver como haces de putita, esto mejora por momentos. Tania, tu vente conmigo aquí que no te pierdas nada del espectáculo.

Estuve un ratito mirando esa polla de goma, como mi chica la lubricaba y se la tocaba lascivamente como si hubiese tenido polla toda su vida. Parecía un macho haciéndose una paja.

Llegó el momento, me coloqué a cuatro patas, esperando mi suplicio, pero…

  • No cariño, así no. Boca arriba. Quiero ver la cara de zorra que pones cuando te meta esto en tu agujerito.

Obedecí. Me puse boca arriba en la cama. Me sentía como un objeto en mano de tres depravados, pero la idea me estaba gustando cada vez más. Tenía curiosidad y excitación.

Ella me empezó a mojarme de aceite no solo el culo, también la polla. Empezó a masturbarme despacito pasando sus manos por mi dura polla, arriba y abajo, los huevos, le culo… todo, hasta que me metió un dedo en el culo para ir abriendo el canal.

Cerré el agujerito instintivamente y ella me dijo:

  • Relájate mi amor, que si no será doloroso y quiero que lo disfrutes tanto como yo.
  • Vale, lo intentaré. Te lo prometo.

Pero era complicado relajarse en esa situación. Me hizo levantar bien las piernas y seguí masturbándome lentamente.

Al cabo de un momentito, empezó a poner la puntita de su pollón de goma en mi trasero. La movía hacia arriba y hacia abajo para que se fuera calentando y estuviera bien lubricada. Cuando de repente…

  • Ayyyyy, diossss,
  • ¿Te ha dolido?, no te preocupes aguanta un ratito así con la puntita dentro.

Creía que me partía. Me ardía el culo, pero ella en ese momento seguía masturbándome más fuerte y eso hizo que se me pasase un poco la sensación extraña de tener algo metido por ahí detrás.

  • La impresión, solamente, sigue, pero despacio, por favor.
  • Creo que le va a gustar.
  • Sigue, me está poniendo muy burra esta situación, dijo Tania.

Con esas palabras de aliento, mi chica, empezó a meterme más y más y más, su polla en mi ano. Yo notaba como se dilataba aquello y entraba cada vez mejor. Hasta que por fin, noté su pubis rozando con mi huevos, y sus manos masturbándome. Creía morirme, ¡Me estaba gustando!

Cariño, para, que me corro, joder.

  • Biennnn, entonces te gusta. ¿A qué sí?. Venga dilo. Me gusta que me den por culo, vamos. Ufff como me estoy poniendo.
  • Síííí. Me gusta, que me des por culo. ¿vale?
  • Nooooo, di que me gusta que me den por culo.
  • Me encanta que me den por culooooo.
  • Que quieres una polla de tío en mi culo, que necesitas una polla de hombre. Vamos cariño, dilo en alto que oigan todos.
  • Quiero sentir una polla de hombre en mi ano, me arde. Estoy a punto de correrme, por favor, sigue, sigue, sigue.

En ese momento sacó su polla de mi culo y creí que no podría más sin correrme.

  • ¿Qué haces?, sigue por dios, sigue.
  • No, ahora vas a ser follado por un hombre de verdad, y verás la diferencia, además… quiero que le supliques que te folle.
  • Jooo, cariño, no me hagas esto, venga.
  • Suplícale, que te dé por culo, vamos, o te quedarás así, tu verás.
  • José, por favor, ¿quieres darme por culo?

Lo cierto es que mi excitación no era por el acto sexual en sí. Tener una polla metida en el culo no me excita sobremanera, lo que realmente me excitaba era lo que corría por mi cabeza, la sensación de ser yo el que dominaba la situación. Parece que son ellos los que me ordenaban y yo obedecía, pero en realidad, era yo el que tenía la situación donde yo quería. Si yo no hubiese querido ser sodomizado, todo acabaría y la sensación de ser yo el centro de atención era muy fuerte en mí.

Mi excitación era psicológico, mental, de imaginación... y ser yo el que daba placer me ponía como una moto.

Así que cuando noté como entraba la puntita de ese pollón duro en mi agujerito, el saber que soy capaz de excitar a un hombre tanto que quiera darme por el culo... era una sensación increíble, y si además mi chica acompañaba eso comiéndome la polla con gran maestría, ayudado por las palabras soeces de los tres allí resentes, hizo que me corriera en la boca de mi hermosa niña con una polla dentro de mi culo. Fue increíblemente alucinante.

Lo malo, vino después. Yo ya me había corrido pero José aún no. Y la excitación bajó, pero él quería llenarme el culo de su leche, así que tuve que aguantar sus embestidas y disimular que me gustaba.

Me hacían decir guarradas, como que soy su puta, que quiero su polla dentro, que se corra dentro... etc.

Él me decía:

  • Tienes un culo muy apetecible, quiero follarte cuando yo lo desee. Quiero que me veas como doy el culo a tu novia y que tu lo veas.

Son cosas que se dicen en el momento de ese estado de algidez yo asentía a todo, principalmente porque me excitaba muchísimo que me hablaran así. Me pone muy cachondo escuchar ese tipo de burradas.

Mi chica estaba retozando con su amiga, mientras también me decía cosas como.

  • Te dije que seguramente me dejaría llevar, pero no pensé que tú te sometieras tan pronto a los placeres de MI José.

Esas palabras me hicieron dar un vuelco al corazón y ala dureza mi miembro “viril”. Ese posesivo, “MI JOSÉ”, uffff. No sé si me sentó bien o mal, el caso que mi polla le gustó porque se puso muy dura al escucharlo.

José seguía empujando, me dio la vuelta y me hizo ponerme a cuatro patas para que él estuviera más cómodo y seguir apretando. Noté sus manos en la cintura, empezó a respirar deprisa, notaba como su polla se hincha más y más dentro de mi agüero super dilatado, hasta que estalló y descargo su semen en mi culo. Noté como sus huevos chocaban con los míos y me tumbó en la cama sin sacar la polla, que latí entro de mi agujero.

Cuando la sacó noté como su líquido salía y resbalaba por mis piernas, cosa que me gustó. Me sentí bien, sabiendo que he podido dar placer a un buen macho.

Me fui al baño a limpiarme mi culito dolorido, pero el agua fría me relajó bastante, aunque aún lo notaba abierto y caliente. Decidí darme una ducha para relajarme un poco y pensar en lo sucedido. Hubo cosas que me gustaron y otras que no tanto, pero el caso era seguir metido en el juego sexual y morboso que habíamos creado. Era un juego perverso pero divertido.

Tardé un buen rato, y salí del baño. Me dirigí a mi habitación. La escena que me encontré era la siguiente: José tumbado boca arriba y las dos chicas a ambos lados. Mi novia estaba abrazado a él con una pierna encima de él. Él por su parte tenía el brazo por encima de la cabeza abrazando ami Yaiza. Tania estaba agarrando el otro brazo de José y acurrucada a su lado.

Al lado de Yaiza no había sitio físico para poder acoplarme yo también y disponerme a dormir como ellos. Así que m fui al lado de Tania. Me puse igual que ella y la abracé para no caerme, pero era incomodísimo y ella me movió un poco con su luo e hizo que me cayera al suelo. Estaban reventados así que pensé en irme al salón y dormir en el sofá, estaría un poco más cómodo que allí.

Cogí una manta y me fui al sofá. Una vez allí, ya relajado pensé en lo sucedido:

-          Yaiza se ha dejado sobar en público por desconocidos

-          Su ex novio le ha dado por culo en mis narices, cosa que yo no había hecho con ella pues no me dejaba

-          Su ex, me ha hecho comer su polla y saborear su néctar

-          Me ha sodomizado delante de mi novia y de una amiga

-          Y además ellos están en mi cama y yo en el sofá.

Toso suena un poco extraño. Mi mente solo ponía excusas para no ver lo que estaba sucediendo. ¿realmente soy un puto, cornudo y maricón, otra vez?. Pensé haberlo dejado hace mucho tiempo, pues me trae malos recuerdos y no podría resistir que me ocurriera lo mismo, mi corazón no podría resistirlo.

Ver a mi novia abrazada a él, dormida, abrazándole como si fuera yo, pero no era yo, me empecé a poner nervioso, pero pensé que todo era un juego, el alcohol, la coca, el morbo, la situación... y me quedé dormido.

La luz de la mañana me daba en la cara y me desperté. Me fui a desayunar al cocina y después, pensé en darles una sorpresa y llevarles el desayuno al cama, estarían rendidos y muertos de sueño. Les vendría bien un reconstituyente.

Llevé los desayunos en una bandeja, entré haciendo el menor ruido posible, dejé la bandeja en el sinfonier y abrí un poco la persiana. Cuando me di la vuelta, no podía creer lo que estaban viendo mis ojos.

Mi novia estaba recostada comiéndole la polla a José y Tania con las piernas abiertas y la mano de José masturbándola.

Mi cabeza estaba bullendo. Estaban jodiendo y no me han avisado, están allí como si yo no existiera, estaba a punto de saltar cabreándome por la situación tan absurda… yo además con el desayuno reparado como si fuera su sirvienta sumisa. Pero ocurrió algo. José me miró sonriendo y me dijo:

Jo, Ángel, eres un tío formidable, gracias por le detallazo del desayuno y por haberte ido a dormir fuera, aquí no entrábamos los cuatro y no despertarnos para que nos fuéramos es muy de agradecer, eres todo un anfitrión.

Yaiza levantó la cabeza y me dijo:

  • Te quiero mi amor, eres único y me tiró un beso desde la distancia, bajando seguidamente la boca su miembro, siguiendo con la felación.
  • Ven aquí y cómele el coño a Tania, somos los invitados y tu novia me da placer a mí y tú deberías hacer lo mismo con mi acompañante, ¿no?. Ya desayunaremos después.

Y mi cabreo se me quitó de repente y como un sumiso pichafloja hice lo que me pidió. Me acomodé para dar placer a mis invitada.

Tania no decía nada, solo jadeaba y tardó muy poco en llegar al orgasmo, a ratito noté como salpicaba de semen mi cara, ya que mi novia hizo que el suyo se corriera y giró la polla hacia mí y me cayó algo en el pelo y faz.

  • Esto hay que repetirlo más a menudo. Me ha encantado y a ¿ti Tania?
  • Yo he alucinado, jamás en la vida había gozado tanto como hoy. Y además el señorito nos ha traído el desayuno, esto es mejor que un spa.

Desayunaron los tres, mientras yo recogía un poco la habitación y me senté con ello. Estaba claro que todo fue un juego una situación apetecible.

Desde aquél día nuestra relación cambió bastante. Yaiza ya se dejaba al libre albedrío, hacía cosas sin cortarse, parece como haberse liberado de unas cadenas invisibles de autocontrol, pero, ¿podría manejar la situación sin que me desbordara?

Intenté no volver a quedar con ellos durante un tiempo, para que eso que hicimos no fuera algo cotidiano sino especial y en momentos especiales y parece que mi estrategia funcionó bastante bien.

Yo iba de vez en cuando a que Tania me depilara y de paso jugáramos un poco. Yaiza quedaba con José alguna que otra vez a tomar café y terminaban follando el un descampado. Otras veces, mi novia quedaba con Tania y tenían sesiones lésbicas y hacían fotos para que luego las viéramos juntos y nos pusiera caliente y tener sexo a discreción. También tenía yo mis escarceos con José, como ir tomar unas cervezas y llevarme al baño del bar y me hacía chuparle la polla y tragarme su semen, ya tenía su sabor en mi memoria. Pero no quedábamos juntos los cuatro, de momento no quería que esa situación y me salió bien.

Pero sucedió una cosa un día que me dejó helado. Esto fue en una cena de empresa…