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Feminizado por mis compañeras de departamento III

en Transexuales

4.

No lo puedo negar dormí como un bebe, mi cara de satisfacción y mis gestos me delataban. No podía negar que nunca había tenido tanto placer hasta ese día. Había salido con varias chicas, francamente solo dos, pero esto era morbosamente diferente.

Cuando desperté Laura estaba ahí viéndome con una picardía inimaginable. Sus ojos eran tiernos y su sonrisa espectacular. Estaba vestida muy casual pero lucia muy bonita estaba enamorado de esa mujer desde que la vi.

-¿Buenos días dormilón, ¿Cómo amaneciste?- Me dijo Laura con toda la ternura del mundo. Le respondí que bien y me dio un beso en la frente. Se salió del cuarto comentándome que iba por mi ropa, que Tere nos esperaba abajo.

Para este momento mi mente luchaba contra mi calentura, el remordimiento recorría mi ser, lo deseaba, pero mi mente sufría cada vez que llegaba el recuerdo de las ultimas dos noches. Me preguntaba como iba a ver a Lau y a Tere dentro de dos días en el trabajo. Sentí que mi vida se iba a complicar, cuando de pronto Laura me despertó de mis pensamientos.

-Hay Daniel, en verdad no sabes lo feliz que me has hecho al aceptar tu nueva condición, veras que pronto lo disfrutarás incluso más que yo.- Dijo Laura mientras entraba a mi cuarto con una bolsa negra enorme. No podía evitarlo me encantaba verla.

-Tienes que verte guapísima, Tere esta muy orgullosa de ti y pidió que hoy que vistiera como una hermosa chica, no podemos decepcionarla- Me dijo Laura, cuando me llevo a mi baño con una bolsa negra enorme en su mano. Me ayudo a seguir ese ritual del enema, que cada vez me gustaba más y me hizo sentarme en el W.C. Saco de la bolsa una crema que comenzó a untarme por todo mi cuerpo. Cuando me bañe con terror pude ver como se caía mi bello. Trate de salir para verme en el espejo pero Laura lo cubrió con una toalla.

-No puedes ver es una sorpresa- Continuaba hipnotizado por la belleza de Laura y el morbo de verme como una chica. De pronto me di cuenta que algo en mi no, volvería a ser igual, deseaba con todo el corazón ser una linda chica para complacer a Lau en todo momento.

De pronto Laura ponía me enseño las maravillas que tenia para mi. Saco de la bolsa unas pantis de algodón blancas, la verdad muy sencillas, pero que yo creí maravillosas. Un brassier de encaje muy lindo, los cuales me puse sin chistar, poco me duró la decepción de sentirme plana, pues Laura saco unos rellenos muy pesados que me ayudo a poner.

-Estas quedando hermosa Danielito-, me dijo Laura antes de abrocharme el bra, a lo que respondí con una reverencia. De pronto sentí como Laura  me puso un masking tape en mi espalda comentándome que era para mejorar la postura y descubrí su efectividad al sentir el dolor al tener una postura incorrecta.

Tenia la ropa interior, cuando saco una pequeña falda tableada de color blanco, y una playerita tipo polo azul cielo cortita. Me ayudo a ponermelas, estaba lleno de felicidad y aun no me había visto al espejo. Laura saco dos pelucas, de la cual escogió una castaña que me puso. Me comenzó a maquillar, adore la sensación del brillo Labial en mi boca.

Descubrió el espejo y me vi. Lucia como una chica me acerque más de lo normal al espejo moví una mano, para corroborar que el reflejo que me devolvía el espejo era yo. De pronto de mi salió un wow estaba conmocionado.

-Estas preciosa Danielito ¿o debo decir Danielita? jijijiji- Me dijo Laura, no podía contenerme estaba exitado como nunca, el morbo y la humillación hizo que a través de mi faldita se notará una erección como nunca había tenido.

-Hay Danielita, eres una sucia, pero hoy te has portado muy bien y te daré un premio.- Me dijo mientras acariciaba uno de mis postizos senos, me sentó de nuevo en el W.C.  Y comenzó a besar mi cuello, y bajo su cara hasta mi pene.

-Disfrútalo, porque nunca lo volveré a hacer- Dijo mientras subió la falda, hizo mi calzón a un lado, me lanzo una picara mirada y metió mi pene en su boca. Me estremecí como nunca, no lo podía creer la chica que me gustaba estaba haciéndome un oral. La sensación era increíble, no me podía contener. Me corrí en su boca. Ella se levanto y me beso, con ese beso puso mi semen en mi boca.

Lo trague casi de inmediato, estaba en el cielo. Laura me hizo levantarme y de su bolsa saco un Plug anal de tamaño medio. Me baje la panti y deje que lo introdujera, mi culito estaba tan dilatado que no fue difícil, pero la sensación de llenado era maravillosa. Me sentía satisfecho. Laura me acomodo mi ahora flácido y pequeño pene hacia atrás para que no se notará en la faldita.

Lau me levanto y me guiño un ojo. Ya iba de salida, cuando de pronto me dijo que me faltaban algunos detalles, saco el collar de perlas que obedientemente me puse y de pronto saco un par de zapatos de unos 15 centímetros los mire nervioso, pero ella tajantemente cortó mi pánico.

-Póntelos, se que te gustan y te escuchado caminando con tacones a escondidas- Dijo Lau mientras se reía de mi al ver mi cara roja de la pena y el morbo de saberme descubierta por ella.

De pronto me los puse y Laura me miraba con una cara de excitación enorme. Me abrazo, me encantaba abrazarla y que nuestros pechos chocaran, me dio una nalgadita que hizo contacto con el plug, estaba lleno de placer.

Salimos del baño y sentí una reina. De pronto esos años de feminidad oculta se habían liberado. La represión que tenia desde hace años se disipaba, agradecí el haber dejado mi ciudad y mi trabajo anterior como publicista; para venir a esta nueva ciudad a trabajar en una de las zapaterías más grandes del país en un área de moda.

Caminaba junto a Laura, cuando encontramos a Tere en el corredor. Me quede petrificado no pude articular palabra. Ella me miro de arriba abajo y el mundo recupero su color cuando note en su rostro una sonrisa. Lucia hermosa con una blusa negra ajustada, unos jeans pegadísimos, unos tenis y el cabello recogido con una colita de caballo.

-¿Y como se llama tu putita Laura?- Le dijo a mi ahora diosa con alegría en sus ojos.

-Daniela muy apropiado para ella- Dice Laura mientras me sorprendo a mi mismo modelando para ellas.

-Bienvenida Danny- dice Tere mientras juguetea con mis senos y decía en tono de broma, que casi estaba tan buena como ella. Vamos las tres a la sala, nos sentamos y Tere me comenta que Valeria su hermana pequeña iba a llegar a visitarla, me hizo prometer que fuera lo más femenina posible. De pronto mi felicidad se convirtió en nervios de un plomazo, no conocía a Valeria pero me llenaba de Terror que alguien además de mis amigas me viera.

Comencé a temblar y al borde del llanto. Las chicas me tranquilizaron y acepte, limpiamos un poco la casa. En verdad me estaba dando vuelo limpiando la casa como toda una doncella, no paraba de verme en el espejo, las chicas me miraban divertidas. La tranquilidad y mi mood de chacha se vio eclipsado al estacionarse un auto frente a la casa.

-Ya llegó- Dijo Laura, vimos a Tere correr hacia la puerta. Abrió y bajo de la puerta del copiloto una chica, a lo mucho dos años menos que yo. Valeria debía tener unos 22 años, era muy delgada, blanca, pelo castaño, media 1.60, tenia una cara muy finita, ojos cafés, labios delgados y unos senos pequeños que se notaban a trabes de su pequeña camiseta guinda y unos jeans color índigo.

Se abrazaron afectuosamente unos segundos después, cuando Valeria fue directo y abrazó a Lau con mucho cariño. Me sentí a morir en verdad estaba enloqueciendo cuando Laura me presento con Daniela.

-Ella es Danny trabaja en el área de moda en la misma empresa donde trabajamos tu hermana y yo-  Valeria me dio un beso en la mejilla.

-Mucho gusto, Danny ame tu outfit.- Dijo Valeria. Me percate que la hermana de Tere tenia mucho carisma, pues de haberla querido matar por abrazar a Lau ya me caía bien. De pronto un chico entro por la puerta con muchísimas maletas, era alto media aproximadamente 1:80, era delgado, de pelo, café, ojos verdes y pelo chino. 

Valeria lo abrazo y le planto un beso en la boca. Tere, Lau y yo nos miramos.

“les presento a Carlos, mi novio” dijo Laura orgullosa mientras el abrazaba con mucha pasión y seguían dándose sus arrumacos.

“Vaya que sorpresa me da mi pequeña hermanita ya hasta tiene novio” Respondió Tere con una mezcla de orgullo y sorpresa que solo las hermanas mayores pueden proyectar. Terminamos con los saludos y pasamos a la sala. Ahí Valeria nos contó que llevaba 1 año de relación con Carlos y que se conocieron en un evento de su trabajo. 

Todas prestábamos atención a Valeria, sin embargo sentí la mirada de Carlos hacia mi. Era algo muy raro; me incomodaba, nunca había sentido algo igual, sentía que observaba cada detalle de mi. Era algo angustiante que no me había pasado nunca.

Dejamos a Carlos en la sala viendo la televisión, mientras nos fuimos a la cocina a preparar la comida. Estábamos platicando y felicitando a Vale por su relación cuando comenzó a llorar mientras partía unos vegetales. 

“Estoy triste y muy preocupada, Carlos quiere una prueba de amor y yo no se la quiero dar” dijo la hermana mayor de nuestra diosa entre pequeños y tímidos sollozos. Laura con incredulidad le pregunto si era virgen y ella le contesto que si. Que su mayor ilusión era perder su virginidad el día de su boda. Se abrazaron y Lau seguía consolando a Valeria.

“Si el te ama debe comprenderte, respetarte y no presionarte” dijo Tere con una cara endemoniada y de pocos amigos. Valeria le comento que lo amaba mucho y que el era muy bueno con ella. Se seco las lagrimas y continuamos haciendo la comida. Laura le dijo a Valeria que no se preocupará que seguramente encontraría la forma de arreglar ese detalle.

Las chicas me mandaron a poner la mesa, no puedo negarlo estaba en el cielo. Me sentía hermosa vestida de nena, poniendo la mesa para nuestros invitados. Y hasta collar de perlas tenia, no pude evitarlo estaba súper caliente cuando un inhóspito encuentro me bajo la temperatura.

-Permíteme ayudarte con esos platos, se ven pesados para una nena como tu.-Dijo Carlos mientras me quitaba los platos de las manos. Le agradecí para evadirlo, pero insistió, puso los platos sobre la mesa, me pidió los manteles, fui por ellos y de pronto se pega a mi cuerpo. Pude sentir como restregaba su erecto pene contra mi, me puse roja como un tomate y trate de evitarlo.

Se escucho un tosido forzado y voltee, Laura estaba viéndonos. Carlos se alejo y Laura me llevo a la despensa. Yo estaba muerta de miedo seguramente iba a creer que era mi culpa y me haría algo muy malo. Baje la cabeza, esperando lo peor, iba a comenzar a suplicar, cuando escuche la escuche decir.

-Esta bien Danny, desde la sala vi. que ese puerco te desnudada con la mirada. Es normal acostúmbrate a que los hombres te verán así siempre. Aunque lo evites. Con el tiempo aprenderás a disfrutarlo.- Me dijo mientras me abrazaba con toda la ternura del mundo. Salimos de la despensa, pusimos la mesa, mientras comíamos Carlos no dejaba de mirarme. Estaba roja como un tomate, terminamos; los invitados nos felicitaron por la comida. Carlos se fue a ver la Televisión y Tere pregunto a Valeria por la situación.

Valeria estaba muy angustiada y comentaba la posibilidad de entregarle su virginidad. Tere su opuso, discutían en voz baja. Valeria decía que no toleraría la idea de ver a su novio con otra. Fue cuando de manera tajante Laura las interrumpió en la conversación.

-¿Y si existiera la manera de que Carlos se desahogara sin estar una mujer lo aceptarías.?- Inquirió Laura.

-Desde luego- Dijo Valeria, mientras Tere  capto rápido la perversa idea de Lau e hizo una sonrisa malévola.

Laura y Tere le dijeron todo sobre mi a Valeria. Ella no lo creía hasta que le mostraron la credencial de mi trabajo. Laura comento que en Oaxaca los muxes, chicos que querían ser mujeres, consolaban a los hombres mientras para que sus novias llegaran vírgenes al matrimonio.

A pesar de cara de terror y de los celos que tenia, Valeria dijo que no seria tan mala idea y que podría funcionar.

Me puse a llorar como una nena. En mi mente una cosa era usar juguetes y la otra tener sexo con un chico. Mi mente estaba nublada, no podía contener la angustia, trate de decirles que era un hombre, que no quería, pero me sentenciaron con una solemnidad que al día de hoy me deja helado.

-Mira hermoso, además de ser una orden, debes hacerlo, seria muy divertido que todos supieran en la oficina que eres una mariquita come semen. Además lo vas a disfrutar y me harás muy feliz.- Dijo Lau mientras con ternura me secaba las lagrimas.

¿Vas a hacer lo que yo diga verdad nene?- Dijo Lau, sabiendo que no tenia opción; además Tere trabajaba en recursos humanos y sabia que, si ella quería, mi vida laboral podía tornarse miserable.

-Si señorita Tere- Dije con lagrimas en los ojos.

-Así me gusta putito- comento Lau, mientras Tere me miraba divertida de lo lindo. Y Valeria me observaba incrédula. Ella titubeo, pero Laura le comento lo que había pasado mientras ponía la mesa. Y con coraje, dijo que me lo merecía.

Tere le dijo que ellas me prepararían mientras ella lo platicaba con Carlos. De pronto a toda prisa fui llevado al cuarto de Tere. A golpes me hicieron dejar de llorar. Una vez más me hicieron un enema, me perfumaron, me maquillaron y me sentaron en una silla. Tere en tono de burla, puso de fondo la marcha nupcial. De pronto, con delicadeza, saco de una bolsa de terciopelo un hermoso conjunto de pantaleta y brassiere.

-Te vas a ver hermosa- dijo mientras modelaba el brassiere sobre ella.

Me hicieron ponerme la ropa interior, Laura trajo de su armario un pantalón blanco elástico y una camiseta tipo polo blanca. Me las pusieron, me colocaron la peluca, me retocaron el maquillaje y treparon en unos tacones blancos altísimos. Y de pronto vi el celular de Laura grabándolo todo. Me sentía a morir, pero tenia nervios por lo que iba a pasar. Y el roce de mi culito con la lencería era maravilloso.

Las chicas me llevaron a la cocina, desde se escuchaba a Valeria y Carlos discutir. Valeria nos dijo que pasáramos, pero Laura interrumpió la escena, agarro las flores del centro de mesa y me hizo tomarlas con ambas manos como si fuera una novia. Tere y Valeria se carcajearon. Me resigne y camine mirando a Carlos en la sala.

-Para ser un puto si estas bien rico- Dijo Carlos mientras me rodeaba como un cazador. De pronto me aventó contra el sillón, me jalo de los pelos y me puso de rodillas. Se desabrocho la bragueta y saco su pene, blanco y que media unos 16 cms y 3 cms de grueso.

-Chupalo puto- me ordeno, trate de oponer resistencia, pero me sujeto y de un solo golpe mi garganta tenia esa cosa adentro. Me asfixiaba, comencé a respirar por la nariz y pasar mi lengua por ese tronco. Su sabor era muy salado y me daba asco, pero no podía liberarme de su mano. De pronto comenzó a mover mi cabeza de atrás hacia delante a lo que sumisamente accedí.

Bufaba como un toro, me lastimaba, pero no quise poner resistencia. El sabor de su pene se impregnaba en mi, de pronto me puso contra el sillón y comenzó a bajarme los pantalones. Más tarde en tratarme de acomodar, cuando sentí un ardor insoportable. De un solo golpe su pene estaba en mi culo. Solté un doloroso quejido, hasta que el ardor bajo, de pronto pude sentir como cada centímetro de su miembro salía de mi. Me sentí aliviado unos segundos, luego sentí la segunda embestida  que se convirtió en un frenético mete y saca. Sentía cada centímetro de su pene entrando y saliendo de mi colita. Me estremecí al sentir como ese pene abría poco a poco mis nalgas, para después romper mi ano.

Mi cuerpo agonizaba de un dolor que pronto se convirtió en placer, de pronto me vi tratando de hundirme más en el miembro de Carlos. Pasaron unos 20 minutos, mi cuerpo no podía con el cansancio, estuve a punto de desvanecerme cuando Carlos se vino en mi. Pude sentir su abundante liquido calientito llenarme las entrañas, saco su miembro de golpe y me dejó tirado en la alfombra. 

-No te limpies, quiero que sientas mi semen un culito puto.- Me dijo Carlos con indeferencia. Mientras me dejó tirado, cansado, confundido, con el semen escurriendo de mi colita y siendo victima de tres chicas morbosas que harán su voluntad sobre mi.