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Saga del Infinito (2)

en Parodias

Continuación del otro relato

La muerte de millones de personas no ha pasado desapercibida y Los Guardianes de la Galaxia se reúnen en Knowhere para hacer su plan.

-          ¡Bien! Warlock y Gamora irán a obtener información de la Iglesia Universal de la Verdad.-dijo Star Lord al final de la reunión y añadió.- Cuidado con esos perdedores.

-          De acuerdo-respondieron Gamora y Adam simultáneamente. Tratar con esos locos religiosos que usaban almas para generar energía requeriría toda su destreza.

-           Rocket convence a Ronan y los Kree de que Thanos es una amenaza para todos. ¿A quiénes ocupas?

-          ¿Para tratar con RONAN el puto acusador y el puto imperio Kree? – El mapache se rascó un testículo mientras pensaba- Groot, Nova, Moondragon, Drax y el strapon de Mantis.

-          Drax y Groot, con Rocket. Nova y Moondragon irán a hablar con Lilandra y los Shi’ar. – declaró viendo  a su equipo.- ¡Cosmo! Tú te quedas en Knowhere y teletransportas de vuelta a quien tenga problemas.

Todos parecían listos para marcharse, solo quedaba la duda de quienes irían a la Tierra a alertar a los Vengadores.

-          Flag, tú y yo volveremos a casa para esta misión- dijo por fin el líder del equipo.

Y así el equipo se separó sin saber que les esperaba.

(A Bordo de la Milano)

- Va a ser la primera vez que vuelva a la Tierra desde que me fui-pensó Quill mientras presionaba un botón y comenzaba a sonar David Bowie en el estéreo de la nave.

- ¿Bowie? ¿Hace cuanto tiempo partiste de la Tierra?-Gritaba Flag desde otro punto de la nave

- ¡Hey! No sé que oyen ahora, pero esto es buena música- rio Peter.

Mientras todo esto sucedía, la Tierra había sido víctima de la gema de la Realidad que poseía Thanos y los actores de todo el mundo se habían fusionado con alguno de sus personajes. Robert Downey Jr corría por Londres como Sherlock Holmes, Jhonny Depp tenía tijeras por manos, Daniel Radcliffe hacia magia con su varita, Faye Reagan era una estudiante de secundaria caliente y Jennifer White una secretaria dispuesta a todo… por poner ejemplos. Y los héroes de la Tierra no sabían qué hacer con todo el caos.

Cuando aterrizaron en San Francisco, California; lo primero que Peter vio, como salida de un sueño, fue a su amor platónico, por la que había nombrado así a su nave, Alyssa Milano. Corría junto con otras dos mujeres a las que no conocía, pero que estaban igual de buenas.

La ilusión solo duró unos segundos tras lo cual pudieron ver de que huían las chicas. Dos tipos corrían tras de ellas lanzando bolas de fuego de sus manos. Rápidamente Flag le disparó a uno de ellos fulminándolo de inmediato, mientras Peter daba alcance a las muchachas y volaba en pedazos al otro atacante con su pistola elemental.

-          ¡Uh! ¡Wow! Eso ha estado cerca – dijo una de las muchachas.

-          ¿Están bien chicas?- Preguntó nuestro héroe sin poder apartar la vista de los senos de Alyssa, grandes y jugosos, brillantes por el sudor.

-          Si, gracias, ¿tu quien eres?-Preguntó la tercer chica mirando desconfiada al joven que acababa de salvarles el pellejo.

-          Star-lord

-          ¿Quién?- Fue la respuesta de las tres atractivas mujeres

-          Star… olvídenlo, por supuesto que no saben quién soy- le restó importancia- Pero tú eres Alyssa, ¿Cierto? ¿Alyssa Milano?

Se quedó perpleja y cuando decidió asumir que hablaba con ella, respondió

-          No, me confundes. Yo soy Phoebe Halliwell, y ellas son Prue y Piper, mis hermanas- dijo Alyssa con una sonrisa sugerente propia de lo calienta pollas que era su personaje.

En ese momento Flag los alcanzó y se presento a si mismo mirando alternativamente las tetas y el trasero de cada una de las hermanas.

-          No sé quiénes son ustedes, ni como derrotaron a esos demonios, pero será mejor que vengan a casa con nosotras- dijo seria como siempre Prue, desaprobando la forma en la que su hermana menor se mordía el labio inferior.

-          Peter, ¿Qué está pasando aquí?- susurro Flag al oído de Star Lord.

-          Tendremos que averiguarlo – respondió mientras la joven Halliwell tomaba su brazo y disimuladamente lo apretaba contra su pecho para guiarlo a casa.

Al llegar a una casa muy bonita, subieron al ático que les hubiera recordado mucho al Sactum de Dr. Strange, si lo hubieran conocido. Sobre una mesita con muchas candelas desordenadas había un gran libro abierto en el que se podía leer “Wendigo”.

-          ¿Qué es todo esto?- Interrogó el líder de los Guardianes

-          El Libro de las S…-

-          ¡Phoebe! No puedes decirle a cualquier desconocido estas cosas… ¡largo de aquí!- Prue los sacó a ambos del ático, junto con Flag.

Una vez en el estrecho pasillo, Phoebe se apretaba contra el pecho de Peter, aunque había suficiente espacio para no hacerlo.

-          Ven conmigo, te explicare todo- dijo con una voz seductora, como un suave ronroneo.

-          ¡Flag! Toma la Milano y ve a la torre de los Vengadores en New York.

La chica lo llevo de la mano, pero antes aun de llegar a su habitación ya se besaban apasionadamente.

-          Mmm, si guapo- le decía mientras se deshacía de la jacket y la camiseta de Star-lord, que aprovechaba para sobarle el trasero por encima de sus vaqueros ajustados.

Avanzaron a tropezones hasta la cama de la chica.

                -¡Oh! ¡Wow!- se maravillo al ver el abdomen marcado de Peter y sus brazos musculosos.

Él se sentó sobre la cama y la sentó a ella sobre su regazo asegurándose de darle una buena repasada a su delicioso trasero mientras jugaban con sus lenguas, lamiendo cada parte posible de la boca del otro simulando que follaban sus bocas con sus húmedas lenguas.

Cuando Phoebe atrapo la lengua de su amante entre sus labios y le aplico la misma técnica que usaba en su felación, fue cuando sintió con claridad la gran erección que estaba provocando.

Se separaron por un momento que Quill aprovecho para liberar los pechos de la bruja y vio sus pezones erectos de los que se prendió de inmediato.

-          ¡Ah! ¡Ay sí, sí! Mmm, ¿te gustan mis pezones?-

Peter le respondió mordiendo uno de ellos provocando que mojara su tanga.

-          Déjame ver tu polla- le susurro al oído

-          - No- respondió con una sonrisa en su cara al ver la sorpresa de la putita.

En vez de quitarse los pantalones para la chica, la tomo y la dejo caer sobre la cama y procedió a quitarle sus vaqueros y dejarla solamente con su tanga blanco. La acerco al borde e hizo a un lado su ropa interior para darle sexo oral a la joven. Primero acaricio sus muslos, ascendiendo hacia su sexo firme pero lentamente oliendo cada lugar por el que pasaba, lamiendo el abdomen de la chica, succionando su ombligo.

-          ¡Ah! ¡Joder! ¡ah! ¡La cocha, la cocha!- suplicaba con los ojos cerrados, acariciando la cabeza de su bienhechor.

Primero lamio los labios mayores de la joven que había deseando tanto (otro nombre, mismo cuerpo), metió su lengua dentro de la vagina, no muy profundo, mientras que con su pulgar se encargaba de su clítoris.

-          ¡ah! ¡Si, sigue así! ¡mmmm, si!

Estaba tan mojada que Peter apretó sus labios contra la vagina de la chica y succiono del delicioso jugo que desbordaba para posteriormente pasar a depositarlo en la boca de ella. Mientras disfrutaban de aquel húmedo beso la muchacha sintió como el dedo índice de aquel macho se introducía en su sexo desbordante e iniciaba la más gratificante paja que había recibido.  Un dedo más.

-          Mmm- tenia la boca sellada por los labios del hombre que la masturbaba con tanto entusiasmo.

Cuando sintió que se venía empujo a Quill con fuerza.

-          Me corro. ¡hijo de puta no pares! ¡ahhhhh me corro!

Cuando el orgasmo llegó fue violento, tiró su cabeza, arqueándose hacia atrás. Cerró sus piernas fuertemente para impedir que Peter sacara la mano aunque él no planeaba hacerlo.

-          Tu turno- dijo mientras se desnudaba frente a Phoebe, que aun temblaba del placer.

No era la verga más grande que había visto, pero 24cm eran tan buenos como 28 y además era bastante gruesa. Se arrodillo frente a su musculoso y bien definido macho y sujetó con fuerza el falo q le ofrecía, escupió en su mano y empezó a frotar el glande rojo y brillante mientras que con la otra mano acariciaba el abdomen que tanto le había fascinado. Pasó a sobar el tronco de la polla mientras lamia con entusiasmo la cabeza escupiendo de vez en cuando para lubricarlo.

-          ¡ah! Eres buena

-          ¡te lo mereces!

Star-lord tomó su pija y la levanto, mostrándole así sus testículos a la muchacha que de inmediato succiono ambos dentro de su boca, masajeándolos con su lengua. Había pasado sus manos al trasero duro de su amante y disfrutaba el peso de su polla en la cara mientras ensalivaba bien sus pelotas.

-          ¡Ah! Mantis no me hace mamadas tan buenas.

-          ¿Mantis es tu novia?- preguntó Phoebe sacándose las bolas de la boca y masturbando a  Quill con ambas manos.

-          No, una compañera de trabajo- decía mientras sentía que explotaba de placer.- Para, quiero penetrarte.

Phoebe se abalanzo sobre la cama, ansiosa de sentir aquel trozo dentro. Se acomodó de perrito y pidió desesperada.

-          ¡Dámelo ya! ¡Dame ese rabo enorme ya!

-           Las cosas que hago por la galaxia- dijo mientras penetraba firmemente el coño excesivamente húmedo.

-          ¡mmm, si Star Lord! –gimió con la mitad del miembro dentro.

Oírla usar el titulo que había heredado de J’son, su padre, lo excito mucho y empezó a mover sus caderas sin consideración. Lo que realmente, lejos de disgustar a la hechicera la hizo gemir como puta en celo.

-          ¡Ah! ¡Si! ¡Dame! ¡ah! ¡Más! ¡Más, más, más!

¡PLAF! Una palmada en el trasero que hizo que el coño se apretara ¡PLAF!

-          Toma zorra, toma

Phoebe no podía parar de gemir y el sudor corría por todo su cuerpo desnudo. Sus senos se bamboleaban hasta que el hombre que la embestía por detrás los atrapo entre sus manos, haciéndola gemir aun mas fuerte mientras sus pezones eran retorcidos con firmeza pero con cuidado.

-          Date vuelta- ordeno el macho.

Con su experiencia logro ponerse boca arriba sin sacarse el miembro, un poco decepcionada, pues misionero no era su posición favorita y había llegado a adorar sentir los testículos de aquel sujeto golpearla por detrás. Sonrió cuando Star lord la tomo por la cintura y la levanto, para follarla de pie. Pasó sus brazos por los hombros fornidos del extraño y abrazo con sus piernas las caderas del mismo.

-          ¡Ah! ¡tu polla es la mejor! ¡Follame más!

Peter sabía que no podría aguantar mucho más… y aun quería follar el ano de aquella belleza… las técnicas Xandarianas tenían un límite y este era ese, llevaba 34 minutos follando a máxima velocidad a aquella deliciosa mujer… si hubiera bajado un poco el ritmo, aun podría seguir… Afortunadamente para él, la chica tuvo otro orgasmo.

-          ¡AY DIOS! ¡SI! ¡AAAAAAA!- temblaba de placer en sus brazos la chica. Podía sentir sus duros pezones sobre su pecho.

La puso sobre la cama donde ella se volteo para pajearlo suavemente mientras se le pasaba el orgasmo… el tiempo justo para que se preparara para una nueva ronda.

-          Quiero follarte el ano- dijo. Ella misma se sentó sobre su duro y venoso miembro, metiéndolo lenta y regularmente en su agujero trasero.

Durante la penetración inicial la chica se detuvo en varias ocasiones, cuando la asaltaba algún estremecimiento del orgasmo recién pasado. Cuando las preciosas nalgas redondas y firmes de Phoebe tocaron los muslos de Peter ella forzó involuntariamente su esfínter, presionado fuertemente la polla en ese momento pasaron tres cosas importantes:

-          ¡Ah!- Peter soltaba montones de semen en el recto de Phoebe

-          ¡Ah!- El semen de Peter más el orgasmo aun reciente desencadenaban el tercer orgasmo de Phoebe.

-          ¡AAAAAAAAH!- gritaba Nébula. En el otro lado de la galaxia después de ser violada por Thanos. Y Phoebe lo había visto en una de sus premoniciones post orgásmicas.

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