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Paralelismo

en Grandes Relatos

                                                      PARALELISMO

Hola soy Elena tengo 35 años estoy casada y tengo dos hijos de dos y  ocho años, vivo en un pueblo de Extremadura muy tranquilo y bonito que en el verano se llena de gente.

Tengo una casa grande y confortable con mucho espacio así que también viven mis padres con nosotros, vivimos del campo y de la ganadería aunque yo doy clases en un instituto y es mi marido quien se ocupa de esos trabajos  ayudado también por mis padres.

Lo que os voy a contar es algo que ni yo misma me imaginaba  que me pudiera pasar nunca.

Nuestra  casa está pegada literalmente a otra y nuestros vecinos aunque no viven en ella todo el año sí que suelen venir mucho  durante  el año, nos conocemos ya de hace mucho tiempo y por supuesto el verano lo pasan siempre aquí con lo que tenemos muy buena relación, son una familia también grande como nosotros, un matrimonio ya mayor y su hija Raquel  de 48 años casada con Julio de 53, tienen también dos hijos pero ya algo mayores que los míos  claro.

El verano lo paso leyendo y haciendo manualidades que es mi gran afición, tengo un jardín detrás donde me paso gran parte del día  y en el que también tengo mi taller.

Mi marido durante el verano es cuando más trabaja y nos vemos poco así que me paso casi todo el tiempo con los  vecinos ya que además su jardín está pegado al nuestro y Raquel es muy agradable así como Julio que además es un manitas al que le gusta también el bricolaje y las manualidades  con las que decora gran parte de la casa y que me ayuda en algunas ocasiones con mis trabajos. Algunos días viene a mi taller o yo paso al suyo que está casi pegado por los jardines que están comunicados.

Tengo que decir que soy una mujer más bien alta con cadera y buen culo y unos pechos que gustan incluso a mis compañeras  ya que siempre me dicen que con el tipazo que tengo no lo exploto nada y la verdad es que no me preocupo mucho de esas cosas. Serán cosas de pueblo, aunque cuando llego a mi casa eso sí, me gusta ponerme cómoda y fresca y es aquí donde empieza esta historia ya que un día de los que estábamos en el taller Julio y yo me empecé a fijar en él…llevaba unos pantalones de deporte y una camiseta  sin mangas…sus brazos son fuertes así como sus piernas ya que también hace mucho deporte está muy bronceado y la verdad…esta como un tren, yo casi igual que él, camiseta y pantalón corto aunque más blanquita ,me lleva 18 años, pensaba , casi podría ser mi padre ..pero no sé que me pasaba que me empezaba a sentir atraída por el …vamos que me calentaba , tanto que algunas veces me tenía que salir  y decirle que me iba a dar una ducha y fue precisamente la ducha el detonante  y digo la ducha porque en el jardín tenemos unas duchas en  las que nos refrescamos a menudo y en la que un día  Julio imaginando que estaba solo se ducho tan relajado que cuando me baje al jardín porque se me había olvidado el móvil y lo vi …me quede alucinada…madre mía que pallón tenía, me aparté un poco para que no se percatara de mi presencia…pero me quede allí observando aquel semental, no me pude aguantar …mi coño ya estaba muy mojado pensando en él antes de bajar ..Así que cuando lo toque con mis dedos me corrí al instante.

Me costó tranquilizarme,  su polla me impresiono, más grande que la de mi marido pero sobre todo más gruesa.

Julio se lleva muy bien con mi marido y algunos días se va  con él y le ayuda algo en sus tareas sobretodo con el ganado ya que le gustan los animales y además sabe mucho de ellos y a mí la verdad es que me fastidiaba mucho los días que se iba con mi marido ya que me gusta trabajar con él en el taller así que como no podía luchar contra el enemigo…me uní  a él y con algunas disculpas empecé a ir también muchos días en los que Julio se iba con mi marido , sobre todo el día que hablaban de cubrir las yeguas ,nunca me había interesado pero pensé que sería interesante y vaya si lo fue…porque además empezó una historia paralela

Aquel  día quedaron para ir a las cuadras y cubrir a las yeguas con un buen semental que mi marido había comprado en una feria.

Yo me hacia la desinteresada pero cuando llego el momento de ir a las cuadras les dije que les acompañaba con la disculpa de estar aburrida y que mientras daría una vuelta para ver el resto de los animales y así lo hice para disimular mi interés ,pero en cuanto sacaron aquel semental me asome discretamente sin que me vieran por una esquina de las cuadras donde se veía el corral ; allí esperaba una preciosa yegua para ser cubierta por aquel impresionante semental ,madre mía que rabo tenia, era enorme ,me recordó a Julio en la ducha y sentí envidia de la  yegua, pensaba que era imposible que se la pudiera tragar toda pero vaya si se la tragó …hasta los huevos...¡¡¡ la yegua incluso reculaba hacia atrás para tragársela  toda, se quedó quieta y gustosamente lo recibió haciendo muecas  con su boca, fue tanta la cubierta de leche que la cubrió  que parte se salió y fue  a parar al suelo, el rabo del caballo se salió escupiendo mucho  leche todavía…era impresionante y mas impresiónate fue que al poco rato se volvió a subir encima de la yegua y la volvió a montar con la misma gana, en ese momento decidí que quería ser una  yegua, la yegua de Julio.

Me fui de allí muy nerviosa pero sobre todo muy caliente y me refresque en el baño, cuando salí,  Julio y mi marido estaban saliendo del corral, les pregunte que cuando nos íbamos, mi marido me dijo que él se tenía que quedar que nos fuéramos nosotros y que el se volvería a la noche. Yo me quede un momento quieta pensando, mientras  mi marido le decía a julio que nos fuéramos en una de las furgonetas .Y así lo  hicimos .Durante unos kilómetros no dije nada y a Julio le extraño porque él y yo siempre teníamos de que hablar, así que me pregunto si me pasaba  algo, me salió instantáneo…sí que me pasa, le dije, estoy como la yegua, muy caliente, quiero ser montada y cubierta como ella.

Pegó un frenazo, me miró, y volvió arrancar algo nervioso para meterse en un descampado discreto bajo unos árboles, yo estaba como loca…muy caliente y también nerviosa, pero quería que me montara y me cubriera como aquel semental a su yegua, estoy muy caliente y quiero tu rabo dentro llenándome de leche, así se lo iba diciendo mientras buscaba donde hacerlo.

Cuando por fin encontró un lugar tranquilo y  paró el motor yo ya me había quitado el  vestido, me miró y me dijo que estaba preciosa, nos besamos mientras yo le quitaba la camiseta y su pantalón corto para descaradamente coger aquella preciosa y  enorme polla  al tiempo que  le susurraba al oído que me montara que quería ser su yegua, metió su mano entre mis piernas y las abrí  ligeramente para que me apartara la braga y me acariciara el coño, nos estábamos compenetrando perfectamente, sentí sus manos en mis caderas y rápidamente levante el culo ,para que me quitara la braga ,estábamos los dos como locos yo no podía más, le aparte bruscamente y me salí rápidamente de la furgoneta, mientras el salía por la otra puerta extendí rápidamente una de las mantas que tenía mi marido allí, y me puse  a cuatro patas mientras observaba como Julio al igual que aquel semental …se cercaba a mí con su enorme rabo en la mano para clavarlo en mi encharcado coño,  mirándole con un enorme deseo  le dije que me cubriera con su leche, cuando empecé a sentir entrar  aquel pollón …no me reprimí…es mas lo hice con todo el sentimiento y deseo ya que además estábamos en el campo y no nos oía nadie… , grité y grité ,grite de gusto como nunca ,mientras Julio me follaba como un loco , como aquel semental a su yegua y me corrí… dios ¡¡¡me corrí como nunca en mi vida… y me volví a correr cuando sentí entrar en mi coño toda una catarata de leche como me imaginaba  había sentido entrar aquella preciosa  yegua, incluso sentí también como parte de su cubierta me resbalaba por el coño y las piernas, como aquella preciosa yegua; fue maravilloso ,me sentía como ella, como una yegua bien montada y cubierta…hice lo mismo que ella …recule para sentir bien adentro semejante rabo contrayendo mi coño para retener la leche de mi semental. Me quede quieta y le pedí que no sacara su rabo de  mi coño, él también estaba encantado dentro de mí y me gusto cuando le oí decir que había montado la mejor yegua de su vida mientras  sus fuertes manos se  clavaban en mi culo apretándome contra él   recudiendo las últimas gotas de leche

De camino a casa  me confeso que cuando estaba viendo al caballo montar la yegua, sintió envidia y también pensó en mí y en montarme como aquel imponente semental a su yegua ya que siempre había soñado con follar conmigo y eso además de gustarme mucho me puso aún más caliente de lo que estaba y así se lo dije mientras le cogía aquel pollón ;quiero otra monta ,quiero otra cubierta ,aceleró y se salió esta vez en un aparcamiento ya cerca del pueblo y en un rincón del parking en la caja de la furgoneta haciendo una cómoda cama con todas las mantas me montó y me volvió a cubrir con una buena lechada, esta vez incluso mejor, ya que fue más lento y lo saboreamos mas , era todo un semental y a mí me gustaba mucho ser su yegua .

Desde luego estaba loca por Julio por su enorme rabo y por su rica leche.

Cuando llegue a casa me duche rápidamente en el jardín para quitar el  olor a sudor y semen, y  luego subí a ver a mis hijos y a mis padres .Esa noche dormí muy inquieta preguntándome mi marido que si estaba bien…si, no te preocupes es el calor le dije, pero no me podía quitar de la cabeza a Julio montándome. Estaba deseando que llegara mañana  ya que seguirían con la monta de las yeguas, sobre todo la negra, ósea la misma, que era de pura raza y querían asegurarse que quedara preñada…y claro yo no me iba a perder ninguna de las montas, ni la de la yegua ni la mía.

Pasamos una semana entera con las montas, la yegua fue cubierta todos los días y yo también, me encantaba follar al aire libre con Julio, sus cubiertas me enloquecían, estaba obsesionada con él.

Un día mi marido tenía que ir a la ciudad por motivos administrativos del ganado y le pidió a Julio que si podía ir él para no interrumpir las montas, Julio le dijo que por supuesto que no se preocupara, entonces se me ocurrió una idea loca, aquella yegua y yo, o sea  las dos yeguas, seriamos montadas al mismo tiempo en la misma cuadra.

Aquella noche se me hizo muy larga, estaba deseando que amaneciera, en cuanto se fue mi marido, me prepare para ir con Julio, me acorde de lo que me decían mis amigas que no explotaba nada mi cuerpo y decidí que aquel día iba a volver loco a Julio así que prepare un vestido muy ceñido que tenía, negro, como la yegua y un bonito tanga con unos botines rojos  de tacón, mi largo pelo suelto  y  no usaría sujetador , me cambiaria rápido y cuando él estuviera con la monta de la yegua aparecería yo apoyándome en la barrera.

Mientras el preparaba a la yegua y se fue a por el semental yo me cambie rápido, esperé a que apareciera con aquel precioso animal muy nervioso con ganas de montar a la yegua y cuando ya los juntó en la cuadra y cerró la puerta, aparecí yo que sin mirarle me apoyé en la barrera sacando mi culo en pompa llamando su atención, me miro como el caballo a la yegua nervioso con ganas de montarme , vino hacia mí y rápidamente me subió el vestido hasta la cintura se quitó toda la ropa quedándose en pelotas, madre mía que semental pensaba yo mientras me apartaba el tanga y me la quería meter , pero me aparte ligeramente y volviéndome hacia él le susurré  al oído que quería ser montada al mismo tiempo que la yegua , madre mía que morbo , ver a aquellos dos sementales nerviosos por montar a sus yeguas, la yegua se hizo un poco la remolona  así que yo también  notando el rabo de Julio pegado a mi culo cuando de repente la yegua se quedó quieta y aquel imponente semental se subió …Julio hizo lo mismo pero me volví ligeramente susurrándole con cariño que esperase que todavía estaba fuera y quería que el acoplamiento fuera al mismo tiempo, así que mientras, me bajo el vestido hasta la cintura dejando mis tetas libres , el resoplaba de ganas de montarme y yo tenía muchas ganas también pero me gustaba aquella situación y me gustaba controlarla y tener a mi semental dispuesto a mi orden, los dos estábamos pendientes del rabo del caballo así que cuando encontró el momento, la clavo hasta el fondo de un solo golpe, el mismo que sentí yo de mi semental dando un grito de placer contenido y brutal, sintiendo sus envites mientras me cogía del pelo y me montaba gritando los dos como locos descargando casi al momento su leche en mi coño, fueron dos montas preciosas y perfectas , el caballo saco su rabo escupiendo leche pero Julio no se salió de mí, sino que me abrazo por detrás y acariciando mis tetas me susurraba él  ahora al oído que era una yegua preciosa, mientras como si al caballo le diéramos envidia…se volvió a subir y a montar otra vez a la yegua cubriéndola otra vez con una buena lechada lo mismo que julio hizo conmigo gritando como un loco mientras se corría dentro de mi otra vez, después de unos preciosos minutos muy pegados, su rabo se salió de mí .Me di la vuelta para abrazarnos y besarnos mientras notaba como su leche bajaba por mis piernas, y una preciosa sensación de bienestar me invadia.

Los días de monta de las yeguas terminaron, pero las mías no, Julio y yo buscábamos cualquier ocasión para follar como locos.

Una noche cenamos todos juntos y paso algo que una mujer siempre intuye; cuando mi marido le estaba contando a Julio que las montas habían dado su fruto…antes de oírselo decir yo ya sabía que las dos estábamos preñadas, las dos yeguas tendríamos una preciosa cría de dos buenos sementales, así que una noche provoque un poco a mi cansado marido para que me follara y decirle que yo también estaba como la yegua…aunque nunca sabrá que no fue con su leche.

Desde luego sus montas no son como las de Julio.