¿Y si te dijera que cumplir las fantasías mas profundas, secretas y de las que menos hablamos son las mas deliciosas, placenteras y sublimes que se puedan experimentar, que me responderías?

Cuando tenia unos 22 años aproximadamente, estaba en la etapa mas experimental de mi sexualidad, las ideas que surcaban por mi mente haciendo eco en el resto de mi cuerpo, hacia que me imaginara todo tipo de situaciones en todo tipo de lugares…mi mente estaba totalmente alborotada, intentando encontrar respuestas de si lo que pensaba lo quería, si lo que quería era lo que realmente sentía.

Había comenzado a salir con un chico apenas un poco mayo que yo, nos llevábamos bastante bien y en la cama si que había una química especial, a tal punto que era de manera simple y natural poder hablar de lo que fuera, así como de experimentar nuestros cuerpos a gusto. Él me decía sus confesiones, deseos y fantasías mas profundas, y yo por supuesto siempre se las cumplía…a él le encantaba que en medio de la noche yo me escurriera por debajo de las sabanas mientras él dormía, muy lentamente, con suavidad y casi sin que él se diera cuenta, dormíamos siempre desnudos, así que era fácil llegar hasta sus genitales casi sin tocarlo. Me encantaba lamer sus bolas y meterme su pene en mi boca, jugar con él y mi lengua, sintiendo como de a poco iba eructándose dentro de mi boca, como cada centímetro iba aumentando y dejando sin espacio mi pequeña y dulce boca, la mejor parte era cuando llegaba al punto mas grande, palpitando y soltando sus jugos, eso realmente me calentaba y me volvía loca.

Él me pedía que me disfrace y yo con gusto lo hacia, teníamos un vestuario bastante amplio, secretaria, doctora, colegiala, policía, también tenia baby dolls de todos los colores y formas diferentes. Realmente me gustaba complacerlo y experimentar hasta donde podíamos llegar con nuestra imaginación. Una noche mientras estaba en la habitación sacándome la ropa mientras él me miraba, me pregunto:

-Cielo, siempre me cumples todas mis fantasías y deseos que te pido, pero quisiera saber algo, a ti ¿Qué fantasías te gustaría que yo te cumpliera?

Esa pregunta me tomo realmente por sorpresa, digo, siempre pudimos hablar de todo y de forma normal sin restringciones, pero yo solo pensaba en complacerlo a él, pero casi sin pensarlo y con voz tímida, mi cara roja y una sensación de cosquilleo entre mis piernas, le dije:

-Qui…quisie…quisiera que m….que me ates las manos….mientras mis ojos están…ven…vendados y que...

En ese momento puso su dedo en mi boca, sonrió y lentamente hizo que yo diera media vuelta, me abrazo suavemente desde atrás, besando mi mejilla, lentamente fue hasta mi oreja lamiéndola con lentitud y mordiéndola suavemente, siguió bajando hasta mi cuello, besándolo y lamiéndolo con efusividad, hacia que mi vagina comenzara a palpitar. Volvió  a girarme, me alzo, envolví mis piernas en sus caderas, hizo unos pasos y me puso en una silla. Grande fue mi sorpresa a ver que sobre la mesa conjunto había varias cosas y no entendía porque; él se paro al frente de mi, besando desde mi ombligo hasta mis pechos y subiendo a mis labios hizo que llevar mis brazos hacia atrás y cuando menos me di cuenta entre besos y caricias, ato mis manos con delicadeza pero sin darme posibilidad a moverme, luego ato mis pies y fue ahí donde quede totalmente a su merced. Me miro fijo y mientras me besaba me vendo los ojos, se aparto de mi, se acerco a mi oído y dijo:

-Espero que hoy pueda devolverte algo de todo el placer que siempre me das, que lo disfrutes…

Solo podía sentir sus pasos como iba de un lado hacia otro, como recogía cosas de su mesa de luz y volvía hacia mi. Sentí algo frio entre mis pechos, un sonido simple y cortante dio lugar a que mis pechos se soltaran de mi corpiño, quedando mis pezones a la vista e indefensos, erectos y ansiosos por ser estimulados. Luego sentí ese mismo frio metálico bajando desde mis pechos hasta mi entre pierna, agarro con suavidad el medio de mi bombacha haciendo un agujero perfectamente simétrico a mis labios, mi clítoris y la entrada de mi vagina…sin poder ver ni moverme, realmente hacia q fuera una sensación nueva, excitante y lujuriosa…a cada momento que pasaba me sentía mas y mas deseosa.

Camino de nuevo por la habitación, esta vez pude sentir que traía dos vasos, no entendía para que. Un momento de silencio dio lugar a un estupor de sensación al sentir algo helado sobre mi pezón izquierdo, giraba redondeando mi aureola y de vuelta a mi pezón, sea lo que fuera lo retiraba e inmediatamente succionaba mi pezón…ese contraste de frio calor se sentía realmente esplendoroso. Jugo un rato con mis pechos hasta que decidió bajar hasta mi vagina, acomodo mis caderas mas cerca del volver, uso ese mismo elemento gélido sobre mi clítoris, ahí pude distinguir que era un cubo de hielo, ya que el agua fría al descongelarse recorría mi cuerpo indefenso e inmóvil.

Mientras jugaba con ese hielo en mi clítoris, hacia círculos en mis labios, pero en un momento decidió llevarlo hasta la puerta de mi vagina, lo introdujo en mi…esa sensación fue muy alucinante, única, nueva…en ese momento sentí como su cuerpo se inclinaba al frente del mío, comenzó a lamer mi vagina y mis jugos, succionando con fuerza para extraer ese hielo, jugando con su lengua y volviendo a introducirlo en mi…el mismo juego hizo sobre mi clítoris y por dios que la sensación fue de otro mundo.

Soltó mis pies, ayudándome a parar me puso a la orilla de la cama, haciendo q posara mis manos en el colchón y dejando mi culo parado. Nuevamente sentí el frio metálico de la tijera, esta vez corto los costados de mi bombacha para sacarle por completo. Abrió un cajón  y saco algo de ahí, no sabia q era, pero la excitación no dejaba de subirme. De pronto sentí como deslizaba por mis glúteos algo alargado, ancho y semiduro, de pronto un sonido rápido acompañado de un cosquilleo acompaño el sentimiento de sentir mi glúteo ser golpeado con un cinto…no era muy brusco, pero tampoco era un golpe suave, era la perfecta combinación de entre deseo y perversión que me volvía deseosa de tenerlo ya dentro de mi. En un momento de descuido sentí como jugaba nuevamente con un hielo en mi culo, haciendo que mi ano se estremeciera y que de mi vagina brotara mas y mas de mis propios jugos…la sensación era fascinante, mientas el hielo se derretía en mi culo el me daba sexo oral sin parar, como si tomara de la fuente de la vida luego de haber salido de un desierto tenebroso….en ese momento mas culmine metió el hielo en mi, se para detrás de mi y clavo su pene dentro de mi vagina, haciendo que el hielo llegara mas a fondo, pero a su vez podía sentir como su pensé se sentía realmente caliente, cada vez mas y mas. Tiro de mi pelo hacia atrás mientras me penetraba con rudeza y golpeado mis glúteos con sus manos, aun con mis manos atadas solo podía sostenerme de la cama, agarrando con fuerzas las sabanas mientras sentía como su pene entraba y salía de mi, tocando mi clítoris y lamiendo mi oreja…no podía mas, ya había acabado dos veces, mis piernas temblaban, mi vagina palpitaba de satisfacción y mi tercer orgasmo estaba apunto de aflorar con un gemido que lo sentía que subía desde mi vagina hasta mi boca…cuando por fin exclame con fuerza ese gemido de satisfacción absoluta, le pedí que me acabara, que realmente deseaba mucho sentir su semen en mi, me soltó las caderas y caí sobre la cama, sentí como soltaba todo su semen sobre mi espalda…jamás me había sentido tan sucia, tan mojada, tan…tan juguete sexual….me sentía asombrosa, después de todo, siempre fue mi objetivo hacerlo feliz y cumplir sus caprichos sexuales, pero cumplirlos mientras cumplen los tuyos, es aun mejor ;)

Ahora cada vez que tengo una fantasía, siempre busco cumplirla…más de una vez ;)