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Mi nuevo papi 3

en Amor filial

Julio había llegado y el fin de semana del día del padre había comenzado, como era de esperarse la madre de Julieta, Natalia, había partido en un viaje de negocios. Los preparativos ya venían planeados desde hace más de dos meses, una noche de suma importancia y especial les esperaba a estos amantes llenos de lujuria y pasión.

Julieta que venía ya hace tiempo planeando una noche especial, se había ocupado de hasta el más mínimo detalle para que los sentidos jueguen un papel importante en la noche del sábado, desde velas aromáticas, comidas afrodisiacas, tragos dulces pero fuertes en alcohol, hasta el postre que se serviría sobre el cuerpo de cada uno de ellos, recorriéndolo con sus lenguas hasta las zonas más erógenas de cada uno. La imaginación de Julieta volaba y se acrecentaba a medida que pasaba el tiempo, haciendo que cada momento se vuelva más ansiosa y su cuerpo temblara al pensar en todo lo que sucedería.

Por otro lado, Raúl también planeaba con entusiasmo su noche especial, después de todo él estaba a cargo del juego previo que daría lugar a la primera experiencia de Julieta en el sexo anal. Un pequeño vibrador, lubricantes, vendas, esposas…todo lo que necesitaba y que sabía que a ella le gustaba para estimularla y hacer que su vagina grite de emoción.

Al llegar a casa, Julieta se dirigió a su habitación como era de costumbre, al entrar se percató que una carta con una rosa a su costado estaban sobre su cama, sorprendida y llega de emoción decidió abrirla y leerla, decía:

-Querida mía, discúlpame pero no he podido con mi intriga y mi mal genio, estuve leyendo tu diario para saber qué es lo que esperabas para este día para tener una mejor idea de que te haría feliz, esta noche no llegare a casa, te espero en el Hotel Lux, dejo la llave de la habitación, todo lo que planeabas de comida y ambiente ya estarán listos, solo nos queda disfrutar de esta noche sin ataduras ni limites, a las 22:30 estaré ahí esperándote…

Julieta estaba asombrada por la carta, un tanto desconcertada porque en el año y seis meses que llevaba esta relación clandestina con Raúl, era la primera vez que hacia algo tan sutil y romántico como una carta y una rosa. Caía la noche del sábado y Julieta comenzaba con los preparativos de su propia persona, su corpiño de color rojo pero con trasparencias dejaban ver sus pequeños y rosa pezones, en esa tan llamativa copa D36 que era motivo de los más perversos pensamientos lujuriosos de los hombres; en la parte inferior un tanga del mismo color, diminuta y con un pequeño cierre en la parte delantera, dando la señal a su amante para abrirlo en el momento que él deseaba; unas medias finas negras con encaje, acompañadas de un porta ligas, realmente algo digno para una noche tan especial. Y finalmente un vestido que prenderías las más escondidas paciones de Raúl, conociendo sus gusto por lo oriental, Julieta opto por un vestido del tipo chino, corto, solo unos centímetros más debajo de sus glúteos, dejando ver el encaje de sus medias y las ligas que lo sostenían, digno de las más íntimas fantasías. Y un peinado recogido hacia ambos costados Una vez terminada su producción, la hora del encuentro había llegado al fin, se dirigió a su auto y condujo hasta el Lux.

Al entrar a la habitación del encuentro, vio como una luz tenue y cálida alumbraba todo el lugar, un camino de pétalos de rosas llevaba hasta la mesa donde comerían, y allí estaba Raúl, en un traje de color azul marino, perfectamente afeitado, con una postura de seguridad y sensualidad que hacían que Julieta temblara de solo verlo…al acercarse a él, ambos notaron el perfume de cada uno; él, un perfume seductor, suave y del tipo madera oriental; ella, un perfume dulce, penetrante del tipo frutal. Se saludaron con un beso apasionado, como si los instintos estuvieran a flor de piel invitándolos a devorarse mutuamente, ambos besaron los cuellos del otro, saboreando el manjar de sus perfumes. Se miraron a los ojos y Raúl se dirigió a la mesa tomado de la mano de Julieta.

Luego de una cena provechosa, una larga y tendida charla sobre sus vidas, como llegaron hasta ese momento y que es lo que deberían hacer en el futuro, un pequeño silencio de incertidumbre cubrió el momento…aplacando ese silencio, Julieta lo rompe diciendo sus intenciones de disfrutar de esa noche y no opacar tan bello momento con incertidumbres del futuro, sabiendo que una relación así era difícil de seguirla a largo plazo, después de todo su madre aún estaba en pareja con Raúl. De trago en trago ambos comenzaron a desinhibirse, hablar más sobre sexo, generando así un juego previo solo con palabras, de cómo cada uno recorrería el cuerpo del otro, lamiendo con suavidad cada zona erógena volviendo al otro deseoso a cada momento. Julieta se paró y comenzó a caminar hacia Raúl, lentamente se sentó sobre él y comenzó a besarlo apasionadamente, mientras de manera suave movía sus caderas para generar en el una erección. Raúl lentamente bajaba el cierre del vestido de Julieta, dejándolo al vestido a la altura de sus hombros haciendo que sus deliciosos pechos quedaran al descubierto en ese corpiño transparente, haciendo que Raúl buscara succionar sus pezones atreves del corpiño como intentando atravesarlo para poder saborear la piel sus pechos. Mientras que ella desprendía con pasión la camisa de su amante, besando el cuello de él, se paró y se arrodillo al frente de la silla, desprendió su pantalón, bajando su cierre metió su mano en el bóxer de él, buscando tan preciado pena, motivo de su lujuria y de su vagina mojada, comenzó a chuparlo con fuerza y excitación, jugando con su lengua alrededor de la cabeza, haciendo leves movimientos como si deseara morderlo, pasaba su lengua por todo el pena hasta llegar a sus testículos y subía de nuevo, ella con gran emoción esperaba ver como los jugos pre seminales salían de el para succionarlos con fervor…para darle mayor excitación al momento, a Julieta le gustaba jugar en el pene de Raúl poniendo salga de chocolate para luego saborearlo, eso a él lo volvía loco. Luego de un rato de ese excitante y dulce juego, ambos se dirigieron a la habitación, la cual tenía un ventanal gigante, haciendo que la luz de la luna iluminara todo el cuarto, la vista era realmente maravillosa, se veía toda la ciudad desde donde estaban. Raúl se para detrás de Julieta y mientras besaba su cuello lentamente termino por sacarle el vestido, le coloco la venda y suavemente la recostó en la cama, mientras él recorría el cuerpo de ella, besándolo y saboreando su piel centímetro a centímetro, lentamente se dirigía hacia su vagina, aprovechando que sus jugos habían empapado su tango, abrió el cierre lentamente y metió su lengua hasta lo las profundo que pudo, usando su boca para chupar todo esos jugos que salían sin cesar de la vagina de su pequeña amante haciendo que su primer suspiro de placer llegara de manera rotunda y placentera.

Aprovechando esos mismos jugos que habían bajado hasta su ano, procedió a lamerlo con el mismo fervor y la misma intensidad, haciendo que la nueva sensación que tenía Julieta se vuelva inesperadamente placentera y deliciosa, suavemente penetraba su culo con su lengua, entre la sensación nueva y la suavidad de su lengua, Julieta sentía cada vez más placer, haciendo que su vagina cada vez palpite más fuerte…usando un lubricante que Raúl tenía preparado procedió a usar el pequeño vibrador para ir comenzando a abrirse paso en el culo preciado y torneado de Julieta. Ella sentía un leve dolor, pero el placer que sentía era cada vez mayor, haciendo que el dolor sea casi imperceptible. Al estar con sus ojos vendados, solo se podía concentrar en lo que sentía, y su excitación ya estaba superando los límites de la cordura, a lo que no pudo más y dijo:

-Por…por favor papi, no puedo más, no aguanto las ganas, quiero que me hagas tuya, quiero que tomes mi virginidad anal, por favor, hazme sentir que soy solo tuya…

Raúl, excitado aún más por la petición de Julieta, coloco a su pequeña arrodillada, con las manos hacia el cabezal de la cama, dejando así su culo apuntándolo a él, suavemente puso su pene en su ano y con leves movimientos, mientras besaba la espalda de ella, comenzaba a penetrarla suavemente, mientras que con una mano estimulaba su clítoris para hacer que su placer sea cada vez mayor. Julieta sentía un dolor un poco más intenso, pero por algún extraño motivo, la hacía sentir cada vez más excitada y al borde del orgasmo, no sabía si era porque era su primera experiencia con el sexo anal que la hacía sentir sucia y deliciosa, si era sentir que estaba siendo sometida, si era el tener sus ojos vendados y solo sentir lo que le hacían, si era sentir su clítoris siendo estimulado simultáneamente o si simplemente era todo junto…de lo que si estaba segura, era que el placer que sentía era realmente intenso y no podía describirlo, solo quería disfrutar de eso cada noche de su vida.

El pene había penetrado por completo en Julieta, los golpes entre sus caderas se hacían cada vez más intensos, los movimientos eran más fuertes, el retiro la venda de sus ojos, la trajo hacia su pecho y mientras se besaban él apretaba con fuerza sus pechos mientras jugaba con sus pezones…la pasión y los gemidos de ambos eran sobresalientes, ambos estaban llegando al orgasmo, juntos como siempre…su diálogo caliente pero corto no se dejó esperar:

-Juli, estoy a punto de acabar…

-Por favor no te contengas, quiero sentirte dentro de mí, quiero sentir como llenas de semen mi sucio culo, yo también estoy a punto de acabar, por favor, por lo que más quieras no pares y lléname…

Un beso de pasión envolvió a estos amantes desaforados, mientras sus suspiros se unían y explotaban en una erupción de orgasmos y placer, Julieta sentía como el semen de Raúl era disparado dentro de ella, mientras que por primera vez sentía lo que es una eyaculación femenina, algo tan intenso, tan placentero que era casi increíble de que estuviera pasando…entre tanto placer, copas, sexo y comidas, ambos cayeron rendidos sobre la cama, aun estando penetrada por Raúl, Julieta sentía como a la vez que el pene de él palpitaba dentro de ella, su vagina también lo hacía mientras no dejaba de sentir lo mojada que lograba llegar.

Ambos disfrutaban de lo que había pasado sin saber que unos ojos los estaba observando con lujuria y fervor.

Julieta le dice:

-Feliz día del padre, gracias por esta noche, gracias por planear todo esto y hacerlo en este hotel como si fuéramos una pareja de verdad, la carta en mi cama con la rosa. Gracias por todo, fue perfecto!

-Gracias querida mía…pero, yo creí que tú lo planeaste, yo también recibí tu carta diciendo que venga aquí que todo iba a estar listo…

-Si no fuiste tú, ni yo….¿quién hizo esto?

Un silencio desconcertante los cubría, a lo que un sonido suave de una puerta acompaño el momento. La figura de una mujer en ropa interior entraba a la habitación…era Natalia, la madre de Julieta, pareja de Raúl…

-Yo planee esto, sabía que entre ustedes pasaba algo y la verdad, solo quería ser parte de esto, jamás vi tanta lujuria y pasión como cuando ustedes están juntos, no pude dejar de masturbarme mientras los veía haciéndolo…también quiero ser llenada!!!

Natalia se acercó a Julieta y comenzó a besarla, la pequeña no sabía cómo reaccionar, pero de algo estaba segura, se estaba excitando nuevamente, mientras ambas mujeres se fundían en un beso de pasión y lenguas, Raúl disfrutaba de ambas lamiendo y succionando sus vaginas…

Esa noche comenzó algo más que un triángulo amoroso…comenzó un nivel más profundo del morbo en la pequeña familia…

Continuara…