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Antonio sorprende a su esposa.

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Supongo que eso es lo que debió de sentir Nancy, el síndrome de nido vacío. A sus cuarenta años tenía a sus dos hijos gemelos en la universidad y fuera de la ciudad. Con veintidós años Nancy se había casado con Antonio, cuatro años mayor que ella. Eran otros tiempos, novios desde la adolescencia, poner la casa poco a poco y un descuido…lo precipita todo, a casarse, antes de que se note el embarazo y como Dios manda.

Nancy se formó como modista en un taller y pronto destacó creando sus propios diseños. Gracias a sus padres pudo montar una pequeña tienda donde poder vender sus propias creaciones. Antonio siguió la estela de su padre y trabaja en la misma empresa de seguridad. Tuvo suerte y pronto se colocó como encargado de la gestión de la seguridad del juzgado provincial.

Al matrimonio siempre les fueron bien las cosas desde el punto de vista económico. Sin embargo, una vez criados los gemelos y enviados a la universidad, Antonio y Nancy fueron conscientes de que, aún estando bajo el mismo techo, vivían de forma independiente. Nancy sabía que habían descuidado su matrimonio y eso incluía la vida marital. El sexo entre ellos era muy esporádico y tampoco ayudaban sus fatigosos trabajos y la responsabilidades que tenían en ellos.

Nancy aún siendo cuarentóna, se ve joven y cuida su imagen dado que está cara al público y quiere dar una buena sensación en la tienda. Tiene un ondulado pelo pelirrojo. De piel blanca y suave como la porcelana. Una mujer  delgada y con con curvas que intenta mantener la forma practicando pilates.

Antonio se había descuidado un poco. Era un hombre atractivo y debido a su trabajo solía acudir al gimnasio para mantenerse en forma. Los años se tradujeron en entradas en su despoblada cabellera castaña y pintaron canas en sienes y patillas. Seguía siendo un hombre aparentemente fuerte pero los kilos iban aumentado, incrementó su estómago y  sus señalados músculos quedaron más flácidos dejando atrás aquel chico fibrado.

Nancy seguía enamorada de Antonio y quería recuperar el tiempo perdido, volver a encender la vieja llama. Siendo novios, los dos comenzaron su relación siendo vírgenes y no tardaron en mantener relaciones sexuales. Aprendieron todo juntos y les encantaba  follar en diferentes lugares o inspirarse viendo películas porno.

Ella era una mujer muy activa, más que él. No tuvo remilgos a la hora de ofrecerle su boca, su coño o su culo cuando quisiera y como quisiera. Le encantaba ser muy puta y dominante en la cama. Antonio se dejaba llevar por  las fantasías de su mujer. Se dejaba llevar… por que ahora…

Nancy, en un esfuerzo por llamar la atención de su marido:

  • Antonio mira lo que me he comprado. - Dijo Nancy saliendo del baño y dirigiéndose hacia su marido que ya estaba metido en la cama.

  • Pero que te has puesto Nancy?

Ella se había colocado un conjunto de lencería rojo a tono con su pelo y que marcaba más aún la claridad de su piel. El sujetador realzaba su voluminoso pecho ya algo caído por el peso y el tiempo, aunque la altura de sus prominentes  pezones aún miraban al frente. El encaje era transparente y se podían intuir la forma de sus pequeñas y rosadas aureolas. Las braguitas eran un tanga. Al igual que el sujetador, el encaje también se transparentaba y dejaba en evidencia su pubis pelirrojo. Nancy sólo se depilaba las ingles, lo suficiente para que quedase aseado con la ropa interior o el bañador. Lo hacía por gusto de su marido pues él opinaba que los coños depilados parecían los de una niña.

  • Te gusta Antonio? - Dijo Nancy girándose, enseñando su culo respingón  y anchas caderas.

  • Hombre cariño! Estas muy sexy.

  • Mmmm y no te apetece arrancarmelo? - Dijo ella gateando por la cama y aproximándose a su marido.

  • Cariño sabes que me encantaría. Estas guapísima pero estoy muy cansado y me duele la espalda.

  • Venga! Si ya la tienes morcillona. - Dijo Nancy metiendo su mano por el pantalón de pijama y agarrando su verga..

  • Uff! Esa va por libre pero mi espalda no.

  • Bueno pues yo juego con ella. Tú no tendrás que hacer nada.

Nancy bajó el pantalón de su marido y empezó a mamarsela consiguiendo una rápida erección. Antonio tenía una polla normal, entre diez y seis o diez y siete centímetros, un grosor medio y estaba circuncidado.

Viendo la actitud pasiva de Antonio, ella se subió sobre su marido, ladeó el tanga hacia un lado y se metió la verga hasta estar totalmente sentado sobre él. Se sacó las tetas por encima del sujetador y empezó a moverse de arriba a abajo. Antonio Le agarró de las nalgas para ir marcando el ritmo. Nancy estaba muy excitada pero no pasaron ni diez minutos que Antonio empezó a correrse.

  • Yaaa? Podías haberme avisado y hubiera parado para frenarte y cambiar de posición.

  • Tanto tiempo si hacerlo… Y te has puesto tan sexy… - Respondió Antonio.

  • Supongo que de seguir ni hablar no? Y yo sigo super caliente.

  • Te dije que estaba cansado.

  • Pues nada..! Me tendré que masturbar tranquilamente cuando te duermas.

  • Si hombre! Te tocas mientras duermo Nancy?

  • Pues claro! Si tu ya casi ni me tocas!. Lo tendré que hacer yo. O pensabas que no me tocaba?.

  • No sé, pensaba que…

  • Pues me masturbo tanto como tú y además tengo también un consolador

  • No te creo Nancy.

Ella se levantó de la cama metiéndose las tetas de nuevo en el sujetador y cubriéndose con una camiseta vieja. Se dirigió al armario y del fondo de uno de sus cajones, sacó una bolsa negra de raso. La abrió y de su interior sacó un consolador vibrador metalizado muy sofisticado.

  • Ves? Ahora si quieres también lo puedes usar tú y te lo metes por el culo. - Dijo Nancy sería.

  • Pero no te enfades. Ya te he dicho lo siento. Tienes razón tendría que poner más de mi parte. Pero… Un consolador? Y vaya tamaño. Menudo competidor me ha salido.

  • Antonio, no me seas ahora antiguo. Y no es más grande que tu pene. Lo podemos usar juntos…, jugar…

  • Y cuando lo usas sola, piensas en mi?

  • Pienso tanto en tí, como tú en mí cuando te masturbas. - Respondió con sorna.

Antonio quedó callado y mirando sonriente a su mujer. Era inútil aparentar fidelidad mientras nos masturbamos.

  • Antonio no seas ingenuo o no me tomes por tonta. Cuando uno juega a solas, da rienda suelta a su imaginación.

  • Tienes razón. Dime algo o alguien en que pienses?

  • A dormir Antonio! Que me tengo que pajear jajajaja.

  • Jajajaja venga Nancy…y que te vas a imaginar?

  • A ti te lo voy a contar. Cuéntame tu algo y yo también confieso.

  • Si lo digo Nancy, te vas a enfadar?

  • Nooo. Ya te he dicho que cada uno con su imaginación piensa en lo que quiere o con quien quiere. Otra cosa es llevarlo a la práctica… Y si me entero que has hecho algo… Te corto los huevos.

  • Pues lo mismo te digo. Pero te voy a contar. A veces me pajeo pensando en Yolanda, tu profesora de pilares.

  • Sólo eso!!

  • No te da celos?

  • Pues no, y la verdad arriesgas poco incluso usando tu imaginación

  • Joder pues que cosas piensas tu Nancy?

  • Yooo? Sabes que soy más guarra y mi imaginación es más valiente que la tuya. Ayer me montaba un trío.

  • Ayer te pajeaste? Cuando? Y pensando que trío.

  • Pues en la siesta. Y follamos Manuel, Susana y yo.

  • Manuel el que te limpia los cristales de la tienda y la vecina?

  • Si. - Respondió segura Nancy.

  • Con otra tía ? Y ella te tocaba también.

  • Por supuesto.

  • Anda? Ahora me entero que también te gustan las tías.

  • No me gustan, o no lo sé porque no lo he probado. Pero la imaginación no tiene límites. No te has imaginado haciendo trios o con un tío?

  • Pues… No.

  • Uy Antonio!, O me mientes o eres muy aburrido.

  • Ea! Ya me ha caído el San Benito. Un día ya verás… Veremos si soy aburrido.

  • Duérmete anda. Vamos a dejarlo. Pero… António, ahora no tenemos a los chicos y tenemos más tiempo para nosotros. Deberíamos hacer más cosas juntos en general y en cuanto al sexo… ya sabes.

Cada uno continuó con su rutina los siguientes días. Sin embargo, a Antonio se le quedaron grabadas las palabras de su mujer. El seguía enamorado de ella y no quería que pensara que estaban descuidando su matrimonio o que era un aburrido.

Antonio tenía una cena de la empresa pues uno de sus compañeros se iba a jubilar. Carlos, había sido amigo de su padre toda la vida y además, compañero en los juzgados en los últimos años. Antonio le preparó la fiesta de despedida en un restaurante. Invitó a compañeros de los juzgados así como empleados de limpieza, abogados, administrativos… que habían mantenido una relación laboral o habían estado trabajando juntos en los últimos ocho años.

  • Antonio, la fiesta a salido genial y la cena fantástica. Echaremos de menos a Carlos por los pasillos del juzgado. - Dijo José, uno de los abogados de oficio.

  • Gracias José. Ha sido muy emotivo. Ya se están marchando algunos, incluido Carlos.

  • Si, pero te invito a una copa más.

  • Venga la acepto.

Antonio y José se fueron a la barra a tomarse otra copa. José era un chico de unos treinta años. Llevaba unos pocos años en los juzgados y en la ciudad. Fue Antonio quien le recomendó el gimnasio donde iban él y su mujer.

  • No ha querido venir Nancy? - Preguntó José.

  • No, tenía inventario en la tienda. Y los gemelos llegaron este fin de semana de la universidad.

  • Está estupenda y guapísima. Cuida a esa pelirroja Antonio.

  • Y tú qué, sigues soltero, no tienes novia?

  • Uff Antonio, está la cosa difícil. Ahora no me quiero complicar la vida. Además, creía que lo sabías pero en caso de buscar algo, sería novio.

  • Eres gay?. - Preguntó sorprendido Antonio.

  • Creí que lo sabías. Nancy si lo sabe.

  • Nunca me comentó nada y nunca te noté nada.

  • Jajajaja no voy perdiendo aceite Antonio. Tampoco soy amanerado.

  • No si ya pero…

  • Anda Antonio, no seas antiguo y no crees estereotipos.

  • José, y nunca has estado con una chica.?

  • Si. He tenido novias y he follado con ellas pero… El corazón manda. Me gustan más los chicos.

  • Pero te gustó el sexo con ellas? - Preguntó con curiosidad Antonio.

  • Si, fue divertido. Pero con los tíos más. Antonio, una vez metidos en la cama… Todo vale y no hay distinción de sexos. Nunca has tenido experiencias con un hombre?

  • Noooo! Jajajaja si yo con mi mujer de toda la vida y con mi mano.

  • Pues tenías que haber experimentado Antonio. Solo se vive una vez.

  • Si te escuchara Nancy… Ella te diría que tienes razón. Nancy es más abierta y comprensiva para estas cosas. Ella me dice que soy un aburrido.

  • Sí, se le ve una mujer ardiente. Su rojo pelo la delata jajajaja.

  • Si que lo es. Sabes José, el otro día me confesó que tenía un consolador, y que se imagina trios con más tías.

  • Jajajaja y qué!

  • Como que y qué? No me lo esperaba.

  • Antoniooo que sois jóvenes aún. Tienes que darle vidilla a tu mujer.

  • Ya José . A veces he pensado en proponerle un trío y sorprenderla. No se lo esperaría de mí. Así, dejaría de pensar que soy un aburrido…

  • Esas cosas son complicadas y tendría que ser con alguien de confianza. Con quién os sintierais cómodos.

A José casi se le salía la bebida por la boca.

  • Yoooo. Antonio deja de beber que ya vas borracho.

  • No en serio. Los dos te conocemos. Eres un buen chico y la idea de que

los dos nos la follemos me pone cachondo. Has dicho que con las tías funcionas  también, y como eres gay, no temería que pasara nada extraño entre mi mujer y tú.

  • Lo dicho Antonio, vas borracho.

  • No te gusta Nancy o te daría corte estando yo también?

  • Tu mujer es muy atractiva, seguro que me la pone bien dura y tu… No molestarías. Tienes barriguita y esos músculos vivieron tiempos mejores pero… sigues siendo atractivo.

  • Jajajaja que hablamos de sorprender a mi mujer no a mí. Crees que estoy bien?

  • Jajajaja Antonio que quieres que te regale los oídos? Tienes un aspecto muy masculino y robusto. Seguro que tienes un culito fantástico.

  • Jajajaja céntrate en el culo de mi mujer.

  • Y yo que te parezco?

  • Hombre! No me he fijado.

  • No te pongas en plan machote. Todos podemos saber si una persona está bien o no independientemente del sexo que tenga.

  • Haber José, eres un chico guapo, te cuidas y vas al gimnasio de verdad y no como yo, que ya más bien me paseo por allí. Además nos hemos visto desnudos en la ducha, entre tu y yo no hay vergüenza jajajaja. Bueno, más bien vergüenza la tendría yo.

  • Por qué Antonio?

  • Joder! Cualquiera que se ponga a tu lado la tiene pequeña jajajajs

  • Jajajaja no me puedo quejar. Tu Antonio no la tienes pequeña, normal.

  • Que condescendiente! Bueno, al menos Nancy no se queja. Pero si se encuentra tu rabo… Eso si seria darle una sorpresa? Jajajaja jaja.

  • Jajajaja que burro Antonio.

  • Cuanto te mide José?

  • No lo sé. Me la quieres medir tú… Que cara has puesto!! Es broma. Lo suelo usar cuando ligo y me quiero llevar alguien a la cama.

  • Que cabrón! Jaajaja

  • Sé lo que mide. Diez y seis relajado y veinticuatro en erección. Además es muy gorda.

  • Joder que bestia. Y lo de gorda lo sé que lo he visto aunque no en erección.

  • Pues a veces es un problema. No todos se atreven con ella.

  • Me estoy pensando lo del trío. No quiero que partas en dos a mi mujer. Pero al mismo tiempo, me está dando un morbo pensarlo.

  • Jajajaja ja pues no te lo creerás pero esta conversación me ha puesto la polla a tope. La quieres ver?

  • Es otra estrategia para ligar José?

  • Jajajaja Si suelo usarla también. Ahora en serio quieres verla por curiosidad.

  • Aquí José?

  • Sí, me giro mirando a la barra y está oscuro, no me van a ver.

José se puso mirando a la barra y se bajó la bragueta, agarró su polla y se la sacó. Antonio se pegó a él mirando también hacia la barra intentando taparlo.

  • Joder José! Es bestial.

  • Agárrala Antonio!

  • Que dices?

  • Solo un segundo.

José sujetaba con la derecha la copa y se dispuso a beber disimuladamente mientras con la izquierda le cogió la polla a José. Rápidamente la soltó.

  • Macho, no he podido juntar el dedo pulgar con el resto de los dedos de lo gorda y dura que es. Esta muy caliente.

  • Jajajaja ja pues nada Antonio ya has tocado tu primera polla.

  • Calla maricón! voy borracho.

  • Mmmm maricón me dices.- Le respondió José agarrando su paquete por encima del pantalón. - Pero si tú también estás empalma do!. Ves? Ninguna polla entiende de hetero o gays. Todos somos bi en la cama.

  • Suelta José! Es por la conversación. También me puso caliente. Ahora en serio. Te atreves a hacer un trío con mi mujer?

  • Y si ella no quiere.

  • Tu no te preocupes, yo me encargaría.

  • Bueno, qué coño Antonio!! Sí.

  • Sí? En serio?

  • Qué sí, que nos la empotramos juntos Antonio. Brindemos, por Nancy.

Nancy y Antonio disfrutaron de los gemelos durante el fin de semana. Estaban felices de que pudieran pagarles las carreras que ellos eligieron. Antonio aprovechó un momento a solas para llamar a José por teléfono:

  • José, hola! Vienes el domingo por la noche a mi casa a cenar. Mis hijos se irán por la tarde al colegio mayor.

  • A cenar y…

  • Sí, y a jugar.

  • Pero Nancy lo sabe?

  • No pero vamos hacer una cosa. Cuando vengas a casa y la saludes con un par de besos quiero que la agarres del culo de forma descarada.

  • Y si ella me pega una hostia?

  • Jajajaja no te preocupes la conozco. Es muy prudente. Tu hazlo y ya te diré yo el paso siguiente. Sabrás si solo has venido a cenar o para algo más.

  • De acuerdo. Confío en ti Antonio. No quiero que se enfade conmigo.

  • Tranquilo. El domingo a las nueve y media en mi casa.

  • Vale! No os preocupéis por la cena. Vosotros ponéis la casa y yo la llevo.

  • Vale. Hasta el domingo.

Antonio y Nancy llevaron en coche a sus hijos a la estación para coger el tren. Se despidieron de ellos y volvieron para casa. En el camino, ella le propuso ir al cine e ir a cenar después.

  • Nancy, podemos ir al cine pero luego cenamos en casa. Invite a José para que viniera.

  • Joder Antonio, cuando ibas a decírmelo? Y que José?

  • Sí mujer, el abogado. Va al mismo gimnasio que nosotros.

  • Aah Joséchu!

  • Joséchu? Así lo llamas?.

  • Sí, es Vasco, lo escuché un día hablando por teléfono en el gimnasio en euskera. Sería con sus padres.

  • Pues ya  conoces más que yo. No lo sabía. Bueno, pues lo invité a casa. Sabes que no conoce mucha gente de la ciudad y…

  • No, si me alegro Antonio, me cae bien, solo digo que me podías haber avisado y hubiera dejado preparado algo de cenar.

  • Dijo que nos invitaba él. Nosotros ponemos la casa y el vino y José traerá la cena.

Llegaron a casa tras ir al cine, riendo y comentando la película. Habían visto una comedia amorosa y de enredos que tanto le gustaban a Nancy. Ella era feliz de salir y disfrutar con su marido. Cuando le ofreció ir al cine, pensó que Antonio no le apetecería ya que los domingos por la tarde suele preferir estar tumbado en el sofá mirando la tele.

Y ahora tendremos un invitado! .- pensó sorprendida Nancy. Por fin algo de vida social los dos juntos.

Quizás podamos recuperar a viejos amigos y salir más.

Eran las ocho y media de la tarde y José no vendría hasta dentro de una hora. Antonio se puso a recoger un poco el salón mientras Nancy hacía lo mismo en la cocina. Cuando llegan los gemelos parece que a pasado un torbellino por el bungalow. Antonio y Nancy vivían en un viejo adosado que heredaron cuando el padre de Nancy murió. Vendieron su pequeño piso céntrico y con lo que sacaron reformaron el  bungalow donde habían vivido toda la vida sus padres.

Cuando terminaron de recoger se ducharon y se pusieron cómodos. Antonio una camiseta y un pantalón de chándal y Nancy un vestido corto hecho por ella, de lino y seda, cómodo y de estampación floral.

  • Antonio que tenemos visita. No te digo que te pongas un traje pero… Un Vaquero al menos.

  • Chica! Que estamos en casa y hay confianza.

  • Que hombre! Haz lo que quieras. - Dijo Nancy mientras volvía al baño a secarse el pelo.

Llamaron a la puerta. Era José que llegaba puntual y bien cargado. Antonio le abrió.

  • Si que traes bolsas José. Te ayudo y

vamos directos a la cocina.

  • Y Nancy?

  • Está arriba en el baño peinándose. Ahora baja. Y ya sabes… El culo..- le dijo susurrando Antonio.

  • Me queda una bandeja. - Dijo José disimulando y rojo como un tomate.

  • Más cosas?

  • Si voy al coche a cogerla, es solo eso.

José regresó con una bandeja de horno que llevó directa a la cocina. Antonio estaba en el salón poniendo el mantel y la mesa. Nancy bajo de la habitación de la planta superior y entró en la cocina.

  • Hola Josechu!  Como me alegro de que estés aquí.

  • Si, yo también me alegro.

Ambos se acercaron, y conforme se daban un par de besos José agarró con su mano derecha  una nalga de Nancy, apretando y llevando su cuerpo pegado al de él.

  • Que efusivo chico!! - Dijo Nancy un poco acalorada y colocándose el vestido de nuevo.

  • Me hacía ilusión venir… - Respondió José colorado como un tomate.

  • Venga! Que hacéis los dos parados?-Dijo José entrando en la cocina. Mira Nancy todo lo que ha traído este hombre.

Nancy se recompuso e intento recuperar la normalidad.

  • Mira Antonio!, mira lo guapo que viene José con su pantalón chino azul y su camisa blanca y tú en chándal.

  • Ufff a él no le importa, toma una cerveza José.

  • Me importa más que os guste la cena que os he traído. En la bandeja hay una merluza  preparada. En quince minutos en el horno está hecha. Mientras de picoteo he comprado unas gambas, percebes e ibéricos.

  • Vaya con el abogado, como se estira jajajaja. - Dijo riendo José.

  • Calla Antonio. Venga! vamos preparando las cosas y ve abriendo el vino. - ordenó Nancy que seguía algo azorada del saludo de José.

Los tres prepararon la mesa y pusieron la merluza al horno mientras conversaban temas del juzgado y el gimnasio.

  • Por donde está el baño? Me tengo que lavar las manos y la cerveza también ha hecho su efecto.-dijo José.

  • Al salir de la cocina, bajo las escaleras hay un servicio. - Dijo Nancy.

Mientras José se marchaba a orinar y lavarse, Nancy tiró una gamba a la cara de su marido para llamar su atención. Antonio estaba todo concentrado con los percebes y no veía otra cosa.

  • Antonio escucha  chssss! Que me ha tocado el culo.-dijo susurrando Nancy.

  • Pero qué dices?

  • Qué siiiiii!  José me dio un par de besos y me agarró tan fuerte del cachete que me levanto hasta la falda.

  • No me digas? - Dijo Antonio en tono irónico. Y te gustó?

  • Pero qué te pasa Antonio? No me crees? No te importa?

  • Me importa lo mismo que te importa a ti Nancy.

  • Serás chulo! Claro que me importa Antonio, me importa y tú no reaccionas. Míralo ahí, chupando percebes en chándal y pasando de que le metan mano a su mujer. Pues sabes que te digo? Que al menos me ha metido mano un tío bien plantado.

  • O sea, que te ha gustado.

  • Pues si, la pena es que sea gay, si nooo?, el próximo día en el gimnasio me lo follaba.- Ahora era Nancy la que se ponía chula.

  • Quizás te lo puedes follar esta noche, si quieres? Dijo Antonio giñandole un ojo.

  • Antonio!! Hablas en serio?

No podía creer la proposición de su marido y no sabía si iba de farol o la estaba poniendo a prueba. Nancy tiene carácter y le gusta quedar por encima. Lo que desconoce es que acababa de picar en el cebo Antonio.

  • De qué habláis? - preguntó José entrando de nuevo al salón.

  • No nada. - respondió Nancy. Mi marido que le encanta chupar los percebes, a ver si chupa otras cosas esta noche. - Dijo con ironía.

  • Antonio! Tienes que darte por aludido jajajaja dijo José

  • Yoooo? Yo chupo lo que haga falta.

  • Bueno! vamos a dejarlo. Voy al horno a por el pescado. - Dijo Nancy levantándose y marchando para la cocina.

Antonio se levantó y cogió otros platos vacíos para acompañar a su mujer pero antes, se acercó al oído de José y:

  • Nancy está picando. Esta cabreada.

  • Pero eso es malo.

  • Noooo que va. La conozco y me va a poner a prueba.

Antonio entró en la cocina dejando los platos.

  • Te ayudo cariño?

  • No, ya si necesito ayuda llamo a José.

Antonio agarro de la cintura a su mujer y le dio un beso en los labios.

  • Nancy te quiero.  Me encanta cuando te cabreas porque crees que no te hago caso.

  • No me hace gracia.

  • José ha venido para algo más… Si tu quieres. - Dijo Antonio.

  • Él? No me lo creo. Vas de farol. De ti no me creo esto.

  • Esto no es una obligación, es una proposición de jugar a tres. No voy de farol. Si es un no, se olvida y aquí no ha pasado nada.

  • Vamos Antonio! Estás aprovechando el manoseo de José para marcarte un punto que no te pertenece.

  • Si tu lo crees?

  • Mira Antonio, no aguantarías verme follar con otro tío… Ni un minuto. Y ahora lo vas a ver. - dijo Nancy con la cabeza alta e indignada llevando la bandeja de merluza al salón.

Antonio abrió otra botella de vino y continuaron cenando de forma distendida. Nancy se había soltado el pelo y estaba mucho más pendiente de José. Terminada la cena recogieron la mesa y se fueron para los sofás.

  • Mañana ya se friega. Nos vamos al sofá y Antonio nos prepara unas copas. - dijo Nancy caminando tras de José. Mientras lo decía, agarro el culo a José para dirigirlo al sofá que se debía sentar.

Antonio iba tras ellos y vio la escena. Vio a Nancy acercar toda su mano tras aquel musculoso culo del abogado  marcado por el pantalón chino que llevaba puesto. Nancy sabía que Antonio le había visto y busco su reacción.

Tenían un sofá uno frente al otro con una mesita de madera en medio. José se sentó colorado tras el magreo de culo de Nancy y ella se dispuso para sentarse en el sofá de enfrente.

  • Nooo Nancy. No dejes a nuestro invitado sólo. Siéntate junto él en el sofá. Yo me siento en el otro.-dijo Antonio con una amplia sonrisa y guiñando el ojo a los dos. - Así conversaremos mejor.

Para José, tras el descarado tocamiento de culo que le había hecho Nancy y el guiño de Antonio, lo interpretó como que todo iba bien y que Nancy estaba receptiva a jugar esa noche.

Para Nancy, sentarla junto a José y el guiño lo interpretó como que su marido la seguía retando. Tocarle el culo al abogado había sido poco atrevido.

Antonio preparó tres copas. Y se sentó frente a ellos. Comenzaron a hablar de los ejercicios y tablas que realizaban en el gimnasio.

  • José tu estas super en forma y definido. Vas a reventar el botón  de la camisa, a la altura del pectoral. - comentó Nancy.

  • Quizás me pase llevando tallas tan entalladas pero hay que lucirse mientras pueda. - Dijo José.

  • Recuerdo que Antonio estaba igual que tú. Era incluso más musculoso. Y mira ahora que barriguita le asoma. Abre tu camisa y enséñale tu six pack haber si se acuerda de lo que es un cuerpo plano.

  • Ya estamos! Yo estoy estupendo, me quito unos kilos y vuelvo a ser lo que era. Quítate la camisa José, que se recree mi mujer la vista.

José miró dudando a Antonio y vio como éste asentía con la cabeza. Se incorporó un poco y se desabrocho la camisa mostrando sus definidos pectorales y sus abdominales totalmente marcados.

  • Has visto cariño! Esto es lo que tú tenías. Incluso más.-afirmó Nancy mientras tocaba el pecho y estómago de José.

  • Pues no veo tanta diferencia.-respondió José quitándose la camiseta, agarrando su barriga y riendo a carcajadas.

  • Anda bobo! - Dijo Nancy. Vas totalmente depilado José.

  • Si lo estoy. Totalmente depilado de arriba a abajo.

  • Antonio no. Pero me gusta el vello de su pecho. Tampoco tiene mucho. No es muy peludo.

Nancy se levantó apoyándose en un muslo de José casi llegando a la bragueta. Se dirigió a una estantería y cogió lo que parecía un álbum de fotos.

  • Te voy a enseñar unas fotos de Antonio y mías de jóvenes en la playa. Verás cómo era.

  • Eso es muy cruel Nancy. Salgo perdiendo.

  • Enseñaselas tú que yo voy al baño que me estoy meando. - Dijo Nancy.

Antonio cogió el álbum y se sentó junto a José. Lo abrió y enseñó fotografías de ellos  quince años más jóvenes.

  • Ves José, tenía más pelo que ahora y estaba más delgado.

  • Pero eras muy fuerte y tienes más espaldas que yo. - confirmó José tocándole su espalda desnuda. - Bueno, y sigues teniendo unas buenas espaldas.

  • Jajajaja si para cargar sacos de cemento.

  • Estabas muy bien. Ya te hubiera pillado en esos tiempos y no te librabas de mi.

  • Jajajaja centrate en mi mujer cabrón.

  • Tu mujer tenía un tipo estupendo y lo sigue teniendo.

  • Sí, se cuida mucho. El pilates la mantiene firme y muy muy flexible. - Dijo Antonio guiñandole un ojo.

  • Tu crees que jugaremos hoy con ella?

  • No nos ves, ya nos tiene medio desnudos. A ti ya te ha tanteado el culo y el torso.

  • Un poco nervioso estoy Antonio.

  • Si no estás cómodo lo dejamos. No pasa nada.

  • No, si estoy cómodo y la verdad Nancy es muy morbosa.

  • Si que tarda en bajar de mear. Qué estará haciendo mi mujer?

Continuaron viendo las fotos juntos y comentándolas. Nancy bajo y se unió de nuevo pero acomodándose  en el sofá de enfrente. Una vez sentada el vestido se subió por encima de medio muslo. Cruzó las piernas y fue un simple segundo en el que dejó ver que ya no llevaba bragas. Agarró la copa y bebió sonriendoles a los dos.

José se dio cuenta pero Antonio no.

  • Si que has tardado cariño! - Dijo Antonio.

  • Yo creo que tu mujer tenía calor y ha ido a quitarse ropa. Estás más cómoda Nancy? - preguntó José sonriéndole.

  • Estoy mucho más cómoda que antes José. - respondió Nancy volviendo a cruzar las piernas pero ahora más lento.

  • Pues si estas igual cariño, solo te has hecho una coleta en el pelo.

Nancy y José  soltaron una sonora carcajada puesto que Antonio no se había enterado de nada.

  • Dónde está el chiste, me he perdido algo? - Dijo Antonio rascándose la barriga.

  • Tu mujer es una caja de sorpresas Antonio. De Sorpresas muy bonitas.

  • Gracias José, me alegro de que te guste lo que ves.- Dijo Nancy.

  • Sigo perdido.

  • Antonio, tu mujer nos está haciendo un Sharon Stone como en la película . Lo que pasa es que tu no te enteras.

  • Un Sharon qué?

Ellos volvieron a reír y chocaron sus copas con complicidad. José confirmó así que Nancy  estaba dispuesta a follar esa noche.

  • José, con mi marido hay que ser un poco más explícitos.- Dijo Nancy subiéndose el vestido un poco más, descruzando las piernas y separándolas  dos palmos.

  • Esta noche os metéis con mi físico y ahora con mi inteligencia. Y si no he visto la peli… Cooooño! - Dijo Antonio dándose cuenta de la desnudez de su mujer.

  • Exacto, un coño. - Dijo José.

  • Antonio, te gusta lo que ves?

  • Yo, yo.. - Tartamudeo.

Antonio estaba sorprendido con la valentía de su mujer. No sabía si lo seguía poniendo a prueba o realmente estaba dispuesta a acostarse con los dos. Al menos, ya sabía por qué había tardado tanto. Se había depilado el coño, al menos  lo que dejaba ver, que eran los labios y un dedo de pubis. Lo habría hecho para cabrearlo? O realmente, al escuchar a José decir que le gusta todo depilado, se ha preparado para estar dispuesta a todo?

  • No tartamudees, o te gusta o no te gusta cariño.

  • Yo creo que le encanta. Ya son muchos años disfrutando de tu… Coño. - Contestó José por su amigo.

  • Antonio, José, os veo muy vestidos y me encantaría seguir comparando vuestros cuerpos. Podéis quitaros los pantalones y quedaros en calzoncillos?

Ellos dos se quedaron mirando el uno al otro y se sonrieron. La petición de Nancy daba por inaugurado los juegos. Ambos se levantaron al tiempo del sofá uno pegado al otro. José se desabrochó el cinturón y el pantalón y se los bajó. Antonio fue más rápido  con el pantalón de chándal.

  • Tengo que decir que en piernas te gana mi marido José.

  • Hombre por fin algo bueno. - dijo Antonio dando un codazo a José.

Antonio al tener más peso y seguir musculado tenía los muslos y los gemelos más anchos. Él llevaba unos bóxer de popelin a cuadros y José un slip liso de color blanco de la marca Hugo Boss.

  • Pero tengo que decir que el bulto que marca José augura… grandes sorpresas.

Podía intuirse las grandes pelotas de José y llevaba la verga colocada hacia la derecha aún flácida, pero sus diez y seis centímetros relajados ofrecían un volumen generoso.

Nancy se llevó unos dos dedos al coño y se lo tocó abriendo los labios mayores y dejando salir levemente los menores. Luego llevó los mismos dedos a su copa y la agitó dando vueltas a los hielos.

  • Seguro que así estará mucho más sabrosa tu copa Nancy.

  • Claro que si José, pruébala.

José se acercó a Nancy terminandose de sacar los pantalones por los pies. Tomó su copa, bebió y se la devolvió.

  • A mi marido parece que le excita la situación, mira su entrepierna José.

  • Y no te gusta que lo esté? Preguntó Antonio

  • Me encanta! Y a ti José?

  • Si, estará incómodo con el calzoncillo.

  • Pues quitaselo José. - sugirió Nancy.

Antonio se quedó mirando a José y asintió. José se giró y agarró el calzoncillo por las gomas y se los bajó hasta los pies. Le sacó el pantalón y los calzoncillos ayudado por Antonio.

  • Ahora quitatelos tú José. - Dijo Nancy.

José terminó de desnudarse y descubrió su pesada polla que cayó a plomo entre sus huevos. La piel aún le cubría la mitad de su rosado capullo.

  • La virgen!! Si no estás erecto y ya es más grande que la de Antonio.

  • Jajajaja cariño no te vas a quejar de la mía a estas alturas.

  • No Antonio, con la tuya estoy muy contenta y es lo normal. Lo de él da un poco de miedo.

  • Esos comentarios no me hacen sentir cómodo. - Dijo José intentando tapar inútilmente sus geniales.

  • Tranquilo José, eso es lo último que quiero y mi marido se va a encargar. Antonio, haz sentir cómodo querido a José. Bésale.

Los dos pusieron cara de sorprendidos y más Antonio.

  • No pongas esa cara Antonio, José está más acostumbrado a estar con hombres. Además, me conoces y en el sexo mando yo.

Antonio quedó pensativo. Imaginaba que entre los dos iban a someter a su mujer, pero si para poder presenciar a Nancy atravesada por la estaca de José significaba tener contacto también con él… Estaba dispuesto a hacerlo.

  • Si me estás retando cariño, no tengo ningún problema. - Respondió Antonio.

Antonio agarró a José con una mano  de las caderas y con la otra de su cabeza acercando sus bocas. José se dejó hacer con los brazos colgando aún sorprendido pero inmediatamente  sintió lo bien que le besaba su amigo y lo abrazó por la espalda.

Nancy miraba la escena con una mano sujetando la copa y con con la otra acariciando su coño.

Antonio se quedó sorprendido al besar a José y ver que no le provocaba ningún rechazo. Sus lenguas bailaban juntas con un gusto fresco a los gintonics que se habían estado tomando. José sentía la verga erecta de su amigo pegada a su cuerpo. Antonio se fue soltando y sus manos empezaron  deslizarse por la espalda de José hasta llegar a sus nalgas. Tenía el culo suave y prieto. Las caricias de Antonio en las nalgas y el contacto de sus cuerpos empezaron a exitar a José que ya disfrutaba de una incipiente erección.

  • Antonio lo estás haciendo muy bien. Ahora quiero que vayas bajando y lamiendo su cuerpo hasta llegar a su verga.

Antonio hizo de tripas corazón y obedeció a su mujer. Pensó que valdría la pena si luego  ella sería la que fuese sometida. Además, pensaba que le repulsaría estar con un hombre y el contacto con José cada vez le resultaba más excitante.

Besó en cuello de José, bajó lamiendo sus hombros y axilas, mordió sus pezones, paseó su lengua entre las abdominales hasta llegar a su pubis totalmente depilado.

Antonio se arrodilló frente a la polla semi erecta de José ya totalmente descapullada.

  • Es la  primera que me como. Espero que te guste José

  • Tú haz lo mismo que te hago yo cariño. - Dijo Nancy que continuaba jugando con su coño.

Antonio cogió la polla de su amigo y se la llevó a la boca. Chupo la punta como un niño lo hace con una piruleta. Agarró la gruesa verga y  fue tragando lo que pudo. No había llegado a la mitad y le dio una arcada.

  • Despacio Antonio. No es cuestión de tragarla entera. - Dijo José.

  • Amigo, es que me llenas la boca.

Antonio continuo mamandole la polla e iba ganando destreza pudiendo arrancar los primeros gemidos de placer de su amigo. Eso, junto que había conseguido ponérsela totalmente dura le llevó a pensar que no lo hacía tan mal.

José  tenía totalmente dispuestos sus veinticuatro centímetros y las venas se le marcaban cada vez más lubricadas por la lengua de Antonio.

Antonio recordó lo mucho que le gustaba que su mujer le comiera los huevos. Se los llevó a la boca con delicadeza mientras continuaba másturnando a su amigo con una mano.

  • Cariño lo estás haciendo muy bien.  Ahora que sea él quien te la coma.

Antonio se incorporó y se mantuvo de pie. José le volvió a besar y se fue directo a su polla. Ahora si que se notó la experiencia.

La habilidad del abogado en mamar y tragarse toda su polla era asombrosa.

  • Joder José, joder que gusto. Así, así.

Nancy se excitó ante la escena y frotaba su clítoris con más fuerza.

  • José mete un dedo por el culo a mi marido.

  • Es necesario cariño?

  • Te sorprenderás lo que te va a gustar.

  • Tranquilo Antonio, no te voy a hacer daño.

  • Si lo haces igual que chupas...confío.

José cogió de las caderas a Antonio y le hizo darse la vuelta. Le dobló la espalda y Le sugirió que se apoyara en la mesa de madera. Antonio dejó su culo cara José y éste le abrió las nalgas buscando su ojete. Empezó a lamerselo y chuparselo metiendo la lengua todo lo que podía. Al principio, Antonio estaba tenso pero las sensaciones de placer que comenzó a experimentar hicieron que su polla comenzara a babear. Nancy se dio cuenta y se abalanzó a la polla de su marido para chuparselo y recoger esas gotas. Antonio estaba en una nube notando las mamadas de culo de su amigo y lo mismo de su mujer en su verga. De pronto notó como se abría paso un dedo de José por su culo.

  • Joder chicos que rico.- dijo Antonio.

José metió un segundo dedo haciendo movimientos circulares.

  • Aaaah que gustó. Me encanta.

Nancy paró de mamarsela a su marido y se incorporó. Se quitó el vestido quedando como única prenda el sujetador. Se fue hacia la escalera para subir a la habitación. Ellos se incorporaron mirandola.

  • A dónde va? - se preguntó Antonio.

  • No lo sé.

  • Fue muy agradable besarte.

Antonio de forma espontánea besó de nuevo a José fundiéndose en un abrazo.

Nancy volvió a bajar con su consolador en la mano. Ellos la miraron preguntándose que se le habría ocurrido ahora.

  • Quiero que le metas esto a mi marido por el culo José.

  • Eso no me entra.

  • Si si te entra cariño.

  • Pero lubricalo, no? - recomendó José.

  • Tranquilo, ahora mismo.

Nancy subió una pierna sobre el sofá y se metió por el coño el consolador. Metió y sacó en varias ocasiones llenándolo de sus fluidos vaginales.

  • Ya está. Antonio ponte a cuatro patas mirando a la mesa. Tu José lo dicho hasta el fondo

  • Pero cariño…

  • No hay peros.

Antonio se colocó en la posición que le ordenó su mujer en dirección a la mesa. José cogió el consolador y acercó la punta al culo de su amigo y comenzó a meter.

  • Ufff escuece.

  • Relajate Antonio, intento otra vez.

  • Despacio José.

Volvió a meter el consolador y ahora entraba más fácil. Poco a poco consiguió meterse lo entero.

Nancy se tumbó en la mesa de madera dejando su coño en la orilla de la mesa. Abrió sus piernas apoyando un pie en el sofá derecho, y el otro pie en el sofá izquierdo. Frente a Antonio quedaba la almeja de su mujer totalmente abierta.

  • Comeme el coño cariño!

Antonio  acercó su cara y metió su boca en el coño de su mujer. Estaba tan abierta que se distinguían perfectamente los labios mayores, menores y su clítoris.

José continuó metiendo y sacando el consolador por el culo de Antonio. Se dio cuenta que también era vibrador y lo encendió. Decidió dejarlo metido hasta el fondo y vibrando, tumbarse en el suelo metiendo la cabeza entre las piernas de Antonio que seguía a gatas, y chuparle la polla.  

Antonio estaba muy excitado gracias a las vibraciones internas y a las mamadas de su amigo. Cuanto más aumentaba el placer, con más ganas se comía el coño de su mujer.

  • Así así, sigue comiendo Antonio sigue así y me corro sigue.

Antonio escuchó decir eso a su mujer y apretó la lengua frotándola contra su clítoris muy rápido. José paró de mamar a Antonio para salir y ver la escena mientras se masturbaba.

  • Aaaah me corro chicos para cariño para. No puedo. - Dijo Nancy cerrando las piernas y atrapando la cabeza de Antonio.

Antonio consiguió incorporarse y se sacó el consolador admirando el orgasmo de su mujer que temblaba sobre la mesa.  José dijo algo al oído a Antonio.

Nancy seguía sobre la mesa debilitada por la corrida. Antonio fue rápido al otro lado de la mesa y sujetó a Nancy por los brazos. José se agachó y la agarró de los muslos fuerte y separándoselos.

  • Qué hacéis chicos? Esperar que me recupere, estoy mareada.

Antonio arrastró con una mano y hacia abajo el sujetador de Nancy liberando sus tetas. José metió la cabeza en el coño de su amiga y comenzó a comérselo.

Antonio sujetaba los brazos con fuerza y se dirigió a los pezones de su mujer que estaban duros como garbanzos. Los lamió y mordió mientras José la follaba con la lengua.

  • Cabrones soltarme aaah! Me mareo, me corro, me voy a desmayar. Aaaah si si aaah soltarme me desmayo.

Consiguieron que Nancy hilase hasta tres orgasmo seguidos. Ella estaba debilitada y temblorosa. La levantaron y la tumbaron en el sofá. Ellos se sentaron en el otro.

  • Que bueno ha sido José.

  • Si tengo la polla a reventar.

  • La tienes babeando.- Dijo antonio

  • Comete eso.

Antonio chupó el capullo de José mientras éste le pajeaba suavemente. Nancy se iba recuperando y miraba la escena tocándose las tetas. José se levantó y se sentó junto a Nancy. Antonio se les quedó mirando desde el otro sofá y tocandose.

  • Nancy aún no has probado mi polla. Te da miedo?

Ella se incorporó y agarró el falo de su amigo. Lo observo admirando el tamaño y el el grosor. El glande ya lo tenía rojo de tocarse y era aún más ancho. Acercó su boca y tragó todo lo que pudo acariciando al tiempo sus pelotas. Las dos juntas llenaban su mano. José se recostó en el sofá y la dejó a ella trabajar.

La cara de Nancy cada vez estaba más congestionada de tener que tragar tanta carne y sus ojos se salían de las órbitas.

José la separó y se puso de pie. Luego se arrodilló frente al sofá agarrando los muslos de Nancy y llevando su coño a la orilla.

  • Antonio ven y siéntate junto a tu mujer a ver esto.

José llevó sus manos a los pies de Nancy, puso los brazos en cruz separando todo lo que pudo la piernas de ella y empezó a arrimar la punta de su polla al coño. Ella Le mira a algo temerosa.

Antonio se sentó junto a su mujer excitado y masturbandose.

Al principio, la punta de la polla de José resbalaba entre los labios y el clítoris, pero él consiguió meter su capullo sin ayuda de guia.. Ella gimió notando como se abría pasó y la empezaba a rellenar. El fue metiendo poco a poco.

  • Joder, joder me vas a partir. Como la siento.

No había llegado a meterla toda que ella lo frenó apoyando su mano en el pubis de José.

  • Espera que me acostumbre.- Dijo ella con risa nerviosa.

El empezó a meterla y sacarla despacio. La sacaba y golpeaba con ella sobre su clítoris. Cuando ella parecía más relajada, José la volvió a meter empujando fuerte y metiéndosela hasta el fondo. Los veinticuatro atravesaron toda su vagina y abrieron su útero.

  • Cabron a Aaaah joder! - dijo Nancy intentando echar el culo hacia atrás.

José no la dejó agarrando fuerte de las caderas y manteniendo su pubis pegado al coño de Nancy.

  • Follatela José! Revienta ese coño de puta que tanto le gusta mandar.

José empezó a meter y sacar más rápido y Nancy intentaba frenar las entradas apoyándose con la mano en su pubis. Antonio dejó de tocarse para manosear las tetas de su mujer y pellizcar sus pezones.

Nancy sentía que  sus entrañas ardían y que estaban totalmente ocupadas. Aquella polla llegaba hasta su útero, estimulaba el punto g y frotaba su clítoris. Una mezcla de dolor y placer que llenaba de hormigueo  su cuerpo.

José aceleraba cada vez más sus embestidas chocando sus pelotas contra el culo de Nancy.

  • Aaaah me corro de nuevo aaah joder que dolor, me arde el coño Aaaah si si si.

Los ojos se ponían blancos, le temblaba tanto el cuerpo que se retorció con tal fuerza que José y Antonio la tuvieron que soltar.

  • Aún no terminado contigo Nancy. - dijo José.

  • Clavasela a mi marido cabrón.

  • Otro día. Hoy te voy a llenar de leche. Mira el coño de tu mujer Antonio, lo tiene tan abierto que se ve el principio se su vagina.

José se sentó junto a Antonio y le besó.

  • Chupamela Antonio, sabe al coño de tu mujer.

  • Joder que aguante tienes. Yo ya me habría corrido. Menuda follada Le has metido.

  • Calla y chupa que ahora me la vuelvo a follar.

José se había hecho dueño y señor de la situación. Antonio se la empezó a chupar mientras su amigo elevó un poco las piernas para meterse un dedo por el culo.

Antonio lo vio y decidió que mientras se la chupaba él metía otro dedo al mismo tiempo que el de José. El abogado estaba tan caliente que se puso en posición perrito sobre el sofá.

  • Follame Antonio, metemela sin piedad.

Antonio se incorporó y se dispuso a meter la polla por el suave y duro culo de su amigo. No se lo pensó. La metió de golpe en venganza a la follada que le había metido  su mujer.

  • Si Antonio, uuff follame

  • Eso cariño, rompele el culo.- Añadió  Nancy que se iba recuperando.

  • Que rico, Antonio.

Nancy empezó a tocar la polla y los huevos de José mientras su marido follaba a su amigo.

  • Parar no me quiero correr.- Dijo apartándose y sentándose.

  • Por qué, no quieres?- Pregunto Nancy.

  • Si quiero pero ya te he dicho que lo voy hacer en tu coño.

José se tumbó boca arriba en el sofá y le dijo a Nancy que montase. Nancy se subió y agarró su polla para ir introduciéndola en su chocho. Ella pensó que así al menos controlaría mejor la profundidad de la penetración. Antonio observaba desde atrás como aquella estaca perforaba a su señora. Ella empezó a subir y bajar. La gruesa polla arrastraba una pequeña parte de su vagina hacia el exterior y Antonio era testigo excitado y masturbandose. José agarraba sus tetas, las estrujaba y abofeteaba sus pezones. Le agarró de los bazos y la obligó a echarse sobre su torso para comerle la boca. Ella se restregaba alante y atrás. Su clitoris se frotaba contra su depilado pubis.

José buscó la mirada de Antonio y le señaló el culo de Nancy. Antonio lo entendió a la perfección y escupió en su mano llenando su polla de saliva lo máximo posible. Se echó sobre su mujer quedando atrapada entre los dos y sin escapatoria.

  • Por el culo ahora no Antonio, no que me partis, no, no, no Aaaah joder.

Los dos empezaron a moverse follandosela por el culo y por el coño. Ahora era Antonio quien le estiraba de las tetas y se la metía hasta el fondo.

José se movía deprisa agarrandola de las nalgas y separándolas para facilitar la follada a Antonio.

Su marido se empezó a correr llenando sus entrañas de leche.

Antonio se incorporó y dejó terminar a José.

José levantó a Nancy y se puso de pie. Hizo que se agarrara al cuello de José y él la agarró de los muslos para que se subiera sobre sus caderas. Ella lo rodeo con sus piernas y se sujetó mientras él volvía a clavar su verga en su coño. La fuerza y músculos de José estaban todos en tensión soportando en vilo a Nancy. Le metió tal follada y con una velocidad que las tetas de Nancy bailaban sin parar, de su culo empezó a gotear la leche de su marido y ella gritaba como una loca ante la bestialidad de su polla.

José se corrió gimiendo como un cerdo mientras ella gritaba.

  • Sigue que me viene otro sigue cabrón. Dijo Nancy.

José continuo follando fuerte y Antonio veía como la corrida de su amigo salía del coño de su mujer resbalando por la polla y goteando en sus huevos.

  • Si si Aaaah si que ardor de coño siiiii.

Nancy bajo desecha y se sentó muerta en el sofá. Por sus muslos paraba de chorrear leche.

  • Repetimos otro día? - Dijo Nancy

  • Cuando José quiera.

  • A vuestra disposición amigos.