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Rodrigo y Sonia: Los deseos de Sonia

en Hetero: Infidelidad

Capitulo 2

Sonia despertó cansada al día siguiente, abrazada al pecho firme y portentoso de Rodrigo, el hombre que la había hecho gozar como nadie en la vida, el ya estaba despierto, fumando un puro, «Qué raro», pensó, «Desde que lo conozco no lo había visto fumar, pero ahora está fumando mucho»

—Buenos días —dijo el al notar que había despertado

—Buenos días —respondió ella abrazando aún su torso desnudo.

—¿Como te sientes?

Sonia sonrió al recordar todo lo que hicieron la noche anterior, un vistazo a la habitación bastó para recordarle las mejores partes.

—Cansada, muy cansada, pero muy satisfecha

—Me alegra —dijo el inclinándose para besarla, lo que hizo que en la boca de Sonia entrara algo del humo del puro, una sensación que no le resultaba agradable.

—¿Desde cuando fumas tanto? Nunca te había visto hacerlo

—Solo fumo cuando tengo sexo, y me gusta que mis chicas fumen conmigo, me pone mas caliente. —respondió ofreciéndole el puro a Sonia.

Ella pensó el rechazarlo, al fin y al cabo no fumaba, pero anoche si que lo había aceptado así que no tenia mucho caso negarse, lo tomó y fumó un poco, tosió.

—Lo siento, no estoy acostumbrada.

—Te acostumbrarás, con el tiempo

—Las próximas veces tendrás que fumar mientras se te cojo, a ver si eres capaz.

Sonia lo miró a los ojos y sonrió

—¿Próximas veces? -dijo emocionada —¿Vamos a repetirlo?

—Pero claro perra, ¿que acaso no te gustó?

—Me encantó, pero tenia miedo que a ti no te hubiera gustado y no quisieras repetirlo.

—¿De que hablas? Fue la mejor noche de mi vida, para ser tan inexperta en todo lo hiciste de maravilla, quiero ver como lo harás cuando seas una experta, seguro dejarás a todos tus amantes muertos de placer.

—¿Todos mis amantes? Yo solo quiero tener uno, a ti.

—Ahora si, pero nadie sabe lo que pasará en un año, o en dos, o en una semana, o mañana, el mundo gira mi pequeña putita, por eso hay que disfrutarlo, ¿Que planes tienes?

—Pues tengo que ir a trabajar, no puedo faltar

—Ya veo, bueno, me hubiera gustado pasar el día contigo, pero ya que parece que no se podrá, mejor nos vestimos y nos vamos.

—Espera ¿y nuestra ropa? —Se levantó sobresaltada

—Tranquila, mientras dormíamos alguien la dejó en el sillón

Sonia respiró aliviada, no quería ni imaginarse como iba a salir de ahí si alguien habia recogido su ropa del pasillo y la había tirado.

Rodrigo se levantó de la cama, totalmente desnudo, por lo que Sonia pudo contemplar perfectamente su erección mañanera.

—Hooooola —dijo acercándose al pene erecto sonriente —¿No estás cansado después de todo lo que hicimos ayer amiguito? —tomo el pene y empezó a pajearlo ahí mismo

—Parece que no —dijo Rodrigo —Pero no podemos entretenernos, tu trabajo empieza en una hora, entra a la ducha.

Sonia hizo pucheros, pero aún así se levantó y se dirigió hacia la ducha, sabia que tenia razón, no le gustaba faltar a su trabajo, así que tenia que hacerlo, pero cuando estaba bañandose, Rodrigo entró con ella comenzó a acariciarla

—Bueno, así ahorramos mas tiempo —dijo riendo mientras besaba su cuello

Y así empezaba la primera mañana de Sonia como puta.

Llegó a la escuela avergonzada, se había puesto la misma ropa arrugada del día anterior, y para colmo, no llevaba ropa interior, sus bragas habían quedado tan llenas de todo tipo de líquidos corpóreos que usarlas era imposible, y su sujetador… parece que la persona que recogió la ropa del pasillo “olvidó” entregar el sujetador, y como no tuvo tiempo de ir a su casa, tenia que estar todo el día sin bragas y sin sujetador, además con esa ropa tan ajustada se notaba a primera vista, su única esperanza que ningún maestro la viera, pero no tuvo suerte, justo en la entrada estaba el director: Gonzalo Mendez, el hombre que tanto asco le daba a Sonia, no lo odiaba, ni siquiera le caía mal, era solo que no le gustaba estar cerca de el por su olor, además de que era un pervertido de primera, siempre aprovechaba cualquier oportunidad para acosar a las maestras o madres de familia que pasaban por la escuela, en cuanto lo vio recordó lo que Erika le había platicado, que se acostaba con ese hombre gordo y calvo, y que además era lo mejor que habia hecho en su vida, a Sonia le parecía difícil de creer.

En cuanto se acercó a la puerta, el director la vio, y lógicamente notó que no llevaba sujetador.

—Buenos días Sonia ¿noche difícil? —Preguntó poniendo cara de ingenuo, pero Sonia sabia bien a que se refería.

Dias atrás, Sonia hubiera ignorado el comentario, solamente habría saludado, o incluso habría pasado de largo, pero hoy no, hoy se sentía feliz, se sentía plena, no dejaría que ese hombre le arruinara la mañana.

Se detuvo junto a el, le sonrió y le dijo —No director, fue la mejor noche de mi vida —solo eso bastó para dejar boquiabierto al director, nunca se hubiera esperado que Sonia, la mas recatada de sus maestras, la que no rompía un plato, la que todos los profesores incluyéndolo hacían apuestas por ver quien se la cogía primero sabiendo en el fondo que ninguno lo haría, nunca habria esperado que esa Sonia llegara con la ropa en ese estado, anunciado a los 4 vientos que venia de tener sexo, y que además prácticamente se lo confirmara con una sonrisa… nunca lo habría esperado.

 

Sonia se sentía feliz, nada le quitaría esa felicidad, impartió sus clases como si nada hasta la hora del recreo, cuando al salir a la cafetería notó como todos los maestros se le quedaban viendo, ella sabia muy bien porqué, pero extrañamente no le molestaba, le resultaba incomodo estár sin ropa interior, era casi como estar desnuda, pero no le molestaba, no al menos por ahora, mientras solo miraran y no intentaran nada…

Estando ya sentada en la cafetería, llegó Erika y se sentó a su lado.

—Vaya amiga, hoy si que vienes despampanante —todos en la escuela están hablando de Sonia, la maestra que viene “a pelo” —se rio

—Si, he notado como me ven, gracias por recordármelo

—Bueno, ¿que esperabas? Vienes casi casi vestida de puta anunciando que anoche tuvo sexo.

—No me quedó de otra mas que venir así

—Si, lo se, tu no te vestirias así a menos que fuera por una emergencia, cuéntame ¿que te pasó?

—Es una larga historia

—¿Se relaciona con un hombre maduro del que hablamos hace apenas dos días?

Sonia sonrió —Sin comentarios

—Oh vamos amiga, cuéntamelo todo

—¿Aquí delante de todos? No, ni loca

—Bueno, vamos a tu aula antes de que termine el recreo

Sonia estaba igual de ansiosa por contarle su experiencia que Erika por escucharla, así que salieron de la cafetería y se dirigieron al aula de Sonia, obviamente, al salir todas las miradas masculinas y algunas femeninas, se giraron hacia el culo sin bragas de Sonia que se adivinaba a través de la falda.

 

Al llegar al aula, Sonia le contó todo con detalles a Erika, como había gozado con Rodrigo, al finalizar, su amiga tenia una sonrisa de oreja a oreja.

—Te lo dije ¿verdad?

—Si si, tenias razón, los maduros son mucho mejores en la cama.

—Si, apuesto que te hizo de todo

—Y más ¿al tuyo le gusta fumar? El mio al parecer solo fuma durante el sexo —Le pareció divertido usar el termino “tuyo” o “mio”

—Si, todo el rato está fumando

—Rodrigo me dijo que le gusta que sus mujeres fumen, y que quiere que las próximas lo haga mientras me coge

—Pues mas te vale hacerlo amiga, —¿no querrás que se aburra de ti y te deje verdad?

—No claro que no

—Entonces, mas te vale que vayas aprendiendo a fumar, ¿qué fuma?, ¿pipa?

—¿pipa? —¿Quien en esta época fuma pipa?

—Te sorprenderías amiga ¿entonces?

—Fuma puro, o eso es lo que lo he visto fumar.

—Vaya, Gonzalo también fuma puro, ¿porque no vas a su oficina y le pides que te regale alguno?

—¿Estás loca? ¿Como voy a pedirle algo así a mi jefe?

—No es para tanto amiga, solo ve y dile que regale uno

—¿Que te traes? Porque justo a el

—Nada, es el único hombre que conozco que fuma puro, por eso te lo dije

En ese momento cuando Sonia estaba apunto de decir algo, entraron los niños de la clase de Sonia, se había terminado el recreo.

—Anda, ve —le dijo en voz baja Erika acercándose a Sonia

—Pero tengo clases

—No te preocupes, yo los cuido, tu ve, hazlo por tu nuevo macho amiga y tal vez podrías ser un poco amable con el director, quien sabe, tal vez te guste y algún día lleguemos a compartir —le dio una leve nalgada imperceptible para los niños.

—Sonia no logró evitar sentirse excitada, por la nalgada y por la formula en que Erika le habia hablado, era una mujer hermosa, casi tan hermosa como ella misma, y aunque nunca le habían gustado las mujeres… hasta hace una semana no le gustaban los hombres mayores, «Tal vez ahora me gusten mucho» se dijo a si misma mientras caminaba hacia la oficina del director.

Al llegar no se atrevió a entrar, estaba nerviosa, por todo, por lo que le había dicho Erika y porque no le gustaba mucho estar con el, y menos entrar a su oficina, el olor era insoportable.

«Pero Erika tuvo razón en cuanto a los hombres maduros, tal vez también tiene razón en que Gonzalo no es tan malo», pensó para si misma, y cuando menos se lo esperaba se encontró a si misma desabrochándose dos botones de la camisa, que sin sujetador parecia solo cuestión de un movimiento en falso para que se salieran las tetas, se desabrochó uno mas, pero la teta izquierda se salió, por suerte nadie estaba para verlo, así que se volvio a abrochar el tercer botón, quedándose solo con 2 botones por escote, también, se subió el cierre de la falta hasta medio muslo, quedando así casi toda su pierna descubierta.

«No puedo creer lo que estoy haciendo», se dijo a si misma, preocupada, pero mas caliente, al fin y al cabo, se había dicho que ya no iba a huir de sus deseos, su vida con Manuel era una farsa y ella quería vivirla plena.

Tocó la puerta

—Un momento —dijo la voz chillona de Gonzalo desde adentro

Sonia esperó, escuchó ruidos extraños, como de cajones cerrandose.

—Pasé —dijo al fin Gonzalo.

Sonia respiró profundo y entró, de inmediato el olor casi la desorienta, era una mezcla de sudor con otro olor que Sonia ahora conocía muy bien pues habia estado llena de el toda la noche,,, esperma, miró arriba de la mesa, estaba la laptop cerrada pero movida en una posición muy extraña, no habia duda, el querido profesor había estado masturbándose viendo porno antes de que ella llegara.

No soportaba el olor, pero se obligó a formar una sonrisa

—Buenas tardes director

El visiblemente sorprendido por la visita de Sonia se quedó sin habla unos segundos —Buenos días — dijo al cabo —¿maestra Sonia que la trae por aquí?

—Bueno director, ¿puedo tomar asiento?

—Si si claro, disculpe mis modales, siéntese

Al hacerlo Sonia aprovechó para inclinarse mas de la cuenta hacia adelante, asegurándose que el director pudiera ver bien su escote, de hecho estuvo inclinada unos segundos mas de la cuenta, fingiendo que limpiaba la silla.

Al levantar la vista, le sonrió al director

Se sentó cruzando las piernas lentamente, emulando a Sharon Stone en esa famosa película de Basic Instinct dejando ver al perplejo director su vagina depilada…

—Director, ¡Director! —Sonia gritaba a un cada vez mas perdido director.

—¿Eh?

Sonia le sonrió —¿Pero se puede saber en que tanto está pensando? Está en las nubes

—Lo siento maestra Sonia, es solo que tengo un par de cosas en la mente —dijo mirando fijamente el escote de Sonia, ella sonrió, «Vaya, resulta que el gordo hasta tiene sentido del humor», pensó para sus adentros.

Se inclinó un poco hacia el frente y con su moz mas melosa le dijo: —¿Ah si? ¿puedo ayudarle con ese PAR de cosas?

Gonzalo no cabía en si de la impresión —Si seguramente podrías ayudarme

—¿En serio? ¿Como? —puso la cara mas ingenua que pudo

—Mira dejemoslo así, tal vez lo hablemos luego, pero dime que necesitas, ¿que es tan importante para que dejes a los niños solos?

—No están solos, están con Erika, ella no tenia clases que cubrir y se quedó mientras yo venia, no puedo creer que usted me crea capaz de dejar solos a mis alumnos, dijo cubriéndose el rostro.

—No maestra, no era un reclamo solo era una pregunta, no llore por favor.

Sonia se puso a reír —jajaja cayó usted muy fácil director.

—Si, jajaja

—Bueno ahora si al grano director, la verdad es que me da mucha pena decirle esto.

—No se preocupe maestra, dígame que necesita y si puedo hacerlo, con gusto lo haré.

—Está bien ¿tiene cigarros director?

—¿Perdón? ¿Cigarros? —respondió bastante sorprendido —No sabía que usted fumaba

—No fumo —dijo ella —al menos aún no

—¿Que quiere decir?

—Verá, me da pena decirle esto, pero es que mi novio fuma y me dijo que le gustaría que yo fumara pero nunca lo he hecho, y ya que usted es el único hombre que conozco que fuma, pensé en pedirle que me diera algunos para practicar.

—¿Y porqué no se los pides a Manuelito?

—¿a Manuel?

—Si ¿no me acabas de decir que fuma? Aunque yo la verdad no me lo esperaba, parece un muchacho bastante sano

—Ahh si, claro —dijo Sonia cayendo en la cuenta de que su novio oficial era Manuel y no Rodrigo.

—Lo que pasa es que quiero que sea una sorpresa

—Claro —Gonzalo notó algo extraño en la forma de hablar de Sonia, pero estaba demasiado ocupado viendo su escote como para fijarse en otra cosa, excepto claro, las piernas que casi estaban desnudas.

—Veamos, por aquí tengo algunos, dijo, sacando del cajón de su escritorio, con mucho cuidado de que Sonia no viera los pañuelos con que se había limpiado el semen de la masturbación segundos antes de que Sonia llegara.

—Toma aquí tienes —le dio una cajetilla de cigarros con filtro, pero se la dio de forma que Sonia tuviera que estirarse desde la silla para recogerlos y poder ver su escote un poco más.

—Sonia los tomó, sabia bien que necesitaba puros, pero aún así tenia curiosidad por el rumbo que tomaría esta conversación.

—Gracias —le dijo levantandose —es usted un amor señor director

—Se dirigió hacia la puerta, pero cuando estaba a punto de abrirla volteó de nuevo para sorprender al director viéndole el culo, ella le sonrió.

—Sabe, yo nunca he fumado, así que me estaba preguntando —¿usted podría enseñarme?

—Lo dijo con una voz y cara de puta que ningún hombre sobre la faz de la tierra se habría negado.

—Claro, siéntese maestra.

Así lo hizo Sonia, solo que esta vez lo hizo rápido y sin ceremonias.

Gonzalo comenzó a darle clases de como tomar el cigarro, como encenderlo y como fumarlo, Sonia intentaba imitar cada clase que su maestro le enseñaba, aunque siempre tomaba poses exageradas, de modo que el director pudiera seguir deleitandose con su escote, se sentía muy puta y le estaba gustando, así que pensaba seguir haciéndolo.

Cuando se aburrió de probar con los cigarros pues la habitación ya estaba llena de humo le dijo:

—Sabe director, creo que estos cigarros no son los que fuma mi novio, recuerdo que eran mas negros y gruesos — dijo estas dos palabras con un tono lascivo ¿no tendrá de esos?

—Ah se refiere a puros, si, tengo, pero solo dos, que parece si los compartimos, miré son auténticos cubanos.

—Me parece muy bien director, ¿estos se fuman igual?

—Si, casi igual.

Prosiguió a explicarle las diferencias entre fumar puro y fumar cigarro, de nuevo, Sonia todo lo hacia de manera mas puta de lo normal.

Para entonces, el director ya de forma descarada se habia levantado y puesto justo enfrente del escritorio, para poder verle las tetas que a estas alturas ya estaban mas afuera de la camisa que adentro, el cuarto estaba completamente lleno de humo, ahora ya no solo apestaba a sudor y semen, si no que también a humo, pero a Sonia ya no le molestaba, estaba mucho mas interesada en seguir mostrándose como una puta ante el director, tenia curiosidad de como reaccionaria llegado su limite, ella misma se sorprenda de lo puta que se había vuelto en solo una noche con Rodrigo, pero le gustaba, esa noche de depravación le había enseñado que la vida es mejor vivirla sin reprimir los gustos, y ahora mismo le gustaba como se sentía.

En esos pensamientos estaba cuando tragó demasiado aire y comenzó a toser de forma bastante tosca, los movimientos que hizo al toser derivaron en que su teta derecha saliera por completo de su camisa, ella no se dio cuenta, pero el director si y como un acto reflejo quizá, la tomó y acariciándola un poco, volvió a meterla en la camisa.

Sonia al sentir el contacto miró la mano del director, su teta y de inmediato volteo a mirar al director.

Este se asustó, creyó que lo golpearía, le gritaría o algo así, pero en lugar de eso se disculpó.

—Lo siento tanto director —con lagrimas en los ojos.

—¿Porqué? —Preguntó el sin entender

—Por venir así al trabajo, le juro que yo no quería vestirme así, no traigo nada de ropa de interior porque las circunstancias me obligaron.

—No se preocupe

—Pero ¿que va a pensar usted de mi? Creera que soy una cualquiera, una puta

—No, yo sé que usted es una mujer muy respetable y que esta sitación es perfectamente explicable

—¿De verdad lo cree?

—Pero claro mujer, es usted la mas respetable maestra de la escuela.

—Que bueno que cree eso —se acercó y le dio un beso en la mejilla, Sonia se sorprendió de que ese beso, mas que asco le produjera excitación, así que decidió alargar su papel de puta lo maximo que podia.

—Pero, he rotó el código de vestimenta de los maestros —dijo con la mayor voz de puta que fue capaz de sacar de su ser mientras se acercaba acariciándole la mejilla ¿No cree usted que necesito un castigo?

El director tragó saliva puso su mano en la cintura de Sonia y le dijo: —Si me parece que si

—¿Que propone usted señor?

—Pues…

En ese momento alguien tocó la puerta de la oficina, Sonia se alejó del director rápidamente abrochándose los botones de la camisa, el director se quedó ahí parado con una cara de enfado clarisima.

Sonia lo miró, y sonriendo se acercó y le dijo a la oreja —Tendrá que esperar —se despidió dándole un beso directo en los labios, lo que hizo que el director despertara de su trance.

—Pase dijo —Era otro profesor, el de un grupo de sexto que entró tosiendo por el humo, y sorprendiéndose de que Sonia estuviera ahí.

Ella lo ignoró y salió por la puerta, sin quedarse a oír que es lo que quería el profesor

 

Al llegar a su aula se dio cuenta del tiempo que había pasado, para ella habia sido un suspiro, pero los niños ya se habían ido a sus casas, solo Erika seguía estando sentada en el escritorio, jugando con su smartphone.

Cuando levantó la cabeza y vio a Sonia se echó a reír.

—¿que te pasó? Estás toda roja

—Me enseño a fumar

—¿Segura que eso fue todo lo que hicieron?

—Si, bastante segura —dijo Sonia mirándola a los ojos.

—Pues no te creo

—Entonces preguntale a el cuando te la esté metiendo —la frase sonó mas brusca de lo que esperaba —Lo siento, es que, estoy algo estresada

—No te preocupes lo sé, y ten por seguro que esta noche le preguntaré que pasó en esa oficina, bueno me voy ya —Le dio un beso en la mejilla y se despidió, pero antes de salir del aula se giró y le dijo, —Por cierto, si querías que te creyera que no pasó nada, no hubieras regresado así: apuntó con la vista a las piernas de Sonia y se fue riéndose a carcajadas.

Sonia entonces bajó la vista a sus muslos y se sorprendió, estaban empapados, se había mojado tanto que había llegado hasta sus muslos, no se lo podía creer, también se rio.

 

Cuando estaba a punto de subir a su auto e irse a su casa, su celular sonó, era Rodrito

—Hola

—Hola Sonia, —¿Como estás?

—Bien gracias

—¿Qué tal te fue con la ausencia de ropa interior?

—La verdad mejor de lo que esperaba, nadie me descubrió —mintió.

—Que lastima, me moría de la risa solo de imaginarte avergonzada, oye necesito que vengas a mi oficina ahora, tenemos que hablar

—¿Ahora? no he ido a mi casa a cambiarme

—Si, ahora —dijo con voz firme —Quiero ver como te vez

Ahí estaba ese tono de orden que a Sonia volvía loca, no sabia porqué, pero cuando Rodrigo le ordenaba algo, quería cumplir esa orden.

—Esta bien, en media hora te veo

—Está bien putilla

Sonia se enfadó un poco, quería ir a su casa y darse un buen baño, pero la verdad es que también la emocionaba la posibilidad de ver a Rodrigo, tal vez el calmara la calentura que tenia después de su reunión con Gonzalo.

Subió al auto, tomó una toallita húmeda de la guantera, y se limpió todo el liquido de sus piernas, aún no podia creer que se hubiera mojado tanto solo por fumar con su jefe.

«Dios, pero puta soy», se dijo a si misma mientras arrancaba el carro.

 

Media hora después estaba subiendo el ascensor, el recepcionista al verla la había detenido para confirmar si tenia cita, aunque ella imaginaba que solo quería verla sin sujetador, así que después de 2 minutos de (no tan) disimuladas miradas, la dejó subir.

Al llegar al piso 30 bajó el ascensor y se dirigió por el pasillo principal hacia la secretaria.

—Hola —la saludó

—Hola querida, ¿Sonia verdad?

—Si, y tu eres Martha

—Así es

—Vengo a ver a Rodrigo

—Claro, está libre, puedes pasar.

Al dirigirse a la oficina de Rodrigo, Sonia vió como por la ventana de la oficina contigua una mujer le sonreia.

Entró sin llamar la puerta

—Hola —dijo

—Hola Sonia —respondió el poniéndose de pie.

—Ella fue a sus brazos, lo abrazó y comenzó a besarlo como la noche anterior, el devolvió el beso, tan pasional como siempre,lo que hizo que de nuevo Sonia comenzara a chorrearse.

—Te extrañé —dijo ella —He estado caliente pensando en ti por toda la mañana —mintió

—Que bien —dijo el, eso demuestra que eres una buena puta

Ella le sonrió

—¿Y bien? ¿De que querías hablar?

—De nosotros

Sonia se asustó, temia que dijera eso, temía que después de haber logrado su objetivo, Rodrigo ya no estuviera interesada en ella, ella no quería dejarlo, quería volver a sentir ese portento de verga, quería volver a gozar como la noche anterior

—Ok —dijo ella tragando saliva

—Vamos a establecer reglas

—¿reglas?

—Si, para seguir viendonos

—Ah muy bien —respiró aliviada, iban a seguir viéndose.

—Verás, eres definitivamente la mejor amante que he tenido, y si por mi fuera, te estaría cogiendo todo el día.

—Por mi también, sin duda —respondió rápido ella, lo que provocó la sonrisa de Rodrigo.

—Pero no podemos hacerlo sin inteligencia, somos adultos, no adolescentes de secundaria, tenemos que establecer lugares y formas para vernos.

—Ok, ¿que propones?

—Primero que nada, tu ropa, a mi no me gusta que estés vestida como pordiosera

—Pero es la única que tengo

—Por eso, vas a ir a comprarte ropa, toma

—Le dio una tarjeta de credito dorada

—No tiene credito, quiero que vayas a la mejor boutique de la ciudad y compres ropa, desde ropa de gala hasta la mejor ropa interior.

—¿Yo sola?

—Me gustaría ir contigo, pero tengo toda la semana ocupada, lleva a alguien, alguna amiga

—Está bien —dijo Sonia pensando de inmediato en Erika

—Puedes comprar la que quieras, solo hay una condición, quiero que compres un traje de baño como este; — y le mostró una fotografiá en el teléfono, era un micro-traje de baño, de dos piezas, pero tan pequeñas que Sonia dudaba que le tapara algo, aún así, aceptó sin dudarlo.

—Ahora, sobre otras cosas, quiero que apartir de hoy aceptes que vas a hacer lo que yo te diga cuando te lo diga sin importar nada

Sonia no se lo esperaba, y no estaba segura, cierto que le ponia que le ordenara cosas, pero de ahí a rendirle obediencia ciega…

—No te preocupes, no te obligaré a hacer nada peligroso o demasiado arriesgado, es solo que me gusta llevar las riendas de la relación, en todo sentidos.

Sonia se excitó

—Acepto —dijo ahora sin titubear.

—Bien, solo eran esas dos cosas, nos veremos cuando yo tenga ganas de cogerte, y cuando tenga ganas de cogerte, te llamaré, y cuando te llamé tu irás allá a donde esté lista para recibir lo que te voy a dar, no me importa que estés haciendo, no me importa si es el funeral de algún familiar, no me importa si algún amigo se está muriendo, cuando yo te llamé vendrás, —¿Entendido?

—Si, lo entendí

—Bueno si entendiste, entonces, desnudate.

—Era lo que estaba esperando escuchar —dijo Sonia sonriendo

—Cuando estuvo desnuda comenzó a caminar hacia Rodrigo, pero este la detuvo con un gesto de la mano.

—No te dije que te movieras ¿o si puta?

—No

—Entonces no te muevas —dio tres golpes a la pared y en cuestión de segundos cruzó la puerta la mujer que Sonia había visto en la oficina del lado sonriendole

—¿Que te parece? —le preguntó Rodrigo a Adriana.

—Nada mal, de hecho muy bien, ya veo porque estabas obsesionada con ella jefe.

—Dale tu ropa

Adriana lo miró, pero no dudó ni por un momento en desnudarse e ir dándole todas sus prendas, incluso las bragas y el sujetador.

—Te quedarán ajustadas, pero van a servirte para llegar a la casa —le dijo Rodrigo a Sonia

Ella comenzó a vestirse mientras de vez en cuando dedicaba miradas a la chica, tenia muy buen cuerpo, sobre todo por sus pechos, pequeños pero no ausentes, Sonia siempre había pensado que sus pechos eran demasiado grandes, al menos hasta que había sentido a Rodrigo jugando con ellos en la noche y supo que eran perfectos, pero los de ella eran muy buenos, perfectos para su estatura y con un lindo pezón moreno coronandolos, por alguna razón a Sonia se le antojó tocarlos

Como leyéndole la mente Adriana le dijo: —Te dejaré tocarlos si me dejas tocar los tuyos.

Sonia se sorprendió un poco ante la propuesta, miro a Rodrigo pidiendo permiso, el se limitó a asentir.

—Me parece bien —le dijo Sonia a la chica

Adriana sonrió y se acercó a Sonia, ambas comenzaron a acariciar sus pechos de manera bastante erotica, Adriana estaba completamente desnuda y Sonia medio vestida, tenia la tanga puesta, pero la falta a media rodilla, de la parte de arriba no tenia nada.

—Son perfectos —dijo Sonia pellizcando un pezón.

—No mujer, los tuyos si que son perfectos, no hay hombre que no se moriría por manosear unos de estos.

—Lo sé —dijo Sonia mirando a Rodrigo, ahora se muy bien como juegan con ellos los hombres.

Adriana se agachó directo al pezón y comenzó a chuparselo, Sonia que estaba supersensible soltó un gemido leve tratando de contenerlo para que no lo escucharan afuera de la oficina.

—Tranquila, en la oficina no hay nadie mas que Martha, y ella a escuchado cosas peores.

—¿Cosas entre ustedes dos? Preguntó gimiendo Sonia ahora si con todas sus fuerzas, pues Adriana había olvidado su pecho y había empezado a urgar en su vagina.

—Si —sonrió Adriana y le dio un pico en los labios —¿Celosa?

—Un poco

—Pues el era mio antes, así que la que debería estar celosa soy yo

—Basta, las dos —Dijo Rodrigo interrumpiendo su diversión —Yo no soy de ninguna, ustedes son mias, —¿entendido?

—Si jefe

—Si señor

—Bien, ahora, Sonia, llamé a Adriana para enseñarte dos cosas.

La primera es que vieras que cuando yo ordeno algo, se cumple, —¿viste como se quedó desnuda porque se lo ordené?

—Si señor

— Y la otra cosa es mas bien un pequeño truco —dijo sonriendo y mirando a Adriana que del bolso que había dejado en el piso al entrar sacó otro cambio de ropa.

—Cuando te llame, siempre trae en tu bolso otro cambio de ropa, por lo que pueda pasa —dicho eso comenzó a reirse a carcajadas.

 

Cuando Sonia estuvo ya vestida, sentia que toda la ropa le apretaba, le quedaba demasiado chica, pero era mejor que ir sin nada, aunque se veia incluso mas puta.

 

—Bueno Sonia, puedes irte, Adriana tu tambien.

Sonia puso cara de desilución llegó con la esperanza de que Rodrigo le quitara la calentura, el se dio cuenta y le dijo.

—Tienes que ir a ver a Manuel, desde hace ya dos dias que no lo ves, ¿no quieres que sospeche o si?

—No señor, entonces me voy.

—Bien, no olvides comprar la ropa, y no olvides estar atenta al celular, recuerda que puedo llamarte en cualquier momento

—Si señor

Despues de esto Sonia salió de la oficina y se marchó por el elevador

 

“Señor” —¿Nada mal eh? —preguntó Rodrigo a Adriana quien solo sonrió, no nada mal.

—Que bueno que lograste tu objetivo con ella jefe, a ver si así me dedicas algo mas de tiempo, me tienes abandonada, dicho esto comenzó a sobarle el paquete.

—Siempre tengo tiempo para ti zorrita, comenzó a besarla mientras Adriana seguía acariciándole la verga por encima del pantalón.

—Por cierto ¿ya sabes que vas a hacer con ella?

—¿Que quieres decir?

—Si, a donde la vas a llevar, que cosas le vas a hacer.

—Oh, pues la verdad es que no lo he pensado, tenia pensado cogermela de todos los modos que se me ocurran.

—Pobre chica, llegó justo en el momento en que te quedas sin imagincación.

—Bien chica genio, ¿que sugieres?

—¿Porque no la llevas al club?

—¿El club?

—¿No lo conoces? ¿como es posible?

—Pues no, no sé de que me hablas, explicame.

—No es fácil de explicar,¿porque mejor no vas y lo ves? —De su bolso sacó su cartera, y de su cartera una pequeña tarjeta azul que decia solo “El Club” y una dirección en el centro de la ciudad

—¿El club? En serio este club se llama ¿El Club? ¿El Club Club?

—Por lo que mas quieras deja de decir esa palabra, si, se llama así, no es un nombre muy bonito, ya lo sé, pero el lugar te gustará, me sorprende que no lo conozcas.

—Pues estuve 25 años alejado de este tipo de cosas

—Cierto, no lo recordaba, tu matrimonio fiel hasta que un día despertaste con una erección y viste que no podías satisfacerte con tu esposa la vieja.

—Si, así fue exactamente dijo el sonriendo.

—Bueno, pasate hoy a revisar, abren de lunes a domingo, de 10 de la noche a 6 de la mañana, es un lugar exclusivo, así que se necesita invitación, en esa tarjeta está mi invitación para ti.

—Pues gracias

—No me lo agradezcas con palabras —dijo ella sonriendo

—El le bajó los pantalones y comenzó a penetrarla,y ahí estuvieron, cogiendo en la oficina por un rato.

 

 

A las 11 de la noche, Rodrigo llegó al lugar indicado en la tarjeta, era un callejón, y en medio del callejón pegada a una pared estaba una puerta «Qué cliché», pensó Rodrigo al tiempo que se acercaba a la puerta, llamó al timbre, la puerta se abrió y de ella salió un guardia de seguridad, un gorila como les suelen decir.

—¿Contraseña? —Preguntó con una voz curiosamente aguda para su apariencia.

—No tengo

—Entonces adios

—Espera espera, tengo invitación —le extendió la tarjeta con la mano para que el gorila la tomará, la examinó durante unos segundos.

—Espere aquí

Rodrigo quedó esperando afuera alrededor de un minuto, hasta que un hombre de traje blanco y un sombrero de catrin salió a recibirlo

—Oh usted debe ser Rodrigo, Adriana me habló de usted, es un placer conocerlo.

—El placer es mio —respondió por cortesía estrechando la mano del hombre.

—Bueno pues adelante… bienvenido al club.

Rodrigo entró por la puerta, y llegó a una especie de sala de visitas, donde habia muchos sillones, una televisión, consolas de videojuegos, sin duda era la zona donde los guardias tenian que estar para abrir o cerrar rápido la puerta principal.

—Antes que nada, Adriana me dijo que nunca antes habia escuchado de nuestro club, ¿Es cierto?, si, hasta hace unas horas no había escuchado de “El club club” el hombre sonrió.

—Ah eh escuchado esa broma mas de 500 veces y sigue pareciéndome graciosa — dijo con una risa que parecia genuina — lo cierto es que los dueños no se quebraron la cabeza al elegir el nombre, aunque hay quien dice que de hecho tenia otro nombre, hace muchos años, antes de… bueno, no importa, esa es una historia para otro dia, usted está aquí por nuestros servicios, como es nuevo, le daremos un tour por el lugar antes de que decida si registrarse o no.

Se paró frente a una puerta de madera que parecia dar hacia el verdadero club.

—Ahora si señor, Bienvenido al Club

Rodrigo quedó sorprendido, no porque fuera un lugar espectacularmente lujoso, si no por lo grande que era, podía ver al menos 5 pisos hacia arriba y seguro que seguían aún mas, y hacia el fondo ni siquiera alcanzaba a ver todo, en el lugar en que centró su vista era el centro de la sala, había ahí una especie de escenario vació, por lo demás en si era como cualquier otro club nocturno al que Rodrigo habia ido, habia tubos para que mujeres u hombres bailaran deleitando a los presentes, mesas, cuartos apartados donde, el supuso, iban parejas a coger, no entendía porque Adriana le había recomendado ese lugar.

La otra cosa que le sorprendía era la cantidad de gente que había, a pesar de ser un lugar tan extenso estaba muy lleno, en la planta baja exceptuando el escenario, los dos bares a cada lado de este estaban llenos, los asientos que rodeaban el escenario también, practicamente no se podia ni caminar por lo que podia ver de las personas que estaban ahí, se vio tentado a darse la vuelta y marcharse, pero el hombre del traje verde le sonrió y le habló.

 

—Bien, comencemos, después de usted, —hizo el ademán para cederle el paso, por lo que Rodrigo tuvo que aceptar y entrar aunque no tenia muchas ganas.

La música no era muy fuerte, así que no tenia problemas para escuchar al guia.

—Esta es la planta baja, como puede ver, o tal vez no si no tiene buena vista — dijo con una risa mirando hacia el techo, el club está dividido en 7 plantas.

—Espere, le interrumpió Rodrigo, ¿que es exactamente este club?

—Oh, perdone claro, olvidé que usted no sabia eso, bueno, el club es un lugar donde hombres y mujeres ofrecen servicios especiales, exclusivamente sexuales, a cambio de alguna remuneración.

—Entonces es un prostíbulo —Dijo Rodrigo decepcionado.

—Bueno, supongo que algunos lo llamarían así, pero no es exactamente eso, el club funciona un poco diferente.

—Explíqueme —dijo Rodrigo mas por cortesía que por verdadero interés.

—Con gusto, tome asiento por favor —Le señalo una mesa a un lado de ellos con dos sillas a los lados.

—Verá cuando usted se registra en el club, es necesario que registre a un compañero, ya sea hombre o mujer, pero uno tiene que estar por encima del otro, a uno lo llamamos “El maestro” y al otro lo llamamos “El esclavo”, el esclavo es quien ofrecerá sus servicios sexuales a otros dueños, mientras que el dueño podrá obtener los servicios de otros “esclavos”.

—Como un club de intercambio de pareja.

—Podría decirse en cierto modo, pero tampoco es exactamente así, pongamos por ejemplo que usted viene con su esposa, que seguramente será una mujer esposa, y usted es el esclavo, entonces si usted le interesa a alguna de las maestras, que no dudo que sea así, basta con ver como lo miran todas ahora —le dijo sonriendo —en ese caso, dicha maestra habla con su esposa, y negocian por usted, pueden negociar cualquier cosa no solamente el hecho de que su esposa se acueste con el esclavo de esa maestra, puede ser por ejemplo dinero, o cualquier cosa, así, si su esposa acepta lo que esa maestra le ofrezca, usted tendria que brindarle sus servicios a la maestra mientras su esposa espera, no necesariamente tiene que tener relaciones con nadie.

—¿Y estas remuneraciones pueden ser cualquier cosa?

—¡Exactamente! Cualquier cosa —dijo extendiendo los brazos como si estuviera en una feria, —en el club no hay nada ilegal, usted aquí puede intercambiar a su esclavo por cualquier cosa que quiera, lógicamente el esclavo volverá a su posesión cuando el maestro termine de usarlo sexualmente.

Rodrigo empezó a tener verdadero interés por el club.

—¿Y si el acuerdo incluye algo que el interesado no puede darme ahora si no fuera del club? —¿como se aseguran de que se cumpla lo convenido?

El hombre del sombrero sonrió —Ah veo que es un tipo inteligente, efectivamente, si cualquiera puede prometer que le dará algo a alguien fuera, bien podría no hacerlo, por eso tenemos un sistema para asegurarnos de que si se cumpla, cuando lleguen a un acuerdo, tienen que llamar a un representante del club, quien generará un contrato en cambio de que sea algo que se pueda dar aquí mismo, como dinero o un simple intercambio de esclavos, ambos maestros firman el contrato y pueden proceder a cumplirlo, en cambio, si el acuerdo exige algo que se dará fuera del club, lo firman y hasta que no se cumplan las condiciones no podría haber encuentros sexuales.

—Entonces, si llegó a un acuerdo de darle un coche a alguien que tiene una esclava que me gusta ¿no podré cogerme a la chica hasta que le de el coche?

—Así es, a menos que el maestro de la chica acepte que usted esté con ella antes de darle el coche, eso debe estipularse en el contrato, también debe estipularse la cantidad de veces que dicha esclava se acostaría con usted, si el acuerdo incluye algo de mucho valor el maestro puede aceptar que usted tenga sexo con su esclava varias veces, para asegurarnos de que ese contrato se cumpla fuera del club, ambos maestros tendrán que estipular una hora y un lugar para verse, y dos representantes del club estarán ahí para ver que efectivamente el contrato se cumpliera, acto seguido estipularán el día que pueden asistir al club para el “pago” por decirlo así entre el maestro y el esclavo como habían estipulado, una vez hecho efectivo el contrato, este se rompe y no queda constancia de su existencia.

—¿Que pasa si uno de los dos no acude a la cita?

—Depende, si puede comprobar que no acudió por una causa de fuerza mayor, entonces el pago se realiza cuando vuelva a estar disponible para hacerlo, estas causas de fuerza mayor solo incluyen la muerte de algún familiar realmente cercano (hijos, padres, esposa y hermanos) y la hospitalización propia por una enfermedad de urgencia.

—Entiendo

—En caso de que el ausente haya sido el deudor, y no pueda comprobar que su ausencia está verdaderamente justificada, será vetado de por vida del club y el club dará una compensación al acreedor, en caso de que la deuda no sea muy exagerada y esté en las posibilidades del club, nosotros la cubriremos, si no, haremos una auditoria y compensaremos con una cantidad de dinero.

—Me parece excelente, —¿y que hay del acto sexual en si? —¿puede realizarse fuera del club—¿

—No, el acto sexual entre el maestro y esclavo involucrados solo puede realizarse aquí en el club, para asegurarnos.

—Creo que entiendo si, —¿Entonces puedo hacerle cualquier cosa al esclavo?

—Me alegra que pregunte, no señor, en el contrato se incluyen una serie de aspectos que tanto el maestro como esclavo involucrados deben aceptar, si el esclavo no acepta explícitamente que quiere que usted la golpee durante el sexo, por poner un ejemplo, usted no puede hacerlo, de lo contrario será usted expulsado del club y multado con una gran cantidad de dinero, es por eso que el acto solo se puede realizar aquí, en las habitaciones tenemos cámaras de vigilancia, pero no se preocupe, esas cámaras solo son revisadas si ocurre algo fuera de lo estipulado, entonces intervenimos.

El interés de Rodrigo estaba en aumento, pensó en traer a Sonia como su esclava, miró a su alrededor, había mujeres bastantes sexys que le gustaría cogerse así como dejar que Sonia fuera cogida por otros hombres, la idea le excitaba.

—¿Y que pasa si un maestro quiere coger con otro maestro? ¿Está permitido?

—Si, pero para eso necesita mas que nada haber atracción mutua, que los dos estén dispuestos, no se permite que usted vaya y negocie acostarse con una maestra por ejemplo —Rodrigo sonrió pensando en la ironía de eso pues Sonia era maestra de escuela —Si dos maestros quieren acostarse, no es necesario que negocien nada, por lo tanto no habrá contrato, solo piden una habitación y listo.

—En el caso de los esclavos es diferente —Continuó el hombre haciendo caso omiso de la sonrisa de Rodrigo —Si dos esclavos tienes atracción mutua, ambos deben hablar con sus maestros, quienes tendrán que negociar el que sus esclavos lo hagan o no.

—¿Puede haber tríos entre un maestro y su esclavo con algún otro maestro o esclavo?

—Claro, también pueden tener sexo entre un maestro y su esclavo y otro maestro y su esclavo, o mas, las orgías están permitidas, ya sea con maestros y esclavos o solo con esclavos, si negocia, puede tener una orgía con muchos esclavos, aunque claro, no creo que esa negociación le salga barata.

—¿Y que hay de afuera del club? Si dos personas se atraen pueden tener sexo afuera, ¿Eso no lleva ningún castigo?

—Bueno, en caso de que dos personas se conozcan aquí y quieran seguir sus aventuras no pasa nada, pero claro, al firmar su contrato aceptan una clausula de confidencialidad sobre su vida afuera del club, no está permitido decirle a nadie en donde vive ni donde trabaja, tampoco su nombre en la mayoría de casos, pero bueno, no podemos hacer nada si por casualidad se encuentran en la calle, en tal caso pueden hacer lo que quieran, o si como en el caso de usted y la señorita Adriana, ya se conocían antes.

—¿No se puede decir el nombre la mayoría de las veces?

—Así es, aunque hay casos como el suyo, es bastante famoso en la ciudad, hay carteles de su rostro en las calles, es normal que la gente lo reconozca como el famoso vendedor de autos.

—Claro, —¿y que hay de lo que pasa aquí? ¿se puede hablar de ellos afuera?

—No, su clausula de confidencialidad estipula claramente que no puede hablar de que pasa aquí, pero si puede divulgar la existencia del club, como en el caso de la señorita Adriana con usted, puede invitar a personas que crea que pueden estar interesadas, aunque siempre debe dejarnos la explicación a nosotros

—¿Y porque me lo esta explicando a mi? No soy miembro del club

—El joven sonrió —Porque no tengo duda que se va a unir.

 

Rodrigo sabia que tenia razón, había decidido unirse hace rato, pero tenia aún un par de preguntas.

—No parece muy exclusivo —le dijo mirando la cantidad de gente que había en ese piso.

—Bueno, esta es la planta baja, aquí ponemos a los miembros que no pueden permitirse subir de planta, o no se lo han ganado, como verá, la mayoría de nuestros miembros son de esta clase, algunos son pandilleros, otros ladrones, algunos son estudiantes y hasta vagabundos.

—Entonces, hay mas plantas, y subir de planta cuesta dinero.

—Si y no, si hace una buena donación puede subir de planta, pero además hay algunas condiciones que tiene que cumplir, por ejemplo ser un miembro activo, que venga todos los días o que haya prestado a su esclavo mas de 100 veces sin ningún inconveniente, para subir de la planta 1 a la 2 por ejemplo, hay dos formas:

1. Donar 10000 dolares

2. Que su esclava o esclavo gané el premio de “Esclavo del mes”

De la planta 2 a la 3 hay otras dos formas:

1. Donar 20,000 dolares

2: Que su esclavo o esclavo haya hecho mas de 100 contratos sin que ninguno haya tenido inconveniente de parte del maestro que la contrata.

 

Pero para subir de la planta 3 en adelante, cada una tiene condiciones que son secretas y solo los que están en esas plantas conocen, cuando firme, eso también está estipulado en el contrato, no puede divulgar las condiciones a miembros de plantas mas bajas.

—¿ Los miembros de plantas mas altas solo pueden hacer negocios entre ellos?

—No, los miembros de plantas altas pueden bajar a hacer negocios, pero los miembros de plantas bajas no pueden subir, esto porque obviamente entre mas alta sea la planta, menos clientes hay con quien hacer negocios, a cambio de haber menos clientes, a partir de la cuarta planta hay ciertas prestaciones para los clientes que solo los miembros de esas plantas conocen.

—Vaya, pues que interesante.

—Otra pregunta ¿El esclavo puede venir solo sin su maestro y hacer negocios?

—No, el maestro tiene que estar presente en todo momento de negociación, solo hay dos exclusiones a la regla de que los esclavos pueden entrar sin maestro, la primera es que haya un contrato que se hizo con anterioridad pero debe cumplirse esa noche, en cuyo caso, el esclavo puede venir, tener relaciones con el acreedor y marcharse, sin necesidad de su maestro.

—¿Cual es la otra condición?

El hombre volteó a ver un joven que pasaba cerca de ahí —Oye tu, acercate —El joven así lo hizo

—¿Ve estos botones? —Dijo señalando a un botón para la ropa que el joven traía en la camisa, era de color rojo oscuro.

—Si, esa iba a ser mi siguiente pregunta, veo que muchos usan uno.

—Bueno, estos se usan para anunciar la condición sexual del esclavo, el rojo significa que esa persona es heterosexual, el morado que es gay, y el verde que es bisexual, eso se hace para evitar momentos incómodos.

Rodrigo asintió aunque no entendía que tenia que ver con la segunda condición.

—Pero existe otro botón, el botón dorado, este botón indica que el esclavo puede tener relaciones con quien el quiera por una noche, sin tener que firmar contratos, no muchos maestros dejan que sus esclavos usen ese botón, ya que para evitarnos problemas solo se permite usar una vez al año, aunque curiosamente ayer un hombre le dio el botón a su esclava, la pobre acabó casi destrozada, se acostó con 15 hombres uno tras otro, era una pobre drogadicta que lo hizo para satisfacer a su novio, un ladronzuelo de poca monta, si hubiera venido ayer, tal vez lo hubiera visto, son espectáculos dignos de ver, no es muy frecuente, pero tampoco es tan raro que el dueño le de ese botón a su esclavo, este año ha pasado una vez al mes.

 

Rodrigo estaba maravillado ante el nivel de organización del club, y se preguntaba como demonios no había escuchado de el antes.

—Está bien dijo al fin ¿Donde firmo?

Sigame, por favor —se levantó de la silla y lo guió hasta un ascensor, subieron hasta el décimo piso.

—Esta la última planta, aquí solo pueden entrar los clientes mas distinguidos, actualmente soy hay 3 personas que tienen derecho a estar en esta planta, y claro, las oficinas centrales están aquí, solo pueden entrar los clientes de plantas bajas si vienen acompañados de representantes del club.

Entraron a una oficina muy lujosa, donde el hombre le indicó que se sentara y le pasó un contrato.

—Antes de firmar léalo —Rodrigo así lo hizo, de pies a cabeza.

—Todo está bien —dijo al finalizar

—Perfecto, entonces, ¿Desea hacer una donación o quiere iniciar desde la planta baja?

—¿Puedo iniciar en plantas altas?

—Solo se permite donaciones para subir hasta la tercera planta, el precio es 20,000 dolares, a partir de ahí los clientes tendrán que subir por sus propios meritos.

Rodrigo pensó que 20,000 dolares era mucho dinero solo para subir un par de plantas, pero tenia curiosidad.

—Está bien —¿Aceptan cheques?

—Por supuesto.

 

Luego de pagar y firmar el contrato, el hombre le entregó a Rodrigo los 4 botones en una caja aterciopelada, y por último le dijo.

—Esté atento a su teléfono, cada día la contraseña es enviada por mensaje a los maestros para que puedan entrar, si pierden la contraseña, no podrá entrar ese día.

—Está bien

El hombre acompaño a Rodrigo de vuelta a la planta baja y luego hasta la salida.

—Bueno señor Rodrigo, lo esperaremos con ansias.

—Aquí me tendrá con mi esclava, delo por hecho.

 

Rodrigo subió a su auto bastante contentó, había encontrado un lugar muy interesante.

 

3 horas antes…

Sonia llegó a su casa bastante molesta pues llevaba caliente todo el día, quería coger.

Entró y vio a Manuel en el sofá, sentado.

—¿Donde estuviste ayer?

—Con una amiga ¿algún problema?

—Si, que no me llamaste para decirme que no ibas a llegar a dormir, estaba preocupado.

—Lo siento, pero no quería hablar contigo, estaba molestaba

—¿Porqué?

—Pues porque tu habías preferido irte con tus amigos a tu fiesta y me dejaste sola, además escuché en tu llamada a una mujerzuela que te llamaba “Manu”, seguro eran muy amigos para que te llamara así

Manuel comenzó a sudar, esperaba que no lo hubieran descubierto

—Ya sabes que en esas fiestas contratan edecanes, y se toman muchas confianzas

—Si claro, y seguro hiciste el amor con ella, conozco esas fiestas, para eso las contratan, y tal vez las llames edecanes, pero yo las llamo por lo que son… putas.

—No fue así, no me acosté con nadie, lo juro

—Pues no te creo.

Manuel se puso a la defensiva —¿Que hay de ti? —¿Como sé si por el despecho de creer que te engañe no fuiste e hiciste lo mismo?

—¿Como te atreves a dudar de mi?

—Durante casi dos años no te he demostrado más que fidelidad, ¿sabes cuantos hombres me desean? ¿cuantos se me quedan viendo cuando paso?¿Cuantos se me han insinuado o hasta han intentado comprarme? Pero yo siempre me he negado, porque yo te amo a ti y te soy fiel —mintió enfadada

—Si no me crees, llama a Erika, ella te confirmará que me quedé con ella toda la noche y vimos peliculas, yo me voy a dar un baño —entró a cuarto azotando la puerta, no creia que Erika la delatara, pero por si acaso, aprisa le mando un mensaje para que confirmara lo que ella habia dicho si Manuel la llamaba.

 

—Si Manuel, Sonia estuvo conmigo, vimos películas, tres, no paraba de llorar y por mas que intentaba hacerla sentir mejor solo quería ver películas de desamor, no sé que le hayas hecho porque no me lo dijo, pero mas te vale que mañana que la vea me diga que ya le pediste perdón, ahora voy a colgar, no quiero seguir hablando contigo porque recuerdo como la vi anoche llorar.

Erika colgó el teléfono y volteo a ver al hombre en su cama, era Gonzalo.

—Y ahora señor, usted me va a decir exactamente lo que pasó en su oficina con Sonia —dijo sonriendo y acercándose lentamente en forma erótica a la cama.

 

 

Sonia se estaba dando una ducha con agua fría, pero ni así lograba bajarse la calentura, pensaba en como Adriana le había masajeado las tetas, como le había metido los dedos en la vagina, pensaba en la noche que había pasado con Rodrigo, la mejor de su vida, como la había convertido en una mujer completa con esa verga tan exquisita que tenia.

Pero para su sorpresa, en lo que mas pensaba era en el gordo director, Gonzalo, como ella mostró su lado de puta para el, incluso le mostró su vagina con su cruce de piernas y una de sus tetas, pensaba en como se había empapado solo por eso… se dijo a si mismo que seguiría jugando con el director por mas tiempo.

Al salir de ducharse seguía caliente, no sabia que hacer hasta que vió su cama, el lado donde Manuel duerme, «¿Porqué no?, Se dijo «Es mi esposo, solo había cogido con el hasta ayer»

Sonriendo, salió de la habitación solo vistiendo su ropa interior, un bikini rojo bastante sexy, se colocó detrás de Manuel que estaba viendo una pelicula sentado en el sillón.

Sin voltear el le dijo —Perdón por dudar te ti amor, no debí.

—No, no debiste —respondió ella con voz sexy

—Te prometo que no me acosté con ninguna chica, ¿que debo hacer para que me perdones?

Sonia se dejó caer en sus hombros, estiro sus brazos y comenzó a acariciar su pene por encima del pantalón, —Se me ocurre algo —dijo dandole un beso.

 

 

 

Ese fue un sexo muy aburrido, Sonia había tenido que fingir sus gritos, la verga de Manuel era pequeña en comparación con la de Rodrigo, y si Erika no mentía, debía ser pequeña en comparación con la de Gonzalo, ahora estaba segura que nunca había estado realmente satisfecha con el, solo se engañaba.

Miró el reloj, eran las 12:30, Manuel ya estaba roncando.

Salió así como estaba, desnuda, a la sala encendió un cigarro y comenzó a fumarlo, tosío ante el golpe del cigarro, parecía que nunca se acostumbraría, aunque si algo la caracterizaba era su terquedad, si se lo proponía, sabía que lo iba a lograr.

Seguía caliente, así que se le ocurrió una travesura, se levantó del sillón, miró por la ventana, afuera no había nadie, ni una luz prendida, abrió la puerta, justo cuando estaba a punto de salir, su telefonó sonó, por suerte, lo había dejado en la sala, si estuviera en la habitación habría despertado a Manuel.

Lo miró y sonrió, era Rodrigo, al parecer era cierto que la podría llamar en cualquier momento.

—Hola —dijo con voz alegre

—Hola putita, ¿que haces despierta aún?

—Estaba esperando tu llamada —le dijo

—Quiero que salgas ahora mismo de tu casa, esperame en la acera, voy a ir ahora mismo, en 3 minutos estoy ahí.

—Si señor

Sonia lo hizo, pensando que de cualquier modo iba a salir así como estaba, excitada se paró en la acera desnuda, el frió de la noche hacia que sus pezones se pusieran erectos.

Llevaba un minuto cuando vio venir una motocicleta en la distancia por la calle, pensó en entrar a la casa, pero si Rodrigo llegaba y no estaba ella afuera seguro se molestaría, además, el que alguien la viera la ponía mas cachonda, así que esperó.

El motociclista la vio, redujo su marcha para ver a la mujer desnuda, ella lo saludó, el hombre no se lo podía creer, siguió su marcha aunque estuvo tentado a detenerse para admirar mas a esa mujer, después de eso todos los días que pasaba por esa calle tenia la esperanza de volver a verla… no fue así.

Puntual, a los tres minutos llegó Rodrigo, cuando vió como estaba Sonia se puso a reir, le abrió la puerta

—Vaya vaya putita ¿perdiste tu ropa?

—No señor, solo pensé en recibirte así.

—Pues muy bien pensado —dijo antes de comenzar a comerle la boca.

Después de besarla arrancó el auto, solo avanzó hasta una cuadra mas adelante.

—¿Como te fue con Manuel?

—Bien, acabamos de coger

—Vaya ¿Qué tal estuvo?

—No muy bien, no mejor que tu desde luego.

—Eso lo sé.

—¿Fuiste a comprar la ropa como te dije?

—No señor, no pude, pienso ir mañana.

—Bien, mas te vale que compres ropa sexy, mañana a esta hora volveré a llamarte y mas te vale que estés esperándome en la acera con ropa que hayas comprado, quiero verla

—Si señor

—Y preparate, el Sabado te voy a llevar a un lugar, así que ve pensando una excusa, porque si me da la gana no regresarás a ver a Manuel hasta el lunes.

—¿A donde vamos a ir?

—Es un secreto —Sonia no preguntó más

—Ahora —Se sacó la verga del pantalón

—Quiero que me des un beso de buenas noches

Sonia sonrió y de inmediato se inclinó sobre la verga de Rodrigo y comenzó a chupársela

Estuvo cinco minutos así antes de que Rodrigo se corriera en su boca como ayer, y ella obviamente se tragó todo lo que pudo.

—Bueno, tengo que irme, bajate.

Ella lo hizo.

—Ahora camina hasta tu casa así desnuda.

—Si señor

Rodrigo encendió el auto y se fue, Sonia quedó ahi parada a media calle, desnuda y aún caliente, puso rumbo a su casa esperando que nadie la viera, nadie lo hizo.

 

 

Al día siguiente se levantó para ir a trabajar, se duchó, se vistió y subió al auto, estaba ansiosa por llegar, quería ver a Gonzalo para seguir jugando con el, queria excitarlo de alguna forma mientras ella se excitaba también, y se le habia ocurrido una forma.

Llegó a la escuela 5 minutos antes de la hora, el director como siempre estaba en la puerta recibiendo a los alumnos y profesores, al verla sonrió

—Buenos días maestra Sonia

—Buenos días señor director —ella le respondió también con una sonrisa.

—Veo que anoche no fue una gran noche

—No, por desgracia —respondió ella acercándose al oído del director cuidando que nadie la viera —Pero tal vez sea un gran día —dijo y siguió su camino.

La oficina del director estaba cerca de la entrada, pero estaba puesta de forma que no se podia ver desde ella pues la puerta estaba por la pared contraria, cuidando que nadie la viera, entró a la oficina.

El olor a sudor del director estaba en esa oficina incluso cuando el no estaba, lo resistió, se acercó al escritorio, de su bolso sacó unas braguitas que había traído de su casa, abrió el de arriba y las dejó ahí, luego tomó una pluma y sobre un papel escribió su número de teléfono, salió de la oficina sonriendo.

 

10 minutos después, con la clase ya empezada sonó su teléfono, era un número que no conocía.

—Hola

—Hola maestra Sonia, parece que encontré algo suyo en mi escritorio.

Sonia salió del salón de clases

—¿Le gustó mi regalo? Es en compensación por haber venido sin ellas ayer

—Me encantó maestra

—Que bien, tal vez pueda usarla para hacer ciertas cosas son mano derecha

—Oh, lo haré maestra, lo haré

y le colgó, Sonia entró muy cachonda a su aula y siguió impartiendo sus clases, hasta que una hora después una maestra con la que Sonia no habia hablado nunca entró en el aula.

—Maestra Sonia, el director necesita verla en su oficina, al parecer urgente

—Está bien pero ¿Qué pasa con los niños?

—Yo los cuidaré mientras usted está en la oficina del director

—Ok —sonrió —Niños, pórtense bien y háganle caso a la maestras

—¡Si maestra! —Contestaron todos en coro

Sonia sabia para que la llamaba el director, esta vez no llevaba falda, asi que lo que hizo fue bajarse el pantalón un poco más en las caderas, de modo que su tanga fuera visible, al igual que ayer, se desabrochó dos botones de la camisa.

Al llegar a la oficina golpeó la puerta.

—Pase —dijo el director de inmediato

—Maestra Sonia, tome asiente —dijo el director sonriendo —Ella así lo hizo.

—Tengo algo para usted —dijo poniendo la braga en la mesa.

Sonia la tomó, estaba pegajosa

—Parece que si que hizo algunas cosas —le dijo sonriendo

—Así es maestra fue divertido

—Me alegro, ¿y ahora que quiere hacer? —dijo Sonia con voz picara

—Muchas cosas maestra

—¿Como cuales? Tal vez pueda ayudarlo

—Estoy seguro que puede —dijo poniéndose en pie y acercándose a ella

—¿Ah si? —ella también se puso de pie.

El la acercó a el, su aliento apestaba, pero a ella no le importó, estaba excitada

—Desde que llegó a esta escuela he querido cogermela.

—Lo sé

El comenzó a recorrer su culo con sus manos, ella sé dejaba hacer mientras sonreía

—Tiene muy bonitos ojos director —Era verdad

—Gracias —siguió jugando con el culo que llevaba años soñando

Sonia estaba muy cachonda, sentir esas manos gordas jugar con su culo la estaba poniendo a mil

El comenzó a besar su cuello, ella comenzó a soltar gemidos.

Subió su boca a sus labios y comenzó a besarla, ella al principió sintió asco por el olor, pero respondió al beso, por un minuto sus lenguas jugaron entre si, eso hacia que Sonia se pusiera aún mas cachonda.

El pasó su mano derecha del culo a su vagina.

—No —dijo Sonia retrocediendo y empujando a Gonzalo —No puede tocarme ahí

—¿Porqué no? Preguntó el visiblemente confundido.

—Tengo novio

—Según sé, tiene dos novios

Sonia sonrió, sabía que Erika le habría contado, quien sabe quien mas lo sabría.

—No importa cuantos, mi vagina solo la puede tocar mi novio… o novios, y de sexo es igual, solo me pueden coger mis novios.

—¿Entonces Porqué no tener tres? Preguntó el volviendo a tomarla de la cintura, ella se dejó

—Porque… —respondió ella acariciando su mejilla y dandole un beso tierno en los labios —Usted ya tiene a Erika

El no se sorprendió sabia perfectamente que Erika le contaba todo a Sonia.

—¿Y eso que?

—No puedo ser novia del novio de mi mejor amiga

Gonzalo volvió a acariciar el culo de Sonia

—¿Porque no?

—No sería buena amiga si lo hiciera —Ahora fue ella la que comenzó a besarlo, metió su lengua hasta el fondo y comenzó a jugar con la de el.

—¿Quieres que la deje?

Sonia se sorprendió —¿Lo haría?

—Por ti, haría lo que fuera

Sonia sonrió —Bien, si quieres ser mi novio, antes de que termine el día tienes que haberla dejado.

—Lo haré de inmediato —dijo el hundiendo su cara en el escote de Sonia.

—¿Te gustan?

—Me encantan

Sonia se alejó de el, se desabrochó completamente la camisa y se la bajó hasta mitad de hombros, se dio la vuelta —Desabrochalo —le dijo refiriéndose al sujetador.

Gonzalo así lo hizo, Sonia se giró quedando de frente a el quitándose por completo el sujetador con lo que sus tetas quedaron completamente visibles, Gonzalo nunca había visto tanta perfección.

Ella le entregó el sujetador —Toma, una prueba de que te creo —dijo sonriendo —si quieres mas —se acarició las tetas— cumple tu promesa, pero si para la hora de salida no haz terminado con ella, no te volveré a dirigir la palabra.

Se abrochó la camisa de nuevo, que era tan delgada que sus pezones se veían claramente, salió por la puerta y sabía que estaba mucho mas mojada que ayer.

 

Volvió al aula y entró disimuladamente, la maestra estaba distraída escribiendo cosas en el pizarrón, se agachó de modo que no pudiera ver sus pechos

La maestra notó su presencia y se soprendió.

—No la había notado maestra

—Acabo de llegar —Sonrio

—Bueno, entonces me voy, tiene un gran grupo, —si lo sé dijo Sonia, luego nos vemos —dijo con un tono que dejaba claro que quería se fuera

La maestra se fue ofendida, tras lo cual Sonia enderezó la espalda y dejó visibles sus pezones erectos para sus alumnos, que no entendieron nada porque apenas tenían 6 años

 

Era hora del recreo cuando Sonia escuchó un golpe en su puerta al cerrarse, volteó la mirada y vio a Erika hecha una furia

—¡Maldita puta! —le gritó —Nunca creí que tu me harías esto

—¿De que hablas?

—Tu sabes bien de que hablo, le pediste a Gonzalo que me dejara para poder cogerte a ti, acaba de mandarme a la mierda

Sonia se soprendió, no esperaba que realmente lo hiciera

—Bueno —dice Sonia con una voz altanera —Tu me dijiste que lo probara, ahora lo quiero solo para mi.

Erika se acerca hace el movimiento de darle una cachetada

—Espera espera espera —le detuvo la mano como pudo

—Era broma amiga, era broma

—¿Broma? A mi no me parecio eso, me mandó a la mierda bien clarito.

—Te lo juro amigo, fue una broma es cierto que se lo pedí, pero se lo pedí en broma, queria ver si me deseaba tanto como para dejarte, parece que si —dijo sonriendo— llamalo, dile que venga y le explicaré todo.

—¿De verdad?

—Claro —respondió Sonia riendo.

 

Erika llamó a Gonzalo y le dijo que fuera al aula de Sonia, 2 minutos despues llegó y vio a ambas chicas cruzadas de brazos

—¿De verdad tan poco te importo que me botas a la primera que alguna zorra te lo pide?

—Yo…

—No me interrumpa

—Bueno, no lo regañes tanto —dijo Sonia —el solo quería disfrutar de estas —se tomó los pechos poer encima de la camisa y se puso a jugar con ellos.

Se acercó a Gonzalo y tomando su cabeza, la llevó directo a su escote —¿Verdad? —Gonzalo asintió entre las tetas.

—Tu también callate Zorra —dijo Erika algo molesta

—La verdad es que no esperaba que lo hiciera, pero cualquier hombre capaz de dejarte a ti por mi, merece ser mi novio

Luego sacando a Gonzalo de su escote lo miró y le dijo —Era broma tontito, no tenias que dejarla, solo era una prueba y la pasaste con 10

—¿En serio?

—Si gordito, a partir de hoy, eres mi tercer novio —dijo dándole un beso en la boca, el mas largo hasta ahora.

Erika solo observaba con los brazos cruzados, aunque luego de un rato sonrió

—Bueno, supongo que dado el resultado, te perdono

Se acercó y quitandoselo a Sonia, también comenzó a besarlo.

Sonia se rió

—Bien, ya que eres mi tercer novio —dijo cuando los otros dos terminaron de besarse —hay que dejar claro una regla, Rodrigo es mi novio principal ahora, así que si el me llama, iré con el, por lo demás, podremos divertirnos cuando sea.

—¿Porque no hoy al salir del trabajo? —dijo Erika

—No, hoy tienes que acompañarme a comprar ropa, Rodrigo quiere que me vista mas sexy

—Bueno, es una pena pero está bien, te acompañaré, —lo siento Papi, otro dia será —dijo dandole otro beso a Gonzalo.

—De hecho “Papi” —dijo Sonia imitando sarcásticamente el sobrenombre —¿Que ropa te gustaría que compráramos para vestirnos para ti?

—Yo prefiero verlas desnudas

Ambas chicas rieron, Sonia, cachonda como estaba se desabrochó la camisa —¿Así?

—Vaya puta —dijo Erika riendo

Sonia sonrio, se le ocurrió ir mas allá y ante sorpresa de ambos se quitó completamente la camisa y se la lanzó a la cara a Gonzalo.

—Toma papi te la regalo

Erika boquiabierta dijo: —Que buena estás

—Lo sé —respondió Sonia sonriendo —Ahora, papi vete antes de que lleguen los niños.

Gonzalo empezó a caminar hacia atrás sin dejar de ver las tetas de Sonia.

—Espera —dijo ella acercándose a toda prisa, lo que hizo que sus tetas rebotaran — tu beso de despedida —Y le dió un beso súper cochino, Gonzalo lamia sus labios y el exterior de la boca y también metía su lengua dentro de la boca de Sonia.

Al terminar Gonzalo se fue mientras Sonia cerraba la puerta y giraba para ver a Erika —Dios, como me puse —dijo sonriendo.

—Me di cuenta —¿Que vas a hacer ahora? Estás desnuda

—Dame tu sweter —dijo Sonia —Erika llevaba un sueter negro muy ajustado

Erika se lo quitó revelando así que solo llevaba abajo una playera verde muy ajustada, donde se le marcaban los pezones.

—Vaya

—No me culpes, después de lo que vi…

—¿Fue excitante cierto?

—Si, y eso que aún no has probado la mejor parte…

—Mas te vale que su verga sea tan buena como me dijiste, porque si no, no te volveré a hablar

—Ya verás que no querrás probar otra —dijo Erika saliendo del aula.

 

 

Al finalizar la escuela ambas fueron a comprar ropa a la boutique que Rodrigo le había dicho a Sonia, compraron mucha, desde vestidos hasta micro bikinis, sobre todo el que el mismo Rodrigo le había pedido, uno rojo que apenas cubría los pezones y su vagina.

Dos horas después salieron de la tienda y se dirigieron a casa de Erika para dejarla ahí y probarse algunos modelitos, se veian espectaculares con todos, Sonia aprovechó para pedirle a Erika que le tomara una foto con un conjunto de minifalda y top para mandársela a Gonzalo.

 

 

Despues de mucha ropa y muchas risas, se despidieron Sonia se fue directo a su casa donde Manuel no estaba esperándola, poco le importó, se sentó en el sofá y se puso a ver una película,

A las 11 de la noche recordó que Rodrigo le había dicho que iba a llamarla, así que se preparó para ponerse alguna de las prendas que compró, recordó el bikini y decidió que ese sería, ahí mismo en la sala se desnudó y se lo puso, Manuel aún no regresaba, así que era probable que regresara mientras ella estaba vestida así, decidió llamarlo pero no respondió.

 

Hora y media después su teléfono comenzó a sonar

—Hola

—¿Hola perrita, estas lista?

—Si señor

—Bueno, esperame en 3 minutos

Sonia salió de su casa, nuevamente el aire frio hizo que sus pezones se pusieran aún mas erectos.

Se paró en la acera, esperó 3 minutos y Rodrigo llegó puntual.

Le abrió la puerta y ella entro, el, sin decir una sola palabra arrancó el auto, está vez fue mas lejos que la noche anterior, varias calles mas lejos.

Se detuvo frente a una tienda de autoservicio de las que abren 24 horas al día

—Bien putita, noto que compraste el bikini que te dije

—Si señor

—Te ves preciosa

—Gracias señor —Sonia se ruborizó, era la primera vez que le decía preciosa y no “buena”

El se acercó a ella y comenzó a besarla, no salvajemente como otras veces, si no lento, dulce, ella correspondió el beso, fue el beso mas largo de su vida y uno de sus favoritos.

Cuando terminaron, Rodrigo dijo:

—No te imaginas cuantas ganas tengo de cogerte

—Y yo de que me cojas

—Hay un problema, no me gusta coger sin cigarros, y no los traje.

Sonia se decepcionó, ¿De verdad no se la iba a coger solo por eso?

—Que bien que ahí hay una tienda

Sonia lo miró incrédula… ¿Le estaba pidiendo lo que ella pensaba?

—Ve a comprarme una caja de cigarros

—Pero señor…

—Sin peros, recuerda que accediste a obedecerme

—Si señor pero…

—¿Acaso no quieres que te coja? Sin cigarros no lo voy a hacer

Sonia suspiró, sabía que negarse era inútil, abrió la puerta y salió del auto, el frio le caló ondo

Con cada paso que daba, se notaba mas confiada, su lado exhibicionista empezaba a ganar terreno, abrió la puerta de la tienda, el dependiente no levantó la mirada, ella suspiró, lo conocía, era Martin, amigo de Manuel, muy amigos de hecho, sabía que el le contaría esto, pero no podia arrepentirse, no queria que Ricardo la votara.

Se acercó a la barra —Buenas noches, unos cigarros —dijo nerviosa

El dependiente alzo la mirada de su teléfono entonces y la vio.

—Wow —dijo con la boca abierta

Sonia le puso la mejor sonrisa que fue capaz de formar, pero despues de 30 segundos se desesperó

—Unos cigarros por favorita

—Si si claro… ¿Sonia eres tu?

—Si Martín, soy yo

—¿Que haces aquí?

—Salí a tomar un poco de aire —respondió ella de forma sarcastica

—¿Vestida así?

—Si, vestida así, ¿me das los cigarros por favor?

—¿Tu fumas?

—No son para mi —de inmediato se maldijo, no debió decir eso.

—¿Para quien entonces? Manuel no fuma…. Ah ya entiendo, el que está en el auto no es Manuel, ¿Verdad?

Sonia se limitó a sonreir

Martín le dio la caja de cigarros, y se quedó esperando el pago, Sonia maldijo a todo el mundo, no traía dinero, olvidó que en su atuendo actual no había lugar para el dinero.

—Escucha Martin, dejame ir al auto por dinero y volveré a pagarte.

—Ah no, ni hablar, ya me han hecho ese truco, si quieres los cigarros paga ahora, o dejalos, ve al auto y luego vuelves a pagarlos.

Sonia sabia que ninguna era opción, Rodrigo no aceptaría que volviera al auto con las manos vaciás así que no podía dejar los cigarros, así que suspirando se le acercó por encima de la barra del mostrador

—Escucha Martin, seguro que podemos… llegar a un acuerdo, ¿Qué tengo que hacer para que olvides que me viste, y para que me dejes llevarme los cigarros?

—Dame una mamada —respondió de inmediato, a Sonia no le sorprendió, solo tenia 19 años, seguramente se habia masturbado pensando en ella y no creyó que esta situación pudiera pasar.

—Está bien dijo ella rodeando el mostrador, se puso de rodillas al llegar a la caja registradora y comenzó a bajarle los pantalones, de repente frente a ella, como impulsada por un resorte, saltó una verga nada despreciable, no era tan larga como la de Rodrigo, pero era bastante grande.

—Vaya no está mal

—¿Es mas grande que la de Manuel?

—Si —admitió Sonia

—¿Es mas grande que la del hombre del auto?

—jajaja tampoco te creas tanto muchacho

—Ya veo…

—No te desanimes —dijo Sonia comenzando a masturbarlo —Es bastante buena, si aprendes a usarla, seguro tendrás muchas mujeres

—¿Me enseñarías?

—No, no tengo tiempo

—¿Y otro día?

Sonia lo miró con ternura —Te diré que, si te portas bien despues de esto, y no le dices nada a Manuel, tal vez otro dia pase por aquí de nuevo… con mas tiempo. —Le guiñó el ojo y comenzó a chupar la verga.

15 minutos despues salió de la tienda y se dirigió al auto.

—Te tomó mucho tiempo

—Si, hubo complicaciones.

—Lo vi, ¿Te gustó su verga?

—No está mal, pero prefiero la tuya

—Lo sé putita.

Arrancó el auto, se dirigió a un lugar aún mas alejado, justo al terreno abandonado donde la había enseñado a conducir.

—¿Que hacemos aquí?

—Ya lo sabes, hoy vamos a coger aquí

—¿Aquí al aire libre?

—Así es, pero primero, hazme lo mismo que le hiciste a ese chico.

La tomó de la cabeza y la llevó directo a su verga que ya se habia sacado.

Sonia sin perder tiempo comenzó a chuparla en esa posición

No se entretuvo en besos ni preliminares, la tomó y se la insertó toda en la boca, y comenzó a subir y bajar

La saboreaba como loca, dejando caer hilos de saliva, no se separaba de ella mas que para respirar, quería seguir chupando, quería sacarle el semen, saborearlo… y lo logró, después de varios minutos, la corrida de Rodrigo inundó su boca, ella intentó tragarla toda, pero no lo logró.

—No estuvo mal, tragaste mas que la última vez.

Ella le sonrió.

—Bueno, sal del carro

Así lo hizo.

De nuevo, el frio de la noche le heló los huesos, pero en cuanto Rodrigo la tomó de los hombros, la inclinó sobre el cofre del auto y sin decirle nada comenzó a penetrarla, el frio desapareció.

Había extrañado esa verga, un día sin ella fue demasiado.

Rodrigo la embestía con fuerza, en esa posición era fácil para el llegar hasta el fondo de su vagina.

Ella gemía y gritaba con todas sus fuerzas, sabía que ahí nadie podía escucharla, apoyada como estaba sobre el cofre sentía el calor del motor en sus pechos, y en su vagina el calor del pene de Rodrigo que siguió embistiéndola.

—¿Te gusta perra?

—Si señooooor

Rodrigo aceleró el ritmo de las embestidas, estaba por correrse, y esta vez lo haría dentro, así que no sacó su verga en ningún momento, chorreó todo su liquido dentro de la vagina.

Sonia sintió la corrida de Rodrigo y gimió con mas ganas, le gustaba la sensación de ese liquido caliente dentro de ella.

Rodrigo sacó su pene y observó como quedaba recargada sobre el auto y con el culo en pompa, la tomó en brazos y acostándose de espaldas en el cofre del coche la acostó sobre ella, comenzó a acariciar su cuerpo mientras besaba su boca

—Me encantas —dijo dándole un beso

—Lo sé, tu también me encantas —ella le devolvió el beso —de no ser por ti, ahora no habría experimentado este placer.

—De no ser por mi, ahora estarías en tu cama, con mi hijo y pasarías los siguientes meses planeando su boda y su vida juntos.

—¿Que te pasa? Hoy estás melancolico

—Nada, solo pensé en la suerte que tengo de poder estás así como estoy ahora con la chica mas hermosa de la ciudad.

Sonia sonrió

—Yo soy quien tiene la suerte de haber conocido a alguien como tu, solo hemos estado juntos dos veces, pero me has enseñado mas placer que todos los hombres que conocí antes que a ti.

Rodrigo la levantó de la cintura y colocandola justo encima de su pene erecto, la ensartó en el, ella dio un grito de placer

—¿Placer como este? —preguntó Rodrigo mientras con sus manos guiaba el movimiento hacia arriba y abajo de las caderas de Sonia

—Siii me encanta esto

Estuvieron cogiendo por media hora mas hasta que Rodrigo dijo —Vamos a tu casa

—¿Y si Manuel está ahí?

—No lo va a estar créeme

Sonia dudando entró al auto

—¿Como sabes que no estará en la casa?

Rodrigo le mostró entonces las fotografiás que había obtenido de Diana

Sonia las miró y suspirando dijo

—Ya sospechaba que me engañaba ¿está con ella ahora?

—Si

—Pues ojalá lo esté disfrutando, no me importa…

—Hay más —dijo Rodrigo tragando saliva —Yo le pagué a esa chica para que sedujera a Manuel

—¿Qué? —Sonia soltó el telefono

—Lo siento, fue una especie de plan, creí que si pensabas que te engañaba, estarías mas abierta a hacerlo tu tambien… te deseaba tanto

—¿Es tu culpa que Manuel se portara tan mal conmigo?

—Si

—¿Y me lo dices ahora, despues de haberme cogido, de mandarme a comprar ropa para ti, que tratarme como puta?

—Lo siento

—No sientes un carajo, detén el auto, no quiero estar contigo un segundo más.

Rodrigo lo hizo

Sonia abrió la puerta

—Espera, Sonia

Ella no respondió, simplemente bajó del auto caminó, así como estaba, prácticamente desnuda, llena de semen en su interior, hizo todo el camino a su casa, llorando.

 

Una hora después llegó a casa, como había dicho Rodrigo, Manuel no estaba, eran las 3:30 de la madrugada y no había vuelto, prefería quedarse a coger con otra que con ella, no lo entendía, ¿Porqué Manuel prefería estar con otra? ¿Que había hecho mal ella para que el no quisiera pasar el tiempo con ella?, Nada hubiera pasado si su prometido se hubiera negado a hacer el amor con esa mujer, seguirían con su vida tranquila.

Nada de esto hubiera pasado si Rodrigo no se hubiera entrometido en su relación, se dijo mientras se dejaba caer en la cama, aún había manchas de llanto en su rostro aunque ya no lloraba.

Estuvo 30 minutos solo así, acostada, observando el techo.

Cuando escuchó ruidos en la casa de enfrente, seguramente era su vecino que llegaba borracho a casa una vez mas.

Se levantó y fue hacia la ducha, estuvo por 20 minutos sintiendo como el agua le caía en el rostro, mientras meditaba…

Tal vez no todo era culpa de Rodrigo, pensaba ya mas calmada, es cierto que el manipuló la situación para que ella se sintiera sola y de cierta forma buscara su compañía, «Pero yo también tengo culpa» pensó para sus adentros.

Si, es cierto, si ella hubiera sido tan decente como pensaba, no se hubiera sentido atraída por su suegro el mismo día que lo conoció, no hubiera anhelado su compañía por mas que estuviera dolida con Manuel, una mujer decente, habría intentado hablar con su novio, no se habría lanzado a los brazos de su padre solo por escuchar unas palabras bonitas, una mujer decente desde luego no se hubiera besuqueado con su jefe, no se hubiera desnudado para el, no le hubiera dado una mamada a alguien mas joven en en una tienda a la 1 de la mañana, no, tenia que admitirlo, lo que había logrado la estratagema de Rodrigo fue sacar su verdadero yo, su lado mas vulgar, su lado de puta, no le gustaba considerarse así, aceptaba cuando Rodrigo le llamaba putita porque se excitaba, o se reia de que Erika se lo dijera, pero ella no creía que lo fuera, no en realidad hasta ahora, en este momento cuando se puso a recapitular su vida en los últimos dias, se habia acostado con su suegro en un hotel lujoso cautivada por su dinero y por su personalidad, y habia gozado esa noche como ninguna en su vida, había estado fumando con su jefe y se le insinuó de maneras que nunca habría pensado posibles en ella, se dejó manosear y besar por otra amante de su suegro, se besuqueo con su jefe, le regaló sus bragas, su sostén y su camisa, fue a comprarse sin dudar ropa sexy para que su jefe y su suegro estuvieran contentos, acababa de darle una mamada a un joven de 19 años para que no le dijera a su novio que cogía con otro, por dios acababa de coger encima de un auto… si, por mas que le doliera admitirlo, se había comportado como puta.

 

Se levantó de la cama de nuevo, fue a la cocina, tomó una copa de vino.

Si, ella había sido tan culpable como Rodrigo, al igual que Manuel.

Suspiró, tenia que hablar con Rodrigo, hacer las paces, se había comportado mal con el, ahora entendía que no quería estar peleada con el, era su hombre, su verdadero hombre, el único que la había hecho gozar y esa noche en el auto, cuando le dijo que se veía preciosa con el bikini le había hecho sentir algo mas que solo excitación sexual…

Tomó el celular, buscó en sus contactos el número de Rodrigo, iba a llamarlo pero se detuvo, tal vez era mejor dejarlo sufrir un poco, sonrió para si, aún tenia algo que hacer antes de hablar con Rodrigo.

 

3 horas después vestida con la falda mas corta que pudo encontrar y la blusa mas provocativa llegó a la escuela, una hora tarde, no habia nadie en la entrada, ni en el patio todos los niños estaban en clases, llegó a la oficina del director, llamó a la puerta,

—Pase —dijo la voz del director.

Así lo hizo, atrancando la puerta desde dentro.

—Maestra Sonia ¿Está usted bien? Creímos que le habia pasado algo cuando no llegó a tiempo, usted no suele faltar.

—Estoy perfectamente —dijo ella acercándose a el y sentándose a horcajadas en sus piernas —tomó sus manos y las dirigió a sus piernas.

Acto seguido comenzó a besarlo como lo había hecho el día anterior con pasión, un beso sucio se lamían las bocas mas que besarse, Sonia sentía el olor a sudor y semen, parecía que no se había bañado esa mañana, pero no le molestaba, de hecho, la ponía mas cachonda mientras succionaba su boca, baja a su cuello gordo y lo besaba, saboreaba el sudor que ahí estaba, fue poco a poco bajando, besando el pecho y la panza del director, hasta que quedó completamente de rodillas frente a su entrepierna.

—Vine por lo que llevo días deseando —dijo sonriendo mientras le desabrochaba el pantalón para descubrir lo que ahí se ocultaba, tenia que descubrir si lo que había dicho Erika era verdad…

—Wow —fue su única reacción al verla por primera vez.

Era una verga maravillosa, no era tan grande como la de Ricardo aunque se acercaba, si acaso era 2 centímetros o uno mas chica, pero si era mas gorda, parecía que las venas le iban a estallar, la punta estaba llena de esmegma, tal vez de masturbación, tal vez de tener sexo con Erika, tal vez de ambas, Sonia no podía saber cuando fue la última vez que el director se había lavado ahí, parecía que ella tenia que encargarse de limpiarla.

Se la acercó a la boca, el olor era fuerte, parecido al queso podrido pero no le importó, comenzó a besarla tiernamente, un beso tras otro en la punta, luego comenzó a recorrerla con su lengua, limpiando todo el esmegma acumulado, no le gustaba particularmente el sabor, pero ahora no podia quejarse, cuando se aseguró de que estaba limpia, se dispuso a chuparla, primero solo la punta y poco a poco intentó metersela en la boca, le resultaba difícil, era demasiado gorda para ella, pero abriendo mucho la boca lo logró, comenzó entonces a metersela y sacársela de la boca, sin dejar de mirar a los ojos al director en ningún momento estuvo durante minutos concentrada al máximo en esa verga, ahora le parecía deliciosa, estaba empapada.

Después de varios minutos de chupar, por fin obtuvo su recompensa, el semen del director directo en su boca, había practicado ya con Rodrigo así que esta vez no dejó escapar ni una gota, se la tragó toda.

—Y ahora el plato fuerte —dijo sonriendo y sentandose de nuevo a horcajadas sobre las piernas del director, quien seguia recargado contra la silla sin hacer intento de moverse ni hablar, esta disfrutando mucho la situación como para hacer algo.

Sonia tomo con su mano la gruesa verga del director, puso la punta en la entrada de su vagina y de un sentón se la introdujo toda.

—AAAAAAHHHHH —fue un grito salvaje, tanto, que para evitar que la escucharan tuvo que acercarse a la boca del director y comenzar a besarlo, mientras iniciaba su movimiento hacia arriba y hacia abajo, montando la verga de ese viejo que hace solo unos días tanto asco le había producido.

 

Siguio besandolo y cabalgandolo, diciendole al oído lo mucho que había deseado sentirlo en su interior, se le ocurrió una idea divertida, tomó su celular de su bolso, buscó con el brazo extendido un angulo desde el cual quedara claro la situación, que estaba montando al director, cuando lo encontró, sonrió ampliamente a la cámara y tomó la selfie, después buscando en sus contactos se la envió a Erika, quien de inmediato respondió, pero Sonia no se tomó la molestia de leer la respuesta, estaba a punto de correrse, acercando sus pechos al rostro del director, abrazo su cabeza.

—Si papi, me corro, me encanta tu verga papiiiiiii

Soltó su liquido sobre la verga del director, chorros y chorros que empaparon su falda y los pantalones del director, se quedó así abrazada a el durante unos segundos, luego de los cuales se separó de el, se puso de pie y sonriendole, se quitó la falda, se la entregó.

—Toma, el regalo de hoy no hay que perder la costumbre.

Se acercó y lo besó de nuevo.

—Bueno director, me voy, me tomaré el fin de semana libre, así que busque quien me reemplace por hoy.

 

 

Salió de la oficina sintiendo que había logrado una meta, Erika tenia razón en algo, la verga del director era excelente, algo que no correspondía con su apariencia, pero se equivocó en otra cosa, si que habia una verga que le gustaba más, se subió al auto así en bragas, por suerte nadie la vio, tomó su telefono y marcó el primer numero de su marcación rápida.

 

—Hola —dijo la voz de Rodrigo del otro lado de la bocina.

—Hola mi amor, ¿podemos vernos hoy?

 

 

Y bueno gente, esto es todo por este relato, es el segundo que he escrito, y el segundo de esta serie de Sonia, tengo planeada que sea una trilogia, aunque dependiendo de como sea recibido este y el siguiente relato, tal vez la expanda, ideas las tengo pero tampoco quiero alargarla demasiado, y no se preocupen, toda esa parte del club no fue relleno, será lo principal en la tercera entrega.

En fin, nos vemos. Y gracias por leer.