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Soy una... pésima influencia

en Confesiones

Mientras caminaba a la habitación, con la bolsa llena de botellas de agua, bebiendo de una, pensando en el hecho de que era la primera vez que estaba con un absoluto desconocido que además era "apenas legal" y que aún así me comportaba como si fuera una madame de quién sabe cuántos años, caí en el pensamiento extraño de que quizás estaba pervirtiendo a una chica inocente. Es cierto que... le llamaré "Flor", tenía 19 años, pero... ¿qué hay de su madurez mental?

Y mi lado oscuro dijo contundente: "Sus padres tuvieron 18 años para hacer de ella una buena niña. Además, ¿está haciendo algo realmente malo? ¿Qué hay de ti entonces, te sientes una mala persona por estar puteando?".

Y no tuve mucho que responderle. Podría parecer una chiquilla, pero era una mujer hecha y derecha; además, ella lo había dicho. es diferente ser niño, lo cual no era ella, y ser pendejo.

Sin embargo, ni siquiera llegar a esa conclusión me habia preparado para lo que vi al abrir la puerta. La abrí esperando oír gemidos normales , y cuando mucho al introvertido con ella, tentado por su belleza y sacrificando la mitad de paga que había acordado conmigo. Pero lo que pasaba ahí adentro...

Pues al abrir la puerta, mirando al piso al principio porque estaba ensimismada, escuché gritos descontrolados de placer de su parte, y unos registros de voz grave que me parecieron extrañísimos... levanté la voz... y había... por Dios... ¡había dos hombres más en la habitación, dos ejemplares de raza negra que parecían salidos de una película de acción! Uno de ellos tenía talla de película porno: unos casi 30 centímetros de carne sliendo de su entrepierna, y el otro unos... 14 o 15, lo normal aquí en latinoamérica, y un cuerpo de ataque con una cara perfecta entre rudeza e inteligencia... me sentí casi enamorada de él... y los dos le daban a la vez, el dotado acostado por la vagina y el lindo por detrás... mientras con sus manos masturbaba a los dos chicos... el mío era el único que no participaba, sentado ahí donde lo dejé, pero se le veían las ganas...

Por su puesto que dejé caer la bolsa al piso involuntariamente. Y el introvertido, muy acomedido, un sol, corrió desde donde yo lo había dejado, y me ayudó a alzarlas; los otros apenas miraron, pero siguieron en lo suyo...

Entré y los nuevos me saludaron. El más dotado dijo:

- ¡Uh, llegó la artillería pesada!

Un halago, sin duda, pero yo estaba un poco de mal genio, algo celosa la verdad, así que, tal vez siendo un poco injusta, no sonreí.

Flor se movía de forma que estimulaba a los dos en su torso como si lo hubiera hecho toda la vida, y a pesar de eso no se desconcentraba en su trabajo con los otros dos...

- ¿Qué estás haciendo? - le pregunté de todas formas...

- ¡Tirando como una puta, Yuri...... ahhh... me encanta la verga! De haber... sabido... me hubiera pagado así la universidad desde el principio... -dijo, mientras, incapaz de detenerse, sólo bajaba la velocidad para poder pensar.

- Se nota, pero... ya te habías comprometido con dos solamente...

- A ellos no les importa... ¿cierto, chicos? - preguntó mirándolos.

Ellos, por su puesto, habiendo sido los que se emocionaron al ofrecerle dinero sólo por un beso y ver que aceptaba, sonrieron casi con malicia... claramente les encantaba la idea de que una chica que hacía apenas unas horas era sólo una chica linda más con una vida normal, ahora se comportaba como toda una zorra.

- Chicos... - dije hablándole a los nuevos - ...ustedes están muy buenos y de verdad me calientan, pero... ¿cómo entraron?

- Ella nos dijo... - respondió el lindo.

- ¡¿Qué?!

- Sí... - respondió con celestial calma - cuando saliste, nosotros te vimos desde atrás, y veníamos de atender a una clienta... te habríamos hablado, pero nos llevabas ventaja. Seguimos caminando y cuando pasamos por el frente de la puerta, esta chica salió y nos vió, y...

- ¿Y qué? ¿Se la morbosearon y le ofrecieron sus servicios? - lo interrumpí, dejándome llevar por los celos, pues ella no dejaba de mover la cadera ni las manos...

- ¡No, linda! Cuando la vimos... pues... vimos lo hermosa que es y nos detuvimos... ella nos vio a nosotros, y dijo emocionada que si queríamos darle gratis...

- ¡¿Así no más?! - pregunté sorprendida.

- ¡Sí! - respondió él con naturalidad - Y, como vimos que era alguien del negocio, pues...

- Aceptaron y no les importaron los clientes que ya tenía.

- Bueno, pues... - entró el dotado - ...nadie dijo nada...

Me sentía como si fuera profesora en una escuela, hubiera dejado a alguien haciendo la tarea con unos compañeros, y al volver la hubiera encontrado jugando... era ridículo... y Flor... ni siquiera se detenía.... seguía metiéndose y sacando ese enorme pene, que claramente le tensaba los labios a más no poder... reteniendo aquel otro en su culo, y con otros dos en sus manos... y con esa cara de ángel que tenía...

- Chicos... - pensé en interrumpir, pero habría sido muy malicioso de mi parte, así que me contuve y dije mejor: - No, jovencita... - le dije a Flor - ¿qué pensarían tus padres de ti si te vieran ahora?

- Hah... se darían cuenta de que criaron una... hj... una putita comeverga... ahhh...

Me pregunté por qué había hecho una pregunta así en un momento como ese, y lo dejé. Sinceramente me acomplejaba pensar que ella, al parecer sin haber siquiera abrigado la fantasía sexual antes, de repente estaba con más hombres a la vez de los que yo había tenido conmigo en mi vida... pero era una envidia tonta... pues por otro lado... ella estaba ahí por mí... por las preguntas que le hice en esa cafetería y que ella respondió hablando tan fuerte...

Sonreí. Caminé hasta mi chico, y se lo empecé a chupar con ganas; seguro se había masturbado viendo, pues acabó bastante pronto... yo me reí para mis adentros. ¿Y ahora? Pensé mientras la corrida me llenaba la boca. Y se me ocurrió una idea.

No lo tragué. Me incorporé, caminé hasta ellos, me arrodillé, y le ofrecí a ella un beso; por su puesto aceptó, y se lo di... pasándole todo; pareció sorprenderse al principio... pero después tragó, mientras los chicos celebraban... y los dos iniciales se corrían sobre ambas.

Yo no me había desvestido... pero no quería pensar en eso... entre más la besaba, más excitada me sentía... cuando acabé, volteé a mirar al introvertido, que sonreía divertido en la esquina, y le pregunté:

- Amor, te molesta si...

- Adelante - respondió, ampio y comprensivo - show lesbi, show lesbi.

Y empecé a acariciar ese pequeño par de senos. Me importó poco que ella hubiera sido mi anterior compañera de trabajo en la empresa, y que los chicos y yo, aprovechándonos de su ingenuidad, la hubiéramos traído a esto... en lugar de eso, quería hundirla tanto como fuera posible...

- ¿Te gustó la leche de él? - le pregunté.

- Ah... Deliciosa... - respondió ahora agarrada al torso del tipo de abajo.

- ¿La habías probado antes?

- No, nunca... sólo la de ellos dos... jf....

- ¿Y por el culo?

- Igual... sólo ellos dos... hah...

- ¿Y por la vagina? ¿Con cuántos habías estado antes?

- ...¡'hj! - ¿sería el placer... o vacilaba?

- ¿Diez? ¿Quince? Porque te mueves como una zorrita experta...

- No... - me sorprendí... ya lo veía venir...

- ¿Veinte? ¿treinta? ¿Eres la puta de la universidad?

- No... ah... nunca... sólo con ellos dos...

Quedé fría. ¡¿Había perdido su virginidad ahí?! ¿y la sangre?

- Mentirosa... - le dije, incrédula. - No sangraste, yo vi cuando te lo metieron ellos...

- Yo monto a caballo... hf... se rompió hace... hah... mucho...

No podía creer lo que estaba escuchando...

- ...entonces...

- ...Sí... ésta... haaahhh... ésta es mi primera vez... - me dijo ahogada en placer, mientras los demás celebraban oyendo...

- ...Seguro tu primera vez fue con un consolador entonces, zorrita... además, ¿cómo es que te mueves así de bien?

- Hf... Nunca me había metido nada... sólo... hah... veía pornografía y sé a bailar... es... hah... parecido...

No podía creérmelo.

Era inconcebible.

Hice que una jovencita de 19 años se prostituyera con dos hombres... y ahora mismo estaba turnando a cuatro tras beber el semen de un quinto a través de un beso lésbico...

- Yuri... - me dijo abriendo los ojos... que de repente me parecían tan inocentes...

- Dime...

- Dame más... jh... o deja que yo se lo mame... sabe rico...

- ...¿de verdad te gusta a lo que sabe?

- Es como vainilla... hah... pero lo que me gusta es.... hah... tragarlo... como las chicas del porno de mi papá...

- ...preguntémosle haber...

- ¡Amor! - se me adelantó ella cuando yo me giré para llamarlo. - ¿Quieres... hah... clavarme también? ¿Quieres que... sea tu putita?

- ...de pronto... - dijo él, visiblemente interesado.

- Entonces ven... métemelo por...hah... la boca hasta eyacular... quiero tragarlo...

- ...

Y no se hizo rogar; se acercó a zancadas con una sonrisa sutil, la penetró por la boca sin darle apenas tiempo para dejar de gemir, y empezó a moverse sin dejarla felarlo... le follaba la boca, y por como se oía, se lo empujaba hasta la garganta... y tan rápido, que los nuevos se pusieron a la altura, sacudiéndola de una forma... impropia de una dama. Los ví mirarse entre ellos... cómplices, y... como pensé, se vinieron a la vez, apretándola bien contra sus respectivos cuerpos, para tenerlo metido al máximo en ella mientras el líquido salía y la llenaba por todas partes... y antes de darme cuenta... habiendo sacado energía de quién sabe dónde, y empezado quién sabe cuándo, los otros dos, que yo creía fuera de combate... se corrieron sobre ella acercándose de una zancada desde detrás de mí.

Y ella, envuelta en todo eso, pude saberlo, se corrió también; sin disimularlo; retorciéndose y vibrando con tanto encanto...

Y durante tanto tiempo...

Y confirme se fueron retirando los hombres de su cuerpo, ella simplemente tosía y se dejaba mover... estaba exhausta... finalmente se quiso retirar el de debajo y yo la recibí... abrazándola y recibiendo en consecuencia parte de lo que le había caído a ella encima... sobre mi piel y mi ropa...

- Yo creo que la niña ya está cansada... - dijo el dotado a modo de chiste, porque la verdad se veía casi inconsciente... y todos rieron, menos el introvertido y yo.

- Pero todavía quiere... - dijo uno de los chicos... el que ofreció los quince mil en la cafetería por un beso. Y luego le preguntó: - ¿o no?

Pero ella no respondió. Sólo se abrazó a mí.

- Bueno, yo me voy... - dijo el negro lindo... sobresaltándome.

- ¡Oye! corazón... - lo llamé sin disimular mi interés.

- Dime, reina. - respondió cordial.

- ¿Dónde trabajas? - le pregunté.

Él se rió y me dió una tarjeta. Ahí figuraba su negocio de amantes masculinos, su nombre, la dirección, el horario de atención, y el número de teléfono.

- Si quieres que lo pasemos bien... pregunta por mí. - me dijo con cálida confianza.

- Lo haré, corazón, eres muy lindo. - le dije, sin pensarlo mucho.

- ... - pareció pensárselo. Entonces dijo: - Lo sé.

Los nuevos se vistieron y se fueron. Luego noté que los tres chicos tambien se estaban vistiendo... le dije al mío:

- Amor, ¿no me dijiste que querías dos de cada uno? Te debo un...

- No sé... - me dijo con aire meditabundo y confiado... sin malicia - se me pasaron las ganas. Pero te pagaré completo.

- ...¿seguro?

- Claro.

Acabaron de vestirse.

Se acercaron a mí mientras yo la abrazaba como a un animal enfermo. Cien mil para Flor, que se lo hizo a cinco. Y dos cientos mil para mí, que se lo hice a uno. Ah... que injusto es el mundo cuando el trabajador no se preocupa...

Y, tras despedirse amablemente, desaparecieron por la puerta, cerrándola tras ellos.

Yo me quedé con la ya-no-tan-virgen Flor en mis brazos, y una pregunta: ¿Qué haré ahora, sin ropa de reemplazo?

***

Luego les cuento el camino de regreso. Chao. ;)