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Conociendo a Susana

en Lésbicos

A la semana siguiente de la cena con Luis en casa, quisimos organizarnos para salir a tomar algo y despejarnos un poco.  Luis un día antes me propuso si quería conocer a Susana a lo que yo accedí encantada.  Me intrigaba mucho conocer a la chica con la que mi marido había tenido una aventura.  Sé que Luis ha mantenido contacto con ella por mensaje pero no se habían vuelto a ver.

Invitamos a Susana a cenar con nosotros a lo que accedió encantada.  Esa noche me puse un vestido muy ceñido y unos buenos tacones ya que quería destacar delante de Susana.  Me la había pintado tan bien Luis que un poco de celos tontos me vinieron.

Cuando la vimos llegar la cara a Luis se le iluminó y eso me encantó.  Era un poco más baja que yo y con un poco menos de pecho pero bastante más descarada vistiendo que yo lo que hacía que llamara mucho más la atención.  Tenía varios tatuajes en el brazo y una sonrisa muy bonita.

- Hola Susana, se acercó Luis y se dieron un abrazo muy cariñoso.  Te presento a Laura.

- Encantada Laura.  

Nos dimos dos besos y nos dirigimos caminando a la puerta del local dónde habíamos quedado.  Estábamos en un local que ahora están de moda que son restaurantes y luego se convierten en discoteca.  La comida es normalita pero el ambiente está bastante bien.

Después de varios platos a compartir y un par de copas el ambiente entre nosotros era idílico.  Lo estábamos pasando muy bien y Susana me encantaba como chica.  Nos contó que le gustaría crear una familia pero que le gustaría encontrar alguien con quien poder tener una relación como nosotros.  En ese momento me vino la madre que llevo dentro y le dije que eso surge.  Nosotros llevamos 15 años juntos y con este tipo de relación menos de un año.  El tiempo de relación dirá si pueden tener este tipo de complicidad o no.

Pero bueno.... que nos ponemos en plan serios y no es plan jajajaja.  Mientras lo encuentres tienes a Luis para lo que necesites.

En ese instante los tres nos pusimos a reír mientras Luis aprovechó para tocarme un poco la pierna y subirme el vestido.  Entre risas y copas la noche avanzaba y ya el local estaba convertido en un bar de copas / discoteca.  Nos cambiaron el sitio y nos pusimos en una mesa y sillas altas en las cuales se nos notaban más las piernas a Susana y a mi.  

Mirando las piernas de Susana vi que tenía un tatuaje en el muslo que le salía un poco por el vestido.  En eso, se dio cuenta y disimuladamente se subió un poco el vestido para que pudiera verlo mejor.  No sólo pude ver parte del tatuaje sino que al subírselo le vi su ropa interior.  Negras de encajes y muy pequeñas.  La situación hizo que mi corazón empezara a acelerarse.

- Bonito tatuaje Susana, y bonitas bragas jajajaja 

- Gracias, el tatuaje es más largo pero no lo puedo enseñar.  ¿Tú tienes tatuajes?

- No.

- Bueno, pues ya que has visto mis bragas enseñame las tuyas.

Luis estaba encantado de la escena.  Dos mujeres tonteando a su lado y el con su copa observando el espectáculo.

- Susana, yo no uso ropa interior.  Sólo en contadas ocasiones y hoy no es una de ellas.  Sonriendo me tomé un poco de la copa.

Sin dejar pasar más tiempo me subí un poco el vestido y abrí un poco las piernas para que me pudiera ver.  La mesa que estaba al lado nuestro también podía verme pero estaban entretenidos y no se daban cuenta del juego que llevábamos.

Al rato me disculpé porque quería ir al servicio.  Susana no quería dejar sólo a Luis pero me acompañó.   Las chicas somos así, de dos en dos al servicio.  En lo que Luis esperaba nos dijo que pediría unas copas.

Entramos juntas al servicio y sin venir a cuento Susana se subió el vestido y se puso de lado para enseñarme el tatuaje completo.  Empezaba en la nalga derecha y le rodeaba hasta llegar al pubis y bajar al muslo.  La situación me puso muy nerviosa y no podía dejar de mirarla.  Sus bragas negras eras un tanga muy fino y se le notaba que no tenía su sexo totalmente depilado cómo el mío.

Segundos después Susana se bajó las bragas y fue a orinar.  Lo hizo con naturalidad, delante de mi.  Luego lo hice yo con su atenta mirada.  Al principio me cortó un poco y pensé en cerrar la puerta pero quise actuar con naturalidad.

Cuando terminé me acerqué al lavamos y allí mirándonos a través del espejo sentí una gran atracción por ella.  Le toqué la mano y tras mirarnos comenzamos a besarnos.  La sensación fue muy placentera y diferente a besar a un hombre. Susana comenzó a tocarme la espalda y lentamente su mano fue dirigiéndose a mi entrepierna.

Sentir a otra mujer tocarme me estremeció.  Estaba súper mojada y Susana jugaba con mi coño.  Al momento, se sacó los dedos mojados y se los metió en la boca.

- Vamos que tu marido está esperando.

Me dejó loca su forma de actuar y su comentario.  Ya me comentó Luis que era una chica súper liberal pero eso sobrepasaba mi forma de actuar y sentía que yo no controlaba la situación como en las otras ocasiones.

Volvimos con Luis y nos dijo que tardamos demasiado.  Se dio cuenta de mi cara de sofoco.  Me dio un beso en la mejilla y me dijo al oído que ya le contaré.

Nos fuimos a bailar un rato y allí comenzó el tonteo de Susana con Luis.  Yo estaba encantada de ver a mi marido en esa situación.  Me sentía muy bien.  Al estar un poco más apartada se me acercaron varios chicos a los que fui rechazando lentamente mientras mi marido se estaba besando con Susana.

Me hubiese gustado meterme entre los dos pero no quería dar el espectáculo en un local que frecuentaba de vez en cuando.

Nos fuimos al rato con destino a casa de Susana.  Estaba saliendo todo tan rodado que sabía que Luis lo había hablado con ella antes.

En el trayecto Susana no se cortaba y no paraba de acariciar a Luis.  A pesar de estar en un taxi mi mano se fue a la pierna de Susana y empecé a subir poco a poco.

En la casa de Susana nos sentamos en el sillón mientras nos ofrecía la última copa de la noche.  Nos tomamos unas cervezas mientras hablábamos.  En ese momento, Susana se me acercó y comenzó a besarme.  Se puso encima de mi y cómo si de una camiseta se tratase se quitó el vestido quedándose con sus pechos al aire y sus bragas muy manchadas de toda la noche.

Por un instante me olvidé por completo de Luis y me centré en Susana.  Estaba teniendo mi primera experiencia con una mujer y lo estaba disfrutando al máximo.  Me quité la ropa y dejé que se pusiera debajo, ella al cambiarse de posición directamente abrió sus piernas invitándome o más bien señalándome lo que tenía que hacer.

Lamer el sexo de otra mujer me resultó extraño pero muy placentero y morboso.  Sentir los fluidos vaginales de otra mujer entrar en mi boca me provocaron un orgasmo sin apenas tocarme.

Nos dimos la vuelta y me tocó a mi, en eso, Luis se acercó por detrás de Susana y comenzó a chuparle el culo y el coño dándole lametones.  Ahí estaba mi marido comiéndose a la misma chica que yo segundos antes.

Mientras Susana me practicaba uno de los mejores sexo oral de mi vida Luis comenzó a follársela a cuatro patas siendo una escena muy morbosa porque ambos nos podíamos ver las caras de placer. 

No tardé mucho en volver a tener un orgasmo mientras Luis se corría dándole embestidas a Susana y esta gemía de placer.

Terminamos los tres muy cansados y nos acostamos juntos en la cama de Susana a descansar un poco.

A la hora más o menos de quedarme dormida me desperté mientras Luis volvía a follarse a Susana al mi lado.  Estaba tan cansada que me di la vuelta para dormir un poco más.

Casi al amanecer me desperté y estaban dormidos abrazados.  Les di un beso para que se despertaran e irnos a casa.

Susana y yo quedamos en vernos algún día.