miprimita.com

Descubiendo nuestros límites (historia completa)

en Confesiones

Parece mentira pero cuando cruzas ciertos límites descubres un mundo totalmente nuevo.  Eso es lo que nos pasó a mi mujer Laura y a mi.  Nosotros somos un matrimonio con muchos años de convivencia y padres de tres hijos pequeños los cuales limitan bastante el poder hacer escapadas y dedicarnos tiempo para nosotros sólos por lo que siempre que tenemos alguna ocasión nos escapamos para cenar o pasar unas horas en la playa.  Llevamos cuatro años viviendo en Canarias por motivos laborales y es una maravilla el clima que hay durante todo el año.

Un día de playa como cualquier otro fué el detonante de todo.  Como en otras ocasiones, fuimos a la playa nudista para pasar unas horas y luego ir a comer.  Normalmente no nos gusta ir los fines de semana porque hay demasiada gente por lo que intentamos ir entre semana para estar más tranquilos y con menos multitud. 

Sentados en la orilla charlando de nuestro día a día vi cómo la mirada de Laura se dirijía a un chico que paseaba tranquilamente.  No le dí mayor importancia hasta que cuando pasó por delante nuestra Laura intentó disimular para girarse y seguir mirandolo.  Verla en esa situación me resultó muy cómica ya que habitualmente es a mi al que se le nota cuando miro a otras chicas.

Laura no te cortes, mira sin problema le dije sonriendo.

Ella sonrió y me dijo que el chico le llamó la atención, que estaba bastante bien físicamente pero que sólo estaba recreandose un poco.

Pues aprovecha mujer, no te preocupes que nos hacemos mayor y el tiempo no se recupera.  Ni idea de por qué le dije eso pero el silencio se apoderó de nostros durante un par de minutos.

Al rato, y ya que fuí yo quien generó la situación le dije que sentía el comentario pero que es algo normal el mirar con deseo a otras personas.  Eso no quiere decir que no quieras a tu pareja y Laura, si en algún momento deseas estar con otras personas lo veo normal y no me importaría.  

Ella me miró y con una pequeña sonrisa me dijo que pensaba igual.  Incluso me dijo con el clásico "no te enfades con lo que te voy a decir" que en alguna ocasión ha pensado en la infidelidad ya que le gustaría sentirse deseada por otras personas.

No sé si la forma en que me lo dijo, la situación, el entorno y la tranquilidad con la que estabamos hablando pero no me sentí ofendido en ningún momento.  

Le dí un beso cariñoso y le dije que por mi parte si no existía mentiras y engaños podía hacer lo que le apeteciera mientras no afectara a nuestra vida familiar.

Cambiamos de tema pronto y seguimos con el día de playa como cualquier otro.  Ya de vuelta a casa, cuando estabamos en el coche me dijo que habia estado pensando en la conversación que mantuvimos y que a ella le gustaría también que yo también aprovechara si me apetecia hacer algo.

LLegamos a casa y cómo cualquier otro día, ya con los niños dando guerra en casa.

A los pocos días salimos a cenar con unos amigos.  A Laura le gusta bastante usar escotes y no suele usar sujedor por lo que siempre estamos de bromas con eso.  A mi me encanta que se ponga escotes ya que al tener los pechos grandes llama mucho la atención.

Durante la cena, me fijé como en otras ocasiones que nuestro amigo Carlos le miraba el escote.  Pero bueno, yo se lo miraba a su mujer también siendo algo totalmente normal y aceptado entre los hombres.  La noche transcurrió como en otras ocasiones salvo que en a mi mente me venía la conversación que Laura y yo habíamos mantenido. 

Creo que ese fué ya el punto de inflexión en nuestra relación cuando le dije a Laura al oido mientras salíamos del restaurante que me encantaria que Susana me diera una mamada delante suya.  Laura sonrió y me dijo:

¿Y si me ves a mi primero?

En ese momento me pasaron infinidad de cosas por la cabeza.  Llevaba días imaginándome con otras mujeres pero no me había imaginado a mi mujer con otro hombre.

Seguimos con la noche y nos fuimos a tomar una copa y entre risas y mucha complicidad entre mi mujer y yo se nos pasaron las horas volando y nos fuimos a casa.

La verdad es que desde que nos hemos puesto a hablar del tema la tensión sexual entre nosotros ha aumentado.

Unas semanas después y coincidiendo con un viernes, Laura se quedó con los compañeros del trabajo a comer y a tomarse unas copas.  Ya sobre las 18:00 de la tarde me llamó a ver si me animaba.  Inicialmente le dije que no para darle la sorpresa y aparecer por allí ya que tengo buena relación con sus compañeros de trabajo.  Llamé a la niñera y mientras llegaba me preparé para ir dónde estaba Laura.  

Cuando llege al sitio vi a Laura muy alegre hablando apartada con uno de los compañeros de trabajo.  Desde lejos me quedé observando un rato y veía o me imaginaba que existia atracción entre ellos.  Tampoco quería estar a escondidas y me acerqué por detras de Laura y le tapé los ojos y le dí un beso en la mejilla.  

¡Sabía que vendrías!  

Laura estaba muy alegre ese día y seguimos hablando los tres.  Al rato, Javier se fué a pedir unas cervezas quedándonos Laura y yo un rato a solas.

Me puso un poco al día de su día y casi antes de que Javier llegará me dió por decirle que lo que me interesaba hoy es saber en que momento había decidido follar con el.

Laura se puso a reir y me dijo que no lo había pensado sobre todo porque es un compañero de trabajo pero que notaba que ella le atraía a Javier.  En ese momento llegó y nos dió las cervezas.  brindamos y me acerqué al oido de Laura y le dije que no se cortara y me fuí a saludar al resto de compañeros.

Al rato volví y en ese momento Javier se disculpó porque tenía que ir al servicio.  

Laura, yo voy a ir también.  Deberías ir tu también pero al baño de hombres.  Le dí un beso y me fuí con una sonrisa en la cara.  La verdad es que pensaba que ni se lo plantearía pero nada más entrar apareció ella detrás.  Javier se quedó muy sorprendido pero casi no le dió tiempo a decir nada porque Laura se le acercó y le besó muy apasadionada.  Yo me sentí extraño en la situación viendo cómo otro hombre estaba besando a mi mujer y cómo su mano comenzó a bajar hasta su culo.

me acerqué a la puerta y la cerre para que nadie pudiese molestar...

En ese instante, Laura dejó de besarle y mirandome comenzó a ponerse de rodillas mientras le bajaba la bragueta y sacandole la polla comenzó a chupársela.  

Ver a mi mujer en esa situación mientras Javier me miraba sonriendo y yo sin darme cuenta me estaba tocando el paquete fue una situación extraña.  Entre el morbo y la humillación veía a mi mujer como se comía de arriba a abajo la polla de Javier que dicho sea, era bastante más grande que la mía.

Al poco, Javier cogió a Laura de la cabeza para acercarla más y mientras se movia follando la boca de mi mujer se corrió.  

Laura se giró y mirándome sonriendo se tragó el semen y se acercó para darme un beso.  Instantes después se despidió de nosotros y se fué con su cerveza en la mano como si allí no hubiese pasado nada.

Javier y yo no nos dijimos nada y salimos detrás de ella y seguimos la tarde como si no hubiese pasado nada.  

Pasaron los días y Laura y yo no comentamos nada.  Nuestra vida seguía igual a pesar de que ví a mi mujer chuparle la polla a otro hombre delante mia.  Cierto es que la tensión sexual que teníamos había aumentado por lo que nuestra primera experiencia liberal había actuado de manera positiva.

Una semana después fuí a comer con Laura después del trabajo.  Pasé a recogerla por su oficina y allí me encontré con Javier. 

Me saludó muy afectuosamente y con normalidad lo que me dió bastante traquilidad que lo sucedido quedó en la intimidad.

- Hola Luis, ¿Qué tal estas?

- Muy bien, aquí a buscar a Laura para ir a comer.

- A ver si un día cuadramos y nos vamos los dos a tomar algo. 

- Ok

En eso llegó Laura y nos fuimos a comer.  Durante la comida recuerdo que hablamos de las notas de los niños, la compra etc.  De repente Laura cambió de tema y me dijo:

- Cariño, no te he dicho nada por verguenza pero me alegro mucho de lo que hice el otro día pero sobre todo de cómo te lo tomaste.  Estoy muy enamorada de ti y saber que no te ha importado me ha encantado.

- Laura, a mi me ha gustado mucho la situación.  Me dió bastante morbo aunque me supo a poco.

- Y ¿eso? querías ¿más?

- Sinceramente sí, me hubiese gustado ver cómo te follaba.

 Laura sonrió y me dijo que se le hacía tarde.

A la semana siguen aprovechamos que sus padres vinieron de visita a pasar unos días con los nietos y nos dimos una escapa de fin de semana.  Playa y descansar, es lo que buscábamos pero a veces las cosas surgen de manera diferente.

Por la tarden en la playa, estabamos tomando el sol totalmente desnudos como simpre lo hacemos que ponemos y ya Laura no se cortaba cuando veía a un chico que le gustaba.  En eso pasó un chico que Laura conocía.  Se saludaron y estuvieron un rato hablando en la orilla de la playa.  Al rato el chico se despidió y Laura volvió a mi lado.

- Luis, el chico se llama José, es un conocido de la zona dónde solemos ir a comer los compañeros de trabajo.  Le dije que si esta noche le gustaría tomarse una copa con nosotros. ¿te importa?.

- A mi no, pero, sólo una copa o buscas algo más.  

- Me gustaría algo más pero depende de ti y si surge.

En ese instante mi corazón empezó a latir con más fuerza, y me entró una erección que no podía controlar.

Seguimos la tarde de playa y nos fuimos al hotel a prepararnos.  Recuerdo que Laura se puso un vestido súper corto y que no llevaba ropa interior.  Eso no era algo extraño en ella.  Todo lo contrario, algo habitual ya que no le gusta nada usar ropa interior salvo en contadas ocasiones.

Salimos a cenar y luego fuimos a un local a tomar una copa con el amigo de Laura.  El chico era bastante simpático y entre copa y copa se notaba la atracción que ambos sentían.  Por un momento pensé en irme y dejarlos sólos ya que parecía que sobraba en ese lugar.

Nos fuimos al hotel y José nos acompaño hasta la puerta.  Allí en la recepción, al ver que ni se despedían ni daban el paso le dije:

- José, a ver, vamos a la habitación y siguen hablando allí si quieren.

El silencio se apoderó de la situación y me fui camiando hasta el ascensor mientras ellos dos pasas por detrás se decidieron a acompañarme.

LLegados a la habitación les dejé solos un rato mientras tomaba aire en la terraza.  No creo que tardara más de dos minutos en entrar cuando ya estaban besándose y con Laura con el vestido por el suelo.  

Parecía una escena de película y despacio me acerqué al sillón que estaba junto a la cama y me senté a observar el espectáculo.  fué alucinante ver a mi mujer cómo disfrutaba de otro hombre y cómo me miraba lascivamente mientras la penetraba una y otra vez y gemía de placer.

En esas me dió por coger el móvil y comencé a grabarles un video.  Tenía la necesidad de poder tener el recuerdo de la primera vez que mi mujer estaba con otro hombre.  Al hacer primer planos se veía cómo estaban ambos muy mojados y sin usar preservativo.

Al rato, veo cómo el chico se corre dentro de mi mujer sin ningún impedimento por su parte y quedándose abrazados por segundos en la cama.  No tardó mucho el chico en levantarse coger sus cosas y despedirse porque ya en ese momento sentía que sobraba.

Sin hablar, me quité la ropa, me acosté en la cama y abracé a Laura.  Noté todo su cuerpo sudado y tenía una cara de placer mientras se quedaba dormida.

Me costó dormirme, me levanté y me fui a la terraza a coger un poco el aire y asimilar lo que había pasado.  Jamás me imaginé que disfrutaría tanto ver a mi mujer follar con otro y no dejaba de recordad la escena.  

A la mañana siguiente seguimos con nuestros planes.  Laura estaba radiante y muy cariñosa conmigo pero esta vez no dejamos pasar los días para comentar lo sucedido.

Le pregunté que si habia disfrutado y si ya habia conseguido satisfacer sus fantasias.  Su contestación me sorprendió bastante:

-Luis, lo que he hecho me ha encantado pero quiero más.  Deseo seguir experimentando pero también deseo que tu seas el protagonista y cumplas tus fantasías.  Llevo un rato chorreando el semen de otro y me gustaría pedirte algo.

- ¿que quieres?

- ¿Me haces sexo oral ahora?

Me quedé sorprendido de lo que me habia pedido pero accedí sin problema.  La situación tenía su morbo.  Recordar que hace unas horas otro hombre se la había follado y sin lavarse estaba yo chupandole su coño me ponía muy cachondo.  Los flujos sabían de manera diferente por la mezcla de fluidos mientras los gemidos de Laura aumentaban por momentos hasta llegar a correrse en mi boca.  Sin parar ni un segundo se la metí y estuvimos follando un buen rato hasta que llegúe al orgasmo.

Nos dimos una ducha, fuimos a desayunar y luego a pasar el día en la playa.

Allí charlamos distendidamente de muchos temas y cómo no de lo sucedido.  

Ya por la noche volvimos a salir a cenar pero todo fue normal.  Nos tomamos una copa y dimos un paseo y nos fuimos al hotel a dormir ya que a la mañana siguiente volvíamos a casa.  

Al cabo de varios días, me llamó Javier a ver si me apetecia salir a tomar algo.

Cuando se lo conté a Laura le pareció buena idea y me dijo que lo pasaramos bien. 

Fuimos al mismo sitio que la otra vez porque allí se reune bastante gente y es fácil conocer a gente.  Estuvimos hablando de cosas sin importancia aunque yo esperaba que me dijera algo de lo sucedido el otro día pero no dijo nada.  Allí conocí a un par de chicas y estuvimos horas hablando y tomando copas.  Pasaron las horas volvando hablando y tomando copas hasta que nos fuimos a una discoteca con ellas proque querían bailar una rato.

Estando en la barra con Javier mientras las chicas bailaban y nosotros nos pedíamos una copa mirándolas me dijo:

- ¿A cual de ellas te quieres follar?

La pregunta me cogió despistado ya que no sabía si ser sincero o decir que no que estoy casado pero ¡claro! eso al hombre que mi mujer se la ha chupado delante de mi parecería ridículo.

- Me gusta Susana, la morena de los tatuajes.

- Está rica la chica, tiene buenas tetas y una pinta de golfa tremenda jajaja.  Si te la follas ¿se lo dirás a Laura?

- Si claro.

- Me encanta vuestra relación. Perdona lo que te digo pero me gustaría poder follarme a tu mujer.

Había tardado en sacar el tema pero lo ví algo normal.  Con una sonrisa le dí una palmada en la espalda y le contesté que sólo tendría que pedírselo.

Al rato se acercaron las chicas para que salieramos a bailar.  Yo llevaba bastante tiempo mirando a Susana y ella lo había notado porque se acercaba bastante y teníamos cierta complicidad.

Bailando ya no nos cortábamos y nos acercabamos bastante.  Rozar a otra mujer me resultó muy excitante ya que llevo muchos años casado con Laura.  Al rato, nos acercamos y comenzamos a besarnos.   Susana me dijo al oido si la invitaba a mi casa cosa que me provocó cierta risa.  

- Perdona Susana pero hoy precisamente hoy mi casa no es el mejor sitio.

- ¿y eso?

- A ver... Nos encontraríamos con mi mujer, mis hijos y mis suegros.  Con mi mujer no tendríamos problemas jajajaja

- ¿En serio? dijo sorprendida.

En ese momento le expliqué el tipo de relación que tenía con mi mujer y no se lo creia.  La aparté un poco del resto y le enseñe el video que había grabado.  Se quedó alucinando pero no dejaba de mirarlo.

- Tu mujer tiene mucha suerte de tener un hombre como tú.

- y yo una mujer así.  

En ese instante volví a besarla y ya no me cortaba y comencé a tocarle el culo descaradamente.

- Vamos a mi casa entonces.  Una amiga se queda a dormir pero no nos molestará.

De camino a su casa cogimos un taxi.  Ya no nos cortábamos y mientras me tocaba el paquete le mandé un mensaje a Laura para que supiera que no dormiría en casa.  Fué enviar el mensaje y recibir su llamada.

- ¿Qué tal cariño? dije rápidamente

- Te lo estás pasando bien ehh.  

- Si, he conocido a una chica, se llama Susana y vamos a su casa.

- Bueno, me gustaría poder estar ahí con ustedes o que vinieran a casa pero no posible hoy. Disfrutalo.

- Ya te contaré que tal.  Te quiero.

El taxista estaba alucinando de la situación.  Me escuchaba a mi hablando con mi mujer tan tranquilo mientras estaba con otra chica.

LLegamos a su casa y nos fuimos a su habitación directamente.  Ver a otra mujer desnudarse para mi me encantó y sentí que el paso que Laura y yo habíamos dado era lo mejor que nos podía pasar.   Deseaba a esa mujer pero sin dejar de amar a Laura.

LA chica era morena de pelo negro, unos pechos más pequeños que los de Laura pero muy ricos y con bastantes tatuajes en su cuerpo cosa que me estaba dando mucho morbo.

La chica se notaba que es bastante liberal porque en ningún momento se la veía cortada ni tras contarle que estoy casado.  se puso de rodillas y comenzó a chuparmela a lametones.  En eso, se sacó mi polla de la boca y me dijo que si quería grabarla un poco para enseñarselo a mi mujer que no le importaría y volvió a metersela.

Saqué mi movil y comencé a grabarla mientras me la chupaba muy viciosamente.

Terminó y nos acostamos.... Bajé entre sus piernas y le lamí todo su coño.  No lo tenía depilado y estaba muy mojado.  Cuando se la fuí a meter me dijo que me pusiera un preservativo si quiero que ella se toma la pildora.   La miré y directamente se la metí sin condón ya que en ese instante me vino el recuerdo de Laura follando con otro sin preservativo.  Tenía unas ganas tremendas de correrme pero esperé un poco hasta que Susana se corriera primero cosa que luego me agradeció poque dice que no son muchos los hombres que esperan a que se corra la chica primero.  

Follar con Susana fue alucinante.  Me encantó conocer a una chica tan lanzada y sin tabues en el sexo.  Nos quedamos dormidos un par de horas hasta que terminó de amanecer.  Al despertarme Susana no estaba en la cama, me fuí a vestir y en ese momento entró en la habitación con un café y en ropa interior.  Me dió un beso y me dijo que me podía dar una ducha antes de irme.    Me encantó la situación, me tomé mi café, me di una ducha y me fuí tranquilo a casa.

Mientras volvía a casa le mande el video a Laura y a Susana también.  Ambas me contestaron con una sonrisa.

Al llegar a casa después de pasar la noche con Susana me encontré a Laura en la cocina dándole el desayuno a los niños y tomándose un café.  

- ¿Que tal la noche cariño? me dijo Laura jocosamente.

- Muy bien, lo que estoy cansado.  Ya no tengo edad.

- Toma un café anda y vete a dormir.

Me fuí a dormir y descansé un par de horas hasta la hora de comer para volver a la rutina familiar.  

Pasó cerca de un mes y no comentamos nada ya que tampoco queríamos que esto se convirtiera en una obsesión y que fuera simplemente un complemento exporádico.

Una mañana Laura me llamó para comentarme que tenía que ir presentar un proyecto a Madrid para ver si podía coordinar mi trabajo para encargarme de los niños.  Serían dos días por lo que no tendría problema ya que tenía días pendientes.

- ¿Laura, vas sóla o va alguien de la empresa también?

- Pues creo que o viene María o Javier.   Depende del jefe. 

- Estaría bien que fuese Javier ¿verdad? 

- jajajaja que pervertido eres.  

Pasaron los días y al final le tocó a María acompañar a Laura por lo que cualquier fantasía con Javier se había desvanecido.  A su vuelta me comentó que el motivo del viaje salió bien pero que se aburrió un poco por las tardes ya que Maria aprovechó para estudiar en el hotel ya que está realizando un master.

- Laura  ¿no hiciste nada especial por las tardes?

- Fuí de compras y cené las dos noches en el hotel.  Nada especial.

- Pues que lástima.  Aquí en casa todo controlado.   

A los dos días salimos a cenar.  Durante la cena le propuse a Laura hacer alguna cosa diferente.  Hablamos de hacer algún trío o intercambio de pareja.  El hablar del tema nos puso bastante cachondos.  

 Fuimos a tomarnos una copa en la misma discoteca donde estuve con Susana.  En mi caso con la esperanza de verla.   Aprovechando que fui al servicio Laura se puso a hablar con un chico que estaba cerca de nosotros.  

De lejos vi que el chico era bastante atractivo.  Intencionadamente tarde bastante en regresar.  A mi vuelta, Laura me presento al chico y hablamos un rato.  

- Laura ¿nos vamos a algún sitio juntos? Le dije al oído.

Sin mediar palabra alguna, Laura se acercó al oído del chico y le dijo algo que me supongo que sería porque salió detrás de ella.

Al salir nos acercamos a un hotel cercano de la zona y entramos Laura y yo para coger una habitación.  Le mandamos un mensaje al chico con el número de la habitación y a los 5 minutos tocó en la puerta.

Ya dentro de la habitación se lanzó Laura a besar al chico para romper el hielo.  Por un momento pensé en sentarme a mirar pero esta vez quería participar y era la oportunidad perfecta para hacer un trío con mi mujer.

La sensación de compartirla es muy placentera.  Comencé a besarla por detrás en el cuello y a quitarle poco a poco la ropa.  Estando totalmente desnuda el chico y yo comenzamos a quitarnos la ropa.  Laura poco a poco fue agachandose para quedarse frente a los dos y comenzó a chuparnos la polla.  La imagen era súper morbosa.  Ver a mi mujer arrodillada dándonos una mamada a los dos fue delicioso.

Después la tumbamos en la cama y mientras yo le practicaba sexo oral el otro chico seguía metiendosela en la boca.  

Laura no paraba de gemir y de mirarme con muchísimo morbo y deseo.  Ella misma me pidió parar porque quería que se la metieramos.  Deje que el chico fuese primero.  Ella se puso encima dejándome la imagen de la polla del otro entrando y saliendo y su culo a tiro.  Aproveche para darle un par de lametones.  Como se estaban moviendo bastante alguno de los lametones se me fue un poco más abajo llegando a su coño pero tambien a la polla del otro.  

La situación no me desagradó pero tampoco quería seguir por ahí.  Me puse encima y despacito empecé a metersela por el culo y hacerle una doble penetración.

Los gemidos eran cada vez más continuos hasta llegar al orgasmo.  Laura estaba agotada pero se levantó para que ambos nos corrieramos en su boca.

Al terminar nos besamos apasionadamente mientras Laura me decía que me quería.

El chico se fue y nosotros nos quedamos un rato.  Nos dimos una ducha y nos fuimos a casa.

Por el camino Laura me dijo que le había encantado la experiencia y que estas cosas hay que repetirlas.  Yo estaba encantado.  Compartir a mi mujer me ha resultado ser una de las experiencias más placenteras que he vivido hasta el momento.