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El llamado del sexo

en Confesiones

/////// EL DESENFRENO DEL SEXO

Solo comentaré en “Todo Relatos” mis vivencias, en historias de lo que he vivido, siento e imagino entorno al sexo. Soy una mujer solterona (45) que esconde sus bajos instintos con una imagen de profesional patricia  y solterona. Pero sé lo que soy con mis intimas, en el anonimato de la red, cuando me alejo de mi casa y doy rienda suelta a mis deseos y en “amores”  furtivos con desconocidos que después no volveré a ver. -     

/////// EL VICIO DEL PLACER

Se lo que soy, una insaciable, una buscona, eternamente necesitada de lujuria para poder vivir, ávida en encuentros ocasionales con desconocidos, en citas programadas esperadas con ansias, en el sexo solitario, y el porno sórdido  sucio en lugares inesperados y peligrosos.  Hurgando en las redes sociales masturbándome con amigos y amigas invisibles  con la coraza del anonimato, armada de la  imaginación y el auto placer. Como una sanguijuela sedienta de éxtasis  busco la noche más profunda para saciar el picor de mis deseos, que no se apaga, viciosa como adicta busco más y más para saciar mis ansias,   que solo el enajenamiento del embeleso por segundos me alivia en la muerte y renacer del espasmo… 

/////// LA NECESIDAD DEL PENE EN MI CUERPO

Amo los sementales para tener sexo, todos me arrebatan, cualesquiera, en todos los hombres encuentro el goce, porque el deleite está en mí, es mío no de ellos y en la entrega dócil a sus deseos me alimento de su semen del liquido que por mi derraman de la energía de sus embates en mi cuerpo, de sus deseos. 

Lo que me deja enajenada  es la alucinación de tener el falo en mi cuerpo, el tufo del macho, la jactancia de provocar, gimotear con el aliento entrecortado, sus manos y su boca que palpan, aprietan, acarician y que inquieren mi organismo mientras yo bajo de rodillas en una plegaria a sus miembros y mamo, absorbo, succiono, trago como devota rezando a sus dioses.

Libo sus bríos que transitan a mi cuerpo y me sustenta en el borbotón del líquido testicular que recibo en mi boca que se ahoga mientras percibo el aroma fuerte del macho y sorbo su bendita cuajada y limpio el pene con mi legua para no perder ninguna gota de su ser.   

Se manejarlos, hacerlos apetecer, disponerlos a mis caprichos. Me sienta ser sometida que me posean  y sé que después que los hago deleitar son míos eternamente, un trofeo en el escaparate de mi vanidad y una historia de gozo.   

Cuando mi boca sorbe siento el miembro que se endurece, sus venas prominentes de sangre palpitando en mi cara,  como crece viene el borbotón que revienta, explota inexorablemente al fragor de mis lamidas, sollozos y caricias, recibo el semen mi alimento, como una vampira absorbe su presa, el elixir que me da vida. 

Sé que me espera cuando manosean mis grupas y las separan a mis espaldas y presionan en mi culo lubricado, aceitado con aroma a almendras, dedos, labios, lengua, glande, verga dura y amenazante, y yo dócil, sumisa  me voy acaeciendo como flor en primavera. 

Cuando dilato mi esfínter para entregarme y el pene puja por entrar en el canal de mis intestinos y auspician dolor, que da paso al ardor, trae picores de mucosas, sedaciones y la fricciones del mete y saca y yo pasiva me confiero a ser una cautiva disciplinada rogándole a su amo la posea. – Haceme tuya¡¡¡, Dame todo¡¡¡  balbuceo y gimo…    

Reverencio la sensación al  entrar la cabeza, soporto y gozo, siento el tormento del ensanchamiento forzado, la convulsión de partición cuando esta toda dentro,  el atisbo del empotre y sacada, vacio y plenitud, contracción y extensión que me produce el miembro en el recto, cadencia que sacar de quicio el alma y convulsiona el cuerpo.

El estremecimiento de su eyaculación y la descarga tibia de la leche bien ganada en tu cuerpo, mientras lloras y pides mas, - Hay papito, me hiciste tuya¡¡¡ – murmuras lloriqueando - pero sabes que el macho es tu posesión que el cree que te cogió pero que tu lo hiciste tuyo y tomas su energía su libertad sus ansias.

Cuando mi vagina se moja por mi deseo y los líquidos lubricantes me brotan, yo suplico y lloriqueo de embeleso y pido todo, todo… -todo¡¡¡-. Esa sensación de que quedas abierta y doliente cuando el hombre sale de ti extenuado.  Son mis pechos que solicitan restriegues, mi vientre que palpita, mis pezones que turgentes  arden y quieren escapar de mi cuerpo, mis muslos que se contraen, mi espalda toda electricidad y sensaciones, mi cuello que imploran besos,  caricias y lambidas y soy por un instante. DIOSA…

//////// EL GOCE ENTRE MUJERES

Las mujeres me gustan, no todas, solo algunas, no es un deseo generalizado como el que profeso por los machos, es un apetito selectivo. Es una avidez de envidia al ver una hembra que concentra la magia de las miradas y deseos sobre ella. Es en el fondo rencor y ganas de gozarla.  La perfección de la forma de mujer es exquisita, fotogénica, sensitiva, atrae a la imaginación y el ensueño  No sé que me desencadena el deseo, pueden ser  jóvenes, sazonas o añejas el llamado de la pasión se da cuando tropiezo con un algo que me aviva los sentidos, la rivalidad, la admiración el afán.  

A veces la mirada, las caderas onduladas, la inocencia, sus piernas, sus caderas o su culo, la fragancia del perfume, el timbre de vos, el candor de las mejillas, la comisura de los pechos y siento la necesidad de gozarnos de ser su macho o ser su hembra.

Siempre hay entre mujeres un lenguaje secreto hecho de detalles algunos evidentes otros ocultos, siempre está el templo de los baños para avanzar a la segunda base, de mostrar los instintos las ganas y deseos.

Es otro tipo de goce, generalmente más tierno, más caricias, más lento, más sin límites, más libre, aunque termine en juegos de dilatación extrema, acabadas y espasmos violentos.

Soy con otras mujeres generalmente posesiva, me gusta hacerlas anhelar, hacerlas sufrir y que tengan muchas eyaculaciones hasta quedar desfallecidas, casi siempre soy el adonis de la relación. Logro dilatarlas hasta niveles que nunca imaginaron, las abro y drago, les introduzco cosas y aparatitos por todos sus orificios,  soy adoradora del clítoris, pequeño pene, capullo de sensaciones que se abre, centro del placer, sobadora consecuente de pechos, y mamadora de pezones.

Aparto los labios de la vagina con mi lengua, mis dedillos, mis manos lubricadas, más y más en el pico de ganso que dilata y no lastima., abre y abre.  Penetro por el canal de sus vaginas hurgando en las paredes hasta el fondo, entro, salgo, giro, apretó, zumbo con  mas ritmo, más suave o  paso a un balanceo como la vibración de las alas de un colibrí les hago lo que me gustaría que me hicieran con la cara desencajada de codicia y torrente encabritado. 

A veces viene un frenesí de loba en celo devorando su crías,  me ensaño con el esfínter hasta que se afloja, se expande, tilita sin control y la puta ruega que se lo socaves. Sinfonía de aparatitos, dedos, manos, cepillos, collares de perlas, vibradores y boca, el dolor de la expansión, la fricción de las mucosas, el picor adormecido de ají picante y el placer que desvanece los sentidos y enajena en orgasmos, espasmos sin control, ese es el placer total.

/////// CUANDO GOZO UN TRAVESTI.

También me fascinan los travestis bien femeninos, maquillados, afeitados y bien hembritas, jovencitos. Suelo ser dura con ellos, tienen una sensibilidad especial propensa al dolor y me encanta someterlos. Disfruto  usar con ellos mis aparatitos más grandes,  dejarles el culo como una flor, abierto, dilatado, magullado y ardiendo,  hacerles sufrir y rogar por mas y hacerlos acabar  tomarles la leche, que se desangren en acabadas y sollozos de placer y obligarlos a que me cojan. Sé que me aman y me envidian por ser mujer y gozadora.

/////// DONDE SE DA EL PLACER

El territorio, el instante no importan, desde la vibración de un encuentro fortuito, en el baño de un bar, a la fiesta de sentidos preparada en una habitación con perfume, vino y lencería adecuada, en un encuentro predicho y acordado.

Me encantan los lugares públicos el peligro de que te descubran y el placer de que se den cuenta, el auto, un vestuario, el colegio, el cine, un baile, una ruta a la vera del camino, la pileta del club, un evento,  en un callejón sórdido y sucio. Cualquier lugar es apropiado cuando el sexo llama, no lo puedes evitar.

Adoro hacer desear ese es mi verdadero vicio, la conmoción de ser anhelada, extasiada, apetecida, que me miren, que se den cuenta que me están gozando, que me vean chupando pija, toqueteado a una amiga, o enhebrada por un verraco, que me compartan y que me entreguen a otros para que me disfruten.

/////// LAS ORGIAS:

La manada gozando junta, avenencia de hombres y mujeres alucinando, lo vivo con un estremecimiento. Disfruto el éxtasis,  el regodeo de tres regueros de leche vaciados en mi organismo, al unísono, tres machos acabándome, o tener una cola de sementales prontas a darme su leche con sus duras pijas en la mano masturbándose para mí, el olor a semen en mi cuerpo y el placer de ser motivo de sus cojones y esperma alborotado.  He sido cautiva, prisionera,  puta paga, patrona, deidad y reina, sometida y sometedora, he abonado a sementales y he sido de varios hombres y varias mujeres, escudriñando constantemente el límite del placer donde el cosquilleo y el deleite se hacen uno.  También he gozado del sexo socialmente prohibido con progenitores y hermanos.

/////// EL ÉXTASIS DE TI

He enfrentado en ti puta mía la libídine sin género, eres la primera hembra netamente lesbiana con la que me relaciono de cuerpo y alma. Por los andariveles de tu placer me pierdo y me encuentro en cada mamada apreté y caricia. Eres la primera hembra que reconozco como mi fémina, a partir ser mujer, desde ser solo deseo y cuerpos fundidos en un crisol de sensaciones. Adoro más la capacidad tuya de gozar de mujer a mujer y tu cuerpo invitación a placeres y locuras.

A ti te sueño, te codicio y seria todo y nada dentro tuyo, solo organismo y energía,  macho, hembra, mero bisexual, diosa, esclava. Eres mi putita degenerada, estallada y brutal. Tu dilatación, tu friega y comprima me trastornan. La sensibilidad de tu clítoris, tus gimoteos son la harmonía de mis oídos y adoro los espasmos minándonos el alma.

Eres como yo y tan distinta. Tu en tu sensibilidad de hembra gozada por hembra, cuando mi mano se pierde penetrando en tu cuerpo, dragando tus entrañas dentro de tu vagina y tu recto. Yo me evado en el sexo con desconocidos, tu para escapar a la soledad  sexo que te da libertad y te aleja por un instante de la muerte, yo por el vicio del placer profundo.