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Mi padre me quitó los complejos (II)

en Gays

El semen de mi padre me goteaba desde la barbilla, cayendo sobre mi pecho, que se agitaba nervioso  buscando el aire que le faltaba.

¿Qué acaba de pasar? Había mantenido sexo con mi padre?

Mi cabeza no dejaba de dar vueltas ante lo que acababa de ocurrir… Mi padre me había follado la boca y se había corrido en mi cara.

Pero lejos de sentirme sucio o violado, me dolía el pene de lo duro que estaba.

No quería pensar, no podía procesar todo eso tan rápido. Me metí bajo la ducha para limpiar los restos de lo que había sido mi primera experiencia sexual, y por mucho que me enjuagaba la boca, el sabor del semen de mi padre se negaba a irse.

-         Joder…

Salí del baño, me vestí en mi habitación y me fui corriendo al instituto sin tan siquiera despedirme de mi padre.

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Evidentemente llegue tarde al instituto, pero pese a unas palabras de enfado del profesor y a algunas preguntas de mis compañeros más curiosos todo fue como un día normal.

Cuando llegue a casa no había nadie.

-         ¿Mama?! Papa…?- llame a mis padres, casi susurrando al llamar a mi padre…

Subí hasta mi cuarto a esperar a que llegaran para comer, seguramente se habrían entretenido en sus trabajos, no era la primera vez.

Me cambie de ropa poniéndome un pantaloncillo corto para estar cómodo, pues ya empezaba a hacer calor, y me eche sobre mi cama.

No había pasado ni el mediodía, y ya estaba agotado, aun no podía creerme que hace tan solo unas horas hubiera ocurrido todo eso con mi padre, en el baño…

Pensar en eso lo único que me provoco fue una erección que llevaba intentando controlar desde esta mañana.

-         Mmmmm… mierda- no quería empalmarme, no quería que se me pusiera dura al recordar como mi padre me había metido su… su polla en mi boca, ni como se había corrido en ella, ni como sabia el semen de mi padre.

-         Joder…- me dolía la polla.

Mis caderas empezaron a moverse sin permiso sobre las sabanas, restregándose para darle placer a la punta de mi pene, que con el roce con la cama había empezado a sobresalir del pantalón y los calzoncillos.

Mi mano empezó a bajar, reptando por debajo de mi cuerpo, hasta alcanzar el glande, rojo ya de tanta fricción.

Gire mi cuerpo, quedando tumbado boca arriba, mientras con una mano acariciaba la punta de mi miembro, con la otra empecé a bajarme el pantalón y la ropa interior.

Mi mano había pasado directamente del suave masaje a una paja en toda regla. Y con la otra rozaba mi pecho, jugando con mis pezones, y luego bajaba hasta mis huevos, apretándolos suavemente.

Estaba muy caliente, la imagen de la polla de mi padre frente a mi cara me encendía como no debería estar permitido, mi mano fue suavemente bajando de mis testículos a la puerta de mi ano.

-         Aaah…- un suave gemido se escapo de mi boca al presionar con mis dedos

La ropa termino desprendiéndose de mi cuerpo, mi cuerpo desnudo percibía todas mis caricias, mi culo estaba empezando a ser violado por mis dedos con fuerza, primero entro uno, después otro…

-         Y yo que estaba preocupado por lo que había pasado esta mañana- soltó en una carcajada una voz proveniente de la puerta de mi habitación.

-         ¡Papa¡- me tape rápidamente el cuerpo como pude, flexionando las rodillas para que mi padre no viera más de lo que ya había visto.

Pero mi padre estaba ahí, el marco de la puerta, vestido de oficina pero con su polla fuera, estaba dura, y la tenía en una de sus manos, en un suave vaivén de sube y baja, y su cara… sus ojos, con expresión divertida, no se apartaban de mi cuerpo, se mordía el labio inferior, como si estuviera haciendo un gran esfuerzo por controlarse.

-         ¿Papa? Qu-que haces aquí?-no sabía qué hacer, mi cuerpo temblaba por los nervios, pero mis ojos no podían apartarse de cómo se masturbaba frente a mí.

-         Jajaja pues había venido a ver como estabas después de lo que ha pasado esta mañana en el baño- dijo mientras se apartaba del marco de la puerta y se acercaba a mi cama, todo sin dejar de masturbarse…- estaba preocupado por ti, pero veo que lejos de provocarte un trauma, te he provocado un calentón.

Mi padre se sentó en la orilla de la cama, mirándome con expresión divertida en su rostro. Yo no sabía hacia dónde mirar, la vergüenza y lo surrealista que era esta situación estaba empezando a sobrecalentarme el cerebro, además del cuerpo…

Sin darme cuenta mi padre empezó a acariciarme la pierna, primero mi gemelo, hasta subir a mi muslo, de ahí su mano se tele transportó a mi pecho, que podía abarcar entero uno de mis pectorales con su mano.

De repente mi padre terminó subiendo por completo a mi cama, de rodillas, mientras apoyaba sus manos en mis rodillas, que estaban muy juntas, para que mi padre no viera como de excitado me tenía. Una de sus manos estaba cubierta de precum… note rápidamente como mi padre restregaba sus fluidos por esa pequeña parte de mi cuerpo.

Eso no hizo más que excitarme todavía más si fuera posible. Empecé a relajar mis piernas, permitiendo que mi padre las abriera con sus fuertes manos. Estas empezaron a bajar recorriendo el interior de mi pierna, hasta llegar a mi pene, chorreando precum por toda la excitación contenida y la añadida nuevamente por mi padre.

-         Que cuerpazo te ha hecho tu padre, eh hijo mío!!- grito mi padre sacándome del trance en el que estaba cayendo- tienes muy buen cuerpo hijo…

La voz de mi padre fue un tan solo un susurro, como si se le hubiera escapado un pensamiento. Empezó a recorrer con sus manos mis abdominales, muy lentamente, disfrutando del pequeño relieve que formaban mis músculos adolescentes.

Sus manos ascendieron a mis pectorales, que sobresalían levemente al igual que mis pezones.

-         Que pezones más ricos tienes hijo- dijo mi padre, como si estuviera hablando consigo mismo.

Y una vez lo dijo se abalanzo sobre mi cuerpo, juntando su boca con mis pezones.

Empezó a lamerlos con fuerza, queriendo arrancar todo su sabor con su lengua.

Eche mi cabeza para atrás conteniendo los gemidos que me provocaba mi padre, de forma que le permitió inclinarse todavía más sobre mí.

-         A-aah, papa...!- su pene había terminado rozándose con el mío,  pude sentir todo lo baboso que estaba, restregando su punta con la mía…

Mi padre se dio cuenta de inmediato.

-         Te gusta que la polla de papa le dé besitos a la chorra de su hijo eh- dijo mi padre mientras se incorporaba sobre mí, mientras con una mano cogía su polla y la mía empezando a pajearlas juntas- Te gusta León que papa te la pajee?

Y empezó a pajearnos más rápido y fuerte, su precum se mezclaba con el mío, empapando nuestros capullos, rojos de toda la sangre ahí concentrada.

-         ¿Te gusta hijo?- volvió a preguntarme frenando un poco la paja

-         Mmm... si… papa…- mis palabras salieron en una mezcla de placer y vergüenza por a quien iban dirigidas

-         ¿Quieres que papa te compense por la mamada que me has hecho esta mañana?

Me quede mirándole a los ojos, por primera vez desde que había irrumpido en mi cuarto, quería hacerme una mamada? El mientras esperaba mi contestación seguía masajeando nuestros penes, muy lentamente. Me costaba pensar, pero claramente quería probar que me la chuparan, aunque quien lo hiciera fuera mi propio padre…

-         Si-i…- conteste en un hilillo de voz mientras volvía a bajar la mirada por la vergüenza.

Mi padre sonrió, me puso una mano en la cara con gesto cariñoso. Tendría muchas ganas de devolverme la mamada…

-         Date la vuelta y túmbate hijo- me ordeno dejándome algo sorprendido, así no se hacían las mamadas, no?

-         Em... pero papa…

-         Date la vuelta Leo, te gustara, no te preocupes- dijo dándome unas palmaditas en la cara.

El se levanto para que pudiera darme la vuelta y colocarme cómodamente, mientras el aprovecho y se quito los pantalones y la corbata, y desabrocharse la camisa, quedándose solamente con esta y unos calcetines altos de traje.

-         Levanta un poco el culo hijo- me dijo mientras trepaba por la cama

Y eso mismo hice, levante ligeramente el culo, de forma que mis huevos y mi pene colgaban un poco sobre la cama.

Las manos de mi padre fueron directamente a mi culo, lo agarraron y lo masajearon, como quien estuviera amasando pan crudo, cuando de pronto mi padre me dio dios buenas cachetadas

-         Lo tienes bien duro hijo jajaja- mi padre estaba disfrutándolo.

Entonces hizo algo que no me esperaba para nada: con sus dos manos me agarro bien los cachetes y me los separo, y acto seguido hundió su cara en mí expuesto culo

-         A-aaah, pero papa que estas... aah-ah

El sin escuchar mis replicas saco su lengua y empezó a dar largas pasadas por mi ano, al igual que con mis pezones, lo lamia con fuerza, haciéndome sentir extraño a la vez que mas cachondo.

Con tanto lametón mi curo empezó a relajarse, y empezó a abrirse ante la fuerza de la lengua de mi padre, que cambio de táctica al verme todavía más a su merced, y empezó a introducir casi la totalidad de su lengua dentro de mí.

Estaba empezando a llegar a mi límite, mi padre me estaba provocando un placer totalmente desconocido por mí hasta el momento, no sabía cuánto más podría ser capaz de soportarlo sin derramar todo mi semen por las sabanas debido a la comida de ano que me estaba haciendo mi padre y por el roce con la cama.

-         Papa me voy a…- pero no me dejo terminar.

Levanto su cara de mi culo, que se resintió ante el contraste de temperatura con el aire, y trepo por toda mi espalda, colocando la totalidad de su pollon en toda la raja de mi culo, todo esto mientras sus labios acariciaban mi oreja.

-         ¿Quieres que papa vaya más allá? Quieres que papa te haga un hermanito?- me susurro mientras colocaba la punta de su polla en mi abierto y húmedo culo

-         Papa n-no, no se…- estaba muy confundido esto había pasado muy rápido, y tenía miedo de que el pollon de mi padre me reventara por dentro, estaba empezando a tomar conciencia de lo que estábamos haciendo.

-         Shh, no te preocupes hijo, no t va a doler- volvió a susurrarme- papa solamente te va a dar placer…- y empujo mas su polla, estaba empezando  a metérmela.

-         Papa! Pa-ara…

Cuando de repente ambos nos quedamos paralizados, la puerta de la casa se estaba abriendo.

-         Hola?!- era la voz de mi madre, acababa de llegar de trabajar.

Mi padre enseguida se incorporo de un salto, recogió toda la ropa que había dejado por el suelo de mi habitación. Se dirigió a la puerta, y se giro justo antes de salir por ella.

-         Vístete hijo, ya continuaremos luego- y salió por la puerta con una sonrisa en la cara, dirección a su cuarto.

Y allí me quede, a punto de ser violado por mi propio padre? Quería que mi padre me follara?

CONTINUARA…