Una nueva realidad: He descubierto el increíble placer de pagar a cambio de tener acercamientos sexuales con jóvenes.
Mi primera realidad: me encantan los jovencitos de menos de 20 años.
Después de esta experiencia, lo pensaré dos veces antes de hacerle caso a una rana que habla.
Cuando Luis abrió los ojos, estaba rodeado por una oscuridad casi absoluta. Estaba tirado en el piso, cubierto solamente por una camiseta sucia y rasgada. Tenía las manos esposadas en la espalda. Estaba sudando a chorros. Trató de recordar...
Quince minutos de mi vida compartidos contigo, un perfecto desconocido.