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relatos escritos por Vicente Riva Palacio

Cuentos - Prostitución de Vicente Riva Palacio

de 29 de Mayo de 2006 en Textos educativos

Hace muchos, muchos años, por casualidad conocí a una mujer cuya profesión era la prostitución.

Cuentos - La Expiación de Vicente Riva Palacio

de 29 de Mayo de 2006 en Textos educativos

Lucía, una de las muchachas más virtuosas y más guapas del lugar, había desaparecido.

Leyendas - Perseo de Vicente Riva Palacio

de 29 de Mayo de 2006 en Textos educativos

¡Que vuelvan el rostro todos los que son aún amigos míos! Y diciendo estas palabras sacó del bolso que llevaba siempre colgando al costado, la cabeza de la Gorgona Medusa y la presentó al primer adversario que le acometía. — ¡Busca a otros a quienes puedas conmover con tus milagros! —gritóle éste despectivamente. Pero en el momento que se disponía a levantar la mano para arrojar su venablo, quedó petrificado

Poesía - ayer y hoy de Vicente Riva Palacio

de 28 de Mayo de 2006 en Poesía Erótica

Ayer que te quería.

Cuentos - Las gotas de agua de Vicente Riva Palacio

de 27 de Mayo de 2006 en Textos educativos

Cuando soplaron en la noche las auras, ninguna flor de aquéllas pudo ya sentir sus caricias.

Leyendas - Acteón de Vicente Riva Palacio

de 27 de Mayo de 2006 en Textos educativos

— La jornada nos ha dado suficiente botín; el acero y la red están húmedos de la sangre de las piezas muertas. ¡Pongamos, pues, fin a la caza por hoy! Reanudaremos tan alegre ocupación mañana, cuando la rosada Aurora asome en el cielo.

Leyendas - Penteo de Vicente Riva Palacio

de 25 de Mayo de 2006 en Textos educativos

La propia Agave, agarrando con ensangrentadas manos la cabeza, creyéndola de un león, clavóla al extremo de un tirso y la paseó por los bosques de Citerón. De este modo vengóse el poderoso dios Baco del que había despreciado su divino culto.

Cuentos - El voto del soldado de Vicente Riva Palacio

de 25 de Mayo de 2006 en Textos educativos

"Por la salvación de mi alma, yo prometo meterme a fraile el día que mi caballo sea Dios,"

Leyendas - Cadmo de Vicente Riva Palacio

de 23 de Mayo de 2006 en Textos educativos

Encontrarás, en un prado solitario, una novilla que no ha sido aún uncida al yugo. Déjate guiar por ella y allí donde se eche a reposar sobre la hierba, eleva muros y da a la ciudad el nombre de Tebas.

Cuentos - La limosna de Vicente Riva Palacio

de 23 de Mayo de 2006 en Textos educativos

Quizá para muchos no tenga interés lo que voy a contar; pero como a mí me conmovió profundamente, por nada de este mundo se me queda esta narración en el buche.

Leyendas - Europa de Vicente Riva Palacio

de 22 de Mayo de 2006 en Textos educativos

- Ven conmigo, preciosa — decíale la extranjera —. Te conduciré como botín a Zeus, el que blande la égida. Así lo han dispuesto los hados

Por si acaso . . . de Vicente Riva Palacio

de 22 de Mayo de 2006 en Textos educativos

¿Eres tú? - Sí. - Ven en seguida, porque ya se ha ido Pepe.

Cuentos - La leyenda de un santo de Vicente Riva Palacio

de 18 de Mayo de 2006 en Textos educativos

Muchos años pasaron: murió el padre de Felipe, y la pobre madre, acompañada sólo de la vieja esclava, siguió viviendo en la misma casa, siempre pensando en su hijo, de quien no tenía noticias y siempre mirando aquel tronco seco, que le recordaba el dicho de la negra: "¿Felipillo santo? Cuando la higuera reverdezca."

Leyendas - Faetonte de Vicente Riva Palacio

de 18 de Mayo de 2006 en Textos educativos

Faetonte apenas dejó a su padre tiempo de terminar: - Haz que se realice mi deseo más ardiente: ¡confíame, no sea más que un solo día, la dirección de tu alado carro solar!

El buen ejemplo de Vicente Riva Palacio

de 17 de Mayo de 2006 en Textos educativos

"Don Lucas, ya tengo escuela."

Cuentos - Ciento por uno de Vicente Riva Palacio

de 16 de Mayo de 2006 en Textos educativos

La mina del Espíritu Santo, primera que se había descubierto en el reino de la Nueva Galicia, producía asombrosas cantidades de oro y plata; las recuas que allí llegaban con tercios de víveres y efectos de comercio tornaban cargadas de oro y plata para México

Leyendas - Ío de Vicente Riva Palacio

de 16 de Mayo de 2006 en Textos educativos

Inaco, el antiguo fundador y rey de los Pelasgos, tenía una hija de gran belleza llamada Ío. En ella se había posado la mirada de Zeus, el señor del Olimpo, un día en que la doncella guardaba los rebaños de su padre en los prados de Lerna. El dios se sintió preso de amor por ella

La gata coja de Vicente Riva Palacio

de 15 de Mayo de 2006 en Textos educativos

Una mañana la situación se puso seria, y no teníamos ya ni que empeñar, y era preciso comer aquel día. Pensando y meditando, ocurriósele a la Pepa vender una silla que el vecino de al lado nos prestó para que tuviéramos en qué sentarnos. La idea no era mala, y yo me comprometí a salir del paso.

Deucalión y Pirra de Vicente Riva Palacio

de 15 de Mayo de 2006 en Textos educativos

veláronse las cabezas, desciñéronse los vestidos y arrojaron, como se les ordenara, las piedras tras de sí. Entonces se produjo un gran milagro: la piedra comenzó a perder su dureza y fragilidad, volvióse flexible, creció, tomó cuerpo; aparecieron en ella formas humanas.

Leyendas - Las generaciones humanas de Vicente Riva Palacio

de 14 de Mayo de 2006 en Textos educativos

Los primeros hombres que los dioses crearon formaron la llamada edad de oro. Mientras Cronos (Saturno) reinó en el Cielo, vivieron exentos de todo cuidado, semejantes a los propios dioses, libres de trabajos y penalidades. Desconocían todos los achaques, hasta los de la vejez.

La máquina de coser de Vicente Riva Palacio

de 13 de Mayo de 2006 en Textos educativos

Todo se había empeñado o vendido. En aquella pobre casa no quedaban más que las camas de doña Juana y de su hija Marta; algunas sillas tan desvencijadas que nadie las habría comprado; una mesita, coja por cierto, y la máquina de coser.

Las mulas de su excelencia de Vicente Riva Palacio

de 12 de Mayo de 2006 en Textos educativos

Pero las mulas del Virrey eran la envidia de todos los ricos y la desesperación de los ganaderos de la capital de la colonia.

La horma de su zapato de Vicente Riva Palacio

de 11 de Mayo de 2006 en Textos educativos

¡Qué mujeres tan guapas encontraba a cada momento! Ya era una joven aristócrata envuelta en pieles, porque era invierno, cruzando en elegante carruaje al garboso trotar de una soberbia pareja de caballos. Ya una chula, arrebujada en un grueso mantón que ceñía su cuerpo, dibujando una cintura ideal, y que pasaba rapidamente a su lado.