Espero que os agraden como me han agradado a mí. Voy a insertar poemas y leyendas que considero de valía, escritas por poetas de otras épocas. Hoy voy a enviar uno muy especial que logré formar y espero, no que os guste, pero si que os haga reflexionar.
Espero que os agraden como me han agradado a mí. Voy a insertar poemas y leyendas que considero de valía, escritas por poetas de otras épocas.
Espero que os agraden como me han agradado a mí. Voy a insertar poemas y leyendas que considero de valía, escritas por poetas de otras épocas.
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Espero que os agraden como me han agradado a mí. Voy a insertar poemas y leyendas que considero de valía, escritas por poetas de otras épocas.
Abrió sus hermosos ojos dándose cuenta de la claridad del día y de mi presencia a su lado contemplándola. Me acerqué y posé un delicado beso sobre sus labios entreabiertos y susurré: - Gracias por tu amor.
Esto lo escribí una noche después de escuchar la frase de labios de una mujer de ochenta y dos años, dicha con una enorme carga de amargura en voz y expresión. Estimo que no es la única mujer a la que se la han dicho; y, no es España el único país en el que frases tan duras como esa son vertidas en un alma sensible, que una vez escuchada no sabe que hacer con ella, y, así, se decanta como lo hacen un álcali o un ácido corroyendo lo que tocan, pero no matando; sólo dañando sin sentido alguno, la vida futura de ese ser, que ni pidió nacer ni tiene culpa alguna en parecerse físicamente o espiritualmente a alguno de sus progenitores. Lo escribí, porque apunta una posible solución y porque manifiesta una forma de violencia intra familiar que no debe subsistir.
Una sola vez quiero embriagarme de usted, quiero saturarme con su olor, aspirarlo hasta lo más hondo de mis pulmones, quiero sentir en mi boca su sabor, saciarme en usted; quiero sentir en mi piel el roce de la suya; necesito sentir su calor; sentir su abrazo; sentirlo en mis interiores al descargar su esencia. Lo necesito para poder dejar de pensar. ¿Me ayuda?
Los hombres más juiciosos no son más que locos mansos. Oigan ustedes esta historia.
También Dédalo de Atenas era un erectida, hijo de Metíon, biznieto de Erecteo. Fue el hombre más ingenioso de su tiempo: arquitecto, escultor y artífice de la piedra.
Procris era la más hermosa de las hijas de Erecteo. Céfalo, hijo de Hermes y de Herse, hija de Cécrope, estaba unido a ella por un amor entrañable, y cuando, el día de la boda, Erecteo hubo juntado las manos de los novios, todos los atenienses le calificaron del más feliz de los esposos.
Me es difícil empezar. Tengo cuarenta y cuatro años, morena clara, buen cuerpo, buenos pechos con dos pezones estupendos; quizás, aunque no sé que digan mis amigas, lo menos notorio es mi trasero; boca con labios carnosos y sensuales; además de todo lo que Dios me dio. Soy lo que queda de Elisa que aún es mucho y de excelente calidad.
Si la señorita fuera tan buena de leerme la carta, para que la señorita no la oyera le taparía yo las orejas.
Hermes, el dios alado, corrió a Atenas y cumplió el encargo de su hermano; en la misma canastilla de juncos en que yacía, depositó al niño ante las puertas del templo de Delfos, cuidando de abrir la tapa de la canasta para que la gente lo viera.
A veces huele mal, y a veces bien.
Arde otro mundo más allá de esta celosía que atrapa nuestra mirada. Así, de la quietud horadada va ensangrentándose este subsuelo donde, conviene recordároslo, habitamos nosotras.
pero hay algunas otras en que hace a un lado los papeles, me sube al escritorio y me hace sentir que estoy entrando en la gloria, con sus besos en todo mi cuerpo y la presencia de su pene en mis entrañas.
¡Mía es la victoria! gritaba en su corazón, devorando a la candida doncella con sus miradas centelleantes. Así brilla el ojo ávido del águila cuando, soltando de las corvas garras la palpitante liebre, la deposita en su elevado nido de rocas, de donde le será imposible escapar.
Era una tarde del mes de diciembre.
Al día siguiente, muy temprano nos despertamos, con una sonrisa fresca y un dulce beso impregnado de amor en los labios.