Luego de autosatisfacerme descubro que mi cuñado ha estado viendo desde la puerta. En mi mente resuenan las palabras de mi hermana: que bueno que estoy embarazada, él es una bestia, quiere sexo cada noche, cuando me penetra lo hace salvajemente como un macho en celo.
Es aburrido comer siempre lo mismo. Por temporadas a uno le apetece ensaladas verdes, tepanyaki o gorditas mexicanas, en el sexo es igual....
...desnuda y desparramada en la cama, con el cuerpo sudoroso, la respiración agitada, la piel temblando, el sexo húmedo, recuperando a jirones la consciencia; y en la puerta entreabierta, a tras luz, la silueta de Alfonso mi cuñado,
Quiero al hombre con quien vivo, pero soy adicto a un macho que me domina.
Sin saber cómo, el joven que me ha desvirgado, gana la simpatía de mi esposa y de mi hija.
En una sola nocheo, otro sumiso, me da cátedra de cómo adorar los pies y la verga de nuestro Amo.
A mis 39 conozco que es quedar fuera de una empresa, fuera de una pareja y fuera de tu casa. Uno de mis alumnos, de tan solo 19 años, me ha puesto un collar y una cadena y me ha follado salvajemente por la boca. Ahora, justo al llegar a la escuela, me ordena que renuncie a mi trabajo como profesor.
Esa noche, después de la increíble follada que por la boca hizo mi Amo. Me entrega una hoja impresa, en la que detalla las condiciones que necesito cumplir, si quiero que me tome como esclavo.
Sin poder resistirlo, mi alumno hace que deje mi convición heterosexual y por segunda vez me lleva a experimentar mi lado pasivo-sumiso.
Llega el momento en que confieso a José, mi alumno de 18 años, que necesito que me someta.
Un alumno de 18 años, hace que su Maestro de 39 divorciado y hasta ahora hetero, vea un video casero donde él somete a otro joven y le reta a ir a su casa...
Circunstancias inesperadas llevan a exitoso profesionista a experimentar sensaciones que jamás espero le ocurrieran... ni que las disfrutaría.
Soy buen trabajador, padre y esposo. En la intimidad me consideraba un hombre normal, pero descubri que mi verdadero instinto era el placer de dominar.
Para conocer a mi familia paterna, mi madre me envia a pasar unas vacaciones con ellos. Y conoci mucho, especialmente de mi tio.