Nunca te he visto, no me importa quien eres, solo me importa lo que me haces sentir pones la venda en mis ojos como en cada uno de nuestros encuentros...
Buscas descubrir el brillo del deseo en ellos y parece que lo descubres, te tumbas a mi lado y me besas, noto como tus dedos buscan mi abertura desesperadamente...
Solo acariciando con la yema de los dedos primero descendiendo para después ascender hasta mi sexo en un ligero roce, leve pero profundo intenso
Una amistad rota durante un tiempo, un encuentro inesperado, una cena para reencontrar sentimientos... Todo se convierte en una locura, en una noche inolvidable...
Sin casi darme cuenta me estoy moviendo sobre el, es un movimiento suave de cadera, lento, desesperado a la vez, que clama el placer de ser penetrada...
Todo comienza en una cena con amigos, pero termina volviéndose la cena más morbosa que nunca había vivido...
Ninguna de las dos se consideraba lesbiana, ni tan siquiera bisexual, pero había algo entre nosotras que nos atraía irremediablemente y nos llevó a cometer esa gran locura.
Una comida de trabajo termina convirtiéndose en una interesante charla sobre sexo y fantasías Se harán realidad esas fantasías ?
Nos encontramos para hacer realidad un juego descrito en nuestros correos, una fantasía en común, pero fuimos sorprendidos por una espectadora que ayudó a que la realidad superara con creces a nuestra imaginación.
Hice realidad mis más íntimas fantasías de exhibirme con la ayuda de un hombre que me había hecho sentir estupendos orgasmos en la distancia.
Sabía que mi compañero me miraba y poco a poco iba descubriendo como cada día me gustaba provocarle más, hasta que un día ocurrió lo inevitable.
Un juego desata la experiencia más increíble que unos jóvenes pensaban poder vivir.
Ese viaje prometía nuevas experiencias, pero ninguno creía que nuestras fantasías se convertirían en realidad.
Tras descubrirla espiándome decidí ir a su casa, fue la primera vez que lo hice con una mujer, lo mejor... cuando su marido nos descubrió.
Increíblemente una serie de correos electrónicos nos puso tan calientes que tuve que terminar masturbándome en la oficina.
Descubrí que mi vecina me espíaba y me puse tan cachonda que tuve un orgasmo con ella.
Gocé sola de mi cuerpo, comparando a esos dos hombres que sabían hacerme vibrar y descubrí que con sus diferencia complementaban mi placer.
Mi sueño de hacer el amor delante de alguien se iba a convertir en realidad.
Comenzó poco a poco a subir por mi pierna, cada vez se acercaba más al tesoro que tantas veces había deseado, subía muy despacio y yo me excitaba más y más al sentir su respiración tan cerca.
Excitados por una pasión de la que ninguno se había atrevido a hablar y con la que gozarían aquel día como nunca. (ACTUALIZADO)
Nunca me había sentido tan excitada como aquel día, saber que podían oirme me volvia loca.