Lorenzo acoge en su casa a una conocida de su madre que acaba de enviudar. Un día descubre que sus gemidos no se deben al duelo sino a otros motivos. Él hará todo lo posible por consolarla y darle alivio...
Penetrada reiteradamente durante toda la noche, no comprendía como un solo hombre podía hacerlo. Exhausta y al límite, con el amanecer lo entendí todo...
(Con ilustración en portada) Mis tetas nuevas serían el regalo de boda de Julián. Lo sé, es perverso pero me daba mucho morbo que él las estrenara, y esperaba que su mujer lo soltara un ratito para que viniera a gozarlas...
(Ilustrado) Mi chulo me lleva a casa de su hermano, pero yo desconozco que son gemelos. Superado el asombro inicial y haciendo honor a los tópicos, descubro que su pariente tiene similares medidas e intenciones...
Sería un día casi perfecto si esos seres pequeños y perversos no hubiesen reclamado lo suyo. Es más que sabido que me llevo fatal con los Reyes Magos, pero hoy me he reconciliado con ellos...mmm... y de que manera...
Vanessa comete un grave delito, y a pesar de su condición trans, es conducida a una prisión de hombres. Crisálida acude a verla y allí es cacheada a conciencia por un funcionario. Pasada la revisión de protocolo, se encontrará con Vanessa que le informará de su delicada situación: los aberrantes pero deliciosos abusos a los que es sometida día y noche.
De noche, y en una zona boscosa y apartada, Crisálida se ofrece a Julián en la precariedad de su automóvil. Tras una pausa recrean vivencias llenas de morbo, que los empujan a una nueva cópula con furor renovado.
Crisálida recuerda la primera vez que un hombre la hizo sentirse hembra y ella le entregó su virginidad. Aquel sórdido baño no fue el lugar más romántico pero sí el más morboso, y como lo gozó...