Nadie hace esto, nadie instala cámaras ocultas en la que fuera su propia casa para expiar a la que fuera su propia mujer. Lo que hacen las personas normales es salir corriendo tras otras señoras estupendas, que a la suya la tienen muy vista. Es por eso que estas historias son morbosas.
Estos son los anuncios que pongo en las páginas de contactos... sin el menor éxito, por supuesto. Al menos parafraseando a Gila en un monólogo, creo que sobre la guerra, no me comeré una rosca, ¡pero como nos reímos!
Nuestro divorciado no ceja, erre que erre, en su búsqueda de sexo-sexo. Pero no le va a resultar fácil, al contrario, se acabará metiendo en un berenjenal donde ni siquiera se cultivan berenjenas.
El morbo puede ser tan estúpido como para espiar a tu "ex". Nuestro personaje tiene razones, que se conocerán en algún momento del relato. Pero cretino, lo que se dice cretino, sí parece ser, al menos de momento.
Pequeñas piezas teatrales con su dosis de erotismo, picante y regocijante diversión. Como saben el Gran teatro del mundo es una obra de Calderón de la Barca. El mundo es un teatro, decía, y el sexo más.
Poema para romper el hielo en páginas de contactos.
Un divorciado es como un toro, que se lanza sobre todo lo rojo, esperando ver detrás a caperucita roja, una chica que le proporcione sexo gratis. Cuando uno baja la cabeza y enviste pasa lo que pasa, que acaba mareado, sino con el lomo agujereado.
No hay vida tan difícil como la del divorciado, especialmente cuando tiene que buscar sexo. Nuestro protagonista se va a meter en un laberinto del que no podrá salir.