Una de nuestras fantasias se cumplio de la manera mas inesperada y morbosa.
Aunque siempre añado ciertas pinceladas de verdad en todos mis relatos, este se puede decir que es el primero basado en una experiencia totalmente real.
Una lencería de pueblo, una venta sustancial, un juego en los probadores que acaba en algo más serio.
Un día caliente, una impresora que no funciona, termina con mi casera cumpliendo una de mis fantasías.
Aqui os narro el segundo encuentro con Aurora, esta vez ejerciendo ella de repartidora.
Hace años comencé una relación especial con una ciberamiga. Desde entonces, hemos estado realizando encuentros rápidos basados en el morbo, la discreccion y el no dejar nada a la improvisación.
Hay muchas mujeres que he conocido a lo largo de mi vida con las cuales, por circunstancias de la vida o personales, nunca he podido intimar lo que me hubiese gustado. Vane es una de esas personas.
La culminación de una fantasía hace que Mari se tenga que enfrentar a una situación para la cual no está preparada.
Paula y yo cumplimos juntos nuestra fantasía mas morbosa.
Un fin de semana en las islas con Carol y mis amigos se convierte historia de erotismo y morbo gracias a una misteriosa pareja y sus prácticas.
Unos nuevos gemidos se escuchan en la escena, son de la chica joven que está ahora sentada de espaldas sobre su chico, de cara a las otras dos parejas, y cabalgándolo con ansia. Sus pechos saltan mientras se observa como su entrepierna es penetrada una y otra vez por el pequeño pero tenso pene de su chico.
Carol se separa, nerviosa, mira hacia la playa, hacia atrás, hacia el otro lado y luego me busca otra vez ansiosa. Desliza su mano por mi pelo, para luego bajarla por mi pecho, separando y enterrando los dedos en mi piel.
El calor, la excitación y el morbo me corroen a un ritmo frenético. Mi entrepierna mojada. No puede ser que esto me excite devoro cada gota de líquido. Está frío, no sabe bien, no tiene buena textura pero aprieto el botón deseosa de más.
Lucía, de rodillas, observa a su mejor amiga Marta, arrodillada también, y no acaba de creerse hasta donde han llegado hoy
En mi infancia, Carol siempre ha sido como una hermana para mí. Me ha cuidado, me ha ayudado. Ahora ella ha vuelto y yo ya no soy un niño...
Hola! Llevo tiempo escribiendo experiencias y relatos aunque esta es la primera vez que comparto uno públicamente. Espero que os guste y espero vuestros comentarios.