Me marche del Sex-shop sin acordarme de que tenía que desayunar, pero cayendo en la cuenta que en verdad había desayunado, pues me habían dado leche calentita y carne en barra, e incluso salgo empachado la verdad.
La chica se cortó, quedándose ruborizada, sonriente volvió a mirarme con esos ojos tornados y esa boca, cuyos labios carnosos me hacían ponerme la piel de gallina y la polla dura... mmm.
El coche me ha dejado tirado, acercándose y proponerme Mira vamos a hacer una cosa, como la gasolina no es barata y menos aún el trayecto, dada la hora que es pocos taxis vas a encontrar. Vamos a hacer una cosa, si tú me la chupas y haces que corra, te llevo a tu casa.
Cansada de tanta monotonía, he sugerido a mí marido hacer cosas distintas en la cama, respondiéndome que eso no propio de una mujer responsable, madura y madre, acabando por acusarme de tener algo por ahí, pues según él estas ideas no eran propias de mí.
Muchos se echan hacia atrás cuando me escuchan que no tengo sitio, quizás por ser de esos que lo hacen en el coche, descampados o al aire libre (morbo). Acabando por sugerirme la casa de otro, lugar que debo de compartirme entre ambos, no teniendo más remedio que acabar en un trió mmm.
Me sentí como un caballero cuando salí en busca de esa dama en apuros, pues no es justo que un hombre la trate como tal, menos aún y sobre todo siendo su marido. Funcionándome a veces mi galantería, poniéndome siempre de parte de ella, lleve o no la razón.
Obtuvo su orgasmo, cosa que no sentí cuando se vino, pues no es lo mismo hacerlo al natural que con condón, lógicamente me gusta sentir cuando una mujer se viene, pues esa es mi verdadera recompensa, sentir sus fluidos envolver mi miembro mmm.
No hay nada mejor que ir a un Sexshop, entrar en una cabina del tipo Glory Holes y disfrutar, ya sea de la boquita de tu vecino de cabina o de las inesperadas visitas sí no echas pestillo, deseando hacer realidad una vez más mi mayor fantasía, no siendo otra que un desconocido me sodomice mmm.
Me acerque a esos dos hombres cuyo rollo corte, me miran y en sus ojos veo lujuria y deseo, alargo mis brazos hasta que poso mis manos sobre sus bultos duros y calientes. Donde uno de ellos me suelta No te vas hasta que no nos vacíes los huevos.
Entre en una mercería a comprar unas cosas que me había encargado mí mujer, encontrándome una voluptuosa dependienta aburrida, deseosa de provocar y jugar.
Ver como esa indigente, se deja acariciar a regañadientes, mientras voy alternando la palanca de marchas con su muslo izquierdo mmm, dejando caer mi mano y la deslizo a lo largo de su maduro muslo, dejándolo caer por la parte interna hasta ascender hasta su ingle, acabando esta por sobresaltarse uuuffff!!!.
No dejaba de penetrarla, llegando está a soltar tales gemidos que le dije Sssssuuu calla que nos van a oír. Ríe y suelta Mejor, así los vecinos sabrán que hago algo más que discutir. Ríe y continúa No hables tanto aaahhh, no pares cabrón uummm.
Con tan solo diecisiete años entre en un sex shop, llevado por el morbo y la excitación, sintiendo la adrenalina como se me dispara por los acontecimientos. Notando como un desconocido se te acerca por detrás, fingiendo mirar al tiempo que da conversación, sintiendo como se me pega por detrás, tanto que notas lo empalmado que va... mmm!!!.
Comiéndome una al tiempo que me follaba con varios de mis dedos, no pudiendo ni mirar a los mirones, uniéndose uno de ellos, comenzando por acariciar mi cuerpo, quitarme la camisa y dejar mi cuerpo peludo a la vista, soltándome Joder, cabrón, cuantos pelos tiene.
Arrodillado entre un viejo canoso barrigón y un rumano, viéndome a mí mismo siendo follado como un perrito, ambos orificios ocupados, disfrutando de la penetración por el rumano y llevado por el placer y el morbo, me pregunta ¿Cómo es tu mujer?.
Me gusta provocar, me gusta calentar y los que me conocen, saben que se me da muy bien, no son muchas las veces que los dejos a dos velas, dejándolos con una calentura que a veces me hacen satisfacerlos, aunque eso implique tomarme a la fuerza mmm.
El relato de un amigo heterosexual cuando fue violado, sintiéndose aliviado en parte mediante la confesión, quedándose lo más amargo para su interior, no siendo otra la penitencia que el haberlo disfrutado.
No os sabría decir cuánto tiempo se llevó, pues tras apartar sus dedos de mi orificio dolorido ooohhh. Sentí como era insertado por su miembro, soltando yo un sonoro gemido aaahhh.
Me tenía sujetado, sí mientras con su mano izquierda me obligaba a masturbarlo con la derecha me magreaba el culo mmm. Mi polla dura como una estaca y dándole la razón que me gustaba, quizás por verme obligado o quizás por sentir, como me presionaba mi orificio anal aaahhh.
Me arrodille, comenzando a comerle la polla, mientras me preguntaba Tú eres de los que dejan hambrienta a una mujer, Dime como es la zorra de tu mujer, Menuda hembra debes de ser, pobre mía que hambre debe de tener, Tienes que dejármela follar, tiene que saber lo que es un hombre de verdad.
Por su forma de mírame, da la sensación que la idea de dominarme le corroe, cuando en verdad es siempre ella quien me controla, llevando siempre la batuta. Mientras se roza, me suelta Cállate tonto. Además la noto muy dura, creo que la idea te ha gustado eeehhh!.
Yo intentaba orinar, cuando me da por mirar hacia atrás, viendo a esa mujer de la limpieza arrodillada, limpiando por detrás el wáter, posición que hace que mi polla se me ponga dura, no solo por la posición sino por el color de sus bragas y
Espió a una pareja mientras me masturbo, no puedo evitar ver como el chico, toma su polla y se la introduce a la chica. Comenzando a acelerar al tiempo que la chica gemía y suspiraba, al mismo tiempo que la chica se hacía un dedo uuuffff.
Tome su tronco con una de mis manos, tronco de color negro con venas rojizas, aun un poco flácida pero para nada despreciable, comenzando por lamer su glande, deslizándolo por mis labios, chupe su glande aaahhh.
Comenzó a masturbarme, observando como disfrutaba yo de la paja, mientras veía a esa pareja follar mmm. Estaba en la gloria, más aun cuando sin esperarlo se me puso detrás, apoyado sobre sus rodillas y sintiendo su miembro pegado a mis nalgas... mmm.